Hiedra
"La histeria es la mejor conspiración para la mente, puedes criarla con secretos y miedos.
Y para los artistas de la oscuridad, es su gran batuta, siempre dispuesta a guiar las sombras."
Todas las televisiones de Japón se encontraban sintonizando la misma batalla, dos grandes fuerzas sobrehumanas enfrentándose en un terreno baldío, destruido y con restos de una horrible verdad.
Pero para los artistas, todo aquello era una gran partitura escribiéndose.
O al menos, así lo veía Asbret, mientras obtenía los datos de los pequeños muñecos que había escogido su hijo.
Su peso, estatura, masa corporal, quirk, en palabras cortas, todas las capacidades físicas básicas de Kirishima Eijiro, Uraraka Ochaco y Shoto Todoroki,
Los artefactos de Mei tenían una doble función en aquel plan, funcionarían como apoyo para ellos, debido a su falta de conocimiento de batallas de gran riesgo, como un rescate por secuestro; y como un analizador general.
Lamentablemente no se podía calcular la velocidad de reacción neuronal o las capacidades máximas de sus poderes, pero tener estos datos como base, eran realmente útiles.
—¿Qué planeas hijo?—Pregunto al aire, recordando como su hijo le pidió algunos libros de biología tanto humana como animal y de medicina; específicamente de neurología, hematología y medicina aeroespacial.
Claramente le consiguió los mejores y no feliz con eso, contrato los mejores doctores en esas tres especialidades para hacerle clases privadas. ¿Pero como estudiaría si ya tenia las clases comunes de la UA?
Mientras se hundía en aquellos detalles, un joven de mirada celestial estaba hablando por teléfono, apretando su vestido y mirando de reojo al menor que le acompañaba en el cuarto de juegos, ignorando completamente lo que ocurría en esos momentos.
—Ah, esto... Es que Izu-nii olvido su celular. Yo le avisaré que llamaste Midoriya-san.
—Monoma, es que... Debo saber si están bien. No es normal que no conteste, puede ser que esté desgastado por lo que ocurre con All Might.
—Si, Izu-nii admira mucho Al héroe n°1... Pero ... ¿Tan grave es? No hemos encendido la televisión y... ¡¿Que?!
Aquel grito alarmó a Kota, quien miró sorprendido al rubio a su lado. Dejando de lado sus juegos y acercándose a su nuevo compañero, para saber que ocurría.
—Si... Pero... Ah, Kaito enciende la televisión.
Kota pestañeo, ¿Acaso estará hablando con alguien que lo conocía?
Y aunque esa pregunta fue en silencio, Kei lo había entendido, asintiéndo y diciéndole con labios que era Midoriya Izumi.
Por lo que él solo asintió y encendió la televisión, aprendiendo su nuevo nombre clave o algo así.
Pero no pensó ver la imagen en la pantalla.
Era All Might, el héroe n°1 peleando con un hombre que tenía la misma presencia poderosa y que cualquiera que lo mirase, podría reconocer a un villano sin ningún escrúpulo.
—Monoma... ¿Sigues allí?
—S-si... Es que... Es que —Su voz estaba entrecortada e Izumi podría sentir el miedo a través de su voz. Se sentía mal por hacer que viera algo horrible, pero tenía un mal presentimientos. El que aumento al llamar a Izuku y que le respondiera el hermano menor de Monoma.
—¿Tú sabes si ellos planeaban algo hoy?
—Planear... No... Ellos me dijeron que salían a jugar, nada más.
—Ya veo... Entonces, deben estar seguros. Cuando llegue, dile a Izuku que me llame. ¿Bien?
—Si, yo le envío el recado Midoriya-san... Adiós.
Cuando escucho el timbre de línea cortada, suspiro bajito, apretando su pecho con fuerza. Aún no terminaba su parte.
—Yo mentí... ¿Crees que Izuku me odie, por mentirle a su amigo?
—¿Eh? ¿Por que dices eso?
—Oh..yo.. perdón no debí...—Monoma apretó sus manos con nerviosismo sobre la tela del vestido que usaba, intercalando sus jalones entre este y un peluche.—Solo olvídalo, apaguemos la TV y sigamos jugando.
—Ellos no fueron a jugar. ¿Verdad? Ellos... —Kota abrió grande sus ojos, era obvio, su héroe era muy gentil. Tenía un corazón enorme y haría todo por la gente, después de todo lo salvó de aquel villano a pesar de ser obviamente más débil. —El... ¿Fue a buscar a All Might?
