私の愛 Aroma dulce.
-¡Espera!-Nayeon corrió hacia la omega que estaba saliendo del salón, tiraba humos por los aires y parecía que quería romperle la cara a alguien.
-Escuchame bien amiga -la omega se giró, a centímetros de distancia y Nayeon seguía sin sentir ni una pizca del aroma de la omega.- Yo voy a hacer el trabajo sin ninguna de tus preocupaciones; simple, voy a decir que no hiciste una mierda.
La omega se giró y comenzó a caminar hacia el pasillo, claramente se dirigía a su casillero y en el proceso, muy dispuesta a ignorar a Nayeon. Si estuvieran en otra ocasión probablemente Nayeon aceptaría la propuesta y la haría solo por su parte, después de todo no era malo en las materias.
-Hay que hacerlo juntas, podríamos juntarnos hoy en algún lugar y...- la omega paró y comenzó a abrir su casillero.- Solo intento aprobar el trimestre, omega.
La omega se quedó quieta y presiono fuertemente con sus manitas la puerta metálica. Sacó su rostro rojo de detrás de esta para mirar a la alfa y sus ojos tenían llamas encendidas, listas para tirarselas a Nayeon y asesinarla. Bien, Nayeon tal vez se pasó, pero no se sabe su nombre y aunque le cueste admitirlo no se sintió tan incorrecto decirlo.
-Jeongyeon. Dime Jeongyeon. -la omega dijo y volvió a poner su mirada dentro del casillero. -Hoy no puedo. -cerró el casillero, lista para irse a su siguiente clase. -¿Mañana?
-Mañana entreno, solo puedo hoy. -se encogió de hombros y la omega exhaló de una forma exagerada.
-Maldita sea, tendré que cancelar mis planes con las chicas. - la omega se tiró de espaldas a su casillero y comenzó a golpear su cabeza suavemente. -Está bien...
-¿Entonces dónde? -esto estaba siendo fácil, ofrecería su casa y tal vez puedan acercarse más y...
-Mí casa. A las tres.
La omega comenzó a escribir algo en un papel que rasgó y se lo entregó. Sus dedos hicieron un pequeño roce y Nayeon sintió que sus dedos se estaban quemando, una chispa eléctrica recorría toda su espina dorsal. Tal vez solo sea que no durmió bien.
-Bien. -tomó el papel, al menos si no van a su casa podría pedirle su número y...
-No te voy a dar mi número, esto no se va a volver a repetir. Te veo en mi casa y si no llegas lo haré yo mismo y no te daré una mierda de mi nota. -la omega dijo y siguió su camino, sin darse una vuelta para darle un vistazo.
Tocó la puerta repetidas veces y se apoyó contra la pared esperando a que la puerta de la casa se abra, esto sería un castigo de alguna santidad o una de esas mierdas por todo lo malo que hizo Nayeon en su vida; seguramente. No se imagina estar encerrada en una casa aburrida con alguien mucho más aburrida. La puerta se abrió y la alfa se posó frente a la puerta nuevamente.
-¡Jeongyeon! -una alfa rubia gritó y la escaneo de arriba a abajo con mirada de odio. -¡Maldita sea, Jeong, si no bajas en dos segundos le diré a Mami Kyu que te baje de los pelos! - la alfa volvió a gritar hacia la escalera.
Una omega de pelo despeinado junto con unos shorts demasiado cortos y un top algo gastado, junto a unas adorables pantuflas de cachorritos bajaba la escalera furiosa. Como si se pudiera ver furiosa con ese adorable aspecto y ese rico olor a cerezas y chocolate. Esperen, ¿qué caraj...?
-Así que tu debes de ser Nayeon. -una alfa alta y con ojos tan lindos como los de la omega estaba frente suyo, Nayeon se obligó a apartar la vista de la escalera. - La pobre alfa que provoca gritos espantosos en mi hija. Escándalos de odio durante el almuerzo.
Nayeon se sonrojó por eso. ¿Jeongyeon hablaba de ella durante la hora de la comida?. No, no y no. ¿Qué mierda le está pasando?
-Sí, soy Im Nayeon. Es un gusto conocerlo señora Yoo. - Nayeon extendió su mano para saludar a la alfa.
-Oh no, cariño, dime Juhyun. Soy la mamá de Jeong-ssi, mi esposa llegará antes de la cena, estará muy emocionada de conocer a otra alfa que no sea Jihyo. - la alfa dijo con una extraña sonrisa en su rostro, casi malvada. Mientras estrechaba su mano.
-Ma, no digas idioteces. Mamá Sooyoung la odiara y sí, Nayeon -la omega se giró a mirarla, sus bracitos estaban cruzados sobre su pecho. -mi madre te querrá cortar los testículos, ella solo está siendo amable porque Mamá la tiene comiendo de su mano.
