💥Capítulo 21

El día más esperado por todos los estadounidenses había llegado. Todas las casas de la calle Ridgecrest Dr tenían en la entrada una bandera que ondeaba con el soplar del viento. Algunos tantos más habían adornado el frente con decoraciones en azul, blanco y rojo alusivas al 4 de Julio. El sentimiento de patriotismo se podía sentir más que nunca en ese día.

En el patio trasero de la casa de los Fux, el padre de familia ya se encontraba con el delantal bien puesto frente al asador para preparar su famosa barbacoa mientras su hijo acomodaba en medio del patio el set de mesa y dos bancas largas de madera que habían comprado un par de días antes para que ahí pudieran comer todos juntos. Miranda se encargaba de preparar en la cocina algunos bocadillos para que su hijo, su nuera y su nieta degustaran mientras esperaban a que la comida estuviera lista.

Crystal acababa de llegar junto a su pequeña quien llevaba una diadema y de entre sus rizos resaltaban dos pequeñas banderitas.

—Llegaron justo a tiempo. —Miranda tomó la tarta de manzana que llevaba Crystal y la dejó sobre la barra de la cocina—. Vayan al patio en lo que yo llevo los bocadillos.

—Vamos con el tío Dylan y el abuelo.

La pequeña niña de inmediato mostró una hilera de dientes de leche y salió disparada hacia el patio para ir a su encuentro. No pasó mucho para que el aire se llenara de deliciosos aromas provenientes de las diferentes comidas que se estaban preparando en las casas del vecindario.

—Las salchichas están listas —anunció el señor Fux.

Llevó hasta el centro de la mesa una bandeja con una generosa cantidad de salchichas asadas que se veían exquisitas. Cada integrante tomó un plato y comenzó a prepararse su hot dog a su gusto, contaban con todos los aderezos necesarios e ingredientes adicionales para degustar de aquel platillo tan tradicional en ese día.

—No se vayan a llenar solo de hot dogs, en un rato más estará lista mi barbacoa especial.

—No prometo nada, papá —Dylan ya iba a la mitad de su segundo hot dog.

—No hables con la boca llena de comida —lo regañó su madre—. Así no vas a conquistar a ninguna chica.

—Tengo confianza en que mi cuñado sabrá mostrar buenos modales cuando salga con alguna chica, ¿cierto? —Crystal le sonrió con ternura.

—Gracias por el voto de confianza.

—Ya que estamos hablando de eso, ¿cuándo será el día que traigas a una chica a esta casa? —preguntó el señor Fux mientras le daba la vuelta a un pedazo de carne.

—Sé que has tenido novias, pero nunca has traído a ninguna —reprochó Miranda—. Y no es por presionarte, pero quiero verte casado y por supuesto quiero más nietos.

Dylan estuvo a punto de atragantarse con ese último bocado ante las palabras de su madre. Crystal le dio unas ligeras palmaditas en la espalda hasta que dejó de toser. Dylan le dirigió una mirada de reproche a su madre.

«¿Cómo le caería la noticia de que estuve casado? La que se estaría ahogando sería ella, no yo.» Pensó el ex militar al tiempo que se limpiaba los dedos que se habían ensuciado con algo de cátsup.

—Creí que habíamos quedado hace tiempo en que no habría más presiones por ese tema.

—Es verdad, pero los años pasan y tu padre y yo no nos hacemos más jóvenes y tú tampoco. —Su mirada se suavizó y su ceño se frunció ligeramente—. No queremos que el día que nosotros no estemos tú te quedes solo, queremos verte formando una familia y siendo feliz.

—¿Y quién dice que no soy feliz así? —se cruzó de brazos, ni siquiera él mismo se podía creer eso.

Su pequeña sobrina imitó su gesto e hizo un ligero puchero con los labios que conmovió a todos por su ternura.

—Bueno, bueno, demos por zanjado este tema —el señor Fux llevó un platón al centro de la mesa con la barbacoa—, al menos por hoy y disfrutemos de este momento en familia.

La tarde continuó de manera relajada y alegre entre los integrantes de la familia. Las horas fueron pasando y conforme fue oscureciendo metieron todas las cosas al interior de la casa. Esa mañana habían visto por televisión el desfile de las bandas de música y ahora estaban por salir todos juntos rumbo al Lago Hefner para ver los fuegos artificiales y disfrutar de la música en vivo que se ofrecía en el lugar para continuar con los festejos.

El lugar estaba abarrotado de familias algunos incluso acompañados de sus fieles amigos de cuatro patas; quienes se aglomeraban junto a los puestos de comida y frente al escenario donde algunas bandas locales estarían tocando música esa noche. Cientos de personas portaban el famoso sombrero de copa con estrellas del "Tío Sam", personaje icónico que había aparecido a inicios de los años mil ochocientos, pero se popularizó para reclutar a personas al ejército en tiempos de guerra.

A las orillas del lago se podían divisar algunos patos que disfrutaban de entrar y salir del agua constantemente, algunos niños correteaban detrás de ellos para intentar atraparlos.