—Bueno, realmente...
—Por favor, dime. Él es mi nueva familia, no quiero que le pase nada malo.
—Fue a rescatar a su amigo de la infancia. —El rubio notó la confusión del menor y sonriendo, mientras tomaba su mano siguió.—Izu-nii fue a salvar a Bakugo Katsuki.
El pelinegro miró fijamente esos ojos azul cielo, buscando la mentira, pero no encontró nada. Solo un claro cielo que se volvía una laguna debido a la lágrimas.
—Pero los héroes deberían salvarlo... Ellos son los que rescatan personas y...
—Lo se, pero ambos sabemos que ellos prefieren buscar a los malos que salvarnos.— Sonrió con pesar, mirando la pantalla.— Izu-nii lo pensó, y con ayuda de mi hermano, Hitoshi-niisan, Mei-neesan y algunos amigos fueron a rescatarlo. Él, dijo que no te dijera porque no quería preocuparte, pero debes saber... Siento que debes saber.
Kota sintió una fuerte presión en su pecho. Recordó a sus padres, las risas de su padre y las caricias de sus madre. Gestos falsos para mantenerlo tranquilo, pensando que él, era él a más querido por ambos, cuando realmente ellos amaban más ser héroes que padres.
Ellos hubieran ido por el malo, ellos hubieran querido atraparlo aunque eso significará que un niño estuviera atrapado.
—Lo peor es que la gente piensa que ese chico se lo busco. —Kei siguió hablando, dejando que sus lágrimas bajarán.— ¿Quién en este mundo quiere sufrir? Ellos solo piensan en los héroes, pero no en la gente herida que hay alrededor de ellos...
—Herida.—Kota alzó la mirada y siguió viendo la batalla, mientras empezaba a cambiar los canales. Buscando una buena noticia, algo sobre aquel chico secuestrado, pero nada. Todos los canales mostraban esa pelea, como si fuese lo más importante.—¿Van a volver?
Pregunto con temor.
Acaba de encontrar un lugar seguro, un lugar en donde le prometieron la familia que perdió y no quería perderla.—¿Ellos van a volver?
Kei le sonrió con lágrimas en los ojos y lo acurrucó en su pecho, acariciando esos cabellos negros con calidez y ternura, causando una extraña sensación de comodidad en el niño. —Ellos siempre vuelven.
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A su vez, Izumi no podía evitar mirar fijamente la pantalla de su celular, suplicando a los dioses que Izuku y sus amigos estuvieran bien.
Que el camino a ese salón de juegos no fuese cerca de la pelea y que ojala estuvieran todos juntos soportando lo que ocurría, como estaban los del salón A, quienes por el chat grupal comentaban todo lo que estaba pasando.
La mayoría hablaba sobre Katsuki, más que de la pelea. Querían saber si alguien tenia noticias de su paradero o si ya había sido salvado.
Aquello aliviaba su corazón de alguna manera, el salón no era muy cercano a sus inicios, pero gracias a Kirishima y Kaminari empezaron a unirse y con los consejos de Izuku para sus batallas o estudios, empezaron a acercarse aun más. Aún faltaba mucho para decir que eran todos cercanos, pero todos querían seguir siendo los 20 alumnos de la clase de héroes.
[¿Saben de Kirishima? No ha escrito]
Leyó el mensaje de Tokoyami y de inmediato empezó a buscar por el chat algo de Kirishima y noto que desde la tarde el no había escrito. Cuando era el primero en anunciarles algo impactante o masculino. El debería haber avisado de la pelea que ocurría en esos momentos y su opinión sobre los héroes en combate, pero no había nada, ni siquiera había leído los mensajes.
-Kaminari: [Estoy preocupado]
-Oijiro: [Calma, Kaminari... de seguro esta pegado en la TV]-
-Mina: [Uraraka también no ha respondido]
-Mineta: [Recuerda que ella no tiene buena señal, Mina]
-Mina: [Oh, es verdad]
Aún así, Izumi tenía una presión en su mente. Ambos chicos después del secuestro de Bakugo se habían comportado de una manera muy lejana a su personalidad, pareciendo más sombras que esas brillantes luces que eran.
Suspiró.
No podía hacer nada, ya que solo eran compañeros y no se atrevía a llamarlos en esos instantes cuando todos se sentían presionados.
