36. 12 Casas, 12 Horas y 12 Caballeros por enfrentar

POV Shun

Mi amiga June...
Desde que la conocí en la isla de Andromeda ha sido el mejor apoyo que he tenido, al pasar el tiempo nos hemos hecho muy buenas amigas, siempre me ayudaste, me cuídate como si yo hubiese sido una hermana de verdad para ti, entrenábamos juntas y disfrutábamos de las maravillas que habían en la isla.

Pero lamentablemente, debo luchar junto a Atena y junto a los chicos. Aunque tú no estés de acuerdo con ello es lo mejor para mí, por salvar la vida de la diosa voy a luchar con uñas y dientes.

Lo siento mucho amiga
Pero debo afrontar mi destino...

...

—Muy bien, ya estoy muy preocupado... ¡Iré a buscarla! — Hyoga dió un paso adelante pero Shiryu le detuvo.

—No te preocupes por Shun, ella ya vendrá, de seguro que ha de haber tenido un percance y por eso se ha tardado — comentó Shiryu.

—Dudo que sea por eso — dijo Seiya.

—¡Agh! De que se quejan niños, todos sabemos que Shun es una completa cobarde, no creo que venga a enfrentarse a los caballeros dorados. Es una inútil, una llorona y una tonta — expresaba Tatsumi cosa que a Seiya y sobre todo a Hyoga les causó furia.

—No permitiré que trates a Shun como se te pegue la gana — Hyoga quería golpearlo pero Shiryu lo detuvo. —¡Sueltame Shiryu! Le enseñaré a respetar a las mujeres.

—¡Cálmate Hyoga! — Shiryu expresó.

—¡Shun no es ninguna cobarde! — respondió Seiya.

Sin embargo la discusión que tenían fue interrumpida por una silueta femenina, los chicos observaron a Shun llegar al aeropuerto y quién traía en sus brazos a una chica de cabello rubio quien permanecía dormida.

—Chicos, lamento mucho la demora — habló la amazona.

—¡Shun! Gracias al cielo que estás bien — Seiya sonrió.

—Oye ¿quién es ella? ¿está herida? — cuestionó Shiryu, Shun miró a su amiga.

—Ella es mi mejor amiga, su nombre es June, ella y yo entrenábamos en la isla Andromeda. Ha venido aquí porque se enteró de que iría al Santuario y quería evitar que me lastimaran — la peliverde observó a Saori. —¿Le molestaría si dejó a June descansar en la mansión?

—Tranquila, ya dejaré a alguien que cuide de ella

—Muchas gracias — Shun miró nuevamente a su amiga mientras pensaba.

"No te preocupes por mí... ¡Volveré!... ¡Lo prometo!

Luego de ese momento el avión partió rumbo al país de Grecia, lugar donde se encontraba ubicado el Santuario.

De por sí, el viaje iba a hacer largo. Shiryu, Hyoga, Shun y Tatsumi se encontraban durmiendo plácidamente mientras Seiya mantenía la vista sobre el techo mientras pensaba una que otra cosa hasta que Saori lo sacó de sus pensamientos.

—No puedes dormir ¿verdad? — la chica se sentó al frente de Seiya.

—He estado pensado en quien es realmente el gran patriarca, muchos dicen que es un dios mientras que otros piensan que es un demonio. Es raro como cambia el punto de vista hacia una persona, es más... Nunca le ví comportarse de extraña manera, bueno... Aunque solo le veía de lejos — el castaño dirigió la vista hacia la ventana. —¿Será un dios o un demonio? ¿O será que son dos personas diferentes?, Para mí en lo personal da la impresión que se trate de dos personas diferentes — Saori suspiro.

—Puede que tengas razón, solo que yo pienso algo distinto a lo que tú dices... Uno de los 12 caballeros dorados ha tomado el papel del gran patriarca — Seiya se levantó de sorpresa al escuchar a Saori.

