Capítulo 8.

Atsushi estaba frente a un edificio negro, ventanas grandes, había flores en toda la pared del edificio, enredaderas con flores y algunas cestas, esperaba con el celular en la mano mientras mandaba algunos mensajes. Ryunosuke y Toru llegaron ocultándose entre algunos arbustos. Fue cuando lo vieron sonreír tiernamente, aquel chico con una larga gabardina llego, no podían ver su rostro, había llegado dándoles le espalda, pero miraban al agente sonreírle – llegaste a tiempo

- En serio, disculpa, tenía una junta y no pude librarme a la hora acordada

- Quedamos a las 7:00, son 6:59

- No podría hacerlos esperar, pero dime ¿ya llego?

- No, aun no. Déjame llamarlo

- No, esperemos un poco. Quiero verlo llegar

- De acuerdo, ¿entonces nos quedamos?

- Pasemos si gustas, ¿sabe el lugar?

- Si, le mande la ubicación

- Perfecto

Al entrar, dejaron dicho que esperaban a alguien más ¿explicación? Solo dijeron "tiene mi mismo rostro", y así fue como terminaron sentándose en una mesa familiar. – ¿Estás seguro de esto?

- Si, quiero volver a verlo, estoy emocionado

- Él no te recordaba ¿estás seguro de esto?

- Atsushi, ¿nunca has sentido que tu vida es vacía hasta que conoces a alguien?

- No, no así

- ¿entonces cómo?

- Cuando conocí a la agencia armada de detectives, pensé en ellos como un trabajo, pero en pocos días, se volvieron muy cercanos y no comprendía como todo podía ser tan... divertido

- Ya veo, ¿no habías creado vínculos?

- No, crecí en un orfanato donde no se nos permitía absolutamente nada

- Comprendo, ¿y sigues pensando igual? Sin... nadie

- Hay alguien en especial

- ¿sí? ¿Quién?

- Es una chica linda

- Vaya, una chica, suena tan bien

- Si, ella me necesitaba, me necesita, veras, ella había conocido el calor de un hogar cuando lo perdió todo, su llevaba a un lugar oscuro y tenebroso, cuando la conocí, la salve, y yo no conocía esté sentimiento, pero algo me decía que debía salvarla, subirla a mi bote, aunque yo cayera, siento que ella me sostiene cada día para no caer

- Que sentimiento tan fuerte tienes por ella, si es especial

- Si – sonrió amplio – es lo más hermoso que tengo, por eso cuidaré de ella hasta el día que se case con un buen chico, la agencia y yo debemos aprobarlo

Entonces entendió, y sonrió – cuéntame más, hablemos de nosotros en lo que llega ¿te parece?

- Claro, ¿tienes sed?

- Ordenemos de una vez

La verdad era que el mafioso conocía el restaurante, así que entraron por la cocina, podían ver a Atsushi, pero aquel chico de cabello blanco estaba de espaldas, Atsushi simplemente sonreía ante todo lo que le decía, y hablaba de la misma forma, Ryunosuke estaba molesto por ello - ¿Por qué te molesta? Me busca a mi

- Exacto, y son idénticos, pero Jinko sonríe con él

- ¿Qué deberíamos hacer? ¿no íbamos a pedirle una cita?

- Necesito apresurarme, o ese tipo me ganará

- ¿entro?

- No, yo no quiero ir, Jinko esta muy concentrado en su papel de agente, podría arruinarlo

- Yo no quiero ir solo así que – miro a la cocina – oigan ¿me hacen un arrocito?

El mayor comenzó a reír, Toru simplemente era natural ante las situaciones, no tenía malicia en él. Toru le envió el mensaje a Atsushi poniendo "tuve mucha tarea, no podré ir, estoy con mi tutor", así que cuando Atsushi lo vio, ambos siguieron hasta terminar la comida y salieron del restaurante – entonces, Atsushi

- ¿sí?

- ¿te gustaría un postre?

