❁ೋㅤ, 𝟎𝟖. ━━ vuelve, quédate aquí.
𖡋 ̽ ᮫ ꪶ capítulo ocho. ܓ ❃ ᜴
𓂃 Dejaré mi ventana abierta
porque estoy demasiado cansado
por la noche para decir tu nombre.
Solo debes saber que estoy aquí
esperando que vengas con la lluvia. 𓂅
Era un día lluvioso, de esos días en los que sólo tienes dos opciones: deprimirte o pasar el día durmiendo. Faith se había inclinado por la segundo opción desde que regresó a la escuela, todos los días caminaba por Hogwarts con su capa arrugada buscando cualquier señal de los hermanos Black y encontró fácilmente a Sirius, el mayor en uno de los pasillos, pero esta vez no la enfrentó. Al notar que estaba con Remus Lupin, no quiso molestar al par, así que le hablaría más tarde.
Entró al gran salón dirigiéndose a la mesa casi vacía de Hufflepuff, no era de comer por lo que solo estaban aquellos que querían escaparse, estar solos o jugar ajedrez en un lugar donde el silencio no era una regla y podían gritar sin que la bibliotecaria los enviara fuera. Mal día para querer estar sola, pensó Faith.
―Terrible, ¿no crees?―Alec la asustó antes de sentarse junto a ella en la mesa grande y larga. El uniforme del chico estaba mojado, haciendo que el rojo de Gryffindor fuera más oscuro.―El ajedrez mágico, nunca lo entendí.
―Me parece sencillo.―abrazó sus rodillas mientras miraba a una de los pelirrojas que se ponía de pie celebrando, claramente emocionado por su victoria mientras el rubio frente a ella se lanzaba contra la mesa en una escena dramática que haría sentir pena incluso a los que miraban desde lejos.―La verdad, pensándolo mejor, no lo parece.
―Podemos intentarlo si quieres.―ofreció el Gryffindor, pareciendo tratar de animar a la chica que tenía la nariz roja debido al frío que se instaló en el lugar, o el llanto secreto que había estado sucediendo con frecuencia en los últimos doce días.―No soy muy bueno, pero podemos aprender juntos.
―Quizás más tarde.―la chica sonrió a medias, luciendo cansada a pesar de que no había hecho mucho ese día con la mayoría de las clases canceladas gracias a una terrible gripe que se extendió entre los profesores. Fatih se levantó y rápidamente abrazó al chico que todavía estaba sentado y parecía genuinamente preocupado por ella.―Nos vemos luego, tengo que ayudar en el club de Monstruosidades fantásticas.
―¡Faith, espera!―Alec tomó su mano haciéndola darse la vuelta nuevamente y mirar los ojos confundidos y perturbados de la Ebony.―¿Ya has oído algo sobre él?
Faith suspiró cansada, volviendo a sentarse, cualquiera de sus amigos cercanos sabría que estaba buscando frenéticamente a Regulus en cada rincón del castillo, habían pasado siete semanas desde el evento navideño, no había rastro del Slytherin desde entonces. Al principio pensó que él no quería hablar con ella y evitaba sus cartas, firmadas por Wendy, debido al problema que suponía le había metido al chico en navidad. Sin embargo, después de tanto tiempo sin noticias y una lechuza con plumas tan oscuras como la noche, completamente desconocida, invadió su habitación en medio de la noche llevando una pequeña nota con letra corrida y tinta manchada, lo único que se leía era: "No te preocupes, estoy bien". La chica imaginó que no le dejarían regresar, lo que la angustió aún más.
―Nada.―Faith respondió tranquilamente con la cabeza gacha, sus ojos se llenaron de lágrimas como siempre lo hacían cuando hablaban del chico, las sostuvo para que nadie sintiera pena por ella.
―Lo siento.―el chico respondió abrazándola con otro abrazo, este no tan apresurado, permitiéndole intentar calmarse, lo que terminó no sucediendo gracias a la tormenta en su corazón.―Apuesto a que volverá antes del partido.
La Hufflepuff sonrió al ver el intento del chico por animarla, decidió quedarse allí y probar el ajedrez y, a diferencia de lo que imaginaba, se divirtió mucho con el chico, riendo a carcajadas cada vez que lo vencía y veía lo irritado que se ponía, pidiendo ayuda. Ya casi era hora del café de la tarde cuando decidieron dejar de competir. Faith finalmente volvió a caminar por los pasillos buscando, nuevamente a Regulus con la tonta esperanza de encontrarlo con uno de sus amigos mientras ellos reían haciendo bromas con otros estudiantes o apostando cosas aleatorias solo para gastar dinero de sus familias ricas.
―Por favor, que esté aquí, por favor, por favor.―pidió Faith abriendo la puerta del dormitorio y viendo la cama perfectamente hecho, tal como estaba horas atrás cuando ella estuvo allí.
―Si continúas invadiendo mi habitación tendré que expulsarte y decirle al equipo de Salazar que hay una sangre sucia en este lugar.―Nate estaba apoyado contra la puerta con los brazos cruzados observando a la chica que analizaba las decoraciones minimalistas que Regulus tenía en su parte organizada de la habitación.