Crystal se había llevado en brazos a su pequeña hija para ir al área infantil donde habían montado diferentes inflables para que los niños se divirtieran y pasaran un rato. Los señores Fux decidieron dar un recorrido entre los diferentes puestos que había para hacer algo de tiempo en lo que daban inicio a los fuegos artificiales.

Dylan por su parte se había quedado en el área de descanso que habían designado para las personas que quisieran sentarse un rato o pudieran degustar de alguna de las comidas que ofrecían los food trucks. Se había sentado en una de las bancas más alejadas, pero de las pocas que había disponibles y que se encontraba frente a la orilla del lago.

Sacó su celular y leyó algunos mensajes que tenía pendientes de responder. Tenía una conversación en particular de la cual estaba esperando le llegara un mensaje pronto, aunque sus esperanzas se mantenían bajas de momento. Con dedos rápidos tecleó un mensaje nuevo y dio enviar, esperando impaciente se acomodó la gorra con el logo del equipo local de baloncesto, Oklahoma City Thunder.

La vibración del celular en sus dedos llamó rápidamente su atención, era la respuesta al mensaje que había enviado a su amigo Colton para saber si ya tenía una fecha tentativa de cuándo podrían llevar a cabo esa famosa reunión para que conociera a su novia, lamentablemente el rubio le había comentado que Kat había tenido que salir de urgencia del país para ir con su familia que se encontraba en Venezuela. Al parecer las cosas por allá se estaban complicando demasiado y la joven quería buscar la manera de sacarlos de ahí y llevarlos con ella hasta Estados Unidos.

Era algo que Colton no había tenido contemplado y sin duda era quien más estaba sufriendo la ausencia de la chica puesto que la extrañaba demasiado y la comunicación en ocasiones se tornaba complicada. Lo peor de todo es que no tenía claridad de cuándo volvería a verla.

No había duda de que ese año estaba siendo muy difícil en varios países hablando sobre temas políticos.

Dylan dejó salir un largo suspiro y guardó el celular en el bolsillo de su pantalón. Se cruzó de brazos y se recargó en el respaldo de la banca mientras intentaba idear algún plan para conseguir la información que necesitaba. Si la novia de su mejor amigo no podía ayudarlos de momento, algo tenía que hacer. Días atrás había intentado infiltrarse a la base de datos de Seguridad Nacional pero no lo había conseguido, sus conocimientos en informática no eran muy amplios, por eso necesitaba a la chica.

Colton había llegado a cuestionarlo un par de veces de por qué de pronto se había mostrado tan interesado en conocerla, Dylan por supuesto no le había dicho nada referente a su plan ni mucho menos algo acerca de Holland, esperaría hasta que estuvieran los tres solos en algún lugar donde no los pudieran escuchar para contarle todo lo que había vivido esos últimos meses y el porqué necesitaba con urgencia de las habilidades de hacker de su novia. Tenía puestas todas sus esperanzas en que ella pudiera conseguir la información para dar con el paradero de Holland.

Un nuevo mensaje hizo vibrar el celular en su bolsillo, era su madre diciéndole que se acercara al punto central para ver todos juntos los fuegos artificiales. Al llegar junto a ellos ya estaban ahí Crystal y su adorable sobrina que se notaba luchaba por mantener sus ojitos abiertos, el cansancio después de haber estado jugando y brincando en los inflables le estaba pasando factura.

Fue todo un espectáculo ver los fuegos artificiales iluminar el oscuro cielo de Oklahoma, miles de personas vitorearon con orgullo. El show duró alrededor de cinco minutos y después de eso la música en vivo continuó por todo lo alto. A esas alturas la familia Fux había decidido que ya era mejor regresar a casa, sobre todo para que la niña pudiera descansar quien había caído rendida en los brazos de su madre.



Pasaba de mediodía cuando el celular de Dylan comenzó a vibrar sobre la mesita de noche junto a su cama. El castaño extendió una mano para intentar tomarlo, al no tener éxito abrió lentamente los ojos y dirigió su mirada hacia el aparato que lo había despertado de su sueño. Aún algo adormilado observó la pantalla y vio el nombre de Dawson. ¿Por qué su jefe lo estaba llamando el viernes que tenía libre? Regresaba a trabajar hasta el lunes. Extrañado, atendió al llamado.

Fux, ¡¿por qué demonios tarda tanto en contestar?!

El grito que pegó su jefe lo hizo alejar el celular de su oreja y apretó el ceño, no tenía ganas de escucharlo en ese momento.

—Lo siento capitán, no esperaba su llamada en mi día de descanso —recalcó.

No es tiempo para descansar, ¡¿acaso no ha visto las noticias?!

¿Noticias? ¿De qué estaba hablando? Dylan tomó el control del televisor y lo encendió, buscó un canal de noticias y entonces entendió todo. Subió el volumen.