Pero lo intento, al menos estuvo a punto de apretar el botón verde de su teléfono cuando la imagen en la pantalla de la televisión cambio de una pelea sin igual, a una figura escuálida entre el polvo.
—¿Q-quien es?
Su madre estaba en shock y su padre incluso se habían levantado del sillón. Ninguno quiso gritar debido a que su hermana dormía, pero se notaba en sus ojos lo que querían gritar a todo volumen.
—N-no puede ser All Might.
Una figura escuálida, débil entre medio del baldío frío se encontraban de pie a pesar del temblor de sus piernas.
La gran figura radiante y segura de aquel héroe, se había convertido en una ampolleta quemada, lista para quebrarse.
—Izuku debe estar desvastado.
—¡¿Que importa ese chico ahora?! ¡El héroe n°1 parece un cadaver!.
—Solo comenté papá, no tienes que reaccionar así.
—Reaccionare como quiera. —Su padre respiro profundo y continuo.— Además tu tendrías que preocuparte más, te costara mucho más los estudios y tendrás que destacar... no como ese niño sin poderes.
—Pues ese niño fue quien me ayudo a controlar mi poder.
—No es momento para que estén discutiendo, el símbolo de la paz esta... esta vencido.—Su madre estaba llorando, mientras se aferraba a su falda.
—Mamá ... no esta vencido. El podrá... el podrá —Iba a comentar algo alentador, decirle que tuviera confianza en él, pero el sonido de un mensaje con remitente desconocido le llego.
["No es el único héroe en ocultar un secreto"]
Aquella frase se grabo en su mente al terminar de leerla y las escenas vividas en el campamento se revivieron en un parpadeo. Como si esas 9 palabras lo envolvieran en una pesadilla. Él lo sintió así, pero hubo quienes al recibirlo sintieron que despertaban de un largo sueño.
Todos ellos eran pequeñas semillas que recién surgían de la tierra, a la espera de crecer o marchitarse. Algunas ya tenían años en crecimiento, pero nunca dieron frutos, otros aun crecían con mucho potencial, pero encerrados en una jaula de cristal, otros recién iniciaban, pero la ansiedad y el deseo de poder, podría hacerlas marchitar antes de tiempo.
Pero todos esos tesoros eran inexistentes para Izumi, quien en esos momentos solo podía repetir aquella frase una y otra vez, mientras volvía a llegar un mensaje del desconocido. Una foto de su padre cuando era joven y a su lado una bella mujer de cabellera verde y sonrisa encantadora.
[Él acabo con esa sonrisa, mientras usaba una mascara de bufón] Decía el texto debajo de la imagen, el cual, lo llevo a leer nuevamente esas 9 palabras que llenaban su mente de nubes negras y de manera inconsciente la repitió, mientras miraba a su padre.
Como si hubiera alguien susurrándole en el oído, que había algo malo con su papá, con su héroe.
Y sin notarlo empezó a dudar de la seguridad que había vivido, tanto en su casa como en el colegio. Es que aquella voz a su lado, era tan encantadora que no podía dejar de oírla, aunque repitiera una y otra vez aquellas palabras.
["No es el único héroe en ocultar un secreto"]
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Izuku sonrió suavemente al ver el final de la batalla, queriendo reír a carcajadas con la interpretación de los ciudadanos; pero decidió quedarse en silencio, aprovechando que Bakugo se había alejado algunos metros de sus amigos, para acercarse.
Lo vio tensarse, mientras levantaba su mano para tomarlo del cuello fuertemente y atraerlo. Su respiración estaba irregular, sus ojos tintineantes buscaban lagrimas que jamás saldrían y su boca estaba apretada en una mueca de molestia. Todo en perfecta harmonía para empezar a insultarlo nuevamente, sobre su incapacidad de calmar a los demás, de su falta de auto-cuidado, sobre su estúpido llanto falso.
—Te hice llorar muchas veces en el pasado... y esas lagrimas no son de tristeza.
—Realmente debes quererme mucho, como para que recuerdes hasta mis llantos.—El apretón se hizo más fuerte, dañando la piel del peliverde, quien solo mantenía su sonrisa.
—Jamás le creeré a esa estúpida cara tuya. De seguro te aprovechaste de Kirishima y Uraraka para venir y refregarme en la cara mi error.
