"Despedida"
Narra Narrador:
-¡Dale Ryan! ¡apúrate! -alzo su voz un azabache a la distancia-
Ryan estaba medio perdido en cuánto se trataba del aeropuerto, a lo lejos divisó a sus amigos Brendon y Paulina, que estaban entre la multitud. El moreno con las manos en alza para captar su atención y Paulina, a su lado tímida observando toda la situación a su alrededor.
El castaño cargaba una pesada maleta y apresuró su paso, observó el reloj de su mano y el boleto con el horario exacto de partida rumbo a Londres.
Chocando un poco de gente a su paso llegó hasta sus amigos y los saludó a ambos.
-Pensamos con Pau que no vendrías -menciono el azabache un poco nervioso- ya nos estábamos por subir al avión sin ti.
-Si, costó despedirme de mí madre. Ella no me soltaba -decia el ojos avellanas- al igual que Spencer que fue a despedirme.
Brendon, quien tenía unos anteojos negros sacó por un momento sus lentes y enarco una ceja.
-¿Y nadie más fue a despedirte? -indago el Urie un poco extrañado-
Ryan negó y metió sus manos en sus bolsillos encogiéndose de hombros.
-mamá prometió ir a visitarme, ya que su pareja viaja mucho junto a sus hijos. Casualmente viven allá en Londres. -comentaba el castaño- y con Spens siempre nos mensajeamos.
-¿Y tus otros amigos? -le insiste en saber preguntando por sus demás amistades-
Ryan no contestó, suspiró. Y luego negó ladeando su cabeza. Brendon sonríe y lo abraza por su hombro.
-Lo importante es que estás acá amigo -le sonrie y le da ánimos- vamos el jefe nos espera con la mamá de Pau.
-¿Tú mamá viene con nosotros Pau? -inquiere saber el Ross y mira a su compañera-
Ella asiente.
-Si, no podía dejarla sola a mí mami. -dice en voz baja- ella está bajo mí cuidado, soy su única hija.
Brendon la abraza fuerte.
-eres una buena hija, de gran corazón. Por eso me gustas -le dice el Urie sin pensarlo y en voz alta-
Paulina se sonroja y esconde su rostro sonrojado sobre el hombro del muchacho.
-¡Ay! No digas eso.
-es que yo no podría traer a mí familia... apenas me soportan en casa... sentiré lástima por Bogart, pero le pediré a Till que me lo traslade allá así está con nosotros -menciono el Urie pensando en su perro-
-¿Bogart? ¿Tu perrito? -pregunta suave la chica-
Brendon asiente y mientras caminaban uno al lado del otro en dirección a abordar el avión.
En la fila notó que estaba Till charlando con la madre de Paulina, la cual parecía que tenían una charla.
Brendon se acerca un poco a Pau para decirle una broma.
-Mira Pau... tú mamá y tu padrastro -le señaló a Lindemann- hacen buena pareja
Paulina se sorprendió por la conexión entre ambos pero negó divertida.
-No me imagino tener a Till de padre... En todo caso tendrías que tener mucho más cuidado porque sería tu suegro.
-¡¿Qué?! -Brendon entro en pánico y empezó a sudar, ya quería volverse y no subirse al avión- ¡Ash! Me olvidé algo en casa....
Ryan lo jala de su brazo y lo pone quieto en su lugar.
-no, no vas a huir ahora. -le dice el Ross y frunce su ceño- yo también hice mí esfuerzo para estar aquí.
Brendon suelta un bufido mientras que Paulina sonríe.
-¿vamos? No hagamos esperar al jefe... -habla la muchacha y cuando intenta arrastrar su valija, estaba un poco pesada-
Brendon amablemente intentó ayudarla pero hasta el mismo se sorprendió de que le había costado moverla.
-Uy, ¿Que traes Pau aquí en tu maleta? -dice en broma y utilizó más fuerza de lo normal- está pesadisima.
Paulina vio que el Urie no traía una maleta, solo una mochila.
-¿Y vos Bren? -observo que el no traía muchas cosas a diferencia de Ryan que si traía una maleta-
Brendon mientras caminaba cargando su maleta pesada y Pau se ofreció a llevar su mochila cargada al hombro.
-Yo traje un par de calzones, dos jeans, un abrigo y el que traigo puesto, tres playeras, un peine, desodorante y un perfume. Ah y mí cepillo de dientes, medias y un gorrito por si hace frío. -menciono el Urie recordando todo lo que había traído-
Paulina trataba de recordar todo lo que había metido pero si era indispensable y dificil meter un clóset allí adentro.
