Los Ángeles, California

Día siguiente

Regina & Gold se habían despertado a la hora habitual, y luego de la rutina de cada mañana, ambos estaban ya listos para ir a sus respectivos trabajos, todo había pasado de manera tranquila, se acercaba la hora de salida para Regina y al parecer todos se habían puesto de acuerdo para dejarla sola, su padre saldría tarde del trabajo, Sarah tenía una reunión familiar y no podría ir a tomar algo con ella, Rodrigo fue a visitar a sus padres, Keyla tenía un compromiso, pero eso no lograría que ella desistiera de sus planes, ir a su casa y estar sola sonaba aburrido, entonces pensó en ir a un bar al que Sarah la había llevado hace unos días, cuando ya se encontraba ahí, el ambiente era tranquilo y muy relajado, pidió una copa y disfrutó de la música, muchos hombres se habían acercado con la intención de que coquetearle, pero ella siempre encontraba una manera hábil de librarse de ellos, definitivamente iba mejor de lo que había planeado, considerando que se encontraba sola en un bar un viernes por la noche y alejaba a cada conquistador que se acercaba a molestar, disfrutaba del sabor de su bebida mientras estaba sumergida en sus pensamientos, de repente alguien se sentó a su lado y ordeno 2 bebidas una para él y otro para ella, no sabía quién era, pero no estaba dispuesta a aceptar un trago de un desconocido, su sorpresa fue que al voltear se encontró con la sonrisa perfecta de Thomas

Se disponía a hablar cuando el bartender les entrego las bebidas

—Hola, no sabía que te gustaba venir a este lugar, es mi favorito— dijo él

—Hola— sonrió— Eh venido pocas veces, pero es un buen lugar— dijo ella mientras tomaba otro trago de su copa

—Lamento mi atrevimiento, pero enserio esperó que aceptes la bebida— pidió

—¿No sé si pueda negarme a aceptarla?—dijo ella mientras tomaba la copa

—Bueno, no estamos en la oficina, y aquí somos solo "Regina" y "Thomas"— mencionó inocente

Luego de eso la conversación siguió de lo mejor, Thomas era agradable y Regina se sorprendía de lo fácil que era mantener una charla espontánea con él, algunas copas despues, Thomas invitó a Regina a comer algo, ella vaciló en aceptar, pero luego de que Thomas le diera su lista de pros y contras (la cual fue muy graciosa, ya que la mayoría de los pros eran "porque sí") aceptó y ahora ambos se dirigían a un restaurante que había cerca

Thomas tenía un cierto encantó, su estilo arreglado/desarreglado, su cabello algo despeinado, sus ojos azulados y esa barba de pocos días que lo hacía lucir bastante atractivo

Llegaron al restaurante, era pequeño la comida estuvo deliciosa y al momento de pagar, ambos comenzaron con una pequeña discusión, pero Regina fue más rápida y terminó pagando la cuenta, Thomas protestó por ello, pero aprovechó esa oportunidad para que acordaran otra salida, él se la había pasado realmente bien, la compañía de Regina le resultaba sumamente grata, Regina era una mujer muy hermosa e inteligente y lo más sorprendente aunque le costara admitirlo era que en el instante en que ella lo vio no se le abalanzo encima, había dejado a un lado su ego al confesárselo, pero esas palabras lograron que ella supiera lo especial que la consideraba, ambos habían acordado mantener esa noche en secreto, lo cual le había parecido súper divertido a Regina quien se sentía como una niña pequeña haciendo travesuras, él se despidió con un beso en la mejilla y volverían a verse hasta el lunes, Regina llegó a su casa y su padre aún no regresaba, decidió prepararle un bocadillo por si tenía hambre y luego subió a su habitación, había sido un día largo y que mejor que consentirse un poco con un relajante baño de burbujas, estuvo un largo rato disfrutando de la calidez del agua en su piel, junto a las burbujas y el relajante aroma, cuando salió de la bañera se puso su pijama, bajo a ver si ya había llegado su padre, automáticamente su mente reacción con lo que había pensado, le era tan familiar decirle "padre"

Él ya había llegado y se encontraba en la cocina disfrutando del bocadillo, conversaron un rato y Regina subió a su habitación, Gold se quedó leyendo unos documentos un rato, todo era paz y tranquilidad en su nuevo hogar.

