7 | Comidas favoritas

7 de mayo de 2021

| COMIDAS FAVORITAS |

AU: Hakuouki (Kote, , Men) en México, ftTheAiden825

Dedicado a mamu, @TheAiden825, porque extraño los roles de los Hakuoukis rancheros UnU <3

—Hajime~ —me acerqué a él por la espalda y lo abracé por atrás poniendo la cabeza en su hombro para mirar mejor lo que hacía— ¿Qué haces?

—Estoy aquí... cocinando —dijo casi murmurando mientras le bajaba un poquito al fuego.

—Bueno sí, eso ya lo veo, ¿pero qué cocinas? Oye... ¿es atole?

—Ajá —y entonces dejó el cucharón en un platito al lado mientras abría la tapa de la vaporera que estaba en el otro fogón.

—Ay, no me digas que vas a llevar tamales —dije casi chillando por la ternura que me provocó eso.

—Sí, ya tengo unos terminados, a estos les faltan ya como quince minutos o así.

—Ay Dios mío, qué tierno, eres el primer humano que conozco que hace y no compra los tamales para el día de la Candelaria —rio un poco cuando estando aún abrazado a él, me asomé un poco hacia adelante aprovechando mi altura—. ¿Me hiciste mis tamales dulces?

—Sí, de hecho son los que ya están hechos, están allá —señaló con la cabeza la otra olla que tenía varios tamales adentro pero yo apenas me acababa de percatar de ella.

—Tú ya te ganaste el cielo, ¿sabes? —volvió a reír y yo también aún sin soltarlo— ¿Y me hiciste tamales de Nutella?

—Te gustan los tamales de Nutella... no manches, Sōji —su queja completamente seria mientras tapaba la vaporera de nuevo me hizo empezar a reírme para luego darle varios besos en las mejillas.

—Sí, me gustan y creo que es lo que más odias de mí, pero si queremos que esta relación funcione debes aceptar esa faceta mía.

—Si acepté que tienes un vicio por el queso Philadelphia creo que podré aceptar lo de los tamales de Nutella.

—No entiendo cómo no te gusta, ¡está muy rico!

Finalmente lo solté mientras íbamos hacia la sala una vez él había apagado la lumbre del atole y dejó baja la de los tamales.

—No es que no me guste, en algunas cosas está rico, pero es que tú te pasas, se lo echas a todo, literalmente todo lo que sea comestible lleva Philadelphia para ti.

—Bueno, pero soy feliz así, déjame disfrutar de mi juventud, de la, entre muchas comillas, ""flor de mi vida""  —él rio también y ambos nos quedamos sentados en el sofá.

—Ay, ya me cansé...

—Me sorprendería que no estuvieras cansado habiéndote levantado a las... siete y media por lo menos para hacer tamales —revisé el teléfono y él rio un poco resbalándose hasta caer sobre mi hombro.

Aproveché para rodearlo con el brazo y acariciar un poco el suyo recargando mi propia cabeza sobre la suya.

—Me desperté cuarto para las siete —dijo antes de aclarar su garganta con fuerza lo que hizo que llevara mi mano a su espalda para darle unas palmaditas.

Pronto empezó a toser y se mantuvo así un buen tiempo así que una vez terminó, viéndose ya bastante más cansado que hace minutos, le acaricié la espalda una vez vi que no era necesario seguir dándole golpecitos en ella para que pudiera seguir tosiendo.

—¿Quieres que te baje la medicina? —al preguntarle eso sólo asintió quedándose unos segundos con los ojos cerrados— Okay, voy por ella.

Subí a su habitación y bajé la caja de pastillas correspondientes así como el pequeño inhalador intentando no hacer mucho ruido para que la mamá de Hajime no se despertara. Ya que hoy es el día de la Candelaria, aprovechamos el puente para quedarme a dormir en su casa y dentro de unas horas iremos a la mía a desayunar con mi papá y los otros chicos.

Cuando bajé las escaleras él seguía en el sofá así que le entregué la pasilla así como el inhalador y me quedé un rato más abrazándolo

—Voy a avisarle a mi papá para que no vaya a comprar tamales, nos comemos los que tú hiciste. Ya te diste esta friega desde temprano como para que no nos los comamos.

Sonrió suavemente aún teniendo los ojos cerrados y acurrucándose un poco en mí.

—Okay —susurró haciéndome irresistible darle un beso en el cabello.

—Y le parto la madre a quien no se los coma —intenté animarlo más con otra caricia en el brazo—. Pero los tamales dulces son sólo para mí, me los hizo mi novio, que nadie se los vaya a comer.

—Sí, son para ti.

—Claro que sí, me los hizo mi vieja —nada más decir eso él soltó una risa bastante fuerte en comparación con su voz anterior y terminó por contagiarme aunque hasta hace segundos estuviéramos hablando con la voz muy suave a pesar de estar bromeando—, ¿verdad, vieja?

—Sí... sí, gordo.

No sé salió antes la risa o la tos, pero en serio me reí con ganas una vez lo dijo y él lo hizo también aunque con bastante menos fuerza.

—¿Ves? A esto es a lo que me refiero con una relación que funcione: me aceptas con los tamales de Nutella y el queso Philadelphia, nos decimos apodos de parejas con veinte años de casados... Estas sí son relaciones serias.

—Exactamente, tú me aceptas los tamales de queso...

—Sí... Pero es que la verdad sigo sin encontrarles el gusto, tampoco al atole, me da asco.

