Narra Bon

Me encontraba en estado de shock. Toda la sangre se me acumuló en mi cabeza al oír la tierna voz de Bonnie diciendo que disfrutaba de mi compañía. Casi pierdo el equilibrio pero me mantuve en equilibrio y me senté al lado de Bonnie. Éste me miró extrañado.

- Bon, ¿estás bien?- me preguntó tocándome la frente-. Ahora eres tú el que arde- soltó una pequeña risa mientras yo le sonreía.

-S-sí sólo me siento un poco mareado... será por el incendio que ha creado esa sopa en mi boca.

Nos reímos un rato y me levanté para acostarme al lado de Bonnie. Miré mi reloj y vi que ya eran las 10:00 pm. Bonnie terminó la sopa y me agradeció por ello.

-Muchas gracias, Bon. Realmente no tenías por qué hacerlo- me dijo un poco apenado.

-N-no, no, no es ninguna molestia, de verdad... Oye, ¿te apetece ver una película en el salón?

-Sí, claro, ¿por qué no?- me dijo con mucho entusiasmo. Salimos de la habitación y nos fuimos al salón. Decidimos ver una de terror. Esas pelis no me daban miedo, ya las había visto muchas veces, aunque no sé si Bonnie tendría miedo.

-Bonnie, ¿estás seguro de querer verlas?- le dije muy preocupado, aunque Bonnie no parecía tener miedo.

-Estoy muy seguro. Esas pelis no me dan miedo. Disfruto bastante con ellas.- me dijo Bonnie muy contento, o al menos, eso quería aparentar.

Nos sentamos en el sofá, nos tapamos con la manta que le dejé a Bonnie y empezamos a ver la peli. Los primeros minutos nos reíamos de la peli, hasta que llegaron los momentos de puro terror. Yo bostezaba aburrido, ya que ya las había visto muchas veces, pero noté que Bonnie empezaba a temblar ya de miedo.

-Ey, Bonnie, ¿tienes miedo?- le dije algo preocupado.

-¿E-eh? Ah, n-no, tranquilo estoy perfecta...- no pudo terminar la frase ya que salió una escena en la que un monstruo atacaba al protagonista y le sobresaltó.

-¡¡AAHH!!- Bonnie chilló y se aferró a mi brazo hundiendo su cabeza en él. Yo me quedé viéndolo un rato hasta que se soltó un poco y aproveché a abrazarlo mientras le acariciaba el pelo.

-Tranquilo, Bonnie. No pasa nada- le dije tragándome mis propios nervios como pude.

-A-avísame cuando termine esa escena... por favor- dijo sin levantar la cabeza.

-Vale, no te preocupes. Yo estoy aquí- pasaron las siguientes escenas bastantes terroríficas. Bonnie se sobresaltaba cada vez que oía un ruido desagradable pero yo le tranquilizaba y él se calmaba. Ya cuando terminaron las escenas de miedo le dije a Bonnie que se podía apartar, pero no me respondía. Le levanté un poco la cabeza y vi que se había quedado dormido. Tenía marcas de agua en sus mejillas, como si hubiera llorado un poco. Se las sequé con los dedos y lo cargué hasta mi cuarto. Lo tumbé en mi cama y le arropé. Entonces noté que se movía un poco.

-Bon...- dijo como en un susurro y sentí un escalofrío...

¿Estaba soñando...conmigo? Sentí que mis mejillas se tornaban más y más rojas. Lo observé por un momento y luego me fui al cuarto de mis padres. No estaba acostumbrado a dormir con alguien más en la misma cama. Llegué y me acosté con dificultades para dormir, ya que seguía teniendo nervios de que Bonnie estuviera conmigo. Por lo menos, no estábamos en la misma cama. Ya, cuando pude conciliar el sueño, noté que alguien me daba unos golpecitos en el hombro...

-¿Bon...?

Narra Bonnie

Me desperté a altas horas de la noche, cuando me di cuenta de que estaba en la habitación de Bon, en su cama... pero miré hacia los lados y no vi a Bon. Me asusté al pensar que me había dejado sólo, pero evadí esos pensamientos rápidamente, ya que sería imposible que mi maestro me hiciera eso, además en su propia casa. Me levanté un poco mareado y caminé por la casa buscando a Bon. Miré en todas partes y no lo encontraba. Ni en el salón, ni en la cocina, ni en el baño... Ya me preocupaba. Entonces miré en la única habitación que quedaba. Suponía que fuera la de sus padres. Entré muy sigilosamente, por si estaba dormido. Y allí lo vi. Bon intentaba dormir, al igual que yo hace un rato. En ese momento quería estar con él. Normalmente no tengo miedo de estar solo en mi cuarto. Pero ahora no estaba en mi casa. ¡Estaba en la de Bon! El calor ascendió a mis mejillas y parecía un semáforo en rojo. No quería estar solo, así que le empecé a dar golpecitos en su hombro para despertarle.

-¿Bon...?- le susurré.- ¿Estás despierto?

-Mm... ¿Bonnie...?- noté que me miraba sorprendido.- ¿Qué pasa? ¿Estás bien?- parecía muy alterado, pues se puso muy cerca de mi cara. Aunque estuviera todo muy oscuro notaba su respiración agitada en mi piel.

-S-sí... estoy bien. Sólo que me despertado hace poco y no te encontraba. Me había asustado un poco y he empezado a buscarte- jugaba con mis manos con la mirada baja-. Y cuando te he encontrado... ya no quería estar sólo... ¿Puedo...quedarme contigo?- levanté mi mirada y le miré a los ojos, o al menos eso pretendía.

Bon dudó un segundo pero cuando contestó me alegro mucho.

-Claro, no me importa... Si te sientes más tranquilo, no tengo problema.

-Muchas gracias Bon. En verdad me alegra mucho oír eso- en eso me metí en la cama con él y nos tumbamos dándonos la espalda. Me intenté girar pareciendo que estaba dormido para ver a la cara a Bon. Cuando me giré Bon me estaba mirando. Yo cerré mis ojos y le abracé por la cintura. Él me correspondió y me dio un beso en la cabeza, quedándonos así dormidos abrazados, con un notable sonrojo y una agradable sonrisa.

Sin duda, la mejor noche de mi vida...

Narra Bon

Bonnie se durmió plácidamente, mientras yo lo observaba abrazándolo. A veces temblaba. No sé si por frío o por pesadillas que esa peli le había causado. De cualquier modo, yo lo aferraba más a mí y le acariciaba el pelo hasta que se calmaba. También se movía y se acurrucaba en mi pecho. Yo ponía mi cabeza sobre la suya. Finalmente dormí.

Fue la mejor noche de toda mi vida...