Un paso por detrás

Aquel día solamente había podido venir mi madre y estuve un rato charlando con ella mientras comíamos tranquilamente en una de las mesas. Le hablé de Enid que estaba con sus hermanos devorando carne roja. Se la notaba triste, cabizbaja mientras su madre le hablaba.

También de unos compañeros más y de las distintas clases de marginados hasta llegar a ella, Miércoles Addams. Su madre era muy guapa, alta y delgada mientras que su padre y su hermano eran más bajitos y regordetes. 

—Estoy contenta de que hayas hecho amigos—esbozó una amplía sonrisa.

—Sí, me va bien—dije—de momento—fue lo que pensé pues con ella nunca se sabía.

Pedí a la directora que omitieran lo del ataque a mis padres pues se preocuparían demasiado y tal vez me sacarían de allí. Por suerte, no llegó a enterarse.

Mi madre fue a saludarlos conmigo a su lado. Miércoles con su mirada fría la examinaba de arriba a abajo como buscando algo en particular.

—Es un placer ver que Miércoles tiene amigos—su madre me miró y asentí.

—No somos amigos, solamente compartimos dormitorio...nada más—ella desvió su mirada.

—Tan directa y fría como siempre—dije con una sonrisa.

Al ver la cara de mi madre ante tales palabras tuve que intervenir.

—Ah, tranquila mamá—me coloqué al lado de Miércoles—es sólo que no le gusta socializar. Pero es muy inteligente, fuerte, se le da bien la esgrima y es una gran escritora—halagué feliz. Era una sensación increíble poder hablar de ella.

—Ya veo—fue lo único que dijo. Se la veía nerviosa.

—Mi pequeña flor venenosa...me alegra ver que todo va genial—dijo su padre.

—Lo mismo digo—añadió su madre.

Mientras su hermano iba a buscar más comida, sus padres invitaron  a mi madre a beber en una de las mesas para charlar alegremente. Cuando se separaron lo suficiente noté un pellizco en el brazo. Ella me miraba con odio.

—Vuelve a hablar así de mí y...

—Vigila tus palabras...o les diré lo de Tyler—ella abrió los ojos.

Yo empecé a aguantar la risa.

—Tenías...tenías que haberte visto la cara Miércoles...Ja, ja, ja.

—Idiota...

Nuestros padres se marcharon al cabo de unas horas, yo hablé largo y tendido con Miércoles sobre las clases y otras cosas, haciendo tiempo hasta que se fueran. Morticia, que así se llamaba su madre, me agradeció de nuevo el ser su amigo. Su padre me estrechó la mano y su hermano asintió en forma de despedida. Mi madre me dio dos besos y se marcho, de hecho fue en el mismo coche que ellos pues había ido en taxi. 

—Que amables tus padres—dije mientras subíamos las escaleras.

—Son tan amables que resulta una tortura, quiere que sea como ellos.

Abrimos la puerta del dormitorio y encontramos a Enid llorando sobre su cama. Miércoles la ignoró y se fue a sentarse. Le pregunté que le pasaba y me contó todo sobre su madre. Era una situación realmente difícil. Pero no sabía que hacer para ayudarla.

—Poco a poco, todo irá bien. Nos tienes a nosotros

—Te tendrá a ti, no a mí—intervino ella haciendo que llorase más.

—Miércoles...podrías ser de ayuda alguna vez

—Sería una tortura fingir ser alguien que no soy.

Ajax acudió al rescate a los pocos minutos. Le pedí que se llevase a Enid a dar una vuelta para que le diera el aire y se calmase un poco.

Me tumbé mientras Cosa leía una revista y ella escribía. Por mi mente pasaban muchas cosas, y todas relacionadas con mi compañera de habitación. Me armé de valor y me levanté, necesitaba intentarlo aunque fracasase, de lo contrario me quedaría siempre la duda.

—¿Qué quieres?

—¿Tienes un minuto?

—Acabo de terminar mi hora de escribir así que sí...—guardó unos papeles—pero que sea rápido.

Tomé todo el aire posible.

—Quiero que vayamos a una cita, los dos juntos—dije finalmente sintiendo un alivio.

—¿Disculpa?

