#48 Un mal día - Bucky Barnes AU
BUCKY BARNES X LECTORA AU
#DE PALABRAS: 3000+
ADVERTENCIAS: Algunas maldiciones, descortecia, ñoñes. ¡Leanlo hasta el final!
ESCRITO POR: PomeloVillano
N/A: Tuve que googlear sobre vinos, así que elegí uno de precio moderado.
#PomeloAmaABucky
#TeamBucky4evah
#DenleAmorABucky
~•~
Todo lucía ordenado y prolijo; Taza de café, vaso con jugo de naranja, huevo pochado sobre una rebanada de pan integral, utensilios alineados a un lado.
T/n se sentó en la silla y posó la servilleta prolijamente sobre su regazo, acomodó los puños de las mangas de su camisa antes de tomar la taza. Tras darle un lento y merecido sorbo, colocó la taza sobre la mesa una vez más antes de tomar el tenedor y cuchillo. Un leve corte sobre el huevo hizo que su yema comenzara a caer lentamente. Llevó un bocado y mastico pausadamente.
T/n suspiró lentamente ante la agradable calma que la mañana traía consigo; Si bien cualquier otra persona preferiría algo de ruido de fondo, el silencio era mejor.
Mil veces mejor.
T/n tomó su taza y la acercó a sus labios para dar otro sorbo cuando una escandalosa risa fuera de su departamento la asustó haciendo que algo del oscuro líquido cayera sobre su prístina camisa blanca. Al dejar la taza sobre la mesa, tomó la servilleta de su regazo y limpió el borde de ésta. Su vista se posó en su camisa.
-Maldita sea.- Murmuró antes de reunir todo lo que estaba frente a ella y llevarlo a la cocina.
Luego de lavar, secar y guardar los utensilios, se dirigió a su habitación en busca de una camisa limpia. Tras quitar la prenda manchada, lavar de su pecho los restos café y colocarse la camisa limpia, colocó la que estaba sucia en un recipiente con agua y abundante quita manchas.
-Maldita sea.- Murmuró una vez mas mientras fregaba con calma.
Tras lavar y colocar la camisa en la secadora, observó la hora en el reloj de pared. Al ver que había perdido demasiado tiempo, salió del cuarto de lavado en busca de su bolso y se dirigió hacia la puerta a toda prisa.
Al pasar junto a Violette, sonrió levemente.
-Portate bien.- Dijo antes de salir por la puerta y cerrar.
T/n caminó a toda prisa hasta el elevador y, cuando estaba llegando, vio a este cerrarse frente a si misma. Un lento suspiro se escapó de ella mientras caminaba hacia las escaleras.
Luego de bajar cinco pisos a una velocidad envidiable, llegó al vestíbulo casi sin aliento, sus ojos rodaron de manera automática al ver a su nuevo vecino. Sin perder tiempo, caminó hasta la puerta de entrada.
-¡Buenos días, vecina!- Saludó él amablemente.
T/n ignoró por completo su saludo como de costumbre, pero eso no parecía desalentarlo en lo absoluto.
-Nos vemos.- Dijo él antes de dar media vuelta y alejarse.
-Como si vivir en este mundo no fuera suficiente castigo.- Murmuró ella antes de salir del edificio.
Tras algunos minutos de caminar en dirección a la estación del metro, al pararse en una esquina esperando a que la luz cambiara para poder cruzar, un auto aceleró sobre un charco mojando su pantalón y zapatos.
-Maldita sea.- Murmuró observando su ropa.
Miró la hora en su reloj y dejó escapar un lento suspiro al notar que no tenía tiempo para regresar y cambiarse de ropa.
El viaje en metro no mejoró nada de su mañana; El conductor anunció que por un "pequeño desperfecto" el recorrido terminaría dos estaciones antes.
Sin dudarlo, tomó su teléfono y buscó un uber que la llevara a su trabajo lo antes posible. Tras salir de la estación a toda prisa, buscó el vehículo que su teléfono indicaba. Unos cortos diez minutos después, estaba en la puerta de su trabajo... dos minutos y medio tarde.