—Oh, realmente eres un genio.—Izuku rio bajito, observando como aquellos ojos le miraban con más fuerza, como si intentara explotarlo con la mirada.— Pero solo en la mitad de la oración. —Tomo su mano, liberándose del agarre con más facilidad de lo usual. Aquello indicaba claramente que Kaachan no se encontraba bien, era como un jarrón de cristal a punto de caer de la vitrina, pero aun seguía asegurado por la puerta de esta.
—Los use para no ser el único en salvarte. Lo creas o no, yo aprecio los años de amistad que tuvimos Kaachan.—Le sonrió con dulzura, mientras acercaba su mano a su mejilla y dejaba una sutil caricia que tenso al rubio.—Pero me alegro que tengas personas tan buenas a tu lado.—Hizo una pequeña pausa.— Creo que vienen momentos dificiles y no quiero verte derrotado.
—Seré el héroe n°1.—Dijo con seriedad, mientras apretaba sus puños. —No seré derrotado por nadie.
Izuku no podía leerle la mente, pero si podía adivinar los pensamiento. En esos mismos momentos Katsuki se sentía como el ser más despreciable de todos, culpable, frustrado y débil, ante lo sucedido. Pero al mismo tiempo una semilla de fuerza revivía el fuego en su interior, gritándole que debía ser más fuerte para no volver a dar problemas a los profesores, volverse más fuerte para no preocupar y poner en peligro a sus estrellas.
Pero eso no bastaba.
Necesitaba más poder, más deseo de ser el mejor.
—Te estaré apoyando.
—¡No necesito de tu apoyo, nerd!.—Le grito, empujándolo con su brazo mientras se alejaba.
Finalmente, luego de aquella rápida conversación, todos llevaron a Katsuki ante unos oficiales. Quienes de inmediato llamaron a los padres de este y los profesores de la UA, para dar aviso de su aparición.
La mayoría pensó que ese era el final, que después de eso, todo volvería a la normalidad. Pero estaban equivocados.
Al día siguiente, todos los profesores de la academia de héroes, hicieron una reunión extraordinaria, en la cual conversaron sobre lo que ocurrirá con los alumnos y con las clases en general. Logro adelantar información gracias a Shinso y su conexión con el maestro Aizawa, quien había dejado en claro que ningún estudiante que participo en el rescate de Bakugo quedaría impune, pero que de todas maneras estaba orgulloso de ellos, enojado, pero orgulloso.
Aquello fue como un regaño paternal para Hitoshi, quien solo asintió con vergüenza y volvió a pedir disculpas por su actuar. Pero solo recibió una mano que desordeno su cabello y una mirada melancólica, que acompaño una instrucción clara.—No vuelvas a hacer algo así, recién estas empezando.
Y a pesar de tan dulces y firmes palabras, lo que vino después fue una avalancha de sentimientos sin control. Toda la sociedad mantenía el miedo, preguntándose si Endevaour podría con el titulo de símbolo de la paz, preguntándose si los alumnos en las escuelas de héroes estaban seguros o solo eran sujetos de pruebas para el orgullo de los héroes profesionales.
Y a pesar del gran huracán de opiniones y murmullos, lo que mas preocupaba al gobierno era la gran cantidad de quejas de diferentes apoderados, de diferentes escuelas de héroes y academias preparadas para formar a las nuevas fuerzas del país.
Todos decían, que si en la UA, la mejor academia del país había sufrido ataques y un secuestro; las demás escuelas serian como un castillo de arena junto al mar, esperando que una pequeña ola lo destruya todo. Por eso la gente salió a marchar, preocupado por sus hijos y su seguridad, pero a su pesar, no fueron escuchados y ni siquiera salieron en la pantalla de los televisores del país, porque lo que más importaba no era la seguridad de los jóvenes que deseaban ser héroes, lo mas importante era la seguridad de la sociedad y los héroes que ya existían.
[Ellos no salvaran a tu hijo, irán por el villano]
Aun así, no se detuvieron y buscaron apoyo entre la población, pero solo recibían la misma respuesta: "Es el precio para ser héroes", "Pueden morir hoy o mañana, ustedes dejaron que fueran héroes", "Lo siento, pero si tu hijo no es un héroe, quien salvara a nuestros hijos y nietos a futuro".
[Quieren imponer todo el peso en tu hijo]
Eran el principal mensaje que les llegaba y hacia enfurecer más sus instintos paternales; a esos hombres y mujeres que luchaban por el bien de sus hijos.
