《 Tres 》



♡  Cura sus heridas, por favor.



El despertador sonó exactamente a las siete de la mañana, primero estiró la mano para poder apagar su alarma y luego acarició las sábanas en busca del cálido cuerpo de su novio.

Tanteó varias veces, sin embargo no encontró a Tenko por ningún lado.

Abrió los ojos por la sorpresa, levantándose rápidamente y sentándose sobre el colchón, había despertado sola ese día.

—¿Gatito? —susurró, hacía frío y Tenko no estaba por ningún lado.

Lo buscó en los armarios, bajo la cama, en el sofá y recorrió cada centímetro de su casa, sin embargo, Shimura no aparecía.

Después de media hora acabó en la cocina, preparándose un relajante té Earl Gray para intentar calmar sus nervios, temía por la seguridad y salud de Tenko.

El sonido de la puerta la alarmó, salió apresurada, casi tirando su taza en el lavadero para poder ver qué estaba pasando.

Se oía como pequeñas garritas arañaban la entrada.

_____________ frunció el ceño y abrió la puerta lentamente.

Ahí estaba su pequeño gatito.

—Tenko, estás todo arañado —exclamó, la primera impresión de Shimura aquella mañana solo indicaba una cosa—. Te dije que no fueras a los techos.

El híbrido fue casi arrastrado hacia el sofá—. ¡No es mi culpa! Me retaron.

En momentos como ese _____________ consideraba oportuno echarle agua fría al gato sarnoso que venía a buscar a su esponjoso Tenko para poder ir a pelear a los techos.

—Tus orejas están lastimadas —murmuró al ver su pelaje manchado en sangre.

Literalmente ella había envuelto al híbrido en seis mantitas acolchadas de colores pastel.

Tuvo que ir a hervir agua para darle una bebida caliente a su bebé, Tenko estaba congelado, había un gran botiquín a mano en la sala, estas cosas pasaban mucho más de lo esperado.

Un ruido la alertó por segunda vez.

Alguien estaba arañando su ventana.

Vio desde la cocina como el gato sarnoso de Dabi intentaba llamar la atención de Tenko, amenazó con echarle agua caliente si no se iba en ese instante.

—Mouh, Tenko, siempre es lo mismo contigo —murmuró, sentándose al lado del chico—. Tienes el cuello lastimado, y tu herida en el labio volvió a sangrar.

Incluso la esponjosa colita de Tenko estaba algo sucia.

—Tengo sueño.

—¡Estuviste afuera toda la noche! Tomarás un baño... y luego dormirás.

Sujetó la mano de su novio para poder llevarlo casi a rastras al cuarto de aseo, Tenko odiaba el agua.

Llenó la bañera y comprobó que la temperatura sea ideal, tibia, además preparó toallas suficientes y la secadora de cabello, no quería correr el riesgo de que su gatito se enfermara.

Incluso colocó algunas sales de baño en el agua, tenían un agradable olor a miel, además ayudarían a humectar su piel.

—Voy a cerrar los ojos y cuando los abra, debes estar metido en la bañera —susurró, cubriendo su rostro con sus manos. Pasaron algunos segundos en los que no escuchó ruido alguno además de las prendas cayendo al suelo y luego sintió una pequeña presión sobre sus labios—. ¡Ey!

Al apartar sus manos lo único que pudo ver fue a Tenko metido ena bañera y sonriendo de manera cálida.

Se acercó lo suficiente al rostro de su pareja, acunó con suavidad las pálidas mejillas de Shimura y sintió como estas empezaban a calentarse poco a poco.

El cabello de Tenko ocultaba sus ojos.

Apartó los mechones con cuidado, descubriendo los brillantes iris rubí de su novio, también tenía pequeños cortes y moretones en sus pómulos.

—¡Tenko! Esto es serio, estás muy herido, si serás‐...

—Perdón —murmuró Tenko haciendo un pequeño puchero en sus labios—. Te amo.

Era increíble como un par de palabras lindas podían apaciguarla.

Incluso las orejitas de Shimura se movían en forma coqueta.

_____________ se ayudó de un balde que había por ahí para tomar agua de la bañera y mojar completamente a Tenko.

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