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Naruto ni Bleach me pertenecen son de sus respectivos dueños así como los animes que salgan aquí.

Sin más que decir se despide su amigo y que comience este jodido capitulo.

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Un pequeño ave voló por una ventana hasta quedar en el marco de la misma, el ave se aclaró su garganta para su siguiente cantó.

"¡Ya es hora de levantarse!"

Flush.

El ave lanzó un chillido mientras volaba evitando un rayo blanco que pasó donde antes estaba.

Un dedo apuntaba al ave con humo saliendo de su punta, unos ojos azules  veían con gran molestia el ave que ahora volaba despavorida.

Los ojos se cerraron pero el responsable lanzó un gran bostezo mientras se movía, maldiciendo a esa maldita ave que lo levantó.

-Maldita ave de mierda, la mataré-Murmuro un bulto en una cama viendo con gran molestia como el ave volaba.

Un muchacho se sentó en el filo se la gran cama mientras ponía sus manos en la misma y veía al suelo.

El muchacho era rubio como si su cabello hubiera sido bañado en oro y luego pulido cayendo en su cabeza hasta tapar ligeramente sus orejas y un mechón en medio de su frente hasta su nariz, ojos azul eléctrizante que parecían ver el alma de cualquiera, piel ligeramente blanca dando un olor saludable.

El cuerpo de aquel adolescente se notaba entrenado con cicatrices en varias partes, pero las que más destacaban era una en su hombro derecho que le llegaba hasta la mitad de su tórax, otra que tenía a unos milímetros de su corazón de forma circular como si una mano hubiera sido introducida ahí y otra en su pantorrilla izquierda que llegaba hasta la mitad de su muslo.

Tatuajes cubrían sus brazos y espalda, todos eran con temas diferentes pero que se complementaban entre ellos.

"~Vuelve a la cama Naruto~"

Una voz hizo al muchacho ver de reojo para atrás.

Una pelicafe estaba acostada en la cama completamente desnuda, tenía una sonrisa satisfecha en su rostro durmiendo pacíficamente.

El rubio se inclinó mientras besaba la mejilla de la mujer y se acercaba al oído de la misma.

-Duerme, los tenientes tienen reunión a las diez, haste algo de comer antes de irte-Hablo el conocido como Naruto mientras se volvía a erguir.

Naruto se levantó mientras se estiraba sintiendo sus músculos hacer lo mismo.

El sol se filtró bañando en rayos de luz la habitación, el rubio observó el cielo despejado mientras sonreía tranquilamente.

El muchacho bostezo mientras bufaba al oler su aliento, primero que nada debía darse un baño y lavarse los dientes, el sudor y otros fluidos sin duda generaban mal olor.

Agarrango una una toalla la puso en sus hombros y camino al baño que había ahí.

Un baño después.

Naruto tenía la toalla sobre su cabeza mientras salía del año, un buen baño frío siempre lo despertaba, a diferencia de su visitante quien le gustaba bañarse con agua caliente, el agua caliente le hacía sentirse como si no se hubiera bañado.

Hablando de su invitada, Naruto vio que seguía durmiendo pero ahora abrazando una almohada, tenía baba deslizándose de la comisura de sus labios carnosos rosados de naturaleza por lo que supuso que temprano no se iba a levantar.

También estaba la fiesta en el Gotei a la que asistió ayer, por lo que pudo ver Matsumoto se dio un paseo en el parque con las botellas de Sake.

Solo esperaba no tener a Tōshirō mordiéndole el trasero por Matsumoto, aunque conociendo al niño Matsumoto lo lograría calmar.

-Muy bien debo apresurarme-Suspiro Naruto mientras comenzaba a ponerse su Shihakushō negro.

Se amarró su insignia de madera con el 11 tallado en ella dando a entender a que regimiento pertenecía.

El Gotei 13 se dirigía por un comandante general a cargo de la vigilancia de 12 comandantes que a su vez vigilaban 12 batallones de entre 200 a 500 efectivos, ellos componían la fuerza militar del mundo espiritual y se les conocía como Shinigamis, dioses de la muerte que guiaban las almas humanas al Runkongai donde se les asignaba un número donde pasarían el resto de su tiempo esperando su siguiente reencarnación.

