Capítulo 20

Domingo

Regina se había levantado temprano, ese día era el almuerzo "familiar" y realmente estaba ansiosa, Gold había llamado a Elizabeth y por suerte ese día no tenia turno en el hospital, ambas mujeres habían aceptado llegar para el almuerzo, ninguna de las dos sabia que estaría presente él novio de Regina, así como Thomas creía que el almuerzo solo seria entre ellos tres, sera realmente divertido ver como resultaba todo

Regina decidió preparar su famosa lasaña, había enviado a Gold con una lista de compras al supermercado y ella limpiaba un poco la casa por mientras, cuando su padre regresó con las cosas que le había encargado se puso "manos a la obra" para preparar el almuerzo, Gold "ayudaba" leyendo el periódico en el patio frente a la piscina, para no molestar, cuando la lasaña ya estaba en el horno, Regina subió para darse una ducha dejó la ropa que usaría sobre la cama y entró al baño, salió y se vistió

Opto por ponerse un vestido rojo tipo coctel que le quedaba estupendo, un poco de maquillaje y bajo a la cocina para revisar la lasaña, luego comenzó a poner la mesa, dejó las flores que Thomas le había dado como decoración en el centro de la mesa, la comida estaba lista y la hora del almuerzo se acercaba

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Gold ya estaba listo, se había puesto una camisa con mangas largas en color blanco con un estampado azul

Estaba preparando unos cocteles cuando el timbre sonó, Regina fue a abrir y era Liz & Kiara

Ambas saludaron a Regina e ingresaron a la casa, Elizabeth fue a saludar a Gold mientras Kiara se quedó con Regina para platicar, el timbre sonó una vez más y mientras Regina iba a abrir la puerta, Kiara se acercó para charlar con Gold.

Era Thomas

—Hola hermosa— dijo él al verla y aprovechó para acercarse a ella y besarla

—Hola— respondió ella

Escucharon como Gold hacia ruido con su garganta

—Ambos nos harían el honor de entrar por favor— pidió él

Regina soltó una risita cómplice, luego tomó la mano de él y ambos ingresaron a la casa

—Sr. Goldsmill— saludo Thomas de manera educada, mientras le ofrecía un apretón de mano

—Creó que debemos dejar los formalismos, ahora que sales con mi hija, llámame Robert— sugirió Gold

—Está bien— respondió Thomas

—Amor— dijo Regina captando la atención de Thomas— mira ellas son Elizabeth la novia de mi papá y Kiara mi hermana—presentándolas

Luego de eso todos conversaban y Regina les pidió que pasarán al comedor, todos tomaron asiento, mientras Regina iba a la cocina para traer la comida

—¿Te ayudo con algo?— preguntó Kiara quien acababa de ingresar a la cocina

—Claro podrías llevar esto— dijo mientras le entregaba un recipiente que contenía la ensalada

—Está bien, pero antes— habló ella con picardía en su voz

—¿Qué paso?— preguntó Regina

—¿Cuándo pensabas decirme que tenias un novio tan guapo?— cuestionó Kiara

Regina soltó una carcajada

—Quería contártelo, pensaba hacerlo después, lo que ocurre es que apenas ayer nos hicimos novios— confesó Regina

Al parecer eso había bastado para saciar la curiosidad de la joven, así que tomó el recipiente y lo llevó a la mesa, segundos después Regina llegó con la lasaña, Gold servía el vino y le ofrecía un refresco de Cola a Kiara, el almuerzo paso de lo mejor, todos habían disfrutado tanto de la comida y ninguno podía dejar de elogiar a Regina por lo que había preparado, parecían una verdadera familia, todos juntos, luego del almuerzo pasaron a la sala y comenzaron a jugar "Monopoly"

Gold & Elizabeth habían resultado ser muy competitivos, pero sin lugar a dudas todos se habían divertido mucho, era ya de noche, por lo que Elizabeth y Kiara se despidieron, habían llamado a Liz porque surgió una emergencia en el hospital y Kiara se quedaría en casa de unas amigas, Gold decidió subir a su oficina y dejar a la pareja un momento a solas, ambos estaban sentados en el sofá y seguían riéndose por las cosas que habían pasado mientras jugaban, el teléfono de Regina sonó, ella lo tomó y descubrió que era un mensaje de Keyla la estaba invitando a bailar

