Un día más en el instituto... Y el primer día mostrando su nuevo "él". Era raro porque iba a hacer cosas que de normal no haría, que para ser él se lo callaría pero era normal.

Adrien se bajó del coche cuando llego al instituto, lo vio y dio un suspiro, para seguido ver al frente y continuar.

Ya el rubio entro al instituto y empezó a ver a la gente momentáneamente, se dio cuenta de que no era necesario tener la aprobación de los demás, que era una tontería, dio una ligera sonrisa altanera para sí mismo para seguido ver al frente, yendo con Nino.

—La leche... Adrien— exclamo con cierta sorpresa Nino al ver cómo iba vestido Adrien.

— ¿Te gusta? Creo que ya hacía falta, no solo un cambio de look, sino un cambio de ser—

—Oh, qué bien...— La última frase saco de contexto a Nino al no saber y tuvo que preguntar—...Espera, ¿A qué te refieres a un cambio de ser? —

—Me refiero a que estoy harto de ser el niño bueno, me he dado cuenta de que mi vida es una porquería siendo tan buen-portado, simplemente quiero cambiar y demostrar que hay detrás de tan pulcra realidad que muchos se olvidan que soy humano— respondió el rubio de ojos verdes

Nino pestañeo con cierta sorpresa, pero dio una ligera sonrisa y le puso una mano en el hombro a Adrien.

—Sabes, me parece buen cambio— le dijo el moreno a su amigo.

—Puede que haya alguna cosa que puede que no te agrade pero creo que por fin podre mostrar que es lo que soy—

—<<No sé qué le ha pasado a Adrien para este cambio tan brusco de personalidad, pero para llegar a romper y querer ser otra persona, algo grave tuvo que haberle ocurrido>>— se dijo Nino en su cabeza.

Adrien por su lado en eso empezó a escuchar a la gente de su alrededor.

"Se ve muy guapo", "Dios, Adrien está muy cambiado", "Se ve como un chico malo, mola"

Eran los murmullos de la gente, eso le empezó a inflar el ego, dio una sonrisa arrogante al escuchar esto, nunca había sentido algo similar y eso le hacía sentir bien.

Los dos muchachos se fueron a las clases y siguió escuchando esos cuchicheos de halago que decía la gente.

"Mola la chaqueta de cuero", "Tiene mucho glamour vestido así", "Se ve muy masculino"

También escucho a algunos chicos murmurar por abajo, no eran todos pero realmente eso le hacía inflar el pecho, tenía muchísimo orgullo dentro de él al escuchar las palabras de la gente.

Nunca se había sentido tan bien como ahora, se sentía con ganas de que esas mismas palabras se las dijesen a la cara, quería disfrutar, alimentar aquel ego que nunca había tenido hasta esos momentos, estaba disfrutando como un niño pequeño en sus interiores.

Los dos entraron y en eso se sentaron en la mesa. Marinette había entrado allí con su amiga, pero su habitual sonrisa desapareció y puso un gesto facial más... entre sorpresa y cierto asco. Cuando vio a Adrien así fue un golpe para ella.

Marinette solo se sentó y su amiga morena se sentó al lado de ella.

— ¿Qué es lo que pasa Marinette? ¿Por qué esa cara? —

Marinette no hablo y simplemente hizo un pequeño gesto con su mano para señalar a Adrien, cosa que sorprendió a Alya, la morena vio al rubio, que estaba hablando con Nino, vio de nuevo a su amiga y le respondió a Marinette.

—Pues Adrien me parece que va muy guay— respondió Alya.

—No lo entiendes... Lo huelo, se ha convertido en un egoísta, como Chloe— dijo Marinette. Esas palabras parecían a las de una conspiranoica total, o una monja de claustro.

—Ah Marinette... Que si quiere vestirse como un "Bad boy", pues que lo haga— respondió Alya.

—Ahhggg... Perras escandalosas— gruño entre diente el rubio mientras escuchaba esto. No era sordo, estaban ambas detrás de él, y lo que estaba ocurriendo le estaba molestando.

En eso la gente rodeo a ver a Adrien, tenían curiosidad por saber de ese cambio de Adrien.

—Wow, te ves increíble— hablo Juleka.

—Gracias, necesitaba un cambio—

—Esa chupa de cuero es de la marca de tu padre, ¿No? — preguntaría Mylene.

—Es de otra marca del que alguna vez mi padre ha llegado a colaborar, "Whees", sobre todo se encargan de ropa de cuero, pero hay algunas veces que usan "Cuero vegano", o sea, plástico, esta si es de cuero— le respondió el blondo.

—Los anillos te quedan muy bien— hablo Nathaniel.

— ¿Te gustan? Son bastante bonitos, aunque lo siento, no te daré uno, valen un riñón y como se pierda el riñón lo pierdo yo— respondió el chico, para seguido reír.

— ¿Solo tienes ese pendiente de aro? — pregunto Rose

—Tengo más, no me gusta cómo me quedan los que son perlitas y con lo de la rosca, los de aro, pequeños o grandes, me gustan más llevarlos— respondió con sencillez el blondo a la de baja estatura.

En eso Chloe se había acercado a donde Adrien, puso su mano en la mesa y los dos se vieron. Adrien solo dio una ligera sonrisa arrogante y Chloe por su lado estaba muy seria, como si estuviera enfadada por algo.

Adrien se levantó y se apoyó en la mesa con las manos, para seguido ver a la blonda.

— ¿Qué estas mirando tanto? ¿Hay algo que te llamo la atención? Di, venga, no muerdo, no aún—

Chloe dejo de apoyarse, se cruzó de brazos y chasqueo con su lengua con molestia, para seguido ver al de ojos verdes y dar una ligera sonrisa.

—Aunque ya no eres mi "Adrinikis", tengo que admitir que tu look se ve increíble, se ve más fresco que como iba antes—

Y Chloe solo se fue y se sentó, Adrien solo se rio ligeramente y se sentó también en su asiento.

—Creo que estoy viviendo algo raro o me he tomado algún porro en mal estado porque esto que estoy viviendo no es normal— diría Nino incrédulo por todo lo que estaba viendo.

—Cuando el león, o bueno, la leona de la selva se encuentra con un rival más fuerte que él, tiene dos opciones, o rendirse y aliarse o pelear, a Chloe la conozco, aunque ya no soy alguien de aprecio para ella, me ve como alguien que se respeta— respondió Adrien con una ligera sonrisa.

— ¿Ahora eres el león de la clase? — pregunto a modo de burla Nino.

—Digamos que soy la pantera de la clase— respondió a la burla con otra burla el blondo, para seguido hacer un gesto con su mano como de arañar y reírse.

Marinette por su lado había visto esto, un gesto de pena se dibujó en su cara.

—Adrien ya no es el Adrien que yo conocía, es demasiado rebelde— simplemente susurro la chica franco-china. Su princesa ideal se convirtió en un caballero rebelde.