Pero como toda batalla, siempre había un fin. Los silenciaron con dinero, con becas y enviando a los profesores a hablar con cada uno de ellos, demostrando la preocupación sincera de las instituciones.
Aunque aquello, no era bien recibió por algunos maestros, como el caso de Aizawa Shota. Que, en vez de mencionar el discurso escrito por el director para los padres de sus alumnos, hablo con total sinceridad sobre la situación de cada uno, pidiendo disculpas por su incapacidad de protegerlos, cada vez que terminaba la conversación.
Familias como los Iida, Yaoyorozu, Usui, Kaminari y Todoroki; aceptaron con relativa facilidad la propuesta de la escuela, comprendiendo que no era totalmente culpa de la escuela los ataques ocurridos y aceptando los sueños de sus hijos para permanecer en la institución.
Otras familias fueron más aprensivas en la situación, como Jiro, Uraraka y Koda; pero las palabras de sus hijos demostraron lo decididos que estaban en su deseo de ser héroes.
Las demás fueron normales, discutiendo un poco, pero llegando a la misma conclusión, sus hijos podrían seguir sus estudios en los edificios que la escuela entregaría.
Pero hubo dos familias que lo habían dejado débil de alguna forma. La familia Bakugo y Kirishima.
Cuando llego a la dirección de la casa de Kirishima, llego a un pequeño negocio de comida tradicional, en donde dos ancianos lo recibieron con una sonrisa, un plato de fideos calientes y carne recién ahumada.
Iba a negar la comida, pero el rostro afable de ambos negó cualquier frase de rechazo.
Eijiro había llegado poco después de que empezó la conversación, pidiendo disculpas con dos grandes sacos en su espalda, mientras sonreía con vergüenza, sabiendo que sería regañado.
Lo vio salir por una puerta trasera y volver, para que la mujer mayor lo limpiara con una toalla húmeda, que hizo avergonzar al joven.
Después de esa pequeña interrupción siguió hablando, comiendo debes en cuando, cuando veía que la mujer le acercaba más comida. Ella lo miraba con ternura y paciencia, pero el hombre tenia su mirada fija en él, como si en cualquier momento le saltara encima y golpeara sin descanso.
—Mi muchacho solo hizo lo correcto. —Comento con seriedad el hombre.
—Señor, es un alumno. Lo que hizo fue muy peligroso y pudo causarle traumas mentales, físicos o peor... que Kirishima también fuese secuestrado.
—Eijiro actuó como un verdadero hombre. Fue en busca de la persona que necesitaba ayuda primero, sin gritar a los cielos que lo haría, eso es un verdadero héroe... no como esos tipos que gritan en la cámara que lo hicieron todo.
—No negare que actuó como un héroe señor, pero si su nieto hubiera muerto, no solo usted hubiera sufrido, yo también como su profesor.
—Eijiro no hubiera muerto. —Comento con fuerza, mientras colocaba su hombro en el joven. —Porque el vive para ayudar a otros, el jamás sacrificaría su vida, porque si lo hace no podría seguir salvando personas... él es tan fuerte como su madre.
—Si, sabemos que nuestro Eijiro hizo mal en no pedirle ayuda a los héroes profesionales. Pero entiéndalo, cuando veamos a quienes amamos en peligro, solo queremos llegar a tiempo para tomar su mano.
Claro que lo entendía, si el hubiera sido como Kirishima, quizás el hubiera llegado a tiempo para darle una mano a esa persona que tanto le faltaba en su vida.
—Pero si necesita un castigo, lo entenderemos. Aunque nosotros también merecemos uno. —Continuo la anciana, mientras se levantaba junto a su marido. —Le prometimos a su madre cuidarlo, pero no tenemos la fuera para hacerlo y no duráremos mucho más.
—No nos queda mucho tiempo. Por eso, Maestro Aizawa. —Le siguió su marido, tomando con fuerza su mano. — Le pedimos que convierta a Eijiro en un gran hombre, enséñele a levantarse de cada caída y de ayudar a otros, pero cuidando se sí mismo.
Ambos ancianos hicieron una reverencia suave, mientras miraban con decisión en sus ojos, mientras Eijiro afirmaba con fuerza sus manos, mirando un punto vacío en un espacio lejano.
