Lunes

Regina preparaba un desayuno saludable, mientras Gold se quejaba de que eso no le agrada mucho, él prefería un buen desayuno, pero término comiendo lo que Regina había preparado, luego de eso cada quien tomó camino a su trabajo

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Rumple revisaba los papeles de su más reciente caso, el día era tranquilo recibió una llamada de Elizabeth, una bella mujer que conoció hace unos días gracias a sus amigos, habían quedado de acuerdo para almorzar juntos

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Regina estaba a punto de salir de la oficina, tenia algunos clientes y debía ir a mostrar las propiedades, esto para ella era cada vez más común y divertido, no siempre lograba venderlas a la primera, pero cuando lo lograba se sentía satisfecha de hacer bien su trabajo

Luego de eso, regresó a su oficina, estaba revisabando algunos formularios, cuando recibió una llamada de la asistente de su jefa, Edith la necesitaba en su oficina, la verdad no sabía cuál era el motivo, pero fue a la oficina, cuando llegó su jefa le pidió que tomará asiento, luego de saludarla le dijo que ella era excelente en su trabajo (lo cual era algo nuevo para ella, el tiempo que fue alcaldesa no recibía muchos halagos) a veces se preguntaba ¿Qué pensarían los demás al saber que ella era la Reina Malvada? o con el simple hecho de que había sido por muchos años la alcaldesa de un pueblito con magia cerca de Maine, luego le comentó que Ámbar (chica que también trabajaba en la compañía) había tenido una accidente y estaría en recuperación un tiempo, entonces estaban repartiendo el trabajo que ella hacia a los demás, por ello tendría más propiedades, a Regina no le incomodó aquello y solo le dijo a su jefa que estaba bien, salió de la oficina y fue a trabajar, muchas veces le costaba creer que se había ido de Storybrooke, su trabajo era fabuloso y todos en la compañía eran muy amables y divertidos.

Storybrooke

Zelena había dejado a Nathalie con Little John, y ella había acudido a la biblioteca a la hora que había acordado con Belle, no había desayunado así que antes se compró un café en Granny's, estaba esperando que Belle llegará, pocos minutos después ella llegó y ambas ingresaron a la biblioteca, Belle le explicó un poco como estaban organizados los libros, que en su computadora había una base de datos sobre el archivo de todo y contaba con un libro tipo manual donde encontraría indicaciones, Zelena estaba a punto de quedarse dormida, así que tomo el su vaso de café y le dio un sorbo, pero cuando Belle sintió el aroma del café sintió unas ganas inmensas de vomitar, así que corrió al baño, Zelena quedó un poco pensativa por el comportamiento de Belle, pero decidió sentarse y terminar su café, minutos después regresó Belle, aunque se veía más pálida de lo normal

—¿Te encuentras bien?— le preguntó Zelena en un intento de cortesía

—Si, no te preocupes— respondió ella restándole importancia

—Entonces ¿Cuándo le dirás a los héroes de tú embarazo?— cuestionó

—¿Qué?, ¿De qué hablas?— dijo Belle

—Puede que sea una bruja malvada, pero no soy tonta, además si mal no recuerdas yo estuve embarazada hace poco, aunque gracias a la salvadora no logré disfrutar de todo mi embarazo y aunque di a luz pronto a Nat, no significa que no sepa cuáles son los síntomas y como se ve una mujer cuando está embarazada— culmino ella ante la mirada atónita de Belle

—Tienes razón, estoy embarazada— dijo ella mientras se sentaba— ¿Podrías guardar el secreto?, aún no sé cuando se lo diré a los demás— pidió ella

—Claro puedes confiar en que no se lo diré a los demás, pero deberías pensar en contárselos, un embarazo no es algo que puedas mantener oculto mucho tiempo— declaró

Luego de eso Belle le explicó algunas cosas más, le entregó las llaves y también le brindo su número telefónico ella vendría por la tarde por si necesita ayuda con algo.

Tienda de Gold

Belle había llegado a la tienda, se sentía un poco mas aliviada con el hecho de que alguien supiera de su embarazo, esa había sido la razón principal de contratar a Zelena en la biblioteca, sabía que en algunos meses necesitaría ayuda, ahora que al fin había podido decirle a alguien mas que estaba embarazada, la realidad la golpeaba con fuerza, tendría un bebé, tenía que contárselo a sus amigos y sobre todo se preguntaba si Rumple le agradaría saber que esperaba un bebé de él.