-Uh bueno, yo a comparación tuya me traje el ropero entero -se reía por lo bajo- me traje muchos abrigos...
Ryan chequeó nuevamente su móvil e investigó el clima en Londres.
-Pero allá hace calor... ¿Ustedes pensaron que haría frío? -indaga el castaño y cuando les preguntó los dos se quedaron sin habla- ¿En serio no investigaron el clima actual del Reino Unido?
Brendon sonrió tontamente y Pau se puso nerviosa, ambos negaron.
-es que... nos pusimos a videochatear toda la noche, no podíamos dormir de la emoción -comentaba el Urie-
Cuando llegaron hasta el señor Lindemann estaba la madre de Paulina a quienes saludó a ambos chicos.
-¿Tú debes ser el novio guapo que habla mí hija? -la madre se confunde con Brendon y toma la mano a Ryan admirando al joven- eres muy apuesto.
Ryan se rasco la nuca y tosió un poco...
-¡Mami! ¡Él es mí amigo Ryan! -interviene Paulina entre ellos y jala al azabache de su brazo- ¡Él es Brendon! ¡El chico que te dije!
Brendon sonrió nervioso y hace una reverencia saludando a la señora.
-Hola suegrita linda -intenta sonreír pero está súper nervioso- soy Brendon, su guapo yerno
-¡Oh! ¿Yo te conozco de algún lado? -dice la señora de mayor edad investigando las facetas del Urie-
El azabache trago grueso, pensó que la señora lo había visto salir de algún burdel nocturno.
-Oh ¿En serio? Yo nunca la había visto -decia el azabache y se ríe por lo bajo-
-¡Te digo que si! ¡Un actor guapo de la novela que vemos a la noche! ¡Creo que era un actor homosexual! -la señora toma fuerte su mano y se aferra a él-
Brendon casi tose de lo incómodo que se puso.
-Brendon después habrá tiempo para conocerse -se interpone Till en la conversación- después hablan de novelas, etc. Ya es hora de partir. -los apura Lindemann-
Por el altavoz anuncian que el próximo vuelo directo desde Las Vegas a Londres hará comienzo en 10 minutos, cada uno ya tenía su pasaporte en su mano, su vida lista, pasaron rápido por la máquina de metales y esperaron a que todos estuvieran en orden para ir juntos a abordar el avión.
Ryan era el último y Brendon le hacía señas para que se apure, los demás se habían adelantado y solo quedaba por último el castaño.
-¡Oye Ryro! ¡Vamos! -alzaba su voz-
Pero Ryan estaba dentro de un trance, porque está vez no fue como la última vez que se despidió (en la cuál nunca lo había echo, sino que desapareció). Ahora se iría por un largo tiempo a otro país a estudiar, a progresar, a tener un futuro lejos de lo que había soñado. Observo hacia atrás y echo el último vistazo, buscaba a cierta persona con su mirada pensando que estaría allí para detenerlo y confesara su amor. El cual era mutuo pero no divisó a nadie, ni siquiera a sus amistades que últimamente lo venían despreciando sin saber las cosas.
-¡RYAAAAN!
El castaño volvió a mirar a Brendon, en su mano izquierda tenía su pasaporte y una libreta del viaje que harían, además llevaba un libro para leer en el transcurso. En su mano derecha tenía un sobre, el cual tenía los resultados originales acerca de las pruebas de ADN que le habían echo en conjunto a Marcus, el hijo de Sarah Orzechowsky.
Ryan cerró sus ojos porque una vez que él se fuera, no volvería a esta ciudad que tan malos recuerdos le había traído. Quería empezar una vida nueva lleno de éxitos y no de penurias.
Apresuró su paso y no se dió cuenta que en el trayecto que cargaba su maleta, pensó en su pequeño hijo, su despedida. Lo amaba con toda su alma pero muy en el fondo sabía que lo dejaba en buenas manos. Unas lágrimas salieron de sus ojos sin darse cuenta... Recordaba a su niño... a cada momento. Había creado unos fuertes lazos con él y se habían encariñado. Alex no sabía que él se iría para siempre.
Cuando llego hasta Brendon este lo abrazo por su hombro, lo admiraba, porque había sido muy valiente. El azabache entendía los sentimientos del castaño y conocer a Paulina hizo qir su corazón se ablande y sea más empático con los demás. Le prestó su hombro para que llore y lo abrazo.