Hablaban de Eijiro como si fuese propio, pero al mismo tiempo como si no fuera suyo. Pero la forma en que se aferraban a su mano y sus ojos llenos de amor a su pequeño pelirrojo, eran lo único que se necesitaba para indicar que eran familia.
Cuando se fue, el hombre decidió acompañarlo hasta el auto. Mientras conversaban los puntos de interés de las nuevas instalaciones, la forma de hablar de este era muy similar a Kirishima, por lo que comprendió que había heredado ese pensamiento masculino de su abuelo.
—Gracias por todo Sr. Kirishima, mañana le enviare la lista de lo que necesita llevar su nieto.
Los ojos del hombre brillaron al escucharlo, pero su sonrisa era melancólica.
—Fukuda. Ese es nuestro apellido señor... Pero, siempre puede decirnos Kirishima.
Y fue allí donde lo comprendió, sintiendo un peso agregarse a su corazón.
En caso de los Bakugo, no fue porque fuesen aprensivos con su hijo, o muy liberales; mas bien por la forma de hablar de Bakugo. Su madre mencionaba constantemente que era por la debilidad de su hijo y que disculpara todos los daños que su hijo había cometido para la imagen de la UA, en cambio su padre, intentaba calmar a su mujer, mencionando suavemente que no era culpa de Bakugo, que el solo era un niño, pero la mujer llamada Mitsuki volvía a reclamar a viva voz que era la debilidad y carácter de su hijo, lo que había ocasionado el secuestro.
Sintió un sabor amargo en su garganta, más al ver al orgulloso Bakugo Katsuki bajar la mirada perdido por las palabras de su madre. Es verdad, que había discutido con ella al inicio de la conversación, pero cada vez que esta mencionaba que era su culpa, el joven se apagaba cada vez más. Al final, ambos padres le pidieron guiar correctamente a Katsuki, para convertirlo en el mejor héroe que puede ser y él claramente acepto.
—Soy su profesor. Lo apoyare siempre, hasta verlo triunfar, pero por favor... no duden de su fuerza y valentía. Porque solo es un niño que necesita que ahora le den apoyo. —Comento, sabiendo que el joven odiaría decir esas palabras, pero al ver esos ojos rojos verle con respecto, comprendió que había hecho bien en decirlas por él.
Aun así, se fue con otro nuevo peso en su corazón.
Pensando en cómo podría dar aquella noticia, que de seguro rompería el sueño de aquel joven y dañaría nuevamente su propio corazón.
—¿Por qué me pidieron a mi que fuese a su casa? Pudo ir su maestro en jefe.
Suspiro, sabiendo realmente la respuesta de eso.
Cuando llego a la residencia White, fue recibido por un sonriente peliverde, quien lo guio con tranquilidad a la oficina de su padre. Durante el camino logro ver un joven de cabellos rubios vestido de princesa y un niño disfrazado de dragón perseguirle, le llamo la atención. Ya que según su archivo Izuku era hijo único.
—Es el hermano menor de Neito, Kei. Y el otro chico es Kaito, estamos en proceso de adopción, pero papá prefirió que se quedara ya con nosotros para que se acostumbre a la gran familia que somos.
—Sin duda tu padre es algo... excéntrico. —Comento, mientras miraba la cantidad de cuadros que decoraban las paredes, y el extenso pasillo. Había algo que le incomodaba de aquella residencia, no sabia si era los grandes espacios, la iluminación de los pasillos, la cantidad de cuartos o los sirvientes que lo analizaban directamente y sin escrúpulos; como si supieran que venia a destruir el sueño de su señorito.
Cuando llego a la oficina y entro, se sintió pequeño y realmente frustrado con su sueldo. La oficina era enorme, con grandes pantallas, he incluso había un bar a un costado y un sillón que realmente se veía cómodo para dormir.
Pero después de mirar todo eso con detalle en unos parpadeos, fijo su mirada en el hombre sentado tras el mesón. Su cabellera blanca amarrada en una coleta, sus ojos rojos brillaban y sus manos alargadas estaban entrecruzadas sobre el mesón. Era una imagen casi señorial, como si a ese hombre lo hubieran sacado de la antigüedad.
—Usted debe ser el Profesor Aizawa. —Se levanto, dirigiéndose hacia él y tomando su mano con fuerza. —Hitoshi e Izuku han hablado mucho de usted.
—Un gusto Sr. White. —Miro como este sonreía y le señalaba un lugar frente a su escritorio.