-Maldita sea.- Dijo en tono bajo mientras entraba en el elevador.
Al abrirse las puertas del elevador, su ceño se fruncio de manera automática al ver que no estaba el resto personal ocupando sus respectivos lugares. Sacó su teléfono de su bolso y observó el calendario notando que estaba marcado en éste una reunión de personal... programada para media hora antes de su llegada habitual.
-Maldita sea.- Dijo mientras golpeaba el botón del elevador.
El corto recorrido hasta el siguiente piso lo usó para intentar calmar sus nervios. Al llegar, caminó a toda prisa hasta la sala de juntas la cual se veía repleta; Todas las miradas se posaron en ella al entrar.
-Bienvenida, t/n, ya nos preguntábamos donde estabas.- Dijo la directora.
-Si, ya nos hacían falta tus agudas y maravillosas ideas...- Espetó uno de sus compañeros llevándose las risas del resto.
T/n suspiró lentamente.
-Lo siento, el metro sufrió un desperfecto y tuve que encontrar otra alternativa.- Dijo ella en tono calmado antes de sentarse.
-No hace falta que te justifiques, sé que jamás llegarías tarde a proposito.- Señaló la directora. -Bien, volviendo al tema que estábamos hablando...- Continuó.
T/n cerró los ojos un momento en un intento por recobrar la calma. Después de todo, le esperaba un largo día.
~
Luego de una larga jornada, una botella de vino, pizza de su lugar favorito y algo de música mientras pasaba el rato con Violette sonaba como el mejor de los planes.
Al llegar a su estación, tras recorrer las escalinatas hasta la calle, un "amable" sujeto le preguntó la hora; A la tenue luz no pudo visibilizar la hora en su reloj por lo que sacó su teléfono. Sin siquiera poder reaccionar, el sujeto tomó el teléfono y dijo "Gracias" antes de salir huyendo.
-¡Maldita sea!- Exclamó t/n al ver al sujeto alejarse a toda prisa.
A pesar de que deseaba correr tras el ladrón, estaba demasiado agotada como para siquiera intentarlo.
A paso lento y con la frustración de un día espantoso, t/n llegó a su edificio. Al acercarse a la puerta, su nuevo vecino iba saliendo por lo que él abrió dejándola pasar primero.
-Hola, vecina.- Dijo él amablemente.
La sonrisa plasmada en el rostro del sujeto sólo hizo que t/n rodara los ojos y continuara su camino hacia el elevador sin siquiera responder.
T/n presionó el botón del elevador y esperó; Cerró los ojos un momento y respiró con calma. Ante el sonido de las puertas abriéndose, suspiró aliviada. Sin dudarlo, se aventuró dentro del compartimiento y presionó el botón que la llevaría hasta su piso. Al momento en que las puertas se estaban cerrando, una mano las detuvo. La simpática sonrisa de su vecino hizo que se alejara un paso hacia atrás.
-Que bueno que lo detuve a tiempo, odiaria tener que usar las escaleras para subir cinco pisos.- Dijo él mientras las puertas se cerraban.
T/n cerró los ojos para evitar rodarlos; Si bien su vecino siempre se mostraba amable saludandola cada vez que la veía e intentando conversar con ella, aún le era difícil la presencia de alguien nuevo cerca.
-Por cierto, soy James.- Dijo él en tono animado.
T/n observó la mano que él extendía hacia ella; Por un momento contempló la posibilidad de estrechar esa mano y que cada uno siguiera su camino pero, a juzgar por la simpatía que el sujeto despedía siempre, era probable que él quisiera ser su amigo.
El sonido del elevador detendiéndose en su piso hizo que t/n suspirara aliviada. Al abrirse las puertas, salió a toda prisa y caminó hasta la puerta de su departamento. Una vez frente a ésta, buscó en su bolso la llave. Su ceño se fruncio al no encontrarla. Entonces recordó que esa mañana no las guardó por salir tarde.