-Soy un idiota...
-Eres fuerte Ryan, tranquilo. Ya pasará. -dijo el Urie en voz baja y tomó su valija para ayudarlo- vamos que el jefe nos está esperando, ya sabes cómo se pondrá si tú no estás ahí...
Ryan sonrió forzosamente a pesar de que sentía una angustia atrapada desde hace mucho tiempo y nunca se tomó el tiempo de descargarse con alguien, nadie lo entendía.
Cuando llegaron a sentarse en los asientos justamente entraban los 5 en la misma hilera. A Ryan le tocó del lado de la ventanilla, Brendon a su lado, Till en el medio, la madre de Pau al lado del jefe y Paulina del lado del pasillo donde pasaban las azafatas.
-¿Ryan te cambio de lugar? ¿Que dices? -le dice el azabache en el oído a su amigo pensando que Tíll no lo había escuchado-
-Olvidalo. -le resta importancia y mira hacia la ventanilla, aún tenía una ligera esperanzas como pasaban en las películas románticas que pudiera aparecer el amor de su vida en la pista de aterrizaje y gritar su nombre para que no se vaya-
Brendon buscaba la manera de ver cómo podía acomodarse sin tener que viajar al lado de su jefe, que lo observaba con mala cara.
-¿Y si cambias de lugar con Pau y yo cambio de lugar con ella para estar al lado de la ventanilla? -le insiste en su propuesta-
-Mejor le diremos a Till que cambie con Pau, es más fácil -le recomienda Ryan siendo un poco bromista al respecto y le guiña un ojo-
-¡Estás loco! -se asusta el Urie, después de darse cuenta que lo dijo en voz alta cubrió su bocota al darse cuenta que Lindemann le echo la mirada asesina-
-no me dejan en paz ni en un viaje -menciona Till digustado, se saca los auriculares de sus oídos algo molesto- ¿Ya puedo relajarme? -le dice a Brendon, quien asiente del miedo-
-Ok, solo quiero un viaje tranquilo. Gracias por su atención. -Till pone de nuevo sus auriculares mientras saca un libro y se pone a leerlo, para no darse cuenta y chismoseando el libro estaba escrito en Alemán-
Paulina se reía por lo bajo y tenía justo el asiento pegado a su madre, así que podía platicar en voz baja sin molestar al jefe.
Brendon le envía un mensaje de texto antes de que el avión despegará.
Brendon: quiero que Ryan cambie de lugar contigo así te tengo cerca, no quiero estar pegada al jefe en todo el viaje 😵
Paulina: soporta un poco, son unas horas de viaje 🥺 después tendremos tiempo de estar juntos.
Brendon: 🥺🥺🥺😭😭😭
Brendon miró a Paulina y ella se puso a leer también mientras su madre escuchaba música relax por los audífonos. El azabache no era una persona de quedarse estática muchas horas, la chica azafata le pidió amablemente que no usen el móvil en el trascurso del viaje.
-Ryan te cambio, quiero estar del lado de la ventanilla... -le insiste a su compañero-
El castaño lo observa y niega.
-Aguantate, sino pues lee algo como para matar el tiempo. -le dice como idea mientras él veía por la ventana-
-ese es el problema, ya me leí todo los carteles y pegatinas del avión. -decia ansioso el Urie y quería quitarse el cinturón de seguridad que lo tenía prisionero- ¡Ya sé! -se le ocurre una idea- vamos a chismosear un tiempo así me entretengo un rato.
Ryan se encoge de hombros, no tenía mucho de que sacar conversación, no estaba de humor.
-Cuentame Ry... ¿Cómo te deshiciste de la bruja que estaba en tu departamento? ¿Pudiste saber si ese hijo era tuyo al final? -le saca el tema por simple curiosidad-
Till que estaba a su lado, aprovecho su distracción para apagar la música y fingir que dormía para saber del tema que también lo tenía preocupado a su muchacho.
Ryan sacó de su bolsillo aquel sobre dónde estaba los resultados definitivos del exámen de compatibilidad de ADN. Le entrego dicha hoja para mostrarle.
-¡Ah! -se sorprende el Urie pero se queda tranquilo que ya no lo usarán a su amigo- yo sabía que esa zorra te iba a plantear un hijo que no era tuyo.
Brendon festejaba internamente pero Ryan en cambio sentía lástima por el niño que se había encariñado con él.