―Di lo que quieras.―Ebony se sentó en la cama, demasiado desanimada para el gusto de Nate, quien encontró extraña su reacción antes de recordar que así había estado actuando la Hufflepuff en las últimas semanas.
―¿Puedo mostrarte algo?―el chico se acercó sentándose en la cama frente a Faith, quien alzó su mirada curiosa hacia el rubio que sonreía, pareciendo no haberla insultado hace unos segundos.
―No.―respondió Faith levantándose y viendo al chico fruncir el ceño. confundido por la respuesta de la menor, quien comenzó a caminar hacia la salida.―Nadie está obligado a soportar tus cambios de humor, Nathaniel, ni siquiera una "sangre sucia".
―Faith, lo siento.―el Slytherin sabía que la chica ya no creía sus palabras, le había advertido la última vez y tenía miedo de que la chica lo odiara para siempre. Nate no odiaba a Faith, nunca se le pasó por la cabeza, simplemente sentía que era lo que debía hacer.―Estaba bromeando, yo...
―Lo sé, ¡tienes que fingir que me odias y andar con tus amigos, juzgándome por cosas en las que no tuve elección!―la rubia se giró, las lágrimas se escapaban de sus ojos sin darle otra opción mientras hablaba. Estaba harta de todo eso, estaba deprimida y preocupada por Regulus, y le dolía la cabeza por la angustia, al igual que su pecho, cargado por toda su agonía.
―No te odio, Faith, solo...―Nate se levantó, acercándose y mirando profundamente a la chica quien podía ver la sinceridad en sus ojos, pero eso ya no era suficiente para ella.
―Lo sé, Nate, simplemente te dejas influenciar fácilmente.―las palabras fueron bajas pero aún groseras y Nate no tuvo reacción en ese momento, así que simplemente ella salió del lugar atrás, saliendo de la habitación oscura y fría por tercera vez ese día.
Faith pasaba tiempo en el dormitorio de Regulus, cuando Evan no estaba allí. Tal vez fue la sensación de sentirse más cerca de él o simplemente para alimentar su deseo de que él entrara de repente y le gritara diciendo que ella no debería arrugar sus limpias sábanas. Miró el jardín cubierto de nubes oscuras mientras caminaba, viendo una rápida y pequeña figura entre los arbustos, rápidamente reconocía ala criatura, era un simple gato que corría entre los árboles.
La joven Ebony también corrió, ante una lluvia extremadamente fuerte que caía del cielo, se adentró al bosque sin querer prestar atención a lo que hacía, no era buena idea pero fue de todas formas, no había mejor lugar a donde ir, o estar sola. Faith trepó un árbol alto por las ramas con cierta dificultad y permaneció allí por un tiempo, hasta que se dio cuenta de que la tormenta estaba empeorando y ahora los relámpagos iluminaban el celo. Rápidamente comenzó a descender, pero la madera estaba muy resbaladiza y como el desastre que era, Faith no tardó mucho en caer directamente al suelo.
―¿Qué estás haciendo?―Lily tuvo que hablar más fuerte por la ruidosa lluvia que caía, mojando las hojas verdes de los árboles que no cubrían a las dos brujas que estaban frente a frente, ambas confundidas por diferentes motivos.
Faith abrió los ojos, le dolía la cabeza y Lily fue quien la ayudó a levantarse del suelo, la analizó por unos segundos, ella era mayor que Faith por solo un año y unos meses, y este era su último semestre en Hogwarts. La rubia la extrañaría, Evans era, como ella, nacida de muggles. Lily era trabajadora y cuidadosa con sus amigas, como aquel momento en que acompañó a la más pequeña a salir de la lluvia.
En algún momento, apenas llegó al corredor de piedra, Faith cerró los ojos de una vez por todas, sintiendo un dolor muy fuerte en la cabeza. Cuando volvió a abrir los ojos, estaba en la enfermería y Madam Pomfrey estaba atendiendo algunos rasguños en el brazo de la chica.
―¡Mira, ya está despierta! Sabía que la caída no fue tan mala.―Pomfrey sonrió, quitando un paño tibio de la frente de la chica.―Pero podría haber sido mucho peor, hay que tener más cuidado, señorita Ebony.
―Sigo diciéndole eso. Y pensé que era mejor prevenirlo.―respondió Lily acercándose a la cama donde estaba la chica.―¿Cómo te sientes, Faith?
―¡Muy bien!―la chica respondió sentándose rápidamente en la cama y luego sintiéndose mareada, pero ocultándolo para no causar más preocupaciones.
―¿Estás segura?―preguntó la pelirroja al ver que la chica asentía rápidamente.―Bueno, ¿qué estabas haciendo ahí afuera en la tormenta?
―A mi... me pareció ver un gato.―Faith respondió sonriendo y luego se volvió hacia la medibruja.―¿Me puedo ir?
―Hm... tal vez, si me prometes que me buscarás si sientes algún dolor de cabeza.―Pomfrey sabía que Faith encontraría una manera de escapar en medio de la noche si tenía que dormir en la enfermería una vez más.
