Capítulo 2
Mansión Mills
Regina apareció en su recamara y decidió recostarse en su cama, con todo lo que había pasado inclusive había olvidado el hecho de que Gold podría ser su padre, pero ahora estaba confirmado, era hija de la persona que consideró uno de sus mayores enemigos, su madre como siempre manipuló todo a su atojo, engaño a Henry para hacerle creer que ella era hija suya, todo parecía una broma cruel y dolía más porque era la cruda realidad, para ella esta noticia no representaba un cambio significativo, ha estado sola mucho tiempo y así seguiría, sin importar quién sea su padre.
Día Siguiente
Regina logró dormir un poco y se levantó temprano para preparar el desayuno y despertar a Henry, ella pasaría dejándolo a la escuela y de ahí ella se dirigiría a la alcaldía.
Alcaldía de Storybrooke
Todo marchaba tranquilamente, tenía varios papeles que revisar, peticiones de los ciudadanos para considerar, cuando llegó a la alcaldía alcanzo a ver a Robín a lo lejos y le dolió, debía admitirlo y antes de enfrentarlo mejor se apresuró a entrar a su oficina y concentrarse en su trabajo, a la hora del almuerzo no le apeteció ir a Granny's, decidió seguir trabajando hasta que unos golpes en su puerta la perturbaron
—Estoy ocupada hoy, no puedo atender a nadie— afirmó con su característico tono de reina malvada desde su escritorio, no escuchó ningun otro ruido, por lo que pensó que la persona se había ido, pero en ese instante una nube de humo rojo hizo su aparición en medio de su oficina
—Querida que descortés de tú parte no abrir la puerta, pero diremos que todo fue culpa de Cora, se concentró en hacerte infeliz en vez de enseñarte buenos modales, pero eso ya no importa, traje el almuerzo para ambos —dijo Gold con una sonrisa
—Disculpa si cuando escuche la puerta no corrí a abrirte, pero como veras algunos si trabajamos y no creo que debas molestarte en traerme comida—argumentó con cierto enfado
—No es molestia, porque eres mi hija y como tal gozas de muchos privilegios y beneficios querida, además me encontraba en Granny's y me pareció raro que no llegarás, así que decidí traerte el almuerzo —explicó Gold
—Ya que te tomaste la molestia de venir hasta aquí, podemos almorzar juntos — sugirió Regina
—Eso es justo lo que pensaba, ahora cuéntame sobre tu día —solicitó Gold tratando de hacer conversación
—Mi día ah estado llenó de trabajo— sacó la comida que Gold le había traído— Me sorprende que sepas lo que me gusta comer, aunque conociéndote no debería de sorprenderme, sino más bien de asustarme— declaró
Gold solo la observó y se dedicó a comer
—Estuve pensando y me gustaría contarle a Henry lo que descubrimos ayer, es él único que me interesa que lo sepa— mencionó Regina mientras seguía disfrutando su almuerzo
—Nuestro parentesco como padre e hija es reciente, pero me parece bien, le dirás tu sola o ¿Te gustaría que estuviera ahí? —preguntó Gold
—Pensaba en que cenáramos los tres juntos y así le damos la noticia, conociéndolo se alegrará mucho, ¿Te parece bien el viernes a las 6:30 en mi casa?— sugirió ella
—Me parece muy bien, ahora esperó que hayas disfrutado del almuerzo y me retiró debo resolver algunas cosas en la tienda, nos vemos querida —dijo él antes de irse
Después de esa visita inesperada el día siguió tranquilo, era miércoles y el viernes era la cena, Regina ya podía imaginar la alegría que tendría Henry al saber la noticia, ya era tarde así que guardo todo y se dirigió a su casa, esa noche Henry se quedaría con Emma, así que estaría sola, debía pasar por el supermercado comprando algunas provisiones.