Storybrooke

Zelena había decido salir a dar un paseo con su pequeña, el día estaba perfecto y ya estaba cansada de estar en su cabaña así que camino por el pueblo, hasta que su momento de felicidad se vio interrumpido por Snow

—¿Cuál es el plan?— inquirio Snow

—¿Plan de qué?— preguntó Zelena sin comprender

—Para ir por Regina— dijo Blanca como si fuera lo más obvio del mundo

—¿Qué te hace pensar que yo tengo un plan para buscar a mi hermanita? Y más aún ¿Porqué crees que ella quisiera que fuéramos a buscarla?— respondió ella mientras tomaba las manitas de su hija

—Bueno, pensé que ahora tú formabas parte de los buenos y te preocupabas por Regina—dijo ella

—Entiendo porque Regina se quejaba tanto, ser bueno es tan difícil— declaró Zelena

Ambas rieron, lo cual fue un poco extraño para las dos

—La verdad si mi hermanita se fue, no creo que le agrade que vallamos a buscarla, y tú viste lo mismo que yo, ella y él cocodrilo están bien— comentó Zelena

—Lo sé, pero no dejo de preocuparme por ella— expuso Snow

—Ella es lista y estará bien, así que porque no solo esperamos y vemos que pasa—sugirió

—Tal vez tengas razón, además ni siquiera sabemos dónde se encuentran como para irlos a buscar— dijo ella

—Cuando descubras donde están tal vez pensemos en buscarlos— expresó Zelena

Snow asintió

—Quería preguntarte algo— dijo Zelena

—Adelante pregunta— respondió Snow con su habitual calidez

—Busco un trabajo y pensé que tal vez tu sabrías de algo, para que yo pudiera ver si es lo mío—comentó ella tratando de restarle importancia

—Ahora estoy en la alcaldía y si gustas podrías ayudarme— comentaba Snow pero fue interrumpida por Zelena

—No, trabajar en ese lugar era algo que se facilitaba a mi hermana, no a mí, así que esa no es una opción para mi— dijo segura

—Preguntaré por el pueblo y te avisó si encuentro algo, ¿Te parece bien?— expuso Snow

—Sí, bueno... gracias —dijo Zelena

—De nada, nos vemos ¡Ten un buen día!— dijo Snow mientras se despedía de ambas

Zelena siguió jugando con su hija, tenía que admitir que la conversación había sido más productiva de lo que habría imaginado.

Los Ángeles California

Era sábado, día libre para Regina, pero no para Gold quien emprendía camino a su trabajo, Regina por su parte había aprovechado para dormir unas horas más, fue a la cocina para preparar su desayuno ya que su estomago lo exigía, luego de un desayuno rico y saludable, se encontraba buscando algo interesante para ver, no encontró nada, así que dejo un canal donde pasaban una película, revisaba su celular cuando le cayó un mensaje de Keyla invitándola a ir al centro comercial a hacer algunas compras, Regina no tenía nada más que hacer, así que aceptó la invitación, subió a su habitación y buscó algo que ponerse, unos jeans ajustados una camisa color negro un poco holgada muy sencilla y elegante, tenis, un poco de maquillaje, 5 minutos después Keyla tocaba la puerta de su casa, entonces tomo sus llaves, su celular y salió, habían visitado algunas tiendas, se había divertido mucho, pararon un rato era la hora del almuerzo entonces fueron al área de comidas, para luego seguir con sus compras, la verdad esta era una nueva experiencia para ella, en Storybrooke no habían tantas tiendas, en el bosque encantado todo la ropa era a la medida y antes tampoco conto con una amiga, así que estaba dispuesta a vivir la experiencia al máximo, ambas cargaban con bolsas que contenían: ropa, zapatos, accesorios, maquillaje etc., había sido un buen "Día de chicas" como lo había nombrado Keyla, la tarde había pasado muy rápido, era como si a ninguna de las dos le importara la hora, regresaron a sus casas ya entrada la noche, se habían divertido mucho y habían acordado que harían eso más seguido, Regina ingresó a su casa con sus manos llenas de bolsas, Gold se rio al verla, pero luego le ayudó, dejaron todo en la habitación de Regina, él había preparado la cena y se sentaron a conversar de lo que habían hecho en el día, ambos reían y realmente la estaban pasando bien, luego fueron a ver una película, ya estaban viendo la segunda película, pero el celular de Gold sonó y fue a responder a la cocina, Regina no quería perderse la película ya que estaba muy interesante, pero su teléfono exigía carga, se quedaba sin pila por lo que subió a buscar su cargador, estaba detrás de la mesa de noche y cuando lo tomó empujo un poco la mesa haciendo que una retratera que tenía sobre ella estuviera a punto de caer, por suerte lo tomo a tiempo

—Buenos reflejos — le dijo Gold

—Así parece—mencionó pero Gold notó que su tono de voz era más débil

— ¿Estás bien?—preguntó él

Ella solo pasaba sus dedos por el marco de la foto

—No tienes porque sentirte culpable— dijo Gold

—Siento como si lo hubiera abandonado, me hace sentir como una mala madre— confesó ella

