cuarenta y cinco.
Harry no tenía ni idea de lo que estaba pasando.
Jo estaba en medio de dar a luz y él estaba acostado en su cama, profundamente dormido debido a una resaca.
A pesar de la incomodidad entre los dos, Jo todavía se negaba a dar a luz sin él allí.
"Mami, no puedo si él no está aquí."
-Es el padre, no está bien.
"Necesita estar aquí, no lo haré si él no está aquí."
Ella molestó a su madre hasta que tomó su teléfono celular y llamó a su teléfono. Ella nunca dejó de llamar, no hasta que la empujaron hacia la habitación para que ella pariese. Después de eso, no había nada que pudiera hacer.
Ciento trece veces llamó a su casa.
Y siempre daba al correo de voz. (Ella dejó un par de amenazas para que él se despertara, te lo aseguro).
El acontecimiento pasó y todavía no estaba a la vista. Si Jo pudiera verlo ahora, rodeado de botellas de cerveza vacías y un par de otros muchachos muy resacosos... digamos que a nadie le gustaría el resultado final.
Ella todavía está esperando.
Incluso mientras ella estaba sentada en su cama de hospital, recuperándose y siendo felicitada, todo lo que podía pensar era en él.
¿Qué estás haciendo, Harry?
Todavía ni siquiera tiene nombre... lo estaba esperando.
Estás dejando que todo esto se escape entre tus dedos.
Su corazón empezaba lentamente a endurecerse mientras esperaba allí, sintiendo que el fin del mundo estaba a raya. Ella no podía perdonarlo por esto ... no después de que él la hiciera de cuidarlo.
Enfréntate, Harry... eres adicto al alcohol, y te está costando la única cosa que has deseado en tu vida.
Amor.
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