- ¿puedo invitarte? Se de un buen lugar

- ¿te gustan los dulces?

- No tanto, pero mi compañero es el fan numero 1 de los dulces, ¿aceptas?

- De acuerdo, muéstrame los dulces

Mientras tanto Ryunosuke y Toru comían en la cocina con el chico de lavaplatos – ¿en serio vino a una cita con otro?

- Te lo juro mana, es ho-rro-roso

- Que pésimo tipo, así son, los hombres creen que lo merecen todo

- ¿tú crees?

- Mi exnovio hizo algo así

- No te creo ¿hermana?

- Hermana, déjame te cuento

- Soy todo oídos

Ryunosuke los miraba ¿Cómo hacia Toru para llevarse con todo mundo? Al final, Toru y el lavaplatos terminaron intercambiando números después de que el lavaplatos termino de llorar. Ryunosuke y él salieron de allí – eso fue terrible ¿Cómo lograremos que Atsushi y tu salgan? ¿Qué pasa con ese chico que quiere conocerme? Tenia a Atsushi totalmente embobado – lo miro – hey, di algo ¿estás bien?

- No lo sé

- ¿no lo sabes?

- Me duele aquí – dijo señalando su pecho

- Oh querido... ¿quieres helado en mi casa?

- Debería ir a trabajar

Toru tomo su muñeca – vamos a mi casa, estarás tranquilo, anda, vamos

- De acuerdo...

Fueron caminando hasta la casa de Toru, donde subieron directamente después de asaltar la cocina, comían helado mirando el techo cuando Toru reacciono - ¿tiene tu número telefónico?

- No

- ¿Por qué no empezamos de acosadores?

- ¿Qué?

- Si, envíale un "hola, soy un fan tuyo"

- No, eso es acoso, se asustará

- Entonces, pensemos en que le escribiremos en la tarde

- Toru... No quiero

- Vamos, no hay que rendirnos, además solo lo vimos platicando ¿acaso no es así con mucha gente? A mí me conocía apenas y me sonrió y me dio su número, y

- Ok, entiendo, deja de decir tantos y

- Y creo que debemos esforzarnos, vamos

- Ok, préstame tu mesita de maquillaje

- ¿para qué?

- No tienes escritorio imbécil

- Cierto

Ryunosuke y Toru se sentaron en su mesita a planear como escribían su nota romántica, Toru insistía en agregar cosas sensuales, pero para Ryunosuke era algo dulce que Atsushi apreciaría. Pasaron así el resto del día así, platicando, ideando, Toru intento masturbarse con tanto papel, pero Ryunosuke no lo dejo.


Al final de la noche, se escabulleron por la madrugada a la agenciar armada de detectives, fue Toru el que entro para ser el único visto, al final del día si los descubrían, solo pensarían que es Atsushi.

Dejo la carta en la laptop del menor, y miro un momento su escritorio, pudo ver la foto de Akutagawa, aquella de baja calidad que le mostro Kunikida, la tomo y miro detrás, tenía una fecha, sonrió y le tomo una fotografía a la fotografía con su celular, la dejo en su lugar y volvió a la primera planta – oye carnal, no me vas a creer

- ¿ahora qué?

- En el de este, deje la de esta en el ese, pero en el de este había una fotografía

- ¿Por qué hablas como estúpido?

- ¿Qué no entiendes? El de este lo deje en la de esta en el ese y en el este estaba esto – termino enseñándole su celular

- ¿una fotografía mía?

- Muy mala amigo ¿no conoces las selfies? Envíales una a la policía

- Ya para, ¿Qué con esto?

- Estaba en el de este de Atsushi

- ¿en el que? ¿el escritorio?

- Esa cosa

- No sé por qué escucho tus consejos

- Soy buen consejero

- Solo eres un este

- ¡oye! 

los chicos regresaron sus pasos a la casa de Toru, ahora debían planear más cosas 


...

¡Gracias por leer!

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