Los Ángeles California

Sarah entro a la oficina de Regina, ella se encontraba terminando un trabajo en la computadora y al escucharla entrar levantó la vista

—¿Qué le hiciste?— preguntó cuándo notó que ella había captado su atención

—¿A quién?— cuestionó Regina extrañada

—A Thomas— dijo sin más

—¿Porqué?— preguntó con suma curiosidad

—Llevó un buen tiempo trabajando aquí y él no es de permanecer demasiado en la compañía, peor aún de venir todos los días tan sonriente y animado, olvidémonos de sonreír de oreja a oreja cada vez que pasa fuera de tu oficina o te ve— mencionó

Regina realmente no sabía que responder, opto por decirle a Sarah que dejara de ver cosas que no eran y mejor fuera a trabajar, antes de que alguna de las dos se ganará algún llamado de atención, cuando la había sacado de su oficina siguió con su trabajo, pero ¿A quién engañaba? las palabras de su amiga aún rondaban en su cabeza ¿Sería cierto todo lo que ella había dicho? Ella llevaba poco tiempo trabajando ahí, anteriormente no conocía a Thomas por lo tanto no tenia de donde sacar información previa sobre su comportamiento, pero era su jefe y sobre todo ella había decidido ya no buscar el "amor" tal vez era algo que no le correspondía o en todo caso, esperaba que llegará de manera inesperada sin haber ella emprendido una búsqueda donde el resultado tendía a ser el fracaso, tal y como lo ah sido la mayor parte del tiempo.

Storybrooke

Era jueves, aunque parecía difícil de creer Zelena había sobrevivido 4 días trabajando en la biblioteca, Belle reía mentalmente por el gran logró de la bruja malvada, había pensado en contarle a sus amigos respecto a su embarazo, pero había algo que rondaba en su cabeza, ¿Debía contarle a Rumple? era su hijo, pero él había demostrado una y otra vez que no era el mejor ejemplo de padre, ¿Cómo saber si había cambiado?, pero si en un futuro su hijo o hija le preguntaba por su padre o había alguna especie de reclamó por parte de ellos gracias a eso, era mucho para pensar, se sentía abrumada, dejo de pensar en ello, tendría tiempo luego para hacerlo

Las novedades en el pueblo eran pocas, Mary Margaret estaba al mando de la alcaldía y aunque no era la mejor en ello se esforzaba, tenía el apoyo de todos, Killian había comenzado a trabajar en la comisaria y todo parecía regresar lentamente a la normalidad, Robín se le veía muchas veces triste, pero cuando se encontraba con sus hijos su cara se transformaba y se dejaba sonreír para ellos, Archie tenía bastante trabajo, luego del viaje al inframundo y todo lo que habían enfrentado algunos habitantes habían decidió acudir a él para aliviar el estrés y poder hablar sobre diversos temas, Henry le había pedido a Emma que tratará de investigar el lugar en donde se encontraba su mamá y su abuelo, solo para tener la tranquilidad de que estuvieran bien, Emma le había prometido a Henry intentarlo, pero era un poco difícil ya que no sabía en donde comenzar a buscar, llamó a algunos amigos y contactos de Boston para que le ayudarán, no sabía si sería una búsqueda fácil o difícil, pero era la salvadora y sentía que era lo correcto.

Los Ángeles

La semana había trascurrido de manera rápida, era viernes y eso significa el último día de trabajo de Regina y el comienzo de su fin de semana

A la hora del almuerzo había decido ir a un restaurante, era uno de los que solían visitar todos los de la oficina, se encontraban ya en el lugar cuando Thomas apareció y se acercó a la mesa en donde Regina y Sarah junto a otros compañeros se encontraban, todos se extrañaron al verlo ahí, él era una persona amable, pero no se acercaba a ellos solo para saludar y pedir acompañarlos en la mesa, pero ante la mirada atónita de todos eso era lo que había ocurrido, estuvo charlando animadamente con todos, pero sin lugar a dudas su atención se posaba en Regina, al final pagó la cuenta, lo cual hizo que todos se sintieran sumamente apenados, Regina trató de convencerlo de que no era necesario, pero él podía ser incluso más terco que ella, así que no le hizo caso, luego todos regresaron a la oficina y Sarah no dejaba de molestar a Regina, ella evadía todo ignorándola, pero no era fácil, la hora de salida se acercaba cuando alguien tocó la puerta de la oficina de su oficina, ella pensaba que era Sarah ya que no había parado de fastidiar y había que admitir que era muy ingeniosa, siempre encontraba la manera de ir a su oficina, llamarla, enviarle un correo o un recado con alguien, pero cuando se asomó por la puerta y vio a Thomas se sorprendió