—Thomas de casualidad conoces el club nocturno "Había una vez"— le preguntó ella

—Claro preciosa ¿Porqué?, ¿Te gustaría ir?— dijo él

—Una amiga nos está invitando ¿Te gustaría ir?— dijo ella

—Claro, aunque no soy muy bueno bailando— admitió él

—No importa— respondió ella mientras lo besaba

Le confirmó a Keyla que iría, pero que llevaría a alguien con más con ella, Keyla respondió contenta y dijo que entre más personas más diversión había, Regina subió por una chaqueta y un pequeño bolso de mano y se despidió de Gold, la pareja condujo al lugar

El ambiente era muy movido, habían muchas personas bailando, bebiendo y la música estaba buena

Thomas había tomado la mano de Regina, ambos caminaban en medio de la multitud, de pronto vio a su amiga cerca de la barra

Rápidamente se acercaron, Regina presentó a Thomas y Keyla, segundos después llegaba Rodrigo

Luego de que Regina presentara a Thomas con Rodrigo, todos decidieron ordenar una bebida

Keyla había ido a bailar un chico que la había invitado, Rodrigo estaba ordenando una bebida más, Thomas tomó a Regina por la cintura y le hablo al oído

—¿Estás segura que tus amigos no son pareja?— mencionó él

Ella se volteo para quedar frente a él y habló

—Creía que era la única que podía ver la tensión que surgía entre ellos— dijo mientras los miraba

—¿Cuánto tiempo crees que les tomé darse cuenta de lo que sienten?— preguntó

—No lo sé, pero tal vez nosotros podemos ayudarlos— sugirió ella

—¿Ahora tomarás el papel de cupido?— declaró Thomas

Regina solo le brindo una sonrisa coqueta antes de alejarse de él, Thomas se preguntaba ¿Que haría su novia?, Regina camino hasta estar cerca de sus amigos y les dijo ¿Qué les parece si vamos a bailar? Los dos aceptaron, así que ella camino hasta donde su novio se encontraba y le tomó la mano, los cuatro caminaban hasta la pista, sonaba una canción muy buena y comenzaron a bailar, Thomas & Regina reían ya que ambos "bailaban de manera espontánea"

Mientras que Rodrigo y Keyla eran verdaderamente buenos, la canción terminó y ambas parejas seguían bailando, una canción más, para cuando la cuarta canción estaba por sonar Thomas & Regina salieron de la pista, había sido suficiente baile para ellos, así que estaban sentados tomando una bebida, habían pasado aproximadamente dos canciones más para cuando sus amigos se acercaron a donde ellos se encontraban, ambos tenían una bebida en sus manos la cual habían tomado muy rápido, como si de agua se tratase, se encontraban pidiendo más alcohol y estaban que se caían de borrachos, se reían por todo, pero no se habían separado, todo este tiempo habían permanecido juntos, creó que es hora de irnos les había dicho Regina, pero sus amigos la habían ignorado, estaba claro que ninguno de los dos se encontraba en capacidad de manejar hasta su casa y ella tampoco podía dejarlos ahí abandonados, así que le pidió ayuda a Thomas y entre los dos lograron subirlos al auto de la morena, habían decidido que ella los llevaría hasta su casa, era una suerte que fueran sus vecinos, Thomas iba conduciendo detrás de ella por si ocurría algo, habían llegado y Regina tenía que admitir que no había sido un trayecto nada fácil, ambos reían sin control, trataban de quitarse el cinturón de seguridad y amenazaban con que estaban a punto de vomitar a cada momento, cuando al fin llegó a la casa de Rodrigo había agradecido al cielo, bajo del auto y segundos después Thomas estaba estacionando a la par, le ayudó a llevar a Rodrigo dentro de su casa, luego fueron por Keyla pero ella insistía en que quería quedarse en casa de Rodrigo, ninguno de los dos puso objeción alguna por lo que la llevaron a dentro también, Regina había bajado por una jarra de agua y busco algunas pastillas para la migraña, las dejo cerca de la mesa de noche junto a una nota y luego ambos abandonaron la casa