—No lo eres y créeme se de lo que habló, estas frente al peor papá de todos los tiempos— dijo él

—¿Tú crees que el este bien y que me perdone?— preguntó ella aún sosteniendo entre sus dedos la foto, era una de sus favoritas y fue lo único que conservó para recordar a su hijo, quería tener algo de él cerca, ambos se veían muy bien felices, recordaba cuando había sido tomada la foto y se sintió nostálgica

—Se que Emma, los Encantadores e incluso el pirata lo cuidarán, también se que Henry no está enojado contigo— declaró él mientras la abrazaba

Ella correspondió al abrazo, tal vez Gold tenía razón en sus palabras, sabía que Henry estaría bien y solo esperaba verlo algún día, parecería extraño, pero de pronto se sintió mucho mejor, era como si el peso de culpa era tan grande que la había estado agobiando todo este tiempo, comprendió que haber expresado lo que sentía con Gold había ayudado

Regina colocó la foto en el lugar donde estaba antes de que casi cayera al suelo y ambos bajaron a ver la película de nuevo, horas más tarde ambos se encontraban ya dormidos.

Domingo

Regina se había levantado temprano y bajo a preparar el desayuno, luego Gold bajo y ambos desayunaron, Rodrigo llamó a Regina para invitarla a ella y Gold a dar un paseo, ella aceptó, no tenían otros planes, además aún no terminaban de conocer la ciudad, siempre era divertido conocer nuevos lugares, a Gold también le había parecido una buena idea, a la hora acordada Rodrigo llego y los tres partieron, el había preparado un "recorrido" de lo mejor de California, Keyla no había podido asistir porque acompaño a su madre a casa de su hermana, pero aún así la pasaron muy bien, algunas de las paradas del día fueron "el paseo de la fama" aunque Gold había comentado que no era tan famoso porque no incluía a "Rumpelstiltskin" ni a la "Reina Malvada", Rodrigo creyó que él se refería a los cuentos de hadas, sin saber que estaba frente a ellos, luego visitaron el "Madame Tussauds Hollywood" donde Rodrigo se había sacado fotos con la mayoría de las estatuas de cera, por la tarde fueron al "parque Griffith" y desde ahí tuvieron una excelente vista del cartel/rotulo/letras de HOLLYWOOD , Rodrigo había llevado algunos bocadillos, un dia sumamente productivo y lleno de risas y bromas que Rodrigo no entendió, pero había sido un buen día.

Storybrooke

Snow era la alcaldesa por los momentos y como la vez anterior no todo funcionaba tan bien, decidió hacer una junta con los habitantes del pueblo, todos estaban reunidos en el ayuntamiento, Snow había mencionado que era difícil no contar más con Regina, sin lugar a dudas era una excelente alcaldesa, habló sobre algunos asuntos más y la reunión termino, Zelena había asistido, la verdad le importaba muy poco lo que pasará, pero pensó que tal vez podría ser divertido, luego de que los ciudadanos atacaran a Snow con preguntas o que ella se trabara al hablar en ciertos momentos no negaba que se había divertido, pero la reunión había terminado, estaba por salir cuando Belle la detuvo

—Zelena— la nombró

—Hola— respondió Zelena

—Snow me comentó que buscas trabajo, necesito a alguien que se encargue de la biblioteca— dijo

—Eres muy amable, pero ser un ratón de biblioteca no es lo mío, esperó no te ofendas— comentó ella

—Lo sé, pero podrías trabajar ahí mientras consigues algo más— sugirió Belle

Zelena lo pensó, pero aún no estaba del todo convencida

—Los libros no me atraen, además no creo que pueda estar ahí mientras me das ordenes, la verdad no es lo mío— dijo dispuesta a marcharse

—No estaré ahí, tu estarías a cargo yo pienso hacerme cargo de la tienda de Gold y por ello buscó quien me remplace en la biblioteca— expuso

Zelena lo meditó, tal vez estaba bien para comenzar

—Está bien aceptó— dijo

—Sabia que lo harías, te esperó mañana a las 10:00 am fuera de la biblioteca— le dijo mientras se iba

Bueno, ahora sí podía ir a su cabaña

—Zelena— gritó Emma

Zelena rodo los ojos ¿Ahora qué? se dijo a si misma

—Se que esto de ayudar y ser buena es nuevo para ti, pero necesitamos tu ayuda—dijo ella

Sin ver ninguna otra salida Zelena siguió a Emma, comenzaba a arrepentirse de haber ido a esa tonta reunión.

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