Regina estacionó su mercedes negro frente a la tienda y se bajo del auto mientras repasaba mentalmente lo que necesitaba, se tomó un momento para observar a su alrededor antes de entrar, Pongo estaba ahí, seguramente esperando a su dueño, pensó en que ni siquiera tenía una mascota, se acercó para acariciarlo un poco, el por inercia se alejo y le ladro, pero ella le habló y le dijo que esta vez no le haría daño y al parecer el perro le creyó y se dejo consentir, era muy inteligente
Archie llegó de repente y asustó a Regina
—Creía que no te agradaba Pongo —mencionó parándose frente a ella
—Archie —dijo ella— Eres tú, me asustaste— resaltó — ¡No se le habla de repente a una reina! y más cuando esta distraída— añadió
—Lo siento Regina, no era mi intención —confesó Archie algo apenado
—No te preocupes, sé que no era tú intención y no tienes porque disculparte, tienes razón, Pongo no me agradaba, pero lo vi ahí y decidí acariciarlo, no te preocupes ya me voy y para tu tranquilidad no le hice daño —dijo ella mientras se disponía a entrar a la tienda
—Se que no le harías daño— respondió con total sinceridad
— ¿Cómo estas tan seguro de ello?— preguntó ella con mucha curiosidad
—Regina has cambiado, eres una mejor persona, aunque muchos no lo acepten o no lo quieran ver —argumentó él
Esa respuesta tomo por sorpresa a Regina
—Gracias Archie— dijo dulcemente
Ya estaba a punto de entrar a la tienda cuando él habló nuevamente
—Regina si necesitas conversar con alguien, yo estoy aquí para escucharte, sea en calidad de amigo o psicólogo como tú desees, siempre es bueno hablar con alguien recuérdalo, y si quieres hacerlo mañana de 4 a 6 estaré libre en mi consultorio por si quieres ir— sugirió él
—Lo pensaré— fue todo lo que ella le dijo antes de ingresar a la tienda.
Mansión Mills
Regina compró todo lo que necesitaba y fue a su casa, después de cenar subió a su cuarto y leyó uno de sus libros favoritos, a la mitad de la lectura se quedo dormida.
Día Siguiente
Un día normal de trabajo, ese día de nuevo no le apeteció salir a almorzar, pero le pidió a Katherine que ordenara comida para ambas, mientras comía reflexionó y pensó que tal vez era buena opción ir a hablar con Archie, saldría temprano del trabajo e iría a su consultorio.
Consultorio de Archie
Aunque Regina tenía sus dudas cuando decidió ir, estaba contenta por poder hablar con alguien sobre todo, realmente le había ayudado, ahora tenía una idea más clara de lo que quería hacer.
Luego se despidió de Archie y ser marcho a su casa.
Viernes
El día fue muy normal, le había dicho a Henry que después de la escuela se fuera directo a casa, ella saldría temprano del trabajo para preparar la cena, prepararía su famosa lasaña, ya eran las 5:30 p.m Henry ya estaba ahí y la comida en el horno, así que se fue a duchar y a cambiarse, Henry no sabía que su abuelo vendría a cenar esa era una sorpresa, 5:50 p.m Regina esperaba ansiosa en la sala en compañía de Henry, la lasaña ya estaba lista y se estaba enfriando, 6:00 p.m y Gold llegó justo a tiempo, Henry se sorprendió cuando escuchó el timbre, pero al ver que era Gold se alegró mucho, cenaron y mantuvieron una conversación fluida, a la hora del postre Regina sintió que era el momento correcto de hablar y le contó que Gold era su padre, Henry como ella lo había imaginado se alegró mucho de que su madre tuviera a alguien más como familia y siguieron hablando, Henry sugirió que vieran una película y eso hicieron, ya era tarde y Gold se despidió cálidamente de ambos antes de marcharse.
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1 semana después
Luego de su plática con Archie, Regina supo que era lo que haría, primero debía confirmar algunas cosas y resolver algunos asuntos antes de marcharse para siempre de Storybrooke
Conversó con Henry y le preguntó si él sería capaz de perdonarla sin importar lo que hiciera, a lo cual él le contestó que sí, ya se había equivocado antes cuando descubrió lo de la maldición y ahora sabia que ella lo quería y él a ella, así que si lo haría
Después habló con Emma y aunque pareciera descabellado la hija de su peor enemiga era su única amiga, Regina le hizo prometer a Emma que siempre cuidaría de Henry y ella así lo hizo, pero la rubia le pidió que no intentará ninguna locura,
De ahí solo quedaba una última cosa por hacer, hablar con su padre.