—Disculpa que interrumpa— dijo mientras se acercaba al escritorio de ella— Aún me debes una cita— mencionó mientras se frotaba las palmas de las manos

—¿Una cita?— preguntó ella

—Claro y pensaba que si no estabas ocupada mañana, yo podría pasar por ti e ir a algún lugar— sugirió él

—Yo creía que no era ético que una empleada acepte citas de parte de su jefe—dijo ella tratando de sonar seria cuando por dentro estaba muerta de risa, al ver como la cara de Thomas se transformaba y esos ojos azules buscaban alguna salida u explicación

—Eh... bueno... tal vez no estén dentro de los parámetros éticos, pero somos amigos y habíamos acordado que seriamos solo "Regina" y "Thomas" por lo tanto en ese aspecto dejó de ser tu jefe— argumentó él mientras mostraba esa sonrisa perfecta

Ella sonrió, había sido ingenioso debía admitirlo

—Está bien— aceptó

—Entonces mañana paso por tu casa y prepárate ya que será la mejor cita de tu vida— afirmó él con algo de arrogancia

—No lo creo— retó ella

—Ya lo veras— dijo él mientras acomodaba su corbata

—Bueno entonces tendrás que probarlo y en todo caso yo decidiré si es la mejor cita de mi vida o no— expresó ella optando por su porte de Reina Malvada

Él se despidió y salió de la oficina de ella, Regina esperó a que se cumpliera su hora de salida y guardo todo en su escritorio para luego salir, afortunadamente Sarah no supo de la visita de Thomas, si no se habría puesto como loca, bromeaba con que era fangirl y que los shipeaba, pero simplemente se despidió de ella y condujo a su casa, ese viernes no tenía nada planeado y la verdad no quería salir, con el trabajo extra resultaba un poco mas cansada así que había decidido descansar ese día, llegó a su casa y el auto de Gold ya se encontraba ahí, lo cuál era un poco extraño él siempre llegaba más tarde, pero era bueno así tal vez podrían ver alguna película, ingresó a su casa, la cena ya estaba lista, puede que Gold fuera el Sr. Oscuro, pero preparaba muy buena comida, subió a su habitación y dejó a un lado su ropa de oficina remplazándola por algo cómodo, de ahí bajo y vio a Gold muy arreglado

—¿Ya te vas?— preguntó ella viendo como estaba muy bien vestido y tomando sus llaves

—Si querida— dijo él

—Pensé que cenaríamos juntos— comentó ella al recordar que la cena estaba ya lista

—Te preparé la cena porque yo tengo una cita— dijo él como si fuera lo más normal del mundo

—Espera un momento tú tienes una cita ¿Una cita?— habló sin poder creerlo

—Sí, tú ya sabes lo que son las citas, no es como si te fuera a explicar— pero Regina impidió que prosiguiera

—Claro que se lo que es una cita, yo tengo una mañana, pero vamos eres mi padre y saldrás en una cita, nunca había experimentado algo así, por ello no sé cómo se supone debería reaccionar— admitió ella

—Se que sabias que Henry tendría una cita en algún momento— dijo él de manera burlona

—Bueno está bien— dijo ya resignada

—Me voy— mientras acomodaba su corbata que combinaba perfectamente con ese traje a la medida que usaba

—Solo una cosa más— dijo ella

—Dime— respondió él sin saber que era lo que ella quería decirle

—Si piensas hacer... bueno ya sabes, podrías ir a casa de ella, la verdad no me sentiría cómoda si despertará en la noche y escuchará esa clase de sonidos— declaró con cara de asco

Rumple solo soltó una sonora carcajada

—No te preocupes, pero ya que has sacado a relucir el tema, pienso que debería aplicarse a ti también, digamos que escuchar que mi hija está con alguien en la habitación no sería de lo más agradable— dijo él

Regina se reprendía mentalmente, ahora había todo tipo de escenarios referente a ese tema en su mente

—Está bien, pásala bien en tu cita, aunque no conozca a la afortunada— manifestó mientras reía

—Su nombre es Elizabeth Edelstein, esa creó que es suficiente información por ahora—dijo él mientras salía de la casa

Al menos preparó la cena, se decía Regina mientras caminaba a la cocina en busca de un plato, sabía que pasaría ese día en su casa, pero no pensó que sería sola mientras su padre tenía una cita.

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