—¡¿Un caballero dorado?! ¿Pero...quién? — indagó.

—No te diré su nombre porque puedan ser solo especulaciones mías, no obstante estoy completamente segura que detrás de esa apariencia se encuentra un caballero dorado tomando el control del santuario — concluyó.

Luego de muchas horas de viaje terminaron llegando sanos y salvos a su destino, Grecia. En el lugar los chicos observaron a muchos turistas que estaban  visitando los templos en ruinas mientras que otros aprovechaban su tiempo tomándose fotos para el recuerdo.

—Ha pasado mucho desde la última vez que estuve aquí... Marín siempre me traía a entrenar aquí.

El castaño hizo una pausa y recordó lo que Moisés y Asterion le dijeron aquella vez que se enfrentó a ellos. Dió un leve suspiro mientras cerraba los ojos.

—¡Qué habrá sido de ti, Marín! — pensó.

El avión aparcó en un lugar más apartado de la gente que visitaba los templos, Seiya reconoció el lugar una vez bajara del avión. Habían llegado al coliseo dónde él y Cassios se enfrentaron por obtener la armadura de Pegaso. Shiryu, Hyoga y Shun miraron a su alrededor con mucha impresión.

—Es un lugar muy inhóspito — decía Hyoga.

—Parece que no hay nadie en este lugar... — dijo Shiryu.

—Tranquilos chicos,  han enviado a alguien para recibirnos y llevarnos a la sala del patriarca — respondió Saori, Tatsumi miró que a lo lejos venía un sujeto encapuchado.

—¿Quién es ése? — el mayor señaló.

—Gracias por venir señorita Saori Kido, el gran patriarca los ha estado esperando — el sujeto comentaba.

—¿Sabe usted si el gran patriarca ha leído el escrito que mandé? — preguntó la pelo lila.

—Asi es señorita, el gran patriarca los espera para recibirlos en audiencia tal como usted lo había pedido, ahora permítanme darles un recorrido por las 12 casas que se encuentran en el santuario — expresó el sujeto.

—¿A qué viene tanta amabilidad? — preguntaba Seiya a los chicos.

—No sé, pregúntale a él — respondió Hyoga.

Todos siguieron al sujeto hasta que se detuvo un momento y le presentaba a ellos la primer casa.

—Como pueden ver, está es la primera casa perteneciente al caballero del carnicero blanco  — todos se quedaron impresionados.

—¿Carnicero blanco? — cuestionó Shun.

—Si, o más bien conocido como el caballero de Aries. Verán, para que puedan ver al gran patriarca tendrán que pasar por las 12 casas del zodiaco, eso sí... Dentro de casa casa se encuentra un caballero dorado custodiando — el sujeto miró a Saori y compañía.

—Menos mal que estamos aquí — bufó Hyoga.

—Entonces quiere decir que para llegar a la sala del gran patriarca debemos derrotar a todos los caballeros de oro — comentó Seiya, el sujeto sonrió.

—Asi es... Primero tendrán que pasar el templo de carnicero, luego la del toro, los gemelos, el cangrejo gigante, el león y la virgen. Seguido de ello se encuentra el templo de la balanza, el escorpión, el centauro, la cabra, la urna sagrada y finalmente los dos peces hasta llegar a los aposentos del Gran Patriarca. Aunque...dudo que lleguen hasta ese lugar debido a que ninguna persona ha atravesado las 12 casa sin ser herido. Sin embargo, ustedes ni siquiera llegarán a la primera casa, yo Ptolemy de flecha se los voy a impedir — el sujeto se quitó la capucha mostrándose ante Seiya y los demás con una sonrisa macabra.

—¿Pero qué... — cuestionó Seiya.

—¡Tomen esto! ¡ataque de flechas fantasmas!