-Maldita sea.- Dijo ella.
T/n apoyó su cabeza contra la puerta y cerró los ojos con fuerza en un intento por mantener sus lágrimas a raya.
Un leve toqué en el hombro la sacó de su momentáneo trance. Al voltear, su vecino la observaba.
-¿Estás bien?- Cuestionó él.
T/n negó con la cabeza.
-No.- Dijo ella.
Los ojos del castaño se abrieron de par en par.
-Vaya, puedes hablar.- Dijo él en tono animado. -Lo siento, es que desde que me mudé jamás te oí decir siquiera una palabra.- Señaló. -¿Qué sucede?- Cuestionó al ver los ojos de t/n repletos de lágrimas.
T/n suspiró lentamente.
-Manche mi camisa favorita con café, un auto me mojó con agua sucia, llegué muy tarde al trabajo, el imbécil de Brock robó mi almuerzo de nuevo, un sujeto robó mi teléfono, olvidé mis llaves dentro y la pobre Violette está sola...- Dijo ella a toda prisa.
-Ok, ok, tranquila. Te hiperventilas y eso no es bueno para ti. Intenta respirar con calma, así,- Dijo él mientras inhalaba lentamente y luego exhalaba.
T/n siguió las instrucciones del castaño y, poco a poco, sintió como el nudo en su pecho comenzaba a aliviarse. Un lento suspiro se escapó de ella.
-Bien, ahora que ya sé que tuviste un pésimo día dime, ¿Puedo ayudarte?- Cuestionó él.
T/n fruncio levemente los labios.
-¿Sabes como abrir puertas sin llave?- Cuestionó ella.
Una amplia sonrisa se formó en el rostro de él.
-Va a sonar mal, pero tengo experiencia en abrir puertas sin llave. Me he quedado fuera de mi departamento más veces de las que me enorgullece admitir.- Aseguró.
Una leve risa se escapó de t/n.
-Es la primera vez que yo me quedo fuera.- Admitió ella.
-Lo bueno es que puedo ayudarte.- Dijo él antes de buscar en el bolsillo de su pantalón.
Tras sacar un clip de papel, lo desdoblo y sonrió.
-No le digas a los vecinos que sé hacer esto o creerán que soy un ladrón.- Dijo el castaño mientras introducía el clip en la cerradura.
-No es como que hable con los vecinos como para poder decirles algo.- Dijo t/n en tono calmado.
El sonido de la cerradura abriéndose hizo sonreír al castaño. Al abrir la puerta, Violette se abalanzó sobre las piernas de James sacando una leve risa por parte de él.
-Hola, tu.- Dijo él.
El castaño se inclinó y rascó la cabeza de Violette.
Los ojos de t/n se abrieron de manera cómica al ver a su corgi, quien normalmente le enseñaba los dientes a todo mundo excepto a ella, mover su pequeño rabo al nuevo vecino.
-Esto es extraño.- Murmuró ante el panorama frente a ella.
-¿Qué es extraño?- Cuestionó él.
-Normalmente es agresiva con todos... incluso la expulsaron de la peluquería canina por morder a una de las chica.- Dijo t/n.
Una carcajada se escapó del castaño ante aquellas palabras.
Al verlo inclinarse más aún y tomar a Violette en sus brazos, un jadeo de sorpresa se escapó de t/n.
-¿Está lindura agresiva?- Cuestionó él. -Pero si es una ternurita.- Dijo mientras Violette lamia su cara.
Un lento suspiro se escapó de t/n.
-Bien, no puedo pagarte por el favor...- Dijo con algo de timidez.
El castaño sacudió la cabeza.
-No, no es necesario que me pag...- t/n lo interrumpió.
-De hecho si. No cuento con efectivo en este momento, pero si esperas sólo un instante aquí...- Dijo antes de entrar al departamento.
