Capítulo 29.
<<El CNN en español informa: Se reporta que hace una hora ocurrió un ataque terrorista en Manhattan New York>>
Un hombre alto de cuerpo fornido golpeaba con fuerza un saco de boxeo, mientras ejercitaba estaba recordando:
<<Todavía se desconoce la cantidad de los sobrevivientes>>
Este hombre da un golpe izquierdo <<¿Por qué me dejaste ganar? No es justo>>... <<HEHEHE... te quejas porque ganaste>>
<<¿Por qué Le dijiste que no?. Estefany es la más bella de la sección>>
<<Porque se burla y mofa de alguien al que quiero mucho. Si ella no valora eso, entonces no me valora a mí>>
Sigue golpeando el saco sin detenerse <<Es una tontería. Estoy triste por una tontería que no quisiera contar>>
<<Sabes que me tienes para escuchar esas tonterías que tanto te afligen>>
<<Hermano algún día quiero ser como tú>>
Ahora entrega un golpe derecho <<Lo lamento, David no está hecho para estar en la academia>>
Sigue golpeando pero más rápido <<No importa que no trabajemos juntos, siempre estaremos en el mismo equipo, hermano>>
<<Kai por favor no vayas, tengo un mal presentimiento sobre esto>>
<<David cuando será el día en que actúes como un hombre ¿HAA?>>
<<... disculpa por ser la piedra de tu vida>>
Cierra con más fuerza los puños y sigue atacando el saco sin descansar << ¡Ocurrió algo insólito!, la guardia y el cuerpo de bomberos están siendo atacadas por los presuntos terroristas, esperemos que no anden heridos>>
<<Kai por favor no me abandones, resistes>> —Le sujeta la mano— <<David, ga...ne, GA...AA... NE ¿Verdad?>> <<Kai, hermano no me dejes PORFAVOOR>> —Solloza— <<David, te quiero mucho, hermano>>—Cierra los ojos— <<NOOOOOOO...>>
Enseguida el hombre grita de la dolorosa histeria y entrega un golpe tan potente al saco que revienta la tela y esta cae al suelo con las cadenas abajo <<Hermano me convertiré en alguien fuerte como tú, no descansaré hasta que encuentre a ese monstruo de cabello violeta, voy a vengar tu muerte aunque me cueste la vida, te prometo que voy a ganar, GANAREMOS>>—Le entrega flores a su tumba.
Capítulo 29: "Hermanos"
Se preguntaran quien soy, mi nombre es David Fernández, hijo de Dairon Fernández y Eliza Marcado y hermano menor de Kai Fernández. Desde pequeño mi hermano y yo éramos muy unidos, nos gustaba jugar policías y ladrones, comprenderán que hacia el papel de ladrón y siempre perdía, a veces ganaba pero no valía porqué mi hermano me daba ventaja o se dejaba perder para hacerme sentir mejor pero eso me molestaba. —No se vale Kai— dije sonrojado del enojo — ¿Por qué? Si ganaste— se levanta fingiendo estar desconcertado— No, tú sabía que te iba atacar por atrás pero te detuviste ¿No es justo?— Hehehe... hermano ¿Te quejas porque ganaste?— sonríe —No es por eso. Me gusta ganar por mis propios méritos.
Pasaban los años y como es natural estábamos creciendo, mi hermano era alguien muy admirado por todos, era un excelente atleta, fuerte y apuesto, todo lo contrario a mí pues era su sombra, lo único que teníamos en común es el apellido pero nadie pensaba que éramos parientes hasta que él lo declaraba, las chicas se miraban las caras extrañadas, les costaba creer como alguien tan galante y fuerte como él pudiera ser hermano de alguien torpe y feo como yo, ese tipo de comentarios le molestaba mucho. Si le daba la gana, podía tener las novias que quisiera pero no lo hacía, pues todas esas bellas y superficiales chicas a espaldas de él se burlaban de mí, se molestaba y cuando unas de ellas se atrevían en declararle su amor, él decía "No" al seco, sin más explicaciones.
— ¿Por qué Le dijiste que no?. Estefany es la más bella de la sección— dije desconcertado
—No me agrada— expresa en tono muy pesado, sin desviar la mirada.