El sujeto lanzó un sin fin de flechas por lo cual Seiya y los demás se encubrieron, sin embargo se dieron cuenta de que las flechas eran solamente una ilusión. Seiya lanzó con fuerza sus meteoros de Pegaso provocando que Ptolemy cayera al suelo con su armadura hecha pedazos.

—¡Pero que sujeto más debilucho! pensaba que tú eras el guarda de este templo — Pegaso le escuchó reír. —Ehh?

—Tienes razón... Yo solamente vine a cumplir las órdenes del sumo sacerdote para matar a Saori Kido — respondió Ptolemy.

—¿Matar a Saori? — Seiya estaba confundido.

—¡¡Seiya!!

Shun gritó al ver cómo Saori terminó de caer al suelo producto de una flecha que terminó clavada a la altura de su pecho derecho. Hyoga, Shiryu y el propio Tatsumi entraron en shock.

—¡¡Señorita Saori!! — exclamó con fuerza Tatsumi mientras se acercaba a ella.

—¡Maldita sea! Todo esto era un truco para despistarnos y así aprovechar clavarle una flecha a Saori — dijo Seiya muy enfadado.

—Por favor, ¡llamen a un médico! — Tatsumi estaba angustiado.

—De nada servirá un médico, solo el sumo sacerdote puede quitar esa fecha de su pecho — Ptolemy observó un reloj que había empezado a encender llamas azules en cada hora. —Tienen solamente 12 horas para que traigan al sumo sacerdote, pero...si no logran traerlo hasta acá ya no habrá nada que puedan hacer por la chica — concluyó Ptolemy mientras cerraba los ojos para siempre.

Seiya y el resto comenzaron a correr mientras dejaron a cargo a Tatsumi para que cuidara de Saori.

—Esto no estaba en mis planes — dijo Seiya.

—No queda otra más que atravesar las 12 casa del zodiaco — dijo Hyoga.

—Antes de que sea demasiado tarde — comentó Shun.

—Lucharemos contra ellos hasta que uno de nosotros llegué a la sala del Gran Patriarca y así poder salvar a Saori — habló Shiryu.

Todos ellos iban deprisa hasta que llegaron a la primera casa, de ahí un sujeto de cabellera lila los esperaba con una leve sonrisa.

—Hemos llegado chicos, la primera casa... Aries — Seiya observó el templo.

—Me alegra saber que estén aquí chicos — Mu apareció frente a ellos.

—¡Hey! Tu eres... ¡Mu de Jamir! — dijo Seiya con mucha sorpresa.

—Mu, que bueno volver a verte — Shiryu sonrió.

—¿Asi que usted es el caballero de Aries? — pregunto Shun a lo que Mu asintió.

—De seguro que vamos a tener que enfrentarnos a ti para poder pasar a la siguiente casa — Seiya decía en tono seco.

—¡Quitense las armaduras! — ordenó el pelo lila a lo cual los chicos de inmediato se quitaron las armaduras.

Mu examinaba cada una de ellas soprendiendose de uno que otro detalle de cada armadura, luego miró a los chicos.

—Tal como lo imaginaba, a pesar de que sus armaduras se vean regeneradas están a punto de hacerse añicos.

—¿En serio? — Seiya abrió los ojos como platos.

—Si, puede que ustedes no lo hayan notado pero las armaduras han sufrido considerables rasguños. Ahora entiendes porqué sus armaduras tienen la capacidad para repararse por si solas, lo mismo sucede con el cuerpo humano cuando sufren lesiones leves que pueden recuperarse sin necesidad de un tratamiento — el santo de Aries observó a Seiya.

—Ya veo, pero... Solamente tenemos 12 horas para...

—Para que los caballeros dorados terminen por hacer sus armaduras añicos con tan solo un golpe, sobre todo tu armadura Seiya que ni siquiera tiene su casco — el castaño reaccionó. —Los caballeros dorados no se andan con juegos así que deben tener mucho cuidado con ellos. Ellos tienen un poder superior al de todos sus adversarios a los que enfrentaron tiempo atrás, tenganlo siempre en cuenta los poderes de ellos son 20 veces mayores que los suyos — enfatizó el pelo lila.