El castaño observó a Violette.
-Tu dueña es linda, pero creo que no le agrado.- Dijo susurrando las últimas parabras.
Al ver hacia el interior del departamento desde la puerta, recorrió cada detalle de lo que su vista alcanzaba. Al notar que t/n se acercaba, desvió la mirada hacia Violette.
T/n extendió una botella hacia él.
-Sé que no es el pago que alguien podría esperar...- Dijo mientras sostenía la botella en sus manos.
El castaño observó la etiqueta y sus ojos se abrieron de par en par.
-Es... es una botella de...- T/n interrumpió.
-Lo sé.- Aseguró ella.
-Una botella de Screaming Eagle de $3000 dólares, por abrir una cerradura, es demasiado.- Dijo el castaño en tono serio.
T/n se encogió de hombros un momento.
-Te ofreciste a ayudarme a pesar de que ni siquiera me conoces.- Señaló ella.
El castaño asintió levemente. Posó a Violette en el suelo antes de tomar la botella.
-Tienes razón en que no te conozco, pero en serio no fue nada el ayudarte.- Dijo él. -No puedo aceptar la botella sólo por eso, pero puedo ofrecerte un trato.- Agregó.
T/n fruncio levemente los labios.
-¿Qué trato?- Cuestionó.
-Aceptaré la botella sólo si prometes beberla conmigo.- Propuso él.
T/n arrugo la nariz. Abrió la boca para hablar pero fue interrumpida por el castaño.
-No tiene que ser ahora. Puede ser mañana, en una semana, un mes o un año... siempre y cuando digas que si.- Dijo él en tono amable.
T/n analizó sus opciones por un momento; Si bien la idea de tener que compartir una botella de vino con alguien era extraño para ella, quizá decir que si y que se diera en algún día algo remoto era mejor que negarse.
-Bien, acepto... pero será sólo bajo ésta única condición: Un día, cuando esté lista, golpeare a tu puerta y sabrás que debes abrir esa botella, ¿De acuerdo?- Dijo en tono calmado.
El castaño sonrió ampliamente. Extendió su mano hacia t/n.
-Es una cita.- Dijo él.
T/n tomó la mano del castaño y le dio un leve apretón.
-Es una cita, James.- Dijo ella.
-Bucky.- La voz del castaño sonaba cargada de entusiasmo.
-T/n.- Dijo ella.
El castaño dejó ir la mano de t/n y comenzó a dar lentos pasos hacia atrás.
-Espero pronto golpees a mi puerta, t/n.- Dijo Bucky antes de voltear y caminar a paso lento hacia su departamento.
T/n sacudió la cabeza en un intento por borrar la sonrisa que surcaba su rostro. Al cerrar la puerta, aquel par de ojos que la observaron por tantos años la esperaban.
-¿Qué? Creí que querías que tuviera citas.- Dijo en dirección a una foto. -Es una cita...- Murmuró antes de acomodar el arreglo floral frente al altar de su querida abuela.
-Ven Violette, hoy cenaremos pizza.- Dijo t/n con entusiasmo.
~•~
~Un año después~
T/n acomodó su cabello y observó su reflejo una vez mas. Volteó levemente y sonrió.
-¿Cómo me veo?- Cuestionó en dirección a Violette, la cual masticaba un juguete en forma de hueso.
T/n sacudió la cabeza.
-Qué sabe una enana malvada como tu, ¿Eh?- Dijo antes de tomar las cajas de pizza. -Nos vemos más tarde, por favor no mastiques los muebles.- Agregó antes de salir.
T/n caminó a paso lento pero seguro hasta el departamento de Bucky; Al pararse frente a la puerta de él, respiró con lentitud en un intento por mantener la calma.
Dio tres golpes en la estructura de madera y esperó. Casi de inmediato, la puerta se abrió revelando una cálida sonrisa en el rostro del castaño.
Bucky se cruzó de brazos.