—Resultó ser una noche bastante entretenida— dijo Thomas recordando todo lo que había pasado esa noche

—Sí— confirmó ella riéndose— Al menos nosotros solo tomamos un poco— agregó

—Bueno yo no hubiera tenido problemas de cuidar de ti si te hubieras emborrachado— admitió él mientras se acercaba a ella

—Es bueno saberlo— comentó mientras pasaba sus dedos por el cabello de él, Thomas no resistió mas y besó a Regina, sus manos curiosas viajaban por su cintura, luego la pegó contra el auto y este emitió el característico sonido de la alarma de seguridad siendo activada, por lo que ambos tuvieron que parar, Thomas apagó la alarma y se acercó nuevamente a Regina

—¿En que estábamos?— preguntó él mordiendo levemente su lóbulo

—En que ya te ibas, porque mañana debemos ir a trabajar— respondió mientras mordía su labio inferior de una manera extremadamente sexy

—Vamos bonita— dijo el besándola nuevamente

—¿No creo que sea apropiado hacerlo afuera?, sabes podría ser considerado un delito por realizar actos indebidos en la vía pública— argumentó graciosa

—¿Podríamos entrar a tu casa entonces?— sugirió

—Podríamos, ciertamente, pero mejor continuamos otro día— dijo ella antes de darle un besó en los labios y correr a su casa

Thomas se había quedado estático en su lugar, cuando reaccionó Regina ya había entrado en su casa, así que tomó su teléfono y le escribió un mensaje

—¡Esto no se va a quedar así Regina!, me las pagarás— gritó

—Será divertido ver lo que planeas, te veo mañana, buenas noches— dijo ella

Regina seguía riéndose, sabía que había sido un poco mala con él, pero estaba segura de que si seguían con ese juego, ninguno de los dos hubiera podido parar y no estaba dispuesta a darle un espectáculo de esas proporciones a sus vecinos e incluso contemplo la posibilidad de que entraran a su casa, pero ahí estaba su padre y recordó la regla que ella misma había sugerido, estaba segura que podrían continuar con eso en otro momento, además quería descansar, ese había sido un día muy largo y mañana tendría muchas cosas que hacer en su oficina.

Lunes

Regina se levantó y bajó para tomar el desayuno, su padre ya estaba listo y se veía muy concentrado leyendo unos papeles

—Buenos días— saludo ella

—Buenos días— respondió Gold

Regina tomó una tasa y se sirvió café

—¿Porqué tú auto está estacionado en casa del vecino?— cuestionó él de manera curiosa

—Larga historia— dijo mientras se ruborizaba y prefirió tomar de su café para tratar de calmarse

—Está bien— dijo él ya que no quería seguir preguntando sobre eso

—Que tengas buen día— declaró Gold mientas guardaba los papeles que antes leía y se acomodaba la corbata

—Esperó que tú también tengas un buen día— respondió Regina, Gold simplemente le sonrió y luego salió de la casa

Regina subió a cambiarse, cuando estuvo lista partió rumbo a su trabajo.

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Llegó a la agencia y como siempre saludaba a las personas que se encontraba en el camino, ya en su oficina encendió su ordenador y comenzó a trabajar, tenía algunas visitas agendadas, escuchó unos pequeños toques en su puerta y pronunció simple "adelante"

Era Rose (la asistente de Thomas) Regina la había visto algunas veces, pero no había cruzado palabra con ella

—Buenos días— dijo ella

—Buenos días— respondió Regina

—Lamentó molestarla Srita. Goldsmill, pero el Sr. Campbell me pidió que le entregará esto— dijo mientras le daba una caja blanca

—Está bien Rose, muchas gracias— expresó ella

La joven salió de la oficina de Regina

Ella tomó la caja y al abrirla descubrió unas pequeñas manzanas con caramelo, había una nota que decía: "Esperó te gusten las manzanas con caramelo"— Thomas

Regina tomó una y probo un poco del caramelo y no estaba tan dulce, luego decidió darles una pequeña mordida y segundos después la escupió, aquello no era una manzana, ¡Era una cebolla!