Solo pocas almas humanas podían ingresar a la academia Shinigami debio aque para ingresar debía tener un reiatsu (energía espiritual) muy elevados para estándares normales.

El entrenamiento tampoco era sencillo, los exprimen hasta sacarles el jugo, les echan agua y los volvían a exprimir

Pero estar graduado de la academia no te garantizaba un puesto en el Gotei 13, algún capitán te tenía que elegir para su regimiento, si no demostraba ser lo suficientemente digno de ser elegido te ponían a barrer o limpiar en alguna parte de la fortaleza, en lugar de mantenerte como shinigami te decomizaban tu Zampaku-tō hasta que hubiera un campo en alguna división y te metieran de relleno en ella, pero era era más para ganar tiempo puesto que los 'No selectos' morían rápidamente en misiones.

-Maldicion debo presurarme-Hablo Naruto al ver que tenía solo cuatro minutos para llegar a la oficina central.

Pero una parte de él se burlo de si mismo, estaba nervioso con cuatro minutos podía llegar perfectamente en dos segundos.

El muchacho agarro su haori blanco que representaba a los capitanes y desapareció de un salto.

"~Jejejeje sake~"

Marsumoto se rió mientras soñaba tener botellas ilimitadas de Sake.

Tres minutos después.

Varios hombres y tres mujeres estaban en dos filas mientras que al final de ambas filas había un asiento.

-Estupido, siempre llega tarde-Hablo de las mujeres mientras chasqueaba su lengua en desagrado.

Flush.

La puerta se abrió mientras un anciano se dejo ver caminando mientras se ayudaba con un bastón.

Atrás del anciano un hombre caminaba con un jinbaori blanco sin ningún número y tenía una placa de madera con "Teniente" en su brazo derecho.

El anciano camino al asiento mientras su porte era tranquilo pero exigía respeto y obediencia.

El anciano se sentó mientra veía la hora y faltaban cinco segundos para que comenzara la reunión.

Flush.

En un destello amarillo Naruto apareció mientra en su mano llevaba una pequeña cajita con ohagis dentro.

-Llegue-Suspiro Naruto ya que esos ohagis olían de maravilla y no se arrepintió de comprarlos.

Clink.

-Dime una excusa para no acabar con tu existencia-Hablo la pelinegra que tenía un haori con el grabado 2 en ella.

Naruto mastico tranquilamente su ohagi mientras lo tragaba.

-Porque eres más débil que yo-Hablo Naruto con tranquilidad, uno pelinegro se abstuvo de soltar un silbido ante tal counter.

La mujer estrechó su mirada mientras dejaba salir su reiatsu con brutalidad mientras todos sentían un peso caer sobre sus hombros.

Naruto no presto atención aquello mientras seguía comiendo con tranquilidad.

Medio centímetro se dejó ver de la katana que la mujer portaba cuando ella le dio un ligero empujón con su dedo pulgar a la Tsuba.

Flush.

Una presión diez veces peor se dejó sentir y ahora sí todos sudaron mientras Naruto dejaba de comer abruptamente.

-¡Suficiente mocosos! ¡Capitana Suí Fēng reprima su reiatsu!-Hablo el anciano con sus ojos ligeramente abiertos.

Todos quedaron estáticos, no había lugar de discusión en los ojos del ancino.

La mujer asintió mientras dejaba de liberar su presión espiritual y terminaba de enfundarse su Zampaku-tō, vio con enojo al muchacho frente de ella.

Naruto siguió comiendo mientras sonreía, el viejo sí sabía como poner orden.

-El capitán Uzumaki ha llegado dos segundos antes de la hora estipulada por lo que no ha roto ningún reglamento, no como otros-Hablo el anciano viendo a su discípulo estupido.

Un hombre con el haori con el 8 grabado en su espalda sonrió avergonzado, varias veces había llegado con resaca y oliendo a licor, todavía le dolía el trasero por el castigo del viejo.