—¿Por qué? Está bueno.

—No sé, es que es espeso, no me gusta. Es lo mismo que te pasa con los tamales de Nutella.

—Pero es que eso es antinatural.

—¿Sabes qué también es antinatural? —él preguntó haciendo un gesto con la cabeza y yo seguí— La tortas de tamal. Es una masa dentro de un pan, nunca me puse a pensarlo hasta que Harada me lo dijo, y la verdad es que sí es raro, como que mucha masa.

—Bueno, si no estás acostumbrado pues sí —me dio la razón después de pensar un poco—. Igual que las tortas de helado.

—Ay no, Hajime, eso lo hacen los chilangos, ya estamos hablando de otro nivel...

Escuché su risa de nuevo que me hizo automáticamente acariciarlo un poco mientras me juntaba más a él en un abrazo, en serio que lo adoro, adoro todas sus pequeñas risas que suelta ante mis chistes que, por más estúpidos o sencillos que sean, siempre lo animan.

Nos quedamos un tiempo en silencio simplemente abrazados hasta que me di cuenta de que, aunque había bajado el fuego hace rato, debería apagarlo para evitar que se quemen los tamales.

—Voy a apagar la estufa, ¿sí? —él asintió y lo solté con cuidado yendo a la cocina.

Mientras venía de regreso no evité soltar una risa al acordarme de algo, no fue difícil de notar así que casi por instinto Hajime se empezó a reír también incluso antes de preguntarme por qué me reía.

—¿Qué pasó?

Me cubrí la boca un momento por aquella risa tonta y luego me calmé para respirar por la nariz aprovechando para acomodarme el tubito que pasa por ella y volverme a sentar a su lado.

—Ahora que fui a la cocina y con lo que dijimos hace rato de los apodos de parejas casadas me acordé del vídeo de Harada.

—¿Cuál? —la sonrisa seguía en su rostro por mero contagio de mis risas cada vez menos fuertes.

—¿No te acuerdas? Uno que mandó Shiranui por el grupo hace tiempo. Estaban en su casa, fue cuando Shiranui se enfermó y Harada se quedó con él para cuidarlo, entonces ya hasta la noche nos respondió los mensajes, que ya estaba mejor y que Harada lo estuvo cuidando bien y así. Y luego el wey manda un vídeo de Harada cocinando, y él se va acercando por atrás hasta que le da una nalgada y le dice así con su acento norteño "¡Cocíname, vieja!" y el otro nada más se voltea y se empieza a reír.

Creo que a Hajime le daba más risa cómo yo me ahogaba casi sin poder hablar al acordarme de eso. Aunque yo me reí mucho en su momento, creo que en mi mente fue muchísimo más cómico de lo que recuerdo, de ahí que ahora me haya entrado el ataque de risa mensa.

—Pues yo no lo vi o no me acuerdo entonces —respondió aún riéndose bastante y dándome unas palmaditas en el brazo al haberme dejado caer encima de sus piernas por la risa—. Ay, Sōji...

Me quedé un buen rato así hasta que me empecé a calmar y de nuevo nos quedamos en un agradable silencio en el que yo sólo me quedaba mirándolo a los ojos.

—Te quiero mucho —estiré el brazo hasta su mejilla acariciándola más y más suavemente.

—Y yo —respondió con una de sus suaves pero notorias sonrisas brillantes.

—¿Aunque le ponga Philadelphia a los tamales de Nutella?

Rio un poco y después de rodar los ojos asintió bajando un poco la cabeza hasta darme un beso que correspondí antes de separarnos a los segundos.

—Sí, aunque le pongas Philadelphia a los tamales de Nutella.



Atole: Bebida caliente tradicional preparada con maíz, piloncillo y otros ingredientes variables en agua.

Tamales: Plato tradicional que consta de una masa de maíz rellena de algún guiso o cualquier ingrediente, es envuelto en hojas de maíz o plátano y se hierve.

Estos dos alimentos se desayunan tradicionalmente en México el día de la Candelaria (2 de febrero), la tradición es que aquellos a quienes les hayan tocado los muñecos de la rosca de reyes deben preparar (o comprar) tamales y llevarlos para el desayuno de este día.




¡Un capítulo más de felicidad y cosas bonitas!

Ahora conocen el poderoso AU de los Hakuoukis mexicanos que, como dije, no es para tomarse en serio empezando por los nombres que no concuerdan, tampoco hay que ser un genio para darse cuenta. Peeeero es un AU bonito con el que nos hemos reído mucho y hemos creado muchos headcons dentro de su parte de desmadre así como su lado más serio. Además es mi libro, subo lo que yo quiera, me lleva la chin****.

Dedicado a mamu, para que lo leas y recuerdes a nuestros hijos los Hakuoukis rancheros, al Hajime pipope y al Sōji yucateco ;w; Y obvio, a los norteños fierro pariente XD

Así como curiosidad, esto se me ocurrió porque el mero día de la Candelaria (el día en que casi muero asfixiado por gas tóxico :'v) antes de desayunar vi la imagen que puse y fue a lo de "¡El Hajime está haciendo tamales!" y pues aquí estamos, con los gustos raros del Sōji y sus homosexualidades versión AU moderno norteamericano.

En fin, espero que les haya gustado y nos vemos mañana UwU

NOTA: Este capítulo no pretende ofender a ningún chilango... Y el autor nunca ha comido tortas de helado así que no sean ojetes e inviten. Saludos OwO

Atsushi~

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