Abrió uno de sus cajones, ahí siempre mantenía un paquete de chicles de menta, rápidamente comenzó a masticar uno para quitar así el mal sabor de boca, al levantar las otras manzanas descubrió que Thomas le habia enviado un mensaje donde le escribió:

"Jajaja espero hayas disfrutado de mi venganza"

Regina se molestó, pero decidió hacer algo mejor, metió las manzanas de nuevo en la caja, salió de su oficina y camino hasta la oficina de Thomas, agradecía que "Rose" no estuviera ahí, no sabía en qué momento la chica había comenzado a caerle mal, pero dejo esos pensamientos de lado, abrió la puerta de la oficina de su novio e ingresó a la misma

—Buenos días amor— dijo ella sonriéndole

—Buen día preciosa, veo que ya recibiste mi regaló, ¿No lo has abierto aún?— preguntó él

—No, estuve revisando unos papeles, pero decidí venir y abrirlo contigo— mencionó dulcemente

Ella abrió la caja y se hizo la sorprendida, pero no me parece justo que yo me las coma sola, toma una dijo ella mientras le daba una manzana

—No Regí, mejor la pruebo más tarde— dijo él

—Solo una mordidita— pidió ella

Thomas sabía que no podía negarse

—Pero solo le daré una mordida pequeña y luego tú te comes la tuya— sugirió Thomas

—Si amor— respondió ella inocentemente

Thomas tomó una bocana de aire y luego le pegó una mordida tratando de "actuar normal"

—Ahora tú turno— declaró él

Un sonido en la puerta los hizo detenerse, Regina colocó la manzana en la caja mientras la puerta se abría

—Buenos días— dijo Edith mientras entraba a la oficina

—Buenos días— respondieron ambos

—¿Esas son manzanas con caramelo?— preguntó al ver que Thomas mantenía la de él en su mano

—Sí, Thomas estaba por convidarme una, pero acabo de desayunar, así que porque mejor no la toma usted— sugirió ella amablemente

—¡No!— gritó Thomas

—¿Porqué?— cuestionaron Regina y Edith a la vez

—No están tan buenas, la próxima vez no compraré en esa tienda— dijo él

Pero Edith ya había tomado una y le había pegado una gran mordida

Segundos después escupió todo

—¿Qué clase de broma es esta?— declaró Edith mirando seriamente a Thomas

Regina fue por un vaso de agua para dárselo a Edith y ella le agradeció

—Es tú culpa por andar de curiosa— acusó Thomas a su hermana

Edith se acercó a Thomas y le golpeó la mano con un lápiz (él tenia la mano apoyada sobre el escritorio)

Thomas rápidamente dio un gritó de dolor

—Creó que encontré a la persona que me remplazara en las juntas con los nuevos socios— dijo mientras sonreía

—No, eso no es justo Edith tú sabes que odio esas juntas— expresó rápidamente Thomas

—Lo siento hermanito— dijo ella sonriendo victoriosa

Regina aprovechaba la oportunidad para tratar de escapar de ahí

—¿A dónde vas Regina?— delató Thomas

—A mi oficina, solo estaba aquí para que acordáramos la hora para ir a mostrar la nueva casa, así que ya no tengo nada más que hacer aquí, con su permiso— dijo ella mientras salía de la oficina

En cuanto estuvo afuera soltó una gran carcajada, todo había salido mejor de lo que hubiera podido imaginar

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Regina estaba tomando su carpeta, camino hasta el estacionamiento y subió a su auto, miro la hora una vez más ¿Porqué Thomas aún no había llegado? Se preguntaba, minutos después él llegó, simplemente abrió la puerta del copiloto y se subió, después abrocho sus cinturón de seguridad sin decir una sola palabra, Regina decidió ignorarlo y simplemente arrancó el auto, antes de llegar a la propiedad, Regina se orilló un poco y en seguida pegó un frenazo, Thomas la miró asustado

—¿Qué te pasa?— preguntó él

—La verdadera pregunta es ¿Qué te pasa a ti?— dijo ella mientras se quitaba el cinturón de seguridad y se giraba un poco para verlo