—Pero ella siempre habla bien de ti y es muy amable contigo— apresuré el paso para alcanzarlo
—Lo sé— mete sus dos manos en los bolsillos
—Entonces ¿Por qué no te agrada? — Se detiene, sin mirar atrás dice —Porque se burla y mofa de alguien al que quiero mucho. Si ella no valora eso, entonces no me valora a mí— sigue andando. Ahora comprendí él porqué de su actitud.
Me sentía culpable de que sea la razón por la cual ande solo, veía en sus ojos un pequeño tono de soledad a ver esas parejas jóvenes de su salón. Estoy completamente seguro de que nadie se fijaría en mí pues, tengo sobrepeso, uso unos gruesos lentes para ver, además mi rostro está estallando en el acné de la adolescencia, no tengo que digamos un cabello de príncipe, sino el de un pichón de pollo pero con más plumas que vendría siendo mi pelo y por todas esas desventajas que golpean mi autoestima, noqueándome a la resignación de ser introvertido y muy inseguro.
Pero no soy egoísta, prefiero que mi hermano tenga todo lo que yo no voy a tener... y me voy alegrar mucho por él. Lo admiraba, quería ser como él pero obviamente estaba muy lejos de llegar a su nivel. Empezando que en educación física, era el último que escogían, muchos se molestaban cuando no tenían más remedio que meterme, en su caso siempre lo escogían de primero y hasta se peleaban por él, al final lo dejaban a la suerte con una moneda. En los recesos pertenecía al grupo de los populares del curso, muchos deseaban estar en la misma mesa con ellos pues esos chicos eran las imágenes de las figuras más fuertes, divertidas y galantes Griegos y Troyanos, era como si te sentaras con Aquiles y charlaras con Héctor, riéndote de los chistes de Paris. Cuando me ve, me llamaba pero a diferencia de los demás no me atrevía a sentarme pues me sentía como una sucia, grasienta y fastidiosa mancha en un mantel de ceda dorada, así de inferior me tachaba. Lo ignoraba escuchando mi nombre en alta voz, pero prefería comer solo a qué la reputación de mi hermano se desmorone por mi culpa.
En la salida, de camino a casa me pregunta —Oye ¿Por qué mi ignoraste cuando te llamaba?— seguí caminando sin verle a los ojos — ¿Acaso hice algo malo?— no daba respuesta — ¿Estas molesto conmigo?— ninguna reacción— No entiendo ¿Ahora qué te pasa?— cuando toca mi hombro sollozaba callado — ¿Qué tienes David?— Nada— dije con la voz temblorosa y resoplándome la nariz — ¿Alguien te hizo algo?— No— ¿Alguien se burló de ti?— negué con la cabeza sin voltear a verlo.
—Si no me lo dices, le diré a mamá que estuviste llorando.
—No— me restregué los ojos —Entonces dime que tienes.
—Es una tontería. Estoy triste por una tontería que no quisiera contar
—Sabes que me tienes para escuchar esas tonterías que tanto te afligen.
—No. Por favor solo quiero estar solo— seguí marchando y no seguimos hablando más del asunto.