Un peliblanco con el 13 grabado en la espalda de su haori suspiro al ver a su amigo, si su maestro tan solo supiera cuantas veces lo había salvado él para que no llegara apestando a alcohol.

-Seguramente se emborrachó y termino teniendo sexo levantándose tarde-Hablo la otra mujer que tenía 4 en su espalda.

Naruto sudo nervioso ante aquello, no sabía como diablos Unohana podía saber lo que hacía.

Naruto se estremeció de miedo junto a los dos de su par, Unohana sonreía pero atrás de ella había una máscara demoníaca.

Tōshirō maldecía a Naruto, Unohana siempre lo volvía a ver con esa horrible máscara por su culpa, ahora que lo recuerda debía pregúntarle donde diablos estaba Matsumoto ya que por su culpa tuvo que hacer varias pilas de papeleo él sólo antes de venir.

Mayuri Kurotsuchi capitan de la división 12 veía aquella máscara analizandola como siempre lo hacia, solo Retsu podía convocar aquella infernal mascara y se preguntaba si era su Bankai, un método para que todos perdieran la motivación para luchar vendría deacorde con el shikai de la capitana.

-Le sugiero Capitán Uzumaki que llegué cinco minutos antes o la próxima vez que valla a mi división por una herida menor....puede que le hallemos una enfermedad mortífera eh incurable-Hablo Retsu viendo al muchacho quien vio tímidamente a la otra capitana.

-S-Si Lady Retsu-Hablo Naruto tímidamente mientras veía a la mujer.

En la mente de Naruto no había duda, la capitana de la división 4 daba mucho miedo.

Retsu dejó caer aquella horrible máscara poniendo una sonrisa feliz mientras todos sudaban ante aquello.

-*Cof* B-Bueno como decía, no hay castigo que imponer...-Hablo el anciano tosiendo, su amiga sin duda sabía como intimidar a alguien.

Naruto siguió comiendo con una sonrisa, amaba de verdad los Ohagis pero no había nada que se comparaba al Ramen.

PAM.

-Demos inicio a la reunión semanal-Hablo el anciano fuertemente mientras golpeaba su bastón en el suelo.

Como siempre Naruto se desconecto de ahí, no había nada interesante  en recibir un sermón que había  escuchado cientos de veces en sus  viente años de capitán.

Pero sintió la mirada de alguien sobre él y observo  de reojo como el capitána de la quinta división lo veía.

-Bla, bla, bla, hay que hacer bla, bla, bla-Naruto no apretaba atención al comandante general que seguía hablando.

Tiempo después.

PAM.

Naruto hizo una mueca al ver a un nuevo recluta salir volando para atrás.

Un hombre de pelo puntiagudo y de ojo parcheado estaba sobre una pila de shinigamis de la onceava división, tenía una sonrisa sanguinaria en su rostro mientras rompía su bokken en las costillas de otro shinigami.

Todos tenía los ojos en blanco y algunos uno que otra lagrima bajaba de la comisura de sus ojos.

-¡Jajaja!-Se reía el maníaco con el pedazo de bokken en su mano izquierda.

Naruto estaba sentado en el patio trasero viendo a sus subordinados ser apaleados brutalmente, comía un gran plato llenos de barras de chocolate.

Su teniente sin duda se emocionaba por entrenamiento físico y no práctico, todavía recordaba como le costó hacer que aprendiera kendo, tuvo que jurar que una vez cada mes ellos tendrían una lucha sería, aunque acababan con su arrolladora victoria Zaraki mejoraba y mejoraba cada vez más ya lo forzaba a usar su Shikai.

Pero hubo algo que no pudo corregir y eran esas estupidas ventajas que Zaraki le daba a su oponente, incluso admitía que casi siempre no iba serio en un combate no se ponía un parche y unos cascabeles en su cabeza, algún día corregiría esa estupidas costumbre.

Todavía recordaba como derrotó a Zaraki en un combate ganándose el puesto de capitá.

