21| Deja vú.
Finn se había asegurado de llevar a Alessia un poco lejos de La Ciudadela, necesitaban privacidad para poder hablar como deseaban, pero al estar en un bar donde la música sonaba y la gente charlaba, ninguno pudo hablar ambos estaban temerosos al rechazo del otro, tres años era un tiempo largo en el que ni siquiera supieron de sus vidas.
—Finn...–Ella lo miró con una sonrisa, su contrario levantó la mirada con un leve sonrojo en sus mejillas, ¿En que momento cayó tan rendido a los pies de Lessie? Nunca imagino que una mujer pudiera ponerlo en ese tipo de situación.
La castaña sintió su cuerpo estremecerse al escuchar la misma canción que bailaron aquella vez cuando se confesaron todo lo que sentían.
–¿Recuerdas esta canción?
Ella tomó la iniciativa, sujetó su mano sintiendo aquella chispa única que ellos tenían y se hacían sentir el uno por el otro, mientras ella miraba detalladamente cada parte del perfecto rostro del chico que alguna vez la hizo sentir como la mujer más hermosa en el mundo Finn cerró sus ojos escuchando la dulce melodía.
—Y como olvidarla...
Abrió los ojos contemplándola como había deseado en un largo tiempo, sus ganas de tomar su rostro entre sus manos y besarla estaban por ganar, pero debía mantener la compostura.
—Finn... Honestamente no sé cómo empezar esto, tampoco sé si diré todo de forma correcta pero no pierdo nada al intentarlo... Yo nunca quise dejarte, esa noche quedo grabada en mi memoria y se que me perseguirá siempre, todo pasó tan rápido, no supe que hacer o como ayudar cuando la policía llegó y Lucas me obligó a irme con ellos.
El semblante de Finn cambió, finalmente había llegado la conversación por la que había tenido miedo en los últimos días.
—Esa noche lo vi en tus ojos, no querías irte.—El estaba en lo correcto y finalmente le dieron la razón.—Lamentó no haber ido por ti antes, yo- Me inculparon, estuve preso por algo que yo no hice y pase tanto tiempo ahí que pensé en que lo mejor sería dejarte ir.
Ella se mantuvo callada, su corazón nuevamente latía como loco al escucharlo hablar y se sintió horrible al descubrir lo que Finn había pasado mientras ella disfrutaba de su nueva vida fuera del pueblo.
—Yo... No sé muy bien cómo responder a esto.—Una sonrisa nerviosa se fijó en su rostro.—Sinceramente no me lo esperaba.
Sus manos, piernas y voz comenzaron a temblar, pero tenía que decirlo, tenía la oportunidad y no la desperdiciaría.
—Nunca te busque porque, sentía que ya te había metido en suficientes problemas, de no ser por mi no hubieras tenido que mentirle a tu padre, separarte de Iris o cuidarme en medio del terror que pasamos cuando Nicholas nos atacó.—Suspiró sintiendo que las lagrimas caerían en cualquier momento.—Cuando me llevaron con un psicólogo, me hizo sentir que yo solo estorbaba en tu vida y lo único que quería era verte feliz, sabes que te amé mucho... Como nunca había amado a nadie...
—¿Me amaste?—Finn la miró a los ojos colocando sus manos en la delicada piel de la chica, acariciando sus mejillas y limpiando las pocas lagrimas que derramó.—Alessia, ¿Dejaste de amarme?
Ella miró levemente hacia arriba sintiendo su corazón latirle sin parar mientras Finn la miraba a los ojos, Alessia sintió el impulso de acercarse y así lo hizo cerrando los ojos se elevó levemente, mezclando sus respiraciones las cuales eran entre cortadas sabía que Finn ansiaba volver a besarla como ella a él, pero se detuvo antes de que sus labios se rozaran.
—Lessie...–Finn la volvió a llamar por su apodo.
Ella dio un suspiro y besó su mejilla, no podía hacerlo, no tenía la suficiente fuerza de voluntad como para perdonarse así misma aunque el ya la había perdonado.
Sadie siguió a su amiga por todo el pasillo del departamento, a penas y podía pronunciar algo luego de ver a su amiga llegar con sus ojos rojos y la punta de su nariz igual, había llorado cosa que le preocupaba, pero le preocupaba mucho más el silencio que hizo durante todo ese tiempo.
—Alessia, me estás matando por favor dime que sucedió.—Suplico al llegar al cuarto de su anfitriona.
—Hablamos un poco de lo que había pasado y...
—¿Y?—Sadie se acercó.
