CHRIS

Me sudan las manos. Creo que nunca he estado tan nervioso en mi vida.

Tyler se pasea a mi lado, con mi mismo estado de ánimo.

Llevamos esperando casi diez minutos y no viene nadie.
Realmente estoy tentado a traspasar esa puerta como no vengan con noticias.

-¿Familiares de Audrey Harrison?
Si. Habéis leído bien. Harrison. Mi mujer. Finalmente.
Nos ha costado dos años pero logramos casarnos. Los tres.
Ethan y Steve tuvieron mucho que ver. Removieron leyes y encontraron la solución.
Ahora Audrey y Tyler son mi mujer y marido, respectivamente.
Son míos.

Ambos nos acercamos a la doctora, desesperados por saber algo.
-La señora Harrison pregunta por sus maridos.
-Somos nosotros.- responde Ty.
Creo que ha tratado de mantenerse sereno pero debe haber llegado a su límite.
-Pasen. Es la hora.

TYLER

-Pasen. Es la hora.
Las palabras de la doctora deberían tranquilizarme pero no es el caso.

Hace rato que esperábamos noticias de Audrey pero no salía nadie y estaba empezando a perder la paciencia.

Chris no estaba mucho mejor y sigue sin estarlo porque camina a mi lado tenso como un palo.

La doctora abre una puerta y ahí está NUESTRA mujer.
Verla sonreír nos tranquiliza al momento.

Todavía recuerdo la llamada del hospital y los pelos se me ponen de punta.
Ambos estábamos en casa, esperándola.
Íbamos a darle una sorpresa.
El libro que empezó Chris cuando la conoció está teniendo buena acogida.

Al principio dudaba en dejarle que publicase toda nuestra historia, pero ahora no me arrepiento. El libro es increíble.

Las cosas nos van muy bien.
Chris con el libro, Audrey empezó a trabajar en la consulta de Hannah, la madre de Beth, como psicóloga.
De tal palo, tal astilla, como dice su padre.
Y yo voy a trabajar en el bufete con mis dos mejores amigos a la que me gradúe. Me queda un año.

Vuelvo al presente y me acerco a mi mujer. Amo como suena eso.
Tenerlos a mi lado es todo cuanto necesito.

La doctora, que aun no se como se llama nos tiende a Chris y a mi unas batas desechables para que nos pongamos.
-Es la hora.- repite de nuevo.
Todo es más real cuando una vez cambiados, la vemos colocarse entre las piernas de Audrey.
Automáticamente le cogemos una mano cada uno.
-Cuando venga la próxima contracción, empuja.

AUDREY

El llanto de mi bebe rompe el silencio momentáneo que se hizo en la pequeña habitación.

Muero por verlo. Quiero saber el sexo. Decidimos que fuese una sorpresa.

Observo a mis maridos mirar embobados a la doctora.
La curiosidad me está matando.
¿Quiere alguien recordar que estoy aquí?
-Enhorabuena señora Harrison. Tiene usted una preciosa niña.
Y de repente la tengo en mis brazos y es hermosa.

Lloro sin poder evitarlo.
No puedo dejar de mirarla.
Mueve su cabecita buscando mi pecho y emocionada, la acerco para que coma.

Sé que estoy siendo observada. Que ambas lo somos.
Levanto la mirada hacia ellos y susurro un "gracias" antes de volver la vista a mi pequeña.
-¿Podemos llamarla Valeria?-pregunto.
-Me gusta. Valeria Harrison.-asiente Chris emocionado mientras se acerca y me besa.- Has estado increíble. No podría ser más feliz que con vosotros en mi vida y ahora esta princesita.
-Opino igual. Valeria es hermoso y ella lo es. Igual que su madre.-Ty hace lo mismo. Me besa y se queda junto a mi mientras alimento a nuestra hija.

Acaricio su pequeña mejilla viendo como come y entonces ella abre los ojos y me veo a mi misma.

Ahora entiendo porque Chris y Tyler aman mis ojos.

Y los tres amamos los de Valeria.

FIN

¿Quieres saber más sobre los personajes de esta historia o de otra de las que escribo? 
Entra en mi grupo de Facebook y descubre más sobre ellos.

https://www.facebook.com/groups/288117517954246/