-Si, pero me costó mucho... pobre Marcus... se quedó sin papá. -dijo en voz baja-
-no te hagas dramas, Sarah es rápida para conseguís machos. -menciona desinteresado de ese tema- seguramente se embarazo de alguno cuando se fue a estudiar al extranjero. -le resta importancia-
-Marcus es autista y es un año mayor que Alex, imposible que sea mí hijo. Tal vez es de alguien más como tú dices. -dijo el castaño encogiéndose de hombros-
Brendon sacó de su mochila una bolsita de palomitas dulces para comer mientras escuchaba el relato del Ross cómodamente.
Ryan suspiró, no sabía ni por dónde empezar.....
Flashback:
-¡Dallon! ¡Ya pasaron las dos semanas! ¡No tengo mucho tiempo! Necesito saber eso... -menciono desesperado un castaño irrumpiendo a última hora en el despacho del Dr. Weekes- ya le di mí respuesta positiva a mí jefe...
Dallon, quien había tenido un largo día de trabajo en el consultorio con muchos pacientes que tuvo que atender por citas reprogramadas, busco en su cajón del escritorio los resultados de los exámenes de sangre.
-toma... -Dallon le extiende el gran sobre y se lo entrega para que él le eche un vistazo-
Pero justamente llegó Ángeles por su esposo y nota la presencia del Ross.
-Disculpa cariño, pensé que ya no tenías pacientes -observa que a su lado estaba Ryan seriamente-
-Ryan vino por unos estudios que se hizo, ya se retira. -contesta el ojiazul y toma sus cosas para irse a casa juntos-
-¿Estás enfermo? -indaga la azabache con el bebé Knox en sus manos-
-es un control médico, rutina. -le miente el castaño para no decirle la verdad- ¿Cómo está Mich, Alex?
Ángeles hace una mueca de medio lado y mese en sus brazos a su bebé.
-Enornemente felices con la llegada de Leah, su hija. Es hermosa, parecida a Garrett. -contesto la mujer con una sonrisa- me hizo recordar a mí cuando tuve a mí pequeño...
Ryan se acerca al pequeño bebé Knox y el bebé dormía. Lo veía como algo lindo y delicado, comprendía cómo se sentía.
-Entiendo. -dice en pocas palabras y sonrió- bueno, yo me retiro a mí hogar, también me están esperando... -Ryan se acerca al Weekes para estrechar fuertemente sus manos- gracias...
-Ni me lo digas -Angeles pone sus ojos en blanco- ¿Se va a enojar Sarah por qué te retrasaste? -enarca una ceja, porque obviamente odiaba a esa mujer-
Ryan niega.
-Puede que esté viviendo en mí departamento pero no somos pareja, no dormimos juntos. Tampoco deseo que controle mí vida.
-¿Ah no? -eso le llamo la atención a la mujer del Weekes, ella pensaba que su relación era diferente-
-Bueno, me voy. No los quiero retrasar.
Dallon antes de irse, sin saber los resultados de esos estudios, abrió su boca, necesitaba saber algo...
-¿Ryan volverás?
El castaño antes de abrir aquella puerta voltea y niega con una pequeña sonrisa. Luego de eso sale del consultorio con prisa.
-¿Porque le preguntaste si volverá? ¿A dónde va amor? -Angeles sospechaba algo, que la dejo preocupada-
-nada cariño. -le contesta el Weekes y había una razón para no decirles, porque Ryan le había pedido que se mantenga en secreto hasta irse, no quería lastimar a nadie más-
Ryan salió del despacho rumbo a casa, tenía seis horas antes de subirse al avión rumbo a su nuevo destino.
Cuando llegó a su departamento se encontró con que Sarah le estaba enseñando a leer y hablar algunas palabras a su hijo, Marcus.
-¡Oh! ¡Es Ryan! -anuncia la azabache-
El niño se levanta y sale corriendo a recibirlo con un abrazo.
-¡Hola Ryan!
El castaño se emocionó un poco, pero no por la emoción del niño sino porque le daba lástima que tal niño se haya encariñado a él. Su partida le haría mal.
-Sarah... quiero hablar contigo a solas. -dejo de lado a Marcus y lo acompañó a sentarse en el sofá- sin Marcus, por favor.