Tienda de antigüedades de Mr. Gold
—Buenas tardes Gold— dijo Regina ingresando en la tienda
—Querida, que gusto verte, ¿Qué tal has estado?— preguntó Gold
—Bien, pero no eh venido a hablar de eso, más bien estoy aquí porque quiero hacer un trato contigo —explicó ella— antes de que me lo preguntes, te lo diré, necesitó que me ayudes a proteger mi bóveda, quiero resguardar todos mis objetos mágicos de las manos equivocadas, a cambio te daré lo que quieras de ahí, necesito arreglar eso antes de irme— comentó como si nada
—Primero a los parientes cercanos no les cobro los tratos, segundo si no hubieras necesitado mi ayuda ¿Me hubieras contado que piensas irte?, Regina soy tú padre y aunque no lo creas me preocupo por ti— declaró
—Realmente no pensé que te interesaría saberlo, pero tienes razón, lo más probable es que no te lo hubiera dicho, yo solo quiero irme de aquí y dejar todo atrás, tratar de comenzar de nuevo, resurgir, renacer, estoy cansada de esta vida y si mi destino es la desgracia, no importa si estoy aquí o en otro lugar, las cosas simplemente sucederán—dijo ella
—Solo tengo una pregunta ¿Dejarías que te acompañe en el viaje?— solicitó
— ¿Porqué harías eso?— cuestionó asombrada— tienes a Belle, ella te ama, no tienes motivos para dejarla, además no soy una chiquilla que necesita que la cuiden, entonces ¿Me ayudarás o no?— advirtió en tono serio Regina
—Dices que no tengo motivos para dejar a Belle, pero ella ya no está dispuesta a perdonarme, a pesar de que me ama ya no quiere regresar a lo mismo, creó que esta vez si la perdí para siempre, no puede olvidar el hecho de que de nuevo haya elegido el poder sobre ella, me lo dijo y lo vi en sus ojos, lo mejor sería que me fuera y la dejara libre así ella podría hacer su vida feliz ¿Qué dices? Y si me dejas acompañarte te ayudaré Regina— manifestó
—Si es así entonces ¡Ven conmigo!, ambos nos podremos ir de aquí y comenzar de nuevo —dijo muy entusiasmada
—Te molestaría retrasar tu viaje 3 días para arreglar todos mis pendientes, de igual forma nos iremos de este pueblo sin que los demás se enteren —aseguró él
—Está bien— contestó ella
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Pasaron los tres días, Gold y Regina ya estaban listos para partir, habían guardado todos los objetos, pociones y libros mágicos peligrosos en la bóveda de Regina, con un hechizo de sangre mezclado imposible de romper, Gold organizó todo, desde el lugar donde se quedarían hasta a que se dedicarían en esta nueva vida, Regina había hecho algo así pero no tan preciso, además lo había planeado para ella sola, acordaron ir a un sitito distinto a Boston o New York, ya que serian los primeros lugares donde los buscarían ¿Si es que los buscaban? Al parecer California era un buen lugar, dejaron cartas para Belle y Henry, Regina también organizó los papeles de la alcaldía adjuntando algunas indicaciones para Mary Margaret, quien debería hacerse cargó y agregó además los papeles de adopción de Henry, Gold le dejó su casa y la tienda a Belle.
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Llegó el día, todo estaba listo, llevaban un equipaje ligero, habían transferido su dinero a otras cuentas y esa mañana Gold lanzo un hechizo para darles tiempo, no era nada malo, solo haría que todos los habitantes durmieran un poco más y no notarán un cambio en la hora/tiempo y así les diera a ellos mas oportunidad de avanzar.
Frontera de Storybrooke
—Ya es hora, y así es como dejamos todo atrás —dijo Gold
—Así es, al fin podremos ser libres y olvidar todo lo que nos a hecho daño —afirmó Regina
—Pase lo que pase, de ahora en adelante nos tenemos el uno al otro y siempre cuidaré de ti hija— declaró antes de que ambos cruzaran la línea
Gold y Regina se alejaban de Storybrooke, en ese preciso instante sintieron como todo quedaba atrás y un gran alivio los llenó, este era su nuevo comienzo.
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