3 | Infancia

3 de mayo de 2021

| INFANCIA |

AU: HELL: Survivors

—Todo parece ir muy bien —sonrió la doctora una vez terminó la revisión.

Con un gesto hizo que Tetsu se cerrara la parte superior del kimono y le sonrió de vuelta yendo a la mesa que había en la habitación anotando en su expediente los datos que había obtenido en el chequeo

—Bueno, me dijiste que ya empezaste a menstruar así que te voy a dar esto —le entregó un paquete pequeño de toallas sanitarias y, seguido de este, una libreta también de reducido tamaño—. Es importante que anotes las fechas así que toma esta libretita, úsala para esto y para anotar cualquier cosa que sientas relacionada con tu salud, ¿sí?

—Sí —asintió tomándola junto al paquete y observándolos por unos momentos.

—Bueno, cualquier cosa seguro que tu madre te puede ayudar.

—Es que no tengo mamá —negó con la cabeza con bastante naturalidad.

—Oh... ¿y tu padre está aquí? —inmediatamente decidió abandonar la conversación anterior.

—Sí, está en otra consulta con mi hermano —la doctora asintió volviendo a ampliar la sonrisa.

—Bueno, pues cuéntaselo todo a él y si hay algo fuera de lo normal te llevará al médico.

La doctora se despidió entregándole un pequeño folleto con información y deseándole un buen día. Tetsu salió del consultorio y más tarde del edificio.

Una o dos veces al año iban médicos de la Rebeldía al Myr para ayudar con los medicamentos y pruebas con las que contaban ellos pero no en el Myr. Se quedaban unos cuantos días antes de volver.

El Shinsengumi, así como la gran mayoría del Myr, había ido a las revisiones. Yamato había entrado primero junto a Hijikata, esperaban que nada más salir, Kondō pudiera entrar con Tetsu y Sōji fuera con Hijikata mientras que Hajime entraba por su cuenta. Pero el plan se rompió cuando Yamato salió solo de la consulta ya que aprovecharon para hacerle la revisión correspondiente a Hijikata también. Tetsu insistió en que podía entrar solo ya que Hajime igualmente había entrado a revisión y Kondō iría con Sōji, él sólo tenía que hacerse una revisión sencilla al no tener ningún problema que vigilar o algo grave. Aunque Sōji fuera mayor, al estar enfermo y necesitar todos esos medicamentos y pruebas era mejor que alguien fuera con él.

Ni Kondō u Okita estaban en la sala de espera, por eso mismo salió a los jardines que había en el pequeño ayuntamiento del distrito. Rápidamente ubicó a Yamato sentado en la orilla de una jardinera, se acercó a él con una sonrisa y se sentó a su lado.

—¿Cómo fue todo?

—Bien, no hay nada fuera de lo normal.

—¿Le dijiste lo de ayer?

—Sí, me dio esto —colocó la libreta y el paquete encima de sus piernas—. Dice que es para que anote fechas o cosas importantes. Que todo se lo diga a Kondō y ya.

—Oh ya... Toma, para que anotes lo de ayer —sonrió entregándole un bolígrafo azul con una cruz blanca.

Él lo tomó y escribió la fecha del día anterior en una de las hojas para luego devolverle el bolígrafo y cerrar la libreta con una sonrisa.

—¿Y tú?

—Todo perfecto, ¿cómo iba a ir sino? —se cruzó de brazos riendo un poco y viendo la sonrisa aliviada de su compañero— Dicen que todo va bien, tengo los latidos normales, el oxígeno normal... todo bien, tengo mis cicatrices pero es todo.

—Me alegro de que ya estés bien —sonrió con serenidad fijándose bien en las facciones de su compañero.

—Claro, siempre he estado bien, sólo pasaron cosillas cuando era bebé, pero ya pasó y ahora ya ves que no hay problemas.

Yamato se refería a los problemas en el corazón que tuvo cuando era pequeño pero de los que ahora ya no había rastro.

Bastaron unos minutos más hasta que vieron a Hijikata salir al igual que Okita y Kondō, retomaron el camino al cuartel una vez ya tenían todos los medicamentos de Sōji y los resultados de las revisiones del resto. Tetsu le explicó a Kondō lo que le habían dicho en la consulta, sinceramente se esperaba una reacción completamente distinta a la que recibió. Fueron a la habitación del menor donde estuvieron hablando alrededor de una hora entera.

Tetsu ya sabía lo que sucedía, había visto en la escuela el proceso y cambios de la pubertad, incluso Kondō, Hijikata, Sōji y los demás habían hablado con ellos, pero era distinto vivirlo en persona, y mucho más siendo el único que pasaría por esos cambios en el Shinsengumi.

—Así que tranquilo, ¿de acuerdo? —le sonrió acariciando su espalda una vez ya se habían empezado a calmar las lágrimas que inevitablemente salieron en un punto de la conversación—. Nada de esto te hace menos chico ni debe hacerte sentir mal, tú eres Tetsu y nada va a cambiarlo, sólo estás creciendo, ¿sí?