—Me preguntó si aún lo amo.—Alessia lloró desesperada, se sentó en el suelo junto a su cama.
—Lessie...—Sadie se arrodilló a su lado rodeándola por los hombros.—¿Aún lo amas?
—Claro que lo amo.—Sus manos temblaron mientras cubría su rostro con vergüenza.—Pero no se- ¿El me ama aún? Tengo miedo de que, todo esto sea en vano y no quiero marcharme de aquí con el corazón roto, no de nuevo.
—No pierdes nada intentándolo, díselo, Finn realmente parece alguien bueno... Al menos por todo lo que me haz contado.—Sadie colocó ambas manos en los hombros de Alessia.—Ustedes se aman, quizás sean almas gemelas y tú ¿Temes que ya nada sea como antes?
Ella no respondió nada, se daba cuenta de lo mucho que necesitaba el apoyo de Sadie y lo mucho que ella le ayudaba en tan solo un par de días de haberse reencontrado, la castaña observó a su amiga y la comparó con un ángel, quizás lo era pues por primera vez sentía esa fortaleza para tomar el riesgo de hablar una vez más con Finn.
A la mañana siguiente Sadie se marchó a su casa dejando a Alessia sola junto a su madre, pero ninguna quería alejarse aún de La Ciudadela, por el trabajo de Sadie tuvieron que esperar toda la semana la cual fue una tortura ya que cada día parecía cada vez más y más lento.
Culpable por lo que había pasado con Finn la cabeza le dolió forzada a recordar la imagen del chico mirándola a los ojos y preguntándole si aún lo amaba.
—Mierda.—Restregó su rostro saliendo de su cuarto, ahí estaba su madre parada con un vaso de agua en su mano mirando a la nada.
Alessia supuso que aquellos comportamientos eran provocados por las sustancias que consumía a escondidas a pesar de decirles a todos que ya estaba limpia y rehabilitada, pero ella solo podia ver a la persona que estuvo mintiendo por años la cual se aprovecho para borrar su pasado, y mentir de su presente, su estómago se revolvió pues por primera vez haría algo que nunca creyó poder.
—Hija, ¿Está todo bien?–La miró saliendo de si trance mientras dejaba aquel vaso y se acercó hasta posar sus manos en sus hombros, aunque fingiera no podía ocultar lo que había hecho.
—No me vuelvas a llamar hija...—Dijo con los dientes juntos intentando retener toda la ira que sentía.
—¿Perdón?–La miró extrañada y aún tambaleando.
—¡Que no me vuelvas a decir hija!–Con sus muñecas apartó las manos de su haciéndola retroceder.
—¡¿Qué pasa contigo?!–Se quejó mientras sostenía su cabeza entre sus manos horrorizadas por el tono que Alessia usaba con ella haciendo que sus alucinaciones se pusieran en su contra.
—¿Conmigo? Más bien que diablos te sucede a tí ¡Maldita mentirosa! ¡¿Cómo te atreves a llamarte mi madre?! No eres más que una adicta que solo miente, y solo se beneficia del resto...
—Alessia.—Se acercó temblando.—Eso no es cierto...
—Tuve que aguantar toda la mierda que me hiciste pasar, y aún así nunca me quejé, aguante cada palabra, cada maldito golpe, aguante aquel hombre que abusó de mi y tú no hiciste absolutamente nada. Huí de ti, y maldita sea, fui más feliz lejos de ti de lo que he sido en toda mi vida.
Su garganta estaba seca, pero debía seguir, no podía marcharse si decirla todo lo que se había guardado durante tantos años.
—¿Rehabilitada? Nunca podrás estarlo mujer, eres una mitómana.
La mayor cansada de lo que su primogénita le decía, la abofeteo con toda la fuerza que tenía en ese momento, cayó en cuenta de que no fue mucha o que Lessie no le había importado ni un poco el dolor pues solo se limitó a regresar su rostro a ella con todo el odio manifestado en su mirada.
—Me voy de aquí.—Le dio la espalda caminando a su cuarto, sabía que no la detendría.—Quédate con tus putas drogas y sigue arruinando tu vida, el lo único que siempre haz hecho, arruinar a todos a tu al rededor.
Quizás ese era el final que su madre había escogido para ambas, tal vez se estaba equivocando al decidir eso pero ya no había marcha atrás, nunca volvería a dejar que una persona la tratara de tal manera, finalmente pudo respirar con tranquilidad sabiendo que no la volvería a ver y en parte, su corazón dolía al dejarla de esa manera.
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