—¿Esta conversación debe ser con mi hijo y sobrino presentes?
—Así es señor, es mejor que ambos estén aquí.
—Bien, Izuku ve a buscar a Hitoshi creo que estaba con Neito en el jardín. Jugando con Taiza,
Izuku asintió y partio de inmeditao, notando como el nombre de Neito, causo confusión en el profesor.
—Monoma Neito ¿Esta aquí?
—Si. Es un amigo muy cercano de mi hijo y sobrino y después de lo ocurrido con sus padres, preferí darle un techo a el y su hermano menor. Aunque el maestro Vlad ya vino a informarme que debería ir a las habitaciones que la escuela dispondrá para los alumnos. —Comento, mientras servía una taza de café para Shota. —Supongo que viene hablar de ese tema, junto al castigo de mis niños.
—Así es señor, pero también debo informarle sobre el caso de Izuku.
—¿Mi caso? —La voz de Izuku resonó pro la oficina, mientras entraba con Hitoshi, su cabello desordenado, indicaba que se había quedado dormido en el jardín.
Aizawa, lo vio y sintió una presión en su pecho. Recordando como el valientemente alentaba a todos los alumnos a mejorar, como decía que su sueño era ser héroe, al menos de apoyo, para proteger a las personas. El cómo, actuó con velocidad en un caso peligroso como el secuestro. —Si, pero primero hablaremos de las ideas generales.
Y así lo hizo, la conversación fluyo con calma, como si aquel hombre de cabellos blancos leyera cada palabra que saldría de su boca, antes de que se escapara en un sonido. Siguió hablando y respondiendo a las dudas del otro, hasta llegar al punto que no quería.
—Entonces Hitoshi fue aceptado en la clase A.
—Así es, al regresar de clases, estará inscrito en esa clase por lo que tendrá su cuarto y un nuevo horario de clases.
—Felicitaciones Hitoshi. —Izuku abrazo con fuerza a su primo, sintiendo como este se colocaba nervioso por la atención de los adultos en él. —Sabía que lo lograrías, aunque Neito de seguro se enoja porque no estas con él.
Shinso sonrió.
Le encantaba que el plan de Izuku funcionara y que su traslado fuese antes de segundo año, pero le preocupaba la hora de dormir. Normalmente usaba canciones grabadas de los latidos de sus seres queridos, pero si despertaba por una pesadilla, iba al cuarto de Neito y dormía junto a él.
Ahora no podría hacer eso o al menos, no seria tan sencillo como antes.
—Pero ahora el caso de Midoriya.
—Oh, si aceptare cualquier castigo que me imponga, no debí apoyar la idea del rescate sin buscar apoyo de adultos.
Aizawa suspiro, apretando sus puños y quejándose en silencio con la academia. —No es solo eso La UA, piensa aumentar la seguridad de la escuela y dar más apoyo a los estudiantes de otros salones para fortalecer sus quirks.
—Eso es grandioso profesor, significa que podre hacer mas guías de apoyo a todos con más facilidad ya pienso en que podríamos crear un sistema de apoyo en los salones generales y
—Midoriya tú no tienes quirk.
Asbret, miro fijamente a Aizawa. —Eso jamás a sido un impedimento para mi hijo.
—Lo se pero, la escuela dijo que era muy peligroso para alguien como Izuku.
—¿A-alguien como yo? Pero se defenderme, practico artes marciales y puedo solo participar en clases teóricas y—Su voz estaba apunto de quebrarse sospechando que es lo que le diría.
—Lo siento Izuku, pero la escuela no te aceptara más. —Saco de su bolso una carpeta, que, al abrirla, se aprecio unos documentos firmados por todos los maestros. Pero si leías bien, faltaba la firma de Aizawa Shota. — La academia de héroes, UA, escribe este comunicado para informar a la familia White, que Midoriya-White Izuku es destituido de la escuela por falta de quirk, lo cual indica una incapacidad de autoprotección e imposibilita un incremento de sus capacidades físicas y aeroespaciales. Esto es debido a los últimos acontecimientos de la escuela; en la junta de maestros y directivos, se decidió un plan de protección para los alumnos capaces de crecer y por la anormalidad del alumno en cuestión se decidió, por su seguridad, destituirlo de la UA. —Aizawa, apretó el papel, arrugándolo levemente al entregarlo al padre de su alumno. —También, hay una carta de recomendación para instituciones normales o la misma escuela de policía, pero creo que es estúpido... deberías tu escoger que
Y no pudo seguir diciendo más. Ante el un joven de cabellos verdes y mirada brillante se había transformado en un árbol muerto. De sus ojos no paraban de caer lágrimas, mientras murmuraba lo injusto que era, que él no había pedido nacer así, y que todos sus esfuerzos eran en vano.