A la semana siguiente estaba en el receso haciendo la cola para comprar, de repente alguien se me colea, era un chico robusto y alto del grado superior pero no me atreví a decirle algo pues soy tan cobarde que ni para valer mi derecho puedo, pero esta vez quería ser diferente, si fuera como Kai ya lo hubiera empujado afuera, le toqué el hombro—Oye— me ignora, volví — Oye la cola es atrás— creo que no me escuchó—¡Oye!— moví su hombro derecho con más fuerza, se voltea con una mirada punzante —¡¿Qué quieres gordo?!— Eeehhh... bueno... yoo... deberías... tú... atrás...— titubeé nervioso, el resopla burlonamente y continúa ignorándome. ¡Qué más da!, para que internarlo si igual me va a ignorar. Cuando llegó mi turno pedí una empanada de jamón y queso más un jugo de naranja, después de cogerlo me resbalé con algo y caí al suelo, mi empanada salió volando al igual que el jugo, cuando me levanto subo la mirada, veo al chico que se coleó con la camisa empapada, estaba muy enojado, su mirada chispeaba fuego y sus manos se cerraron como un martillo de hierro— ¡Ahora si valiste verga Gordo estúpido!— me puse a temblar y todos hicieron un circulo alrededor de nosotros gritando <<PELA, PELEA, PELEA, PELEA, PELEA...>>
Estaba tan asustado que ni disculpa podía pedir, ¡no me salían las palabras!, sujeta el cuello de mi camisa con toda su ira —Te voy a partir esos lentes, gordo mugroso— cerré mis ojos, me contraje esperando el golpe pero nada pasó, cuando los abro vi a mi hermano sujetándole el puño —¡Suéltalo!— ordena — ¿Quién eres tú? ¿Su mamá?— ¡TE DIJE QUE LO SUELTES!— ¡Déjame en paz!, este pedazo de barril con patas...—no pudo completar el resto de la oración porque cayó al suelo por el golpe que le propinó Kai—No te atrevas a insultarlo, disculpa con él— señala— ¡Basura!— dice escupiendo saliva con sangre de sus labios— ¡Discúlpate con él!— ordena furioso, jalándole la camisa para atacarlo con otro golpe —Está bien, está bien, disculpa. SI— lo suelta —Pero esto no se va a quedar así, si te vemos en la calle te vas a arrepentir— se marcha corriendo.
Todas las chicas a nuestro alrededor suspiraron maravilladas por ver el acto de valentía de mi hermano—Ven— me sujeta el brazo y me lleva a un sitio más tranquilo— ¿Qué pasó?— inquiere cruzándose de brazos —Eeehh... me caí y derramé el jugo en su camisa— expliqué bajando los ojos—No es eso— subo la mirada — ¿Entonces qué?—Porque permitiste que ese idiota se te coleara— Bueenoo... porque... ... ... no se— ¡¿Cómo que no sabes?!— Tu no lo entenderías— susurré bajando los ojos— Por favor David. Cómo podré entenderlo si tú no me lo dices— Es una tontería— Y vas otra vez con eso— sube los ojos con fastidio — ¡Y qué quieres que te diga!— exclamé alterado—Quiero que me digas porque has estado tan distante conmigo en estos días. Me ignoras, no me cuentas tus problemas ¿Qué es lo que te pasa?
—Bueno Kai, disculpa por ser la piedra de tu vida
— ¿De que estas hablando?
— ¡No te hagas el loco!, sabes muy bien de lo que estoy hablando. Por mí no tienes novia, por mi tu imagen de chico popular se hunde al precipicio, no soy fuerte y atlético como tú, además mírame. Siempre habrá gente que se burlará de mí y me harán bullying, pero tú no me podrás defender de todos ellos. Nunca podre ser como tú aunque seamos hermanos, no tienes por qué estar conmigo, no tienes por qué defenderme, porque no valgo la pena ¡Así que déjame solo!— Salí corriendo porque no quería que me viera llorar como un perdedor.
En la salida me quedé en el salón esperando a que se fuera primero, media hora después salí a la calle, llegando a la siguiente esquina vi un grupo de cinco chicos corriendo hasta perderse, cuando giro, advierto a alguien tirado en las bolsas de basuras, me acerco y cuando llego era mi hermano —¡Kai!— exclamé nervioso. Estaba con unos cuantos raspones, el labio rojo e hinchado, la camisa arrugada con varias huellas de zapatos y su fino cabello despelucado —Esas Mierdas— musitó adolorido —¿Estas bien?—inquirí exaltado. —Si estoy bien porque eh ganado—tose— ¿De que estas hablando? Si ellos te lanzaron a la basura —Lo sé— ¿Entonces? ¿Qué ganaste?— Gané porque mi hermano no terminó tirado en la basura como yo— me quedé mudo por su respuesta, mi corazón se paralizó por un instante, no lo soportaba más, baje la mirada y volví a sollozar—Perdóname— dije tembloroso — ¿Por qué?— Por cómo te traté— No te preocupes hermano. Yo siempre te eh perdonado— me arroje sobre él y lo abracé como nunca lo eh abrazado. Ese era mi hermano y algún día seré igual de fuerte como él.
Pasaron los años, Kai se graduó dos años antes que yo, se alistó en la academia de policía, desde pequeño quiso ser un hombre defensor de la ley y la justicia, yo también quería ser policía como él. Estaba emocionado por unirme a la academia pero debían hacerme varias pruebas a ver si soy candidato.