Naruto fue postulado a ser capitán  por la primer opcion y era mostrar el bankai como dos o tres capitanes y al comandante general viéndolo, los que participaron en aquella postulación  fueron Retsu Unohana, Kempachi  Zaraki, Byakuya Kuchiki y no menos importante el comandante Yamamoto.

Al no haber puestos vacantes Naruto reto a Zaraki a un combate, ya al ser postulado para capitán podía derrotar al Kempachi, ambos hicieron una apuesta, Kempachi se llevaría la vida de Naruto si ganaba y Naruto se llevaría el haori de Kempachi si este perdía.

La batalla tuvo un aproximado de diez minutos donde Naruto derrotó a Kempachi arrolladoramente.

Así Naruto mantuvo a Kempachi como su teniente algo que Yamamoto aprobó ya que alguien tan fuerte como Kempachi no debía morir en vano.

Kempachi tampoco le importó, le importaba una mierda llevar el haori blanco y solo lo llevaba ya que los capitanes se enfrentaban a tipos fuertes, para el solo era un simple accesorio inútil que daba picazón, pero ahora que Naruto era su capitán podía pelear cada vez que querría como alguien y lo hacía sangrar, esto para el fue un ganar-ganar.

Una vez por mes podía ir con todo su poder sin miedo a que su rival muriera de manera instantánea, podía ver su sangre salir de su cuerpo y respirar agitadamente sintiendo sus pulmones llenarse de sangré, la mejor experiencia de su vida.

También estaba el echo de que su capitán podía resistir su shikai como si fuera otra simple Zampaku-tō y podía devolverle sus golpes sin esfuerzo, por algo era llamado el Destello Carmesí de todos modos.

"¡Ho parece que teniente está emocionado!"

Una voz hizo que Naruto viera de reojo a un hombre calvo caminar con una gran sonrisa y sangre bajando de su ceja izquierda.

-Otra vez metiéndote en problemas con la demás divisiones Ikkaku, ¿Que haré contigo?-Hablo/Pregunto Naruto suavemente mientras el hombre calvo le veía.

-¡El bastardo de Tetsugiemon se tomó mi sake! ¡Mi sake! ¡Eso es algo que no puedo perdonar!-Hablo Ikkaku de manera cómica mordiendose el labio y con venas en su calva.

Naruto golpeó a su par mientras el hombre calvo se sentaba a su par.

Todavía para Ikkaku era difícil de creer que Naruto fuera más fuerte que Zaraki se veía tan delicado y frágil aunque su físico estuviera entrenado, pero él una vez lo había retado y aunque la pelea duró solo cinco segundos y cuatro se ellos fue en la invocación de su Bankai según los de la cuarta división estuvo al borde de la muerte durante tres días.

Ikkaku todavía recordaba, aquellos escalofriantes ojos carmesí verle como si él no fuera más que un bicho molesto zumbando en el oído de un leon oído, luego un destello carmesí de su sangre saliendo de su cuerpo y por último oscuridad, no sabía cómo o dónde lo había golpeado simplemente oscuridad.

-Parece que Zaraki ya casi termina-Hablo Naruto viendo a Zaraki con los últimos del grupo.

Ikkaku observo que era verdad su teniente ya casi acababa de tor...entrenar a los de la división 11.

-¡Eso es todo lo que tienen! ¡Capitán entrene conmigo! ¡Estos ni para el calentamiento sirven!-Grito Zaraki con una gran sonrisa agarrando un Bokken del suelo.

-Ikkaku traslada a todos a un lugar que no interfieran...-Hablo Naruto con tranquilidad mientras el nombrado asentía.

La órdenes de su capitán aunque sonaban tranquilas eran eso, una orden, Naruto no era paciente con aquello que desobedecian las órdenes y antes de terminar con el 'Entrenamiento especial ultra Uzumaki' prefería hacerle caso, todavía recordaba como aquella pobre alma desobedecio la orden de tratar bien a los de la cuarta división y tiro un tazón de comida halegando que era una basura, aunque pensándolo bien ese shinigami alcanzo el shikai cuando fue arrojado del desfiladero, menos mal que su shikai era una Zampaku-tō de viento o sin duda hubiera muerto.