-¡Jeong! No digas tantas groserías. Además tu madre come de mi mano. -la omega inclinó un poco su cabeza hacia un costado, dándole la razón.
Nayeon la obligó a subir delante de ella para evitar que, según la omega, " ver su odioso trasero". Nayeon solo obedeció y espero en el final de la escalera para que la guíe a su habitación y.... tal vez no estaba preparada para todo esto o tal vez se estaba volviendo loca por tanto estrés.
El olor a cerezas y chocolate la golpeó tan fuerte que tuvo que comenzar a respirar por la boca, su alfa por algún extraño motivo se despertó y la estaba obligando a disfrutar del exquisito aroma. Todo en la habitación de la omega estaba repleto del olor, pero la cama de la omega emanaba un olor tan atrayente. Casi como magia.
-Ya sé, el olor es insoportable. Voy a abrir una ventana. -su ceño estaba fruncido.
Comenzó a caminar en dirección a la ventana de la habitación. La loba de Nayeon quiso reprochar ante esa ridícula idea y casi hace que Nayeon se le tire encima a la omega y la obligue a no abrir la ventana jamás. La alfa sacudió su cabeza, intentando alejar todas esas ideas locas de su cabeza...tal vez su celo se esté acercando.
-Así que... -Nayeon miró el lugar, buscando donde podría dejar su mochila.- ...tu eres hija de una omega amer...
-No. -Jeongyeon se giró abruptamente y la miró de arriba abajo, inspeccionandola lentamente. -Son alfas, ambas coreanas, y te recomiendo mantener la calma con mi Ma Sooyoung, suele ser algo celosa de su único hija omega.
-¿Eres la única omega en la familia? -Jeongyeon asintió y se tiró de una forma exagerada en la cama, quedando sentada.- ¿Y cuántos...?
-Somos cinco en total, todos mis hermanos alfa y yo la única omega. - Jeongyeon la miró, su mirada quemaba un poco. -Siguieron buscando omegas, para que yo estuviera más cómoda, pero eso no pasó. -se encogió de hombros.
Nayeon estaba parada en medio de la habitación de la omega, estaban con la puerta entre abierta y se sentía tan chiquita como una pulga, estaba muy segura de que sí alguien en esta casa se enteraba de lo que tenía planeado hacerle a Jeongyeon, la favorita y única omega de la casa, no sobrevivía para contar todo lo que le harían los alfas.
-Siéntate. -la omega palmeo la cama y se cruzó de piernas, también hizo esto de subirse sus gafas, empujandolas con uno de sus deditos. -Prometo que no muerdo, al menos yo...
-No acepto bromas con mi futura muerte -la omega soltó una risita y eso hizo que el estómago bajo de la alfa cosquilleara. -¿cómo haremos el trabajo entonces?
-Primero, debes dejar tu mochila junto a la cama y segundo, diría que te sientes en la cama. Pareces una idiota parado ahí. -se flexionó sobre la cama, para alcanzar su mochila.
La cama se sacudió un poco más por eso y el olor llegó a su nariz, esto no sería tan fácil. Nayeon caminó cuidadosamente hacia la cama y dio pequeñas bocanadas de aire alentandose internamente con que la omega no era más que un bicho raro y que de seguro su loba solo está intentando dejarle un cargo de consciencia por todo esto.
-¿No te molesta que me siente en tu cama y... deje mi olor? -frunció su ceño, a su alfa le encantaba esa idea y Nayeon solo estaba más confundido. -Quiero decir, ¿no es como un nido o algo así?
-No, Im, los nidos solo los hago cuando no me siento bien o normalmente durante mi celo. -Jeongyeon se encogió de hombros y Nayeon casi se atragante con su propia saliva. -Además las chicas siempre se acuestan o sientan en mi cama y no me molesta.
-¿Qué chicas?
Si la omega decía que se acostaba con otras, Nayeon no lo podría creer. Con tantos guardaespaldas allí abajo, se imaginaba imposible poder subir a un alfa a esta habitación sin que otros seis alfas se amontonen y lo quieran sacar a los golpes.
-Jihyo y Mina. De todas formas...si el olor te incomoda mucho, podríamos ir a otro lugar. -la omega se acomodó más en la cama y Nayeon no pudo evitar dar un vistazo a esos muslos de ensueño.
-No... -sus miradas se cruzaron y Nayeon comenzaba a ¿arrepentirse un poco? -No, aquí está bien.
-Genial, entonces empecemos por la fundamentación así más o menos nos vamos guiando y sabremos por donde comenzar con la información. -Jeongyeon comenzó a escribir algo en un cuadernillo, mientras Nayeon intentaba calmar a su loba.