—¡Yo no fui el que freno de un solo!— acusó actuando inocente

—Sabes a lo que me refiero— dijo ella perdiendo la poca paciencia que le quedaba

—Realmente no entiendo a que te refieres— mencionó el

—Esta bien cariño— dijo con voz sarcástica— Te lo explicó, a la hora del almuerzo te escribí para que comiéramos juntos y ¿Qué fue lo que paso?, tú no respondiste, llamé a tu oficina y tú amable asistente— rodo los ojos al recordar a la tal Rose— Me dijo que no podías recibir llamadas de nadie porque estabas ocupado, sabias a qué hora debías estar en el estacionamiento para ir a ver la casa y llegas tarde, subes al auto y me ignoras, pero sobre todas las cosas tienes el descaro de hacerte el desentendido, créeme que realmente no te entiendo— admitió ella mientras golpeaba su cabeza con las palmas de sus manos debido a la frustración que sentía

—No creó que sea el momento para hablar de eso, debemos ir a mostrar esa casa— dijo él

Ella solo lo vio con cara de incredulidad, se colocó el cinturón de seguridad nuevamente y condujo hasta el lugar.

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Habían vendido la casa, Thomas & ella habían logrado dejar sus diferencias personales fuera de los asuntos del trabajo, Regina guardaba el contrató dentro de sus papeles, Thomas aprovechó que ella estaba distraída para tomar sus llaves, luego subió al auto y se sentó en el asiento de conductor, cuando Regina lo vio quería ir y bajarlo, pero decidió no luchar contra la corriente, subió al asiento de copiloto y Thomas arranco el auto, tomó una ruta diferente a la que usaron para llegar ahí, Regina no le tomo importancia, simplemente mantenía la mirada fija en la ventanilla prefería ir observando todo, de pronto el auto se detuvo y acto seguido Thomas bajo del auto, camino a la puerta de Regina para abrirla y ayudarle a bajar

Regina lo vio y se rehusaba a bajar

—Vamos amor, no eras tú la que insistía en que habláramos— declaró

Ella aceptó y entraron a un pequeño bar

—Este lugar es de un amigo y me hizo el favor de dejarnos pasar para que hablemos— mencionó

El lugar estaba desierto y era un poco obvio, el local abría hasta más tarde

Thomas fue por un par de bebidas y le entregó una a ella

—¿Ahora me dirás que te pasa?— preguntó Regina mientras tomaba un trago

—La verdad temí haberme sobrepasado con la broma y que estuvieras molesta— admitió él— ¿Tendré que prepararme para recibir tú venganza?— agregó un poco preocupado

—Creó que ya tuviste suficiente castigo con lo de Edith— afirmó mientras reía

—Ni me lo recuerdes, esperó que con la sorpresa de la fiesta logré olvidar esa idea— tomando un trago de su bebida

Thomas terminó su bebida y caminó hasta colocarse detrás de Regina y la abrazó

—¿Entonces eh recibido el perdón de mi hermosa novia?— preguntó él

—Sí— dijo ella mientras lo besaba— Con el tiempo eh aprendido que no se debe discutir por cosas sin sentido— confesó gracias a las enseñanzas que su tiempo como Reina Malvada le habían dejado

—¿Creó que deberíamos regresar a la empresa?— sugirió él

—Lastimosamente sí— respondió ella mientras mantenía su cabeza entro su pecho, ambos seguían unidos en un tierno abrazo

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Llegaron a la empresa y todo siguió su curso normal hasta la hora de la salida, Thomas fue a la oficina de Regina, amaba verla, la forma en la que arrugaba su nariz cuando leía, como mordía un lápiz cuando se encontraba pensativa, como se relamía los labios cuando trataba de decir algo importante, el sonido que sus uñas creaban al chocar con el escritorio cuando se sentía nerviosa, realmente era muy afortunado al tener a una mujer como ella siendo su novia, Regina había sentido la presencia de alguien invadiendo su espacio personal, lentamente levantó la vista y pudo ver a Thomas observándola, amaba la forma en que él la miraba, trataba de descifrarla, aunque a veces le asustaba ¿Cómo reaccionaría cuando ella le cuente sobre su pasado?, creía que eso ya había quedado atrás, pero de nuevo la atormentaba.