-No recuerdo haber pedido que una chica linda trajera pizzas.- Dijo él sacando una leve risa por parte de t/n.
-Cierra la boca.- Dijo ella antes de acercarse a Bucky y posar un corto beso en los labios de él. -Si sigues bromeando pagarás por esta y las próximas diez citas de pizza.- Agregó antes de entrar en el departamento.
Era casi increíble la idea de que ya había pasado un año de aquella vez en la que t/n dijo que golpearia a su puerta cuando estuviera lista, lo cual ocurrió media hora después de que él la ayudara a entrar a su departamento.
Si bien en un principio todo comenzó como una simple amistad en la que por primera vez en mucho tiempo t/n se abrió con alguien, poco a poco fue escalando en algo más. Luego de la cita número seis, t/n tomó valor y besó a Bucky sorprendiendose a si misma.
-¿Qué tal estuvo tu día?- Cuestionó Bucky mientras posaba dos copas en la mesa de café de su living.
T/n se encogió de hombros un momento mientras abría la primera caja de pizza.
-Me dieron un ascenso.- Dijo antes de sentarse en el sofá.
Una amplia sonrisa se formó en el rostro de Bucky. Tras servir vino en ambas copas, tomó una y la sostuvo frente a t/n.
-Enconces, brindemos por eso.- Dijo él antes de chocar su copa contra la ajena. -Estoy muy orgulloso de ti.- Agregó antes de posar un corto beso en los labios de ella.
Una sonrisa tímida se formó en el rostro de t/n.
-¿Qué hay de ti?- Cuestionó ella.
El castaño sonrió.
-Casi lo olvido.- Dijo antes de dejar su copa y salir del living a toda prisa.
T/n dio un lento sorbo a su copa mientras escuchaba a su novio murmurar en la otra habitación. Al regresar, este cargaba una caja en sus manos. Tras sentarse junto a ella, posó la caja en medio de ambos.
-Sé que dijimos que nada de regalos, pero quiero recordar este día como uno muy especial.- Dijo él.
T/n dejó la copa sobre la mesa y suspiró lentamente.
-Supongo que puedo permitirlo sólo por esta vez.- Dijo ella antes de abrir el lazo que mantenía la caja cerrada.
-¿Por qué la caja tiene hoyos?- Dijo al momento en que quitó la tapa y se topó con un hermoso cachorro corgi.
-T/n, él es Cheddar.- La voz del castaño sonaba cargada de entusiasmo.
T/n tomó al cachorro en sus brazos y sonrió.
-Si sabes que Violette enloquecera y probablemente se coma todos los muebles de mi departamento, ¿Cierto?- Cuestionó ella.
Bucky negó con la cabeza.
-Esta mañana cuando saliste a trabajar entré en tu departamento, los presenté y parece que a ella le agradó porque estuvieron jugando un rato.- Admitió.
T/n sonrió.
-Entonces, supongo que ya no me quedan excusas para darte esto.- Dijo ella.
T/n sacó del bolsillo de su pantalón una pequeña caja y la posó sobre la mano de Bucky. Al abrirla, una llave relucia dentro.
-Sé que aún debo terminar de derribar ese muro que divide las habitaciones, pero en pocas semanas eso estará listo...- T/n sonrió. -¿Quieres mudarte conmigo?- Cuestionó.
El castaño asintió enérgicamente. Tomó entre sus manos el rostro de t/n y posó varios besos en este.
-Por supuesto que quiero.- Aseguró.
T/n sonrió.
-Genial, porque estaba lista para rogar si era necesario.- Aseguró ella.
-Oh, ahora quiero oír eso.- El castaño tomó a Cheddar y lo dejó en su caja antes de posar esta en el suelo.
Sin dudarlo, acercó a t/n y la sentó en su regazo antes de besar sus labios.
-Feliz primer aniversario de quedarte fuera de tu departamento.- Dijo él.
-Feliz primer aniversario de forzar mi cerradura...- Dijo ella en tono pícaro.
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