—Te he ayudado, te he salvado la vida, me has pegado e incluso arriesgado por ti, es lo mínimo y justo.

Ella volteó hacía mí.

—No te pedí nunca tu ayuda

—Lo sé...pero me debes una cita, ¿verdad cosa?—miré a la mano y este levantó el pulgar—¿ves?.

—Maldito traidor—dijo apretando los dientes y fulminando a este con la mirada.

Yo sonreí y ella suspiró.

—De acuerdo, tendrás tu maldita cita.

Me hubiera puesto a bailar de no ser porque me hubiera matado.

—Oye, hay algo que quiero pedirte. Lo he estado pensando un tiempo—dije más serio.

—Ya te lo he dicho, ahora mismo mis preocupaciones y prioridades están por encima del amor

—No, no es eso

—¿Entonces?.

Me senté cerca suyo.

—Siempre que investigamos, nos ataca el monstruo. ¿Podrías usar tus poderes conmigo?, igual vemos algo

—Por fin dices algo con sentido—me agarró la mano y me tocó.

Entonces dio una fuerte sacudida antes de caer sobre mí. Al volver en sí, nos encontramos muy cerca el uno del otro. Podía sentir su respiración y los ojos mirándome, examinando mi alma.

La puerta se abrió de golpe, Ajax y Enid ya más animada al vernos dio un salto de alegría. Enseguida Miércoles se separó de mí.

—Lamentamos interrumpir—dijo el chico con cara de arrepentido.

—No interrumpes nada.

Miércoles me dijo que mañana hablaríamos que no quería decir nada delante de ellos. Enid se besó muchas veces con Ajax antes de cerrar la puerta e irse a dormir. No sin antes esbozarme una sonrisa y guiñarme el ojo.

Por la noche, Enid dormía profundamente y yo salí un rato al balcón.  Al poco salió Miércoles y decidió contarme ya que ninguno de los dos podía dormir. 

—Así que eso es lo que has visto—dije preocupado.

—Sí...

Era una visión donde veía a sus padres angustiados mientras su hermano estaba triste, sentado y pescando en un pequeño lago. Le preocupaba que algo malo ocurriera a su familia.

—Y luego está lo del monstruo, ha arrancado ciertas partes y no sé porque, ¿cuál es su objetivo?—comentó mientras se apoyaba en la barandilla.

—Entiendo—era serio el asunto—te esfuerzas demasiado.

—Hay un monstruo suelto—dijo—y siempre va un paso por delante.

Me acerque por detrás y la abrace. 

—¿Acaso quieres morir?

—Puede...no lo sé...—el perfume que usaba me llenó las fosas nasales.

—Voy a torturarte lentamente sino me dejas ir

—Está bien...acepto el castigo—susurré en su oído.

Pero no hizo nada, nos quedamos un rato en aquella postura. Le dije que la ayudaría en todo, que contase conmigo para lo que fuese.

Nos separamos cuando notamos que el sueño ya estaba en nosotros.

Al día siguiente, me quede a cuadros cuando vi que Enid nos había hecho una foto. Miércoles casi le pega y empezaron a discutir. Yo sonreí viendo la escena antes de que la chica lobo abandonase la habitación corriendo entre risas.

—Todo es culpa tuya—me dijo—sino me hubieras abrazado...

Fui hasta ella y le levanté el mentón.

—Me gustan tus ojos, y como me miran. Hoy tenemos visita de padres, recuerda que estoy contigo eh—dije recordando la visión.

—Gracias.

Sonreí y ambos salimos de la habitación para ir a verlos de nuevo.

Allí estaban ellos, menos mi madre. Al mirar el teléfono, vi un mensaje suyo que decía que le había surgido un problema de última hora en el trabajo. Así que aquel día estaría yo sólo. Vi a los padres de Miércoles y solamente les saludé, quería que tuvieran intimidad en un día como ese.

Me quedé comiendo sólo en una de las mesas, sentía ciertos celos de ver como el resto estaban con sus padres menos Xavier que estaba acostumbrado. Hablamos largo rato sobre las clases, Bianca, Miércoles y otras cosas hasta que una de las puertas se abrió y entró el sheriff del pueblo acompañado de otros agentes.

—Gómez Addams, quedas arrestado por el asesinato de Garret Gates—anunció este mientras se acercaba y lo esposaba.