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Thomas había insistido mucho en que él la llevaría, no habría problema en que su auto se quedará en la agencia, Regina aún se preguntaba ¿Cómo este hombre lograba influenciarla tanto?, ahora se encontraba sentada en su auto, Thomas había parado en un lugar de comida rápida y ahora conducía hacia otro lado, no quiso decirle nada más a Regina y ella decidió no hacer más preguntas, llegaron y ella reconoció el lugar, había sido este sitió el "lugar secreto" al que él la había traído hace un tiempo, Thomas tomó las bolsas de comida, saco una manta de la parte de atrás del auto y luego tomó la mano de Regina y ambos comenzaron a caminar, minutos después se encontraban en ese lindo lugar, Regina estaba convencida de que jamás se cansaría de esa vista, era simplemente espectacular, Thomas extendió la manta y luego la invitó a que se sentará junto a él, ambos observaban la ciudad, comenzaron a comer y Thomas hacia ciertas bromas lo que provocó que en más de una ocasión Regina estuviera a punto de ahogarse, luego se recostaron sobre la manta, Regina estaba apoyada en el pecho de Thomas y podía sentir los latidos de su corazón, observaban las estrellas, ella había recordado cuánto amaba tirarse en el suelo y observar el cielo cuando era joven, amaba ver las estrellas en el Bosque Encantado, aunque siempre se ganará un regaño por parte de su madre y un recordatorio de que eso no era digno de una princesa, Thomas disfrutaba de tener a Regina en sus brazos, disfrutaba del aroma de su cabello, ella lograba transmitirle mucha paz, las respiraciones de ambos se habían sincronizado, eran ellos solos en aquel lugar

Poco a poco ambos fueron cerrando los ojos y cuando menos lo esperaron se habían quedado dormidos

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Thomas sentía un gran peso sobre su brazo y su cama se sentía muy dura, abrió un poco los ojos y estaba muy oscuro, luego recordó que no se encontraba en su cama y el peso que sentía se debía a que Regina estaba dormida sobre él

Trato de moverse con cuidado, tratando de no despertarla, pero falló, ella abrió sus ojos y se asustó, luego recordó donde se encontraba, Thomas sacó su teléfono para revisar la hora eran las 2:00 am

—Creó que tomamos una siesta un poco larga— dijo él

—Sí— admitió Regina mientras se estiraba un poco

Ambos se levantaron y sacudieran el polvo que había en sus ropas

—Deberíamos ir a casa— sugirió Thomas

—Me parece bien— dijo Regina

Levantaron las cosas y caminaron hasta el auto

—¿Puedes quedarte en mi casa ya es un poco tarde?— mencionó él vacilando un poco— Puedo también llevarte a tu casa si es lo quieres— afirmó

—Creó que mi padre ya está dormido, no quisiera molestarlo y si no es problema podría quedarme en tú casa— dijo ella.

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Casa de Thomas

Ambos bajaron del auto, Thomas abrió la puerta e ingresaron, ninguno de los dos paraba de reír, realmente había sido una noche muy divertida y es increíble que se hubieran quedado dormidos

—Cariño— dijo Thomas mientras la tomaba de la cintura y la acercaba más y más a él

—¿Qué paso?— cuestionó ella mientras pasaba sus manos por los brazos de él

—Pensé que podíamos hacer algo más divertido— comentó él mientras la besaba con pasión

—Suena interesante— respondió ella mientras le besaba el cuello, luego desabotonaba lentamente uno a uno de los botones de la camisa de él, acto seguido pasaba las manos por su marcado pecho

Thomas no se quedaba atrás y sus manos masajeaban las piernas de ella, luego se detenían en un lugar de su cuerpo que podría ser su nuevo favorito, su trasero, Thomas la subió a la encimera de la cocina él aprovecho y le quitó el vestido, ahora ella se encontraba en ropa interior, Regina sentía que no era justo que el aún mantuviera mucha ropa, así que le quitó el cinturón y luego hizo que se quitará los pantalones, sus cuerpos ardían, se necesitaban, Thomas la tomó y subieron a su habitación, retomaron lo que habían pausado y así paso la noche entre ellos, se amaron y gozaron del cuerpo del otro una y otra vez hasta que ambos cayeron dormidos.