Él asintió varias veces pasando su mano por los ojos secando una vez más las lágrimas.

—Ven aquí, mi niño —abrió los brazos dejando que él se recargara en su pecho y lo abrazara con cariño quedándose así un buen rato.

Tiempo después salieron de la habitación yendo hacia el comedor donde ya estaba servido el almuerzo y estaban a punto de empezar.

—¿Todo bien? —preguntó Yamato sentándose sobre sus talones al lado de Tetsu.

—Sí —asintió sonriendo suavemente aún teniendo los ojos algo enrojecidos.

Durante la comida Yamato no dejaba de hablar del paseo que irían a dar a la playa de la Cala Pirata dentro de un rato Sōji, Tetsu, Haijme y él. Pero Tetsu no dejaba de darle vueltas a lo que dijo Kondō, "sólo estás creciendo", por alguna razón hasta ese instante se había dado cuenta de ello, ya estaba a punto de entrar en la adolescencia, realmente iba a dejar de ser un niño... ¿o ya había dejado de serlo? ¿Desde cuándo?

Él no sentía ningún cambio más allá de algunos rasgos físicos como su altura o el crecimiento cada vez más evidente de sus pechos, no se sentía como un adolescente aunque, ¿ya lo fuera? ¿Qué demonios era entonces ser adolescente?

Cuando esa pregunta le llegó a la mente, de inmediato miró a Okita y Saitō, ellos iban a cumplir quince el próximo año, ya eran adolescentes y se comportaban como tal desde el parecer de Tetsu, ¿él se comportaría así también? ¿Cuándo aprendería?

Pasó toda la comida pensando en ello, incluso quiso detenerse y dejar de hacerse tantas preguntas con tal de tranquilizarse.

—Lo bueno es que todo parece ir perfecto con los niños —aquella intervención alegre de Kondō le dio la respuesta para detener aquella crisis que se le caía encima.

Si tenía todos esos miedos y cientos de dudas era porque aún era un niño.

Eso consiguió que su mente se tranquilizara al igual que su corazón, y entonces pudo empezar a preocuparse por el paseo a la playa tanto como lo hacía Yamato.

El tiempo pasó rápido una vez se pusieron los trajes de baño y guardaron en unas mochilas su ropa aunque salieran de casa aún con su ropa tradicional.

—Bien, diviértanse y tengan mucho cuidado —dijo Hijikata despidiéndolos justo en la puerta del cuartel junto a Kondō—. Sōji, Hajime, están al cargo.

—Sí, no hay problema, nosotros los cuidamos —asintió con confianza Okita siendo seguido por Hajime—. Bueno, nos vamos.

—Tengan cuidado.

Caminaron unos metros pero finalmente aquella otra cuestión que daba vueltas y vueltas en la mente de Yamato consiguió que se regresara para hablar con su padre antes de irse intranquilo. Tomó de la muñeca a Tetsu y volvió a la puerta aún encontrándolos allí, estaban a punto de entrar.

—¿Qué pasó? —preguntó Kondō, supuso que se habían olvidado algo, pero la pregunta de Yamato no hizo más que causarle mucha gracia.

—¿Tetsu puede meterse en el agua?

—Sí, claro. ¿Por qué? —rio un poco.

—Es que como tiene la regla... me dio miedo que fuera a atraer a un tiburón o algo así...

Las carcajadas de Hijikata tan poco usuales fueron seguidas por las de Tetsu y Kondō simplemente rio algo más tranquilo acariciándole la cabeza.

—No, tranquilo, no va a pasar nada, puede meterse en el agua.

Yamato suspiró aliviado y se despidieron una vez más para luego alcanzar a Sōji y Hajime quienes se habían detenido para esperarlos, y una vez retomaron el paso, Tetsu no evitó reír al recordar la pregunta de Yamato.

—¿De que te ríes? A los tiburones les atrae la sangre, acabo de salvarte de que te coman vivo... —replicó algo molesto sólo haciendo que Ikeda riera más.

—Eres un niño.

—¡Y tú igual!

Un capítulo feliz después de tres días ;w; El AU de HELL también tiene muchas cosas del Shinsengumi, la verdad es que me emociona escribir sobre ellos aquí ya que quiero publicar varias cosas sobre la vida en el Myr que quizá no se puedan ver tanto en la historia en sí, espero que les guste y disfruten de los capítulos y cosas felices del mundo de HELL.

Todo fue bien, no hubo muchos dramas además de las crisis de Tetsu creciendo y Yamato asustado porque los devore un tiburón. Ay, la verdad es que eso último me dio mucha risa cuando lo escribí, no sé por qué XD Dejaremos esto como la anécdota del día en que a Tetsu casi se lo come un tiburón jsjsjs

En fin, todo bonito y contento, ¡nos vemos mañana!

Atsushi~

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