Minuto después.

Naruto tarareo viendo el campo de entrenamiento despejado con todos los Shinigamis en un gran montón y Ikkaku con una sonrisa sentado encima suyo.

-¡Peleé conmigo Capitán!-Grito Zaraki con una sonrisa preguntándose en su mente donde diablos estaba Yachiru.

-Tanto quieres que te patee el trasero...muy bien así será-Hablo Naruto como tranquilidad mientras agarraba un Bokken y lo movía de izquierda a derecha con gran majestuosidad y su visión viendo el suelo.

Zaraki sonrió mientras corría a su capitán, de verdad no se arrepentía de haber aceptado aquella pelea.

Minutos después.

Todos veían con gran admiración la escena frente a ellos, varios tenían ojos morados, otros labios partidos y una que otra laceración de cabeza.

Zaraki estaba arrodillado mientras tragaba aire con fuerza, una herida estaba en su pecho mientras sangraba, varios pequeños y redondos moretones estaban en partes de su cuerpo.

Naruto tenía una pequeña cortada en su mejilla pero se veía perfectamente, no tenía sudor ni respiraba agitadamente, tenía un semblante sereno al igual que su sonrisa.

-Parece que es mi victoria-Hablo Naruto viendo a Zaraki ya no poder poder moverse.

En lugar de mostrarse frustrado o molestó Zaraki tenía una enorme sonrisa sedienta de sangre, por eso era que le gustaba esta división.

"E-El capitán es increíble"

"Que esperabas somos la división 11 la más fuerte"

"Tenemos al líder más fuerte"

"E-Es un monstruo"

Los susurros se escucharon en los reclutas nuevos y los veteranos.

Naruto alzó su mano deteniendo el ruido mientras suspiraba.

-Vallan a la cuarta división para que traten sus heridas, para los que utilicen shumpo habrá recompensa, Lady Unohana debe estarlos esperando-Hablo Naruto como tranquilidad mientras varios desaparecían.

La recompensa era minimizar su trabajo, algo que al ser vagabundos de naturaleza era oro líquido.

Naruto se rascó su cabeza viendo a los más vagos de su escuadrón usar shumpo, así se aseguraría que aunque bajara su trabajo al menos practicaran algo tan importante como el paso flash.

Cuando llegó aquí todos movían y agitaban sus espadas como principiantes, tuvo que imponer un método de entrenamiento y trabajo en equipo, al menos ahora tenían una base en lugar de solo confiar en su Zampaku-tō.

-Muy bien-Hablo Naruto viendo que varios se retiraban pero pudo ver el brillo por aprender el shumpo, eso era algo bueno.

Naruto camino a Zaraki mientras le extendía su mano para ayudarle a levantarla.

Tas.

Como siempre Zaraki abofeteo su mano mientras se levantaba a duras penas.

-No necesito tu ayuda-Hablo Zaraki mientras camina a la salida.

-Tan brusco como siempre teniente, pero me alegra ver que tienes tanto espíritu-Hablo Naruto sonriendo mientras veía la espalda de Zaraki.

Aunque no lo viera Naruto supo que Zaraki llevaba una sonrisa en su rostro, no cargada de sed de sangre o locura sino una sonrisa sincera.

Naruto lo sabía, hombres como Zaraki y él no encontraban diversión en nada, vivían para luchar y morían luchando, esa era la verdad en sus existencias, pero al menos podía hacerle compañía a Zaraki.

Pero había algo que le daba mala espina a Naruto, Aizen era una de ellas, claramente podía ver la malicia en los ojos de la mujer y su Zampaku-tō le decía que era peligrosa, pero su Zampaku-tō era una de agua común y corriente lo cual no encajaba, una mujer tan brillante y tan inteligente como la capitana recibiendo un Zampaku-tō de agua.

¿Que diablos era eso?

¿Algún tipo de broma del destino?

¿Ocultaba algo más?

¿Acaso ya le había acabado sus dulces?

¿Tendría que ir a ro...comprar más?

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Fin del capítulo.

Sin más que decir se despide su amigo y pana del alma Escritor-san.

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