Martes

La alarma sonó provocando que ambos abrieran los ojos

—Buenos días mi reina— dijo Thomas sonriendo

—Buenos días— respondió ella

Ambos seguían desnudos y realmente ninguno de los deseaba levantarse, pero debían hacerlo

—¿Te gustaría tomar una ducha conmigo?— sugirió Thomas mientras se levantaba

Regina sentía que su garganta se había quedado seca, Thomas tenía un cuerpo de infarto, no era necesario hablar, ella solo se levantó de la cama y ambos ingresaron a la ducha, luego de un delicioso baño, Thomas se cambio y Regina lo observaba, ella se había puesto la ropa del día anterior, pero Thomas la llevaría a su casa para que se cambiara y luego irían al trabajo.

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Casa Goldsmill

Regina abrió la puerta y ambos ingresaron, Gold estaba desayunando

—Buenos días— dijo él mientras comía sus hot cakes

—Buen día— dijo Regina mientras lo abrazaba

Luego corrió a su cuarto para cambiarse

Gold y Thomas se quedaron solos, Gold invitó a Thomas a desayunar con él, cuando Regina bajó, ambos se encontraban muy contentos comiendo, Gold le dijo que se sentará con ellos, cuando todos terminaron de comer se despidieron y tomaron rumbo hacia sus respectivos trabajos.

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—Que tengas un buen día amor— dijo Thomas mientas la besaba

—Tú igual— declaró ella sonriéndole

Luego Regina bajo del auto, minutos después Thomas hacia lo mismo, habían acordado no entrar juntos para no levantar sospechas

A la hora del almuerzo Thomas se unió a Regina y Sarah para comer juntos, ambos reían con las cosas que Sarah les contaba

—A media noche desperté a Austin porque tenía el loco deseó de comer helado de menta, como no había en casa el fue a una tienda de 24/7 a buscarlo cuando regresó yo ya me había dormido, el pobre terminó comiéndose el helado ya que "'no quería que se desperdiciara"— contaba Sarah a sus amigos

—Pobre Austin— dijo Thomas ganándose un golpe en el brazo por parte de Regina

Cuando terminó la hora de la comida, todos regresaron al trabajo.

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Regina recibió una llamada de Rose, la chica le dijo que Thomas le pedía que fuera a su oficina, ella se alegró mucho a pesar de que se habían visto en el almuerzo ya sentía que lo extrañaba, cuando entró a la oficina de él, este la recibió con un beso

—Te extrañe— confesó él

—Yo igual— dijo ella mientras limpiaba los restos de labial que habían quedado en los labios de Thomas

Escucharon como alguien tocaba la puerta

—¿Esperabas a alguien más?— preguntó ella

—Sí, ya verás de quien se trata— dijo mientras iba a abrir la puerta

—Hola Tommy— dijo Edith

—Regina— saludo ella muy feliz al verla

Ambas sonrieron amistosamente

—Tomen asiento— dijo él muy galante

—No nos ofrecerás manzanas acarameladas de nuevo— acusó Edith con cierto fastidio

—Claro que no— dijo él

—¿Entonces?— preguntó Regina, realmente le daba curiosidad saber que tenía planeado Thomas está vez

—Bueno hermanita— dijo mientras miraba a Edith— Quería comentarte algo muy importante

Edith solo lo observaba

Thomas tomó la mano de Regina

—Tus predicciones eran ciertas, Regina y yo estamos en una relación— confesó él

Regina lo miraba asombrada

—¡Felicidades!— dijo ella mientras se levantaba y los abrazaba

Minutos después Rose entraba a la oficina con unos cafés y una caja de donas, los tres disfrutaron de las bebidas y las donas mientras conversaban tranquilamente, Edith se sentía tan feliz de ver a su hermano sonriendo de nuevo, ella sabía desde el momento que los vio juntos por primera vez que estaban hechos el uno para el otro, se despidió de ambos ya que tenía trabajo que realizar, pero les aseguró que estaba contenta de que Regina fuera la novia de su hermano y que no debían preocuparse por mantener una relación en el trabajo, Regina le dio un besó mas a Thomas antes de irse, realmente amaba pasar tiempo con él, pero ciertamente debía trabajar, Thomas se sentía dichoso, Edith podía actuar como una verdadera bruja y hacerlo enojar, pero era la única familia que tenia y realmente que ella aprobará a Regina valía mucho para él.

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