Capítulo 12. ¿Pillados?

(Este capítulo está dedicado a cancobou)

Narra Bonnie

Estaba muy feliz de estar con mi maestro, y que mis amigos estuvieran de acuerdo con ello, excepto Foxy, aunque no me importa. Nos sentamos en un árbol bastante grande y nos comimos nuestros pudines mientras charlábamos. Me agradaba su compañía. A veces yo le daba a probar de mi pudín y él del suyo. Algunos chicos nos miraban extrañados y otros sólo pasaban de largo, pero nosotros no nos inmutábamos en absoluto. Terminamos nuestros pudines y aún quedaban 10 minutos para la siguiente clase. Yo me apoyé en el hombro de Bon, cuando soltó un quejido, y yo me aparté bruscamente al recordar el corte que tenía en el brazo.

- L-lo siento, Bon. No quería hacerte daño- me levanté de mi sitio, pensando que se enfadaría otra vez.

- No pasa nada Bonnie, estoy bien. Si quieres siéntate en el otro lado- dio unas palmaditas en la hierba de su lado contrario. Yo asentí tranquilo y rodeé el árbol, cuando se me ocurrió darle ahora a él una "sorpresilla". Escalé por detrás el árbol y me colgué de una rama no muy alta. Entonces llamé a mi maestro.

- ¡Bon! ¿Puedes hacerme un favor?- intentaba aguantar la risa.

- ¡Bonnie! ¿Dónde estás?- parecía preocupado.

- Tranquilo, estoy bien. Sólo levántate y cierra los ojos- él se levantó dubitativo-. ¿Ya estás?

- ¡Sí! ¿Y ahora, qué?- cuando me aseguré de que sus ojos estaban cerrados me colgué de la rama con las piernas y los brazos, a modo de Spider-man.

Lo miré a la cara. Estaba ligeramente sonrojado. Me acerqué a él y uní nuestros labios en un pequeño beso cerrando los ojos.

Narra Bon

No sabía porqué Bonnie quisiera que lo hiciera. Solo me levanté y cerré los ojos como él me pidió. Al rato noté como si alguien estuviera delante de mí, por lo que me sonrojé un poco. Abrí los ojos de golpe al notar que alguien me estaba besando. No té que era Bonnie boca abajo con los ojos cerrados. Lentamente me fui dejando llevar y le cogí de la cabeza intensificando aún más nuestro beso. Me encantaba cuando me besaba. Sus labios eran dulces como un caramelo y me transmitía miles de emociones felices. Al rato nos separamos y nos miramos. Sonreíamos muy felices. Ayudé a bajar a Bonnie y anduvimos hacia las clases. Qué pena no estar en la misma que él. Pero bueno, no todo se puede tener en esta vida. Aunque yo ya soy feliz con lo que tengo. Llegamos puntuales y Bonnie me pidió que fuéramos al parque para ensayar con nuestras guitarras. Yo le respondí alegre con un beso en la frente y nos despedimos.

Lo que ya no esperé fue lo que me encontré yo en mi salón.

Mangle y Chic me miraban preocupadas, aunque Mangle tenía más cara de asesina profesional. Chic tenía la mirada baja.

- ¿Q-qué ocurre, chicas?- el ambiente estaba tenso e intentaba romper el hielo.

- ¿Cuándo pensabas contárnoslo, Bon?- no sabía de qué hablaban y me puse un poco nervioso.

- ¿D-de qué hablas, Mangle?

- ¡No te hagas el tonto! Sabemos lo que hay entre ese chico raro de los Animatrónicos y tú- entonces se me paró el corazón y miré a Chic.

- Lo siento Bon. No podía engañarla- una lágrima recorría la mejilla de mi amiga rubia.

- Mangle, yo t-te lo puedo explicar.

- Adelante, te escucho- no pensé que me dejaría explicarle, ¿ahora qué hago?

- Es cierto... yo quedaba después de clases para practicar con la guitarra con ese chico. No quería contároslo por que tenía miedo de que me expulsaran del grupo... Perdonarme chicas- bajé la cabeza muy avergonzado de mi mismo. Sólo tenía ganas de llorar, pero me sorprendí cuando noté que las dos me rodeaban con sus brazos.

- Tranquilo Bon, no pasa nada. Deberías habernos contado antes. Nos tenías muy preocupadas- me dijo Chic mientras yo me acoplaba a su abrazo sonriendo muy feliz.

- Gracias chicas, son las mejores amigas que alguien podría tener- nos separamos, nos sonreímos y nos fuimos a nuestros sitios hasta que Mangle habló.

- Bueno chicos, ¿practicamos hoy por la tarde?

- Yo no puedo, he quedado con Bonnie.

- ¿En serio? ¿Y para qué?- me dijo Chic con una cara de pervertida que me hizo ponerme muy MUY rojo.

- ¡P-para tocar la guitarra! ¡¿Qué piensas?!- sin darme cuenta estaba gritando muy avergonzado, por suerte, sólo estábamos nosotros tres.

- Tranquilo Bon- dijo Mangle entre risas- solo era una broma.

- Por cierto, Bon, ¿ya te declaraste?

- Sí...

- ¿Yyy...?

- Me aceptó...

- ¡Qué bien!

- ¡Ahora somos novios!- dije muy rojo pero feliz.

- ¡¿Enserio?! ¡Me alegro mucho por ti, Bon!- me dijo Chic mientras me abrazaba.

- Sí, yo también, pero no te puedes ablandar para cuando llegue la competición, ¿vale?

- OK, te lo prometo Mangle...

Justo en ese momento sonó el timbre. Todos los demás entraron seguidos por el profesor de geografía. Odiaba esa asignatura. Pero puse toda la atención que pude, aunque fue muy poca, ya que la mayoría de la memoria que ocupa mi cerebro está reservada para aquel chico de bellos ojos carmesí, hermoso pelo violeta y tierna y dulce sonrisa...

Mi único y querido Bonnie.

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