Capítulo 5. Hazme una promesa
Narra Bon
Me levanté con bastante energía. Por suerte era sábado y no había escuela. Intenté levantarme pero algo me lo impedía. Miré hacia abajo y vi a Bonnie agarrándome con bastante fuerza. Entonces me sonrojé muchísimo. No me pude creer cómo sobreviví ayer con él en casa. Se me formó una pequeña sonrisa e intenté separarme de él sin despertarlo. Le arropé otra vez y le di un beso en la frente, a lo que él sonrió. Bajé hacia la cocina a preparar el desayuno. Cogí un par de tostadas y algo de mermelada, una manzana y un poco de leche. De repente oí un ruido de alguien bajando por las escaleras y vi a Bonnie frotándose los ojos bostezando. Me quedé mirándolo un poco sonrojado.
-Buenos días, maestro- dijo sonriendo, lo que me sacó de mi pequeño trance.
-B-buenos días... ¿Qué tal has dormido?- le dije mirando hacia las tostadas.
-Muy bien... Gracias por dejarme dormir aquí.
-¡Oh! D-de nada, ha sido un placer. ¿Quieres desayunar?- dije dándole una tostada con mermelada.
-Sí, muchas gracias- dijo comiéndose la tostada sonriendo.
Yo cogí la otra y nos sentamos a hablar sobre el evento de primavera. Se veía el entusiasmo de Bonnie al instante. Yo por mi parte estaba preocupado por lo que pudiera pasar. Terminamos de desayunar y nos fuimos a mi cuarto. Practicamos tanto que a veces ni nos acordábamos del tiempo. Ya se oscureció y Bonnie dijo que se tenía que ir a casa. Me ofrecí a acompañarlo y el aceptó. Nos cambiamos y salimos de mi casa. Cogí mi bici y nos fuimos. Bonnie me daba señales para saber por dónde ir. Algunas veces se le escapaba algún que otro estornudo y me agarraba con fuerza para no caerse. Al fin llegamos a su casa e insistió en que me quedara para conocer a su madre. Yo sólo asentí y entramos.
-Mamá, ya estoy aquí- gritó Bonnie. Una mujer corrió y abrazó a Bonnie muy fuerte. Tanto que pude oír como asfixiaba a Bonnie.
-Oh, Bonnie, me tenías tan preocupada- le dio muchos besos en la cara, a lo que Bonnie se sonrojó un poco. Se veía lindo-. ¿Por qué no me avisaste de dónde estabas? ¿Y por qué tienes la cara tan caliente?
-Lo siento, mamá, me olvidé... pero estoy bien- dijo una vez que volvió a respirar. Yo observaba la escena en la puerta-. Por cierto, este es Bon. Es mi amigo y me quedé con él ayer- dijo mientras me tiraba del brazo para que entrara.
-Muchas gracias por cuidar de mi Bonnie, Bon. Me alegra que Bonnie tenga tan buenos amigos como tú- me abrazó tanto como a Bonnie. Menuda fuerza tiene esta mujer.
-N-no ha sido nada, señora- intentaba respirar cómo podía.
Bonnie intentó aguantar la risa y entonces se le escapó una pequeña tos, lo que sobresaltó a su madre.
-¿Bonnie? ¿Estás bien, hijo?- su madre le puso una mano en la frente y se quedó paralizada- Ay, no. Ya te has vuelto a resfriar. Anda sube a tu cuarto a cambiarte.
-P-pero...- Bonnie parecía algo avergonzado.
-Nada de peros, sube a tu cuarto por favor. Y no te preocupes, ahora te preparo algo para que te siente mucho mejor...- su madre fue hacia la cocina con una sonrisa.
-Lo siento, Bon. Mi madre es un poco... sobre protectora.
-Sí... creo que será mejor que me vaya, se está haciendo algo tarde. Así que te veré en la escuela.- dije mientras me rascaba la nuca algo nervioso- Espera... dame tu número y así me podrás ir informando de cómo te encuentres... o si quieres que te visite...- esto último lo dije un poco sonrojado.
-¡Sí! Y así podremos practicar cuando queramos, ya que me debes una práctica- se le veía más animado mientras me anotaba su número de teléfono en mi móvil.- Ahora apúntamelo tú- dijo dándome su móvil. Apunté mi número, se lo devolví y me despedí de él.
Antes de irme me jaló del brazo y me dio un beso en la mejilla, seguido de un portazo de su parte. Yo me quedé atónito. ¿Por qué lo habrá hecho? Yo estaba más rojo que un tomate. Me quedé un rato con mi mano en la mejilla que Bonnie había besado. Entonces me sentí muy feliz. Tal vez... tal vez había una posibilidad de que sí le guste a Bonnie. Me daba igual que los dos fuéramos chicos. Él me hace feliz y yo quiero hacerle feliz a él. Me fui a mi casa muy contento, pensando en cómo poder declararme. Aunque estando Bonnie enfermo será algo complicado... esperaré a que se recupere para confesarle mis sentimientos de una vez por todas.
Narra Bonnie
Por fin lo he hecho... ¡He besado a Bon! Bueno, ha sido un beso en la mejilla, ¡pero para mí cuenta como un beso! Subí a mi cuarto y me eché en la cama, muy feliz de mi hazaña. Me cambié y entonces recordé que me había olvidado la guitarra en casa de Bon. Supongo que me la devolverá cuando nos volvamos a ver. Además, ya tengo su número. Puedo llamarle cuando quiera, y pedirle que venga... supongo que lo haré cuando mis padres no estén en casa. Mi madre vino a mi cuarto con una taza de té caliente diciendo que mi padre llegará en cualquier momento. Me gustaba cuando mi padre estaba en casa. Me divertía mucho con él. En eso escuchamos la puerta de la entrada.
-¡Cariño, ya estoy en casa!- escuchamos gritar a mi padre. Parecía algo cansado.
-¿Qué tal en el trabajo?- bajé con mi madre para saludar a mi padre.
-Agotador como siempre. El jefe no para de darme la lata, y me va a enviar al extranjero mañana por unas semanas- no parecía agradarle la noticia. Ni a mi madre ni a mí.
-¿Y vas a ir sólo?- mi madre parecía algo preocupada.
-No, iré con algunos compañeros de trabajo. Pero no te preocupes. Estaré de vuelta en un abrir y cerrar de ojos- entonces dirigió su vista hacia mí-. Hijo, necesito que me hagas un favor, ¿podrás hacerlo?
-Sí papá- le miraba entre decidido y preocupado.
-Ocúpate de tu madre mientras yo no esté. ¿Me lo prometes?- me dijo levantando su meñique.
-Te lo prometo- dije sonriendo entrelazando mi meñique con el suyo.
-Ese es mi chico- me revolvió el pelo acompañado de su risa que siempre me hace reía también.
-Venga Bonnie, vuelve a la cama que ya es tarde.- me dijo mi madre más tranquila con una sonrisa.
Sí, mamá. Buenas noches- me despedí con la mano y me fui a dormir, como de costumbre, para soñar con mi maestro...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top