Todo el mundo se quedó impactado ante el anuncio. Recordé la visión de Miércoles y enseguida mis ojos buscaron los suyos. Estaba quieta queriendo intervenir. Cuando se marchó, la gente empezó a murmurar y me acerque a ellos.

—Miércoles...yo...

—Mi padre es inocente

—Y te creo, ¿qué necesitas?—pregunté sin dudar.

—Está vez lo haré yo sola—respondió.

—Pero...dijimos que estaríamos juntos

—Te necesito aquí en la academia, para que me informes de todo. Esto es un asunto de familia—me dijo seria.

—Entendido—asentí—te informaré de todo.

—Gracias.

Ellos se marcharían a Jericó para tratar el asunto. Me despedí de ella y su familia. Les dije que les deseaba toda la suerte del mundo y que todo fuera bien. Un hombre alto llamado Largo era el chófer de la familia.

Fueron días muy tranquilos en la academia. Yo estaba con las clases y a mi ritmo pero no escuché nada sospechoso. El cotilleo del padre de Miércoles estuvo en boca de todos durante unos días. Enid con Ajax besándose mientras yo me marchaba de clase para dejarlos a solas.

Un día, más pronto de lo imaginado, Enid me gritó que Gómez quedó libre y ella regresaría ese mismo día. Justo entró por la puerta.

—¡Enhorabuena!—dijo ella abrazándola.

—Ya os dije que era inocente.

Me puse delante suya y también la abrace.

—Te hemos echado de menos—dije—esto se hacia demasiado aburrido sin alguien que no intentase destruir todo—Enid y yo nos reímos.

—Pues ya he vuelto—todo con una cara y tono frío.

Miércoles me dijo que había aprendido algo sobre sus poderes gracias a su madre, la cual decía que ella era una paloma mientras Miércoles representaba a los cuervos porque todo lo que veía era negativo. Me dio la mano pero está vez no sucedió nada de nada.

—Descansa por ahora, han sido unos días duros—ella negó.

—No ha sido para tanto, he desenterrado un cuerpo y—pero Enid le paró los pies diciendo que no quería escucharlo.

Ella se marchó para ir a ver a Ajax. Ahora quedaba lo del monstruo donde Miércoles me dijo que sospechaba de Xavier, le había seguido y visto sus dibujos como el monstruo o el de la cueva que más tarde acabó siendo destruida por alguien.

—¿Sospechas de él?

—De todo el mundo menos de ti, ya que estabas cuando el monstruo atacaba. Pero sigo sin saber que clase de criatura es

—Yo no entiendo mucho sobre eso.

—He buscado en los libros de la biblioteca pero nada, no coincide con ningún registro.

Ella dio unas cuantas vueltas por la habitación pensativa. Yo entendía su preocupación pero le dije que de momento lo dejase estar, que necesitaba descansar un rato para aclarar las ideas. 

—Tienes razón.

La tranquilidad duró hasta que alguien escribió una frase en la hierba, fue algo aterrador pero Miércoles dijo que era bueno pues indicaba que estaba más cerca de lo que pensaba.

Al día siguiente entramos al dormitorio y parece que interrumpimos a Miércoles ya que estaba con muchas velas y en la oscuridad.

—Estaba intentado contactar con Goody—dijo mirándonos.

—Ya...

—Eso es nuevo—dije yendo a mi escritorio.

Miércoles se paso toda la mañana dando vueltas al asunto. Estando a solas, me dijo que tenía que ir a la mansión Gates. Yo enseguida quise unirme pero me dijo que debía quedarme en la academia por si alguien volvía a escribir o hacer algo después de lo sucedido con el césped.

Enid me habló más tarde a solas y me dijo que tenían pensado organizar un cumpleaños sorpresa a la joven. Preparamos todo con cuidado y le dejamos una nota antes de irnos al lugar indicado. Se hizo eterno la espera, pero por fin llegó. Ocultos en la oscuridad del sitio, vimos entrar a la joven y le dimos una grata sorpresa.

Me alegró mucho el ver que a pesar de las discusiones y cierta tensión en el ambiente durante las clases, habíamos podido organizar un buen cumpleaños.