—El maestro Mu tiene razón — Kiki apreció detrás de Seiya lo que provocó que él diera un grito de niña.

—¡No hagas eso! Por poco y me da un paro cardíaco — Seiya se tocaba el pecho mientras veía que Shiryu, Shun y Hyoga se reían de él.

—¿De seguro que tú eres Kiki verdad? — Shun se acercó al menor.

—¡Hola chica enmascarada que de seguro ha de ser muy bonita! ¡Es un gusto conocerte! — Kiki saludó alegremente.

—Kiki, por favor trae los materiales... Tenemos mucho trabajo por hacer — el caballero de Aries ordenó su discípulo.

—¡A la orden señor! — el menor hizo un saludo militar.

Mientras Mu se encargaba de reparar las armaduras de nuestros caballeros, Shun miraba el reloj de fuego quedándose impresionada por ello.

—Ese reloj es muy gigante, tanto que dónde quiera que uno se encuentre podrá verlo sin ningún problema  — Hyoga, Seiya y Shiryu aparecieron detrás de ella.

—Exacto, además que cada llama representa una hora, quizás no podamos cruzar las 12 casas a tiempo — dijo Seiya, la primer llama se apagó. —¡Oh no! Hemos perdido la primera ho...

—¡Terminé!

Mu apareció frente a ellos mostrándoles las armaduras de cada uno ya reparadas y listas para ser portadas. Sin perder el tiempo los chicos se colocaron nuevamente las armaduras sintiendo toda la buena vibra que cada una de ellas emanaban.

—¡Genial! Las armaduras están rebosantes de energía — aclaró Hyoga con una sonrisa mientras veía a Shun.

—Nunca me había sentido tan bien portando mi armadura — Shun observaba sus cadenas, Shiryu sonrió.

—Mi casco ha vuelto a nacer, con esto ya estamos listos para enfrentarnos a los caballeros dorados... Muchas gracias por reparar las armaduras Mu, te debemos está y muchas cosas que has hecho por nosotros — Seiya le miró.

—Recuerden bien lo que les he dicho, nunca vayan a subestimar a los caballeros dorados, pero tampoco muestren miedo antes ellos porque la cualidad de un caballero no tiene que ver con la armadura que viste cada uno de ustedes sino... el cosmos que cada uno emite — los chicos asintieron. —Antes de que se marchen quiero que sepan una cosa, la victoria la consigue aquel que haga valerse por si mismo y haga arder su cosmos al máximo. Los caballeros dorados han desarrollado cualidades muy poderosas gracias a la quinta escencia de su cosmos — decía Mu.

—¿Ehh? ¿La quinta escencia del cosmos? — Seiya y Hyoga dijeron al unisono y le miraron detenidamente.

—Ustedes pensaran que el cosmos se origina por la fuerza espiritual de sus corazones o la capacidad de sus vidas. No obstante deben profundizar más allá de ello hasta que encuentren la misma escencia del cosmos residida en el séptimo sentido — finalizó el pelo lila.

—¿El séptimo...sentido? — preguntó Shiryu.

...

Los chicos partieron a la segunda casa, Tauro. Ya estando en el lugar los caballeros de bronce no sintieron ningún cosmos, mucho menos que hubiese alguien en el lugar.

Al ver que todo estaba despejado Seiya sugirió que todos juntos pasaran por la casa, sin embargo al momento de poner un pie en el templo fueron arrojados por una fuerte ataque proveniente de adentro, Seiya observó que un caballero de complexión musculosa y de estatura alta salía a recibirlos.

—Soy Aldebarán, el caballero dorado de Tauro y el que se atreva a poner un pie en mi casa será aniquilado — dijo el caballero dorado en tono amenazante.

Bienvenidos al arco de las 12 casas

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