―¡Lo prometo!―Faith se levantó tan rápido que casi se cayó. Le sonrió a Pomfrey tratando de demostrarle que todo estaba bien.
―Muy bien, llévate esta poción y ven a visitarme mañana por la mañana.―Pomfrey la soltó y la chica rápidamente salió de le enfermería, seguida por Lily.
―¿Qué hacías bajo la lluvia, Lily?―preguntó Faith tan pronto como comenzaron a caminar por el pasillo.
―Buscándote.―respondió y luego miró su reloj.―No apareciste en el club y yo iba a una reunión con Dumbledore y te vi en ese árbol, así que....―los ojos verdes de la pelirroja se abrieron mientras miraba el reloj.―¡Dios mío! ¡Voy tarde!
―Deberías irte.―dijo Faith, abriendo camino a pesar de que el pasillo era enorme y estaba vacío. Vio a su amiga dudar, sin estar segura de si debía dejarla atrás.―Estaré bien, lo prometo, puedes irte.
Faith sonrió antes de hacer una breve reverencia que provocó que la chica mayor se riera, despidiéndose con un movimiento de la mano, Lily se dio la vuelta y comenzó a correr para llegar a la oficina del director. Faith su vez continuó caminando hacia la sala común de Hufflepuff donde encofró a Lucky recostado en el sofá y a Wendy abrazando al chico cubierta con una manta amarilla que solo le cubría las rodillas, ambos dormían plácidamente y Faith los cubrió cuidadosamente a ambos, dejándolos cálidos antes de darse la vuelta y dirigirse a su habitación.
La rubia sacó su varita y con un gesto su ropa quedó seca al igual que su cabello dorado, se acostó en su propia cama y se cubrió con sus cálidas manas, cerrando los ojos con la intención de dormir tranquilamente. Se dio cuenta de que había logrado su objetivo cuando fue despertada por Wendy quien tenía las mejillas extremadamente sonrojadas y Faith tardó un poco en entender por qué, solo cuando estaban en el gran salón preparándose para comenzar la cena notó las miradas avergonzadas que Lucky y Wendy intercambiaban incluso desde lejos.
―¿Me estabas buscando, chaparrita?―Sirius se sentó al lado de la chica, empujando a un estudiante de Hufflepuff que le resopló, pero el chico ni siquiera pareció darse cuenta.―Lo siento, no pude encontrarte antes.
―Ah, si, quería saber si había alguna noticia sobre tu hermano.―a Faith no le gustaba hablar de esto con Sirius, él fue expulsado de su propia familia cuando escapó de su casa, ella sabía que ese tema era horrible para que alguien te lo siguiera recordando todo el tiempo. Pero no tenía elección, necesitaba saber sobre Regulus.―Perdón por la pregunta, no quiero molestarte, es solo que...
―Te gusta mucho, ¿no?―Sirius tenía una media sonrisa en su rostro y estaba analizando a la chica quien asintió rápidamente.―Lo siento, Faith, pero yo sería la última persona a la que le diría algo, soy su vergüenza, lo cual es completamente recíproco.
―¿Cómo...?―Faith cerrró la boca al recordar que esto no era asunto suyo y que no debía involucrarse, pero aún así se se preguntaba cómo podían ignorarse tan fácilmente, ella nunca podría hacerlo si estuviera en una situación como esa, ni siquiera si fuera Caroline.―No dejar nada atrás.
―Bueno, si eso es todo...―el Black mayor robó una de las trufas de la chica y luego se levantó, viendo la expresión de incredulidad de la Hufflepuff.―Estaré allí, nos vemos luego.
Dejando un beso e la parte superior de su cabeza, antes de correr entre las mesas del pasillo, Sirius sonrió a sus amigos mientras volvía a sentarse en la animada mesa de Gryffindor. Faith le sonrió a Lucky y hablaron durante el resto de la cena. Su amigo le entregó un folleto de lo que se había perdido en el club ese día. Cuando todos salieron de la habitación, el viento era muy fuerte, lo que hizo que el folleto de Faith saliera volando, rápidamente Ebony comenzó a seguirlo, alejándose de sus amigos en el pasillo oscuro, lo alcanzó y luego sonrió tomándolo del suelo y guardándolo en uno de sus bolsillos.
Mirando hacia adelante, Faith sse quedó helada. Regulus Black se detuvo a unos pasos y la chica analizó cada detalle del Slytherin, el traje negro que vestía demostraba que había llegado hace poco, su cabello estaba corto, sus ojos cansados también llevaban un enrojecimiento a su alrededor. Faith estaba segura de que algo andaba mal. Sin pensar nada más, corrió hacia él, abrazándolo fuerte y hundiendo su rostro en su pecho, tratando se asegurarse de que realmente estuviera ahí, pasaron unos segundos hasta que el chico respondió el abrazo de la chica, por un tiempo ellos se quedaron sin decir nada hasta que el chico se alejó lo suficiente como para dejarle un beso en la frente y poder tocar su rostro.
―Necesitamos hablar.
+5 COMENTARIOS PARA PRÓXIMO CAPÍTULO :)
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