Un domingo cualquiera

Domingo 10:30

Nora recién levantada, disfrutaba de su taza de Cola-cao. Se había dado cuenta de que no había nada más maravilloso que saborear la taza de chocolate con leche, mientras observaba por la ventana, el día tan soleado que se presentaba en Madrid. Tenía ganas de salir a andar un poco, pero no quería ir sola. Nunca la había gustado caminar sin la compañía de sus padres o amigos. Así que tras desayunar, se puso un chándal y salió del edificio. 
Nada más llegar al portal, no sabía que hacer, quizás seguía durmiendo. Aún así, llamó al telefonillo del edificio. Minutos después Nora subía por el ascensor, estaba nerviosa. Hacia mucho que no se veían, sin embargo le echaba de menos.

- ¿Puedo pasar? - preguntó con timidez.

- ¿Que haces aquí? Pensé que era mi padre, que volvía de trabajar - se sorprendió el chico ante la llegada de la joven Grace. 

- Ya ves que no, soy yo - dijo encogiéndose de hombros.

- Ya veo, ¿qué necesitas? ¿o solo querías saber cómo estoy? más que nada porque como hace semanas ni me hablas, pues no sé... - dijo Beltrán en señal de duda.

- He venido porque he pensando mucho en ti estas últimas semanas

- No veas lo mucho que pensaste en mi, que hasta estás liada con Hugo ¿o me lo vas a negar?

- Alejandro eso no es cierto - dijo Nora enfadada. No sabía quién podría haber inventado algo así.

- Me lo dijo Eva, dudo que tú amiga mienta - añadió el joven.

¿Qué le iba a decir ella, si Alejandro pensaba lo contrario? Estaba tan cansada de escuchar siempre la misma cantinela, que mientras movía su cabeza como signo de desesperación, se percató de algo, ¿por qué Beltrán tenía todas esas cervezas abiertas?

- ¿Qué pasa contigo? ¿te ha dado ahora por beber para olvidarte de mí? - preguntó Nora fríamente, entrando en su casa. Alejandro cerró la puerta, no quería que los vecinos escucharan.

- ¿Y si fuera así, que te importa? - preguntó mosqueado.

- No a mí me importa entre poco y nada

- Pues bien que estás aquí, en la puerta de mi casa esperando a que te deje entrar ¿o no?

- Quería saber cómo estabas, pero déjalo. Ya me ha quedado claro

- ¿Qué se supone que quieres? ¿hacemos como que nada ha pasado, y volvemos a estar juntos?

- Me tachaste de puta

- No perdona, eso es lo que pensaste, sabes cómo soy, me gusta picarte

- Eres un cabronazo, sabiendo por todo lo que he pasado con Santiago...

- ¿Y quién estuvo ahí para apoyarte? Ni a tus amigas se lo has dicho, solo lo sé yo ¿por qué crees que es?

- No tuve oportunidad de hablar con ellas

- No has querido, que es diferente. Te las das de perfecta y cuando te encuentras cara a cara con la realidad te acojonas. No está mal mostrarse vulnerable, lo que has pasado es duro, lo sé...

- Tú no tienes ni idea de cómo soy

- Es verdad, no te conozco de nada, a pesar de haber sido novios, siento que algo se me escapa, no te muestras trasparente

- ¿Novios desde cuándo? Si tu mismo dijiste que no había porque poner etiquetas a la relación, solo éramos Nora y Alejandro

- Nora no hace falta que le saques la punta a todo tía, a veces es muy difícil hacerte entender las cosas

- ¿Soy tonta ahora?

- No sé, te lo dejo a tu criterio - dijo riéndose.

- Vete a la mierda, yo venía para hablar contigo, porque te echo de menos, y tú sin embargo...

- ¿Qué has dicho? - preguntó Alejandro, sabía perfectamente que palabras habían salido de esa boca, pero quería que ella misma lo dijera de nuevo. Quería escuchar nuevamente que le echaba de menos.

- ¿De qué?

- Lo que has dicho

- No me acuerdo, se me ha olvidado porque me sacas de quicio - dijo Nora nerviosa.

- ¿Ah sí?

- Siempre, desde el día uno

- Yo también

- ¿Tú también qué?

- Yo también te echo de menos - dijo mirándole fijamente. En ese momento sólo existía un silencio marcado por el latido de sus corazones. Se querían, no podían vivir sin el otro, pero los dos eran demasiado orgullosos como para sincerarse.
Alejandro fue el primero en romper con ese silencio.

- ¿Sabes qué?... - preguntó Beltrán.

Se acercó y la besó con todas sus fuerzas, añoraba poder rozar sus labios, oler su perfume, besar su cuello, poder sentir su piel, añoraba todo de ella.

- ....que te quiero - terminó diciendo, tras besar a la joven. 

- Joder Alejandro, no me hagas esto - dijo la chica nerviosa, nuevamente había caído en sus redes.

- Nora, quiero que lo intentemos de verdad. Que vayas a tus amigas y les digas "estoy saliendo con el pome"

- ¿Cómo sabes tú eso? - preguntó divertida la chica. Alejandro le respondió diciendo que tenía fuentes cercanas que le habían comentado cuál era su mote.

- ¿Quieres que seamos novios?

- Lo quiero, lo necesito - contestó el joven. Se moría por seguir compartiendo momentos a su lado.

- Prométeme algo

- Lo que quieras

- No, pero en serio. Que no vamos a discutir más, te quiero mucho pero no podemos convertiros en un matrimonio que pelea día sí y día también - dijo Nora mirando fijamente al joven. Le echaba de menos.

- Te lo prometo - dijo abrazándola.

Después de unas semanas largas, e intensas, Grace y Beltrán aceptaron sus errores y se dieron cuenta que no podían vivir sin el otro, porque su amor era muy fuerte, y juntos podrían con todo.
Sin embargo la tempestad rondaba nuevamente, y esta vez con mucha más fuerza, que meses atrás.

•••

El drama se acerca así como en la temporada de Nora ¿Ha empezado fuerte su temporada verdad? Yo no estoy asimilando nada de lo que está ocurriendo, mi Norandro ha muerto (al menos por ahora). Espero que os esté gustando mucho mi historia, pronto tendréis nuevos capítulos, ahora nos acercamos al tiempo/espacio de la temporada de mi hija. Posiblemente introduzca a Miquel pero no tenga nada que ver con su personaje en la serie, el Miquel de mi historia es Santiago, ya veréis todo lo que os estoy preparando.
Un saludo mi gente

SilviaClandestina

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top