Shinso lo abrazaba con fuerza, mientras intentaba secar sus lágrimas, pero el joven de cabellos verdes lo empujo y salió de la oficina a paso veloz, perdiéndose en el pasillo.
—Sr. Aizawa. —La voz gélida de Asbret sono con fuerza en la oficina, atrayendo no solo la mirada de la persona llamada, también del joven de cabellos lila. —¿Usted firmo?
—No lo hice.
—¿Por qué?
—Su hijo tiene todas las cualidades de seguir en la escuela.
—Pero no puede hacer nada. —Shota alzo la mirada, notando como aquellos ojos se volvían oscuros. — Porque solo es un maestro que sigue las reglas, y se queda mirando como jóvenes con potencial son tirados por sus cualidades diversas. Una actitud orgullosa, un pasado lleno de sombras o en este caso falta de un quirk. Por que mi hijo si tiene poder
—Señor, se que debe sentirse frustrado, pero solo sigo ordenes, no pude hacer nada. Eran todos contra mi voto y
—Y, aun así. —Asbret tomo unos papeles y los mostros. Eran cartas de recomendaciones dirigidas a distintas escuelas de héroes, todas formadas por ErasedHead— Hizo algo más que todos ellos
Shinso se acercó, tomando aquellas cartas y leyéndolas. Todas hablaban de lo gran estrategia que era Izuku, su capacidad de análisis, su capacidad de comprender a los alumnos y guiarlos en un entrenamiento pleno. Alzo la mirada y miro al hombre ante el. Aizawa Shota, no tenia el poder para enfrentarse a todos los maestros y al director, mucho menos a la gente enfadada, pero s enotaba en su expresión que siempre intentaría hacer lo justo.
—No se sienta mal por mi hijo. Hablare con el y decidiremos juntos si tomar sus recomendaciones o escoger otro tipo de estudios. —Asbret se levantó, guiando a Shota a hacer lo mismo. —El mundo esta en un caos ahora y usted tuvo que poner no solo cara a la gente, sino también a padres como yo. Usted no rompió el sueño de mi hijo —Lo guio suavemente hasta la salida, en un silencio tan frio que parecía congelarlos en cualquier momento.
Cuando al fin estaban en la puerta, Asbret lo miro y de nuevo dijo. —Usted no rompió el sueño de mi hijo, le dio fuerzas para luchar por el aunque si hubo alguien que lo quiso destruir. —Se acerco a Shota, susurrándole. —Y fueron los mismos que dejaron que el se fuera de su lado.
Y antes de poder responder, la puerta se cerró.
Dejando que aquel hombre empezara a caminar por una cuerda floja con dos caminos.
—A pesar de tu mirada fría, tienes un corazón realmente cálido. Profesor Aizawa. —Comento en el aire Izuku, mientras miraba la figura de aquel hombre perderse en la calle. —Espero que no se quiebre cuando lo haga escoger.
Tras eso, se lanzo con fuerza sobre su cama. Mirando el techo como si se tratase de una obra de arte, pensando en el rostro desconcertado de su padre, la confusión de Shinso, y el dolor en los ojos de Aizawa. De seguro Neito, Mei y Todoroki, también le darían expresiones tan exquisitas.
—Ah, ya quiero verlas. —Y empezó a reír, disfrutando del primer corte en la cuerda de la cordura.
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Perdón estrellitas, la universidad y mi re-caída en el hospital hicieron que me demorara aun mas.
Pero al fin se los traje!!
Ah y quiero avisar que estoy estudiando algunas cositas para el fic jiji
¿Qué ships le gustan? Asi en general, no es necesario que sea del fic o la serie en cuestión.
¿Cuál es su mayor miedo en la historia? El mío es, no ser capaz de cumplir sus expectativas
Los amo y amo mucho!!! Ustedes son lo máximo y espero que mi salud y la u me dejen darle el amor que todos ustedes merecen.
Pd: perdonen faltas ortográficas.
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