Ella se queda sin habla pensando que tanto quería hablar seriamente con ella, que era tan importante. Llamó a Z Berg que acudió a la media hora en su hogar
Cuando llegó la rubia disimulo un poco y acompaño al niño a su habitación para mirar la televisión mientras la pareja hablaba de sus asuntos.
-Listo cariño. ¿Que tenías que decirme tan importante? -ella se sienta cómodamente sobre el sofá-
Ryan se armaba de valor internamente y respiró profundo. Tenía que prepararse mentalmente para el drama que viniera después.
-Tú me dijiste que Marcus era mí hijo ¿Verdad? -empieza el interrogatorio del Ross a la azabache-
Ella asiente.
-¿Si y qué sucede con eso?
Ryan saca un sobre pero aún no lee su contenido.
-He tenido mis sospechas desde el principio, desde que llegaste a irrumpir la paz en mí hogar -menciona serio el Ross, Z Berg se asoma por el umbral de la puerta para escuchar la conversación mientras también vigila el interior de la habitación donde estaba el niño- no había congruencia de tus dichos con los hechos. Yo me había cuidado aquella última vez que nosotros... -le daba vergüenza decirlo-
Sarah estaba expectante y entendía a qué iba el tema, estaba poniéndose nerviosa y empezó a jugar con sus manos.
-Si ¿A qué va todo? -dice retadora la muchacha-
-para concluir... me hice unos exámenes de ADN con Marcus para saber si yo era el verdadero padre...
Sarah se pone de pie, no lo podía creer. Se levantó de su lugar abruptamente.
-¿Porque? ¿Porque hiciste eso? ¿No confías en mí? -empezo a atacarlo, ella entra en pánico-
Ryan esquiva su mirada y mientras ella intenta aferrar a su pecho pero él la aparta y saca aquel gran sobre con los resultados mismos.
-Aqui están los resultados... -alza su mano como si adentro de ese sobre dependiera su vida misma, mucho estaba en juego-
Sarah abrió sus ojos y empezó a sollozar, sabía internamente que la patrañas de mentiras llegaría a su fin si se descubriera la verdad acerca de la paternidad de su hijo. Ella intenta tomar aquel papel para destruirlo, deshacerse de las pruebas.
-¿Qué? ¿Pero que haces? -Ryan estiró su brazo apuntando al cielo razo con el papel en su mano-
-Ya está ¿Para que quieres saber acerca si es tu hijo? Es tuyo amor -insiste la azabache- Marcus es tu hijo.
Ryan se da la vuelta, se gira para quedar de espaldas a ella y sacar el resultado que tenía aquel papel adentro del sobre.
Lee atentamente todo detenidamente mientras por detrás suyo ella se lo intentaba arrebatar.
-¡Basta! ¡Ya deja eso!
Ryan abre sus ojos y no es que no podía creerlo, lo presentía y sintio un gran alivio al saber la verdad. Luego se volteo a dárselo.
-Dime ¿Porque? ¿Porque me mentiste Sarah? -dice el castaño un poco molesto, ahora sabía la verdad- Marcus no es mí hijo, no hay compatibilidad en nuestra sangre.
Ella se queda petrificada, imaginaba que en algún momento de su vida pasaría este momento y quería evitarlo. Al no saber que decirle, ya que el Ross insistía, se quiebra en llanto.
-Eso es mentira... ¿Quien fue el idiota que hizo eso? ¿Lo falsificaste seguramente? ¿Cuánto te salió? -le cambia de tema e intenta ponerse sería-
Ryan le enseña los resultados mostrando aquel papel frente a sus ojos.
-Nuestra Compatibilidad es de 0,000001%, es nulo. Y Marcus no tiene 6 años, tiene casi 8 años. En eso también me mentiste. Estan sus datos en las bases de datos médicos. -menciona el Ross y ella se cohibe, camina hacia atras- no le puedes echar la culpa a un médico profesional, él hizo las mismas pruebas con Alex, mí hijo.
Sarah intenta soportar y calma su angustia, Z Berg al ver toda la escena no interfiere, quería que esa relación se termine por una vez por todas. Aunque le dolía el sufrimiento de Sarah, era un poco egoísta porque no quería compartir su cariño con alguien más.
-¿Y ahora que me vas a decir? -sigue el castaño-
Sarah intenta acercarse al Ross para desahogarse en su pecho pero él la sujeta fuerte.
-No, no me vas a engañar con tus mentiras otra vez... Te creí y me mentiste... no sé juega con algo tan delicado como ser padre... ¿No pensaste en Marcus? -Espeta el