Tal y como lo hemos visto en las imágenes, esta mañana la candidata a la presidencia, Jessica Drums, quien se encontraba en un evento de su campaña política con miles de simpatizantes, sufrió un atentado. Hubo tres detonaciones, la primera impactó en su brazo derecho y fue en ese momento cuando su equipo de seguridad se volcó sobre ella para impedir que el resto de las detonaciones la mataran. Por desgracia uno de los ciudadanos que se encontraba en el lugar perdió la vida al recibir el segundo impacto justo en el pecho.

Las imágenes mostraban cómo la candidata se encontraba dando un discurso detrás del atril cuando se escuchó la primera detonación que impactó de lleno sobre el brazo, ocasionando que en cuestión de segundos el saco azul marino de su traje sastre se cubriera con una mancha rojiza. El equipo de seguridad que se encontraba a unos pasos de ella se lanzó sobre la mujer para cubrirla y un segundo estallido sonó por todo el lugar.

El lugar se llenó de gritos y pánico, una ola de crisis se asentó en los presentes y la gente comenzó a alejarse de donde cayó la víctima mortal de aquel segundo disparo. Un tercer y último disparo se volvió a escuchar, éste por fortuna no hirió a nadie.

Las imágenes que grabó desde su celular uno de los asistentes mostraba cómo una persona vestida completamente de negro y con una máscara cubriendo su rostro, emprendió la huida. Debido a la mala resolución del video no era posible determinar si era un hombre o una mujer el tirador.

La candidata a presidente, Jessica Drums, fue llevada de urgencia y escoltada con la máxima seguridad hasta el hospital donde nos reportan ya se encuentra estable.

Dylan estaba impactado ante la noticia que acababa de ver. Si Zech estaba detenido, ¿quién había intentado acabar con la vida de Jessica Drums?

Fux, Fux, ¿me escucha? ¡Maldita sea Fux, llevo hablándole desde hace media hora!

Dylan reparó en los gritos de su jefe y volvió a pegar el celular a su oreja.

—Estaba viendo la noticia, capitán —respondió aún sin despegar los ojos de las imágenes que se seguían repitiendo en la pantalla.

Mientras usted estaba soñando con los angelitos, hubo un atentado contra Jessica Drums. Lo necesito de regreso en la agencia hoy mismo.

—¿Saben quién fue el tirador? —ignoró la petición de su jefe.

Es información extraoficial, aún no se ha compartido a los medios. —El hombre hizo una pausa que a Dylan le pareció eterna—. Unas calles más adelante pudieron dar con la persona, se pegó un tiro en un callejón.

¿Un suicidio? Lamentablemente era algo que llegaba a verse mucho, los agresores después de acabar con sus víctimas tenían remordimiento de conciencia y terminaban acabando con sus vidas también. ¿Pero quién y por qué habían intentado matar a Jessica Drums?

—Capitán, Zech Kondratiuk sigue detenido, ¿cierto?

Necesitaba tener la seguridad de que ese mal nacido seguía en prisión preventiva. Su corazón latía acelerado esperando la respuesta de su superior. Si llegaba a recibir una respuesta negativa estaba seguro de que podría sufrir un ataque cardiaco ahí mismo.

Sí, sigue detenido.

Dejó salir la respiración que había estado reteniendo sin haberlo notado, cerró los ojos aliviado al saber que Holland estaba segura, o eso quería creer.

Después de lo ocurrido el equipo encargado de sacarle una confesión lo está interrogando para saber si él está implicado en este atentado o si sabe quién y porqué fue que intentaron asesinarla. Sin embargo, al igual que desde su captura, ese hombre parece no tener voz ni sentimientos, no ha dicho una sola palabra en todo este tiempo y la paciencia se me está agotando.

La voz de Dawson se escuchaba claramente desesperada, como la de alguien que está cansado y lleva tiempo fastidiado con alguna situación que no sale como se espera. El juicio se había tenido que retrasar por varios motivos y el hombre de cabello cano lo único que quería era que todo eso terminara de una buena vez. Llevaban demasiados meses y la cosa no pintaba para que fuera a terminar pronto.

Dylan tragó duro sopesando lo que estaba a punto de decir. Inhaló y exhaló un par de veces antes de atreverse a decirlo, apretó la sábana en un puño, como si eso de alguna manera le diera coraje para decirlo en voz alta.

—Quiero verlo. Tenerlo cara a cara —la dureza en su voz era palpable.

Dawson conocía ese tono de voz, el mismo con el que se había negado en un inicio a aceptar la misión de cuidar de la testigo más importante en ese caso. Pero en esta ocasión pudo notar la determinación con la que había pronunciado aquellas dos palabras y sabía que esta vez no iba a ceder.

Fux, ¿qué está diciendo? ¿Cuál es el sentido de eso?

—No voy a aceptar un no por respuesta, capitán. Quiero ver a Zech Kondratiuk.

💥💥💥

Palabras sin contar nota de autor: 2,563

Leo teorías, ¿quién intentó matar a Jessica Drums y por qué? ¿Se esperaban que Dylan quisiera tener cara a cara a Zech? ¿Qué creen que suceda cuando estén frente a frente? Los leo en los comentarios.

Recuerden votar y comentar, eso me anima mucho a continuar con la historia.

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