Le cantamos el cumpleaños feliz y vimos su expresión facial.

—Un año menos para reunirme con la muerte—fue lo que dijo.

Examinó el lugar y vio unas letras en latín, la primera parte de la frase que habían escrito en la hierba de la academia cuando tuvo una visión, así de pronto. Recobró el sentido al cabo de un rato y dijo que todo estaba bien. Me asustó un poco porque no me lo esperaba para nada. Y sus visiones eran oscuras.

Tras estar un rato juntos y comer la tarta, nos marchamos a nuestros dormitorios porque ya era tarde. Enid le dio una bufanda negra que Miércoles se negaba a usar, iba a juego con la suya mucho más colorida y de color rosa. Por parte de su familia recibió un juego de instrumentos para poder hacer...''experimentos'' con animales. Enid casi vomita.

Ajax llamó a Enid para verse un rato dentro antes del toque de queda. Yo aproveché y le di mi regalo; un libro que hablaba de monstruos, sangre y sacrificios. Mientras lo miraba por encima, atenta a la letra, le di un pequeño beso en la mejilla.

—Felicidades—dije algo avergonzado.

Nos quedamos cada uno en nuestro lado, leyendo sin decir nada y disfrutando del silencio hasta que nos acostamos. Yo feliz de haberle dado un pequeño beso, aunque hubiera sido en la mejilla y durante un breve instante.

Al día siguiente, nos llegó la noticia de que el alcalde Walker había sido atropellado. Y luego me enteré de que Miércoles había estado cerca para verlo y fue interrogada. De una forma u otra siempre estaba en el medio. Y como ya era de noche, nos fuimos a dormir aunque estaba cansado de no encontrar respuestas y zanjar el tema de una buena vez. Siempre se adelantaban a nuestros movimientos.

—Debe haber algo—pensé sentado en mi cama.

Pero decidí que Miércoles era mejor que yo en esos temas. Y así pasó otro día.

 Esa noche ocurrió algo inesperado. Miércoles tenía algo en mente y le dijo a Enid de tener una noche de chicas. Me pareció raro pero no le di mucha importancia cuando ambas se marcharon, una más feliz que la otra.

Al regresar, me contaron todo y me enfadé sabiendo que habían ido con Tyler a la mansión de los Gate. Encima habían sido atacados, encontraron las partes de las víctimas que luego el sheriff no encontró ya que lo habían limpiado y Miércoles había sido castigada, o mejor dicho, expulsada de la academia. Estaba enfadada pues necesitaba quedarse para seguir con la investigación. Yo aún cabreado, no sabía que hacer. 

—Me lo podías haber dicho a mí...en lugar de Tyler

—Él tiene coche, necesitaba que me llevase

—Y yo podía ir en un asiento.

Ella me miró.

—Fue mi decisión

—Está bien.

Enid nos interrumpió.

—Chicos...ha muerto el alcalde—nos giramos a ella y nos enseñó la noticia en su portatil.

Esa noche fue silenciosa. Enid aún tenía el susto en el cuerpo, Miércoles analizaba y leía las noticias mientras pensaba en quien podía ser el culpable, y yo, yo estaba escuchando música mirando a la nada. Enfadado y triste porque sentía que no tenía su confianza.

La mañana siguiente estaba marcada por la lluvia junto a un cielo gris, como esos que le gustaban tanto a Miércoles. Enid ya estaba abajo desayunando con Ajax antes de que todos los alumnos asistieran al funeral del alcalde. Yo estaba a punto de salir por la puerta cuando Miércoles me detuvo.

—¿Qué quieres?

—Lo siento, por no haberte contado nada.

Yo suspiré.

—La culpa es mía...ya debería estar acostumbrado a esto.

Pero me agarró del brazo.

—Ya te avisé, tengo mis prioridades ahora mismo y necesito resolver estos asesinatos

—Dime una cosa

—¿Qué es?

—Cuando esto acabe...¿hablaremos de esto?, ¿de lo que somos y eso?—pregunté más serio que nunca.

—Te lo prometo—respondió alzando su dedo meñique.

Lo estreche con el mío.

—Ahora vamos a dar caza a ese monstruo.

Nos miramos, asentimos y salimos por la puerta.

Continuará...

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