Mi condición atlética seguía siendo deplorable, debido a que no soy muy amigo de los ejercicios y la comida chatarra son mis deliciosos acompañantes de todos los días, además el manejo de armas me costaba mucho, no eran como en los videojuegos, a pesar que "Call Of Duty" era mi juego favorito y conocía los nombres de cada uno de esos armamentos y de cómo funcionaba, en la práctica era diferente y mis torpes manos desviaban el tiro sin poder tocar el blanco.
La única ventaja que tenía era mi estatura, 1,80 es una estatura aceptable para el cargo de policía en esta ciudad. Después de todas las pruebas atléticas, combate (Siempre paraba de boca en el suelo) y de habilidades armamentistas, esperaba con ansia los resultados. Mi hermano cuando ingresó superó con éxito y medalla de honor todas las pruebas casi batiendo un record, espero que por ser su pariente me acepten, él estaba al lado mío esperando ansioso como yo, sale el entrenador con unas cartas en la mano, las reparten llamando por nombre —David Fernández— Voy— cuando recojo mi carta de una la abro y decía "Ingresado David Fernández me temo informarle que declinamos su ofrecimiento a la academia, quizás para el próximo año, buena suerte" —¿Qué dice?— no respondí de la amarga impresión, el agarró la carta y por fin supo mi reacción. Se molestó y fue a donde el entrenador, habló con él y desde la distancia solo logré escuchar <<Lo lamento Kai, podrá ser tu hermano pero no cumple con los requerimientos físicos, lo lamento>> estaba perdido, tenía que ser realista, era tan débil que no podía defenderme a mí mismo y menos defender a otro.
Se me acerca con una mirada contristada pero a la vez molesta—No te preocupes David, quizás en el cuerpo de bomberos te acepten, no necesitas hacer ninguna prueba, solo las médicas.
—Pero, pero... no voy a estar contigo— dije nervioso
—No te preocupes. No importa que no trabajemos junto, siempre seremos un equipo, hermano— me quedé callado y cabizbajo —David, no te pongas triste. Ser bombero es mucho mejor que ser policía, ellos salvan vidas, es un oficio de mucha valentía y tú eres muy valiente.
— ¿De veras crees eso?
— ¡Claro que sí! Enserio me llenarías de alegría si te unes a los bomberos
— ¡Lo haré hermano!
— ¡Esa es la actitud!
**********
Pasó un año y era un agente del cuerpo de bomberos, en esta ciudad a pesar de ser un tanto tranquila lo suficiente para no ver cosas fuera de lo común, era todo lo contrario, todos los días y horas llegaban casos de incendios en los edificios, casa o falla de alguna maquinaria grande, comprometiendo la vida de las personas, además me pasaba la mayor parte rescatando animales indefensos que no podían defenderse, de alguna manera me identificaba un poco con ellos y eran siempre mi objetivo principal. Seguidamente llevaba una caja de cachorros abandonados, un perro maltratado o unos gatos lastimados por unos nefastos adolescentes, como una ardilla herida más otros animales que encontraba, poco a poco me empezó atraer la veterinaria y los refugios para animales, proteger, cuidar y ser la voz de los que no pueden hablar.
A mi hermano le gustó la idea de que estudiara veterinaria y eso me animó más, faltaba unos cuantos días para comenzar la carrera hasta que escuché en la radio <<Incendio en la estación del metro de Manhattan... >>
Continuará...
Si te gustó el capitulo no se te olvide en votar eso me ayudaría mucho. Muchas gracias :-)
HOLA, HOLA... mis estimados "Protylectores" espero que hayan disfrutado del capítulo de hoy. Ahora se incorpora un nuevo personaje, no necesito presentarlo, con su historia es suficiente, pobre chico a pesar de ser la sombra de su hermano y tener muchos complejos nunca desistía, ahora sabiendo en parte sobre el futuro viene la siguiente intriga: ¿Qué le pasará a su hermano? ¿Qué pasará con David? Si hay un ataque terrorista ¿Qué estará haciendo Nima? Y ¿Cómo será? ¿La detendrán? Todo eso lo sabrán en el siguiente capítulo. Un saludo
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top