Estaban a nada de terminar su trabajo, hablaron muy poco durante el proceso y la mayoría de las veces era solo para preguntar si la otra estaba de acuerdo con algo del trabajo, cuando Jeongyeon dejó su lapicera suelta en las mantas y estiro sus pies en el piso, fue cuando la puerta se abrió de golpe y Nayeon se sobre saltó, casi pegando un grito.
-Tu madre me dijo que estabas encerrado con una alfa en tu habitación y por un momento creí que solo intentaba bromear.
Una alfa de piernas largas e incluso unos centímetros más alta que Nayeon, estaba en la entrada de la habitación con sus fuertes brazos cruzados en su pecho. El pelo castaño en su cabeza y los finos labios que tenía, delataban que era la madre de la omega.
-Hola Ma, -Jeongyeon corrió a la alfa y esta abrió encantada sus brazos para recibir a la omega que se sobaba en su pecho. -ella es Nayeon y solo vino a hacer un trabajo para física. -la voz de la omega chocaba en el marcado pecho de la alfa y a Nayeon por algún motivo se le hizo adorable.
-Así que tu eres Nayeon... - la mujer la escaneo de arriba a abajo, Nayeon tragó en seco. -pensé que ibas a tener cara de idiota, Jeongyeon te descubrió como una.
-¡Ma! -Jeongyeon rio en el pecho de la alfa y finalmente salió de su escondite. -Solo se comporta bien porque está en casa, pero en la escuela suele ser bastante inmadura e idiota. -la omega rio y volvió a la cama.
-Lo comprobaremos en la cena. Imagino que te quedarás a cenar, ¿no?
Nayeon diría que no en otra ocasión, pero no se sentía incómoda en este lugar y debería cumplir con su misión de enamorar a la omega para ganar la apuesta. Así que solo por eso, asintió con su conquistadora sonrisa de conejo.
-Claro señora Yoo, le avisaré a mis padres y me quedo. Si no es molestia. -miró a Jeongyeon quien parecía estar muy metida en escribir y no le prestó atención.
-Perfecto, le diré a mi esposa que ponga otro plato en la mesa, aunque de seguro ya lo hizo. -la alfa sonrió y dejo la puerta abierta. -Por cierto, dime Sooyoung. Señora Yoo suena como si te quisieras casar con mi hija.
Oye a la omega atragantarse con lo último mientras ríe de una forma desquiciada, Nayeon no está en mejores condiciones, su loba aúlla ante la idea de la omega siendo suya y ella solo ignora eso mientras frunce su ceño. La madre de la omega se va entre risas y pasos fuertes, de alguna forma, así es como demuestra que está dispuesto a defender a su hija omega.
-Mamá suele ser un bromista de primera, Ma Hyun siempre dice que se enamoró de esa mierda. -sus mejillas están sonrojadas y aún tiene la mirada ocupada en el trabajo mientras escribe. -No sé qué es lo que quieres, Nayeon, pero ganandote a mis madres no conseguirás nada.
Hay una pizca de advertencia en eso y eso hace que la alfa se pregunte si está siendo muy obvia con todo esto.
-Así que, Nayeon... -Sooyoung dice mientras le sirve puré a todos en la mesa. -Jeong dijo que jugabas al fútbol.
-Yo no dije nada -la omega tiene comida en la boca mientras habla y sus hermanos alfa la miran con orgullo. -solo mencioné que es una idiota, ¿automáticamente eso la hace capitán del equipo?
Todos ríen en la mesa y Jeongyeon gira a mirarla con una sonrisa algo torcida por el puré que tiene dentro, incluso se permite reírse de eso.
-Cariño, no hostigues a la niña, solo es una nueva amiga de Jeong. -la alfa de ojos claros habla con tranquilidad mientras termina de servirle una porción de pollo.
-No ma, solo trabajamos juntas. Conveniencia grupal. -Jeongyeon escupe un poco de puré al hablar y Nayeon ríe por eso.
Ni siquiera entiende como es que nada de esto le está dando asco, entiende la gran mayoría de las actitudes que tiene por crecer entre alfas, pero aún así sus necesidades omega, rasgos y aroma hace que algunas cosas típicas omega no pueda evitarlas.
-Tienes puré en el labio. -la omega se queja.
Su delicado dedo roza el costado de su boca y pestañea en cámara lenta al ver como la omega chupa su propio dedo, el mismo con el que sacó el resto de puré de su boca. La alfa tiene que tomar un poco de agua para evitar ahogarse y borrar ese molesto cosquilleo en su estómago. Tal vez sea que la comida esté muy rica.
Por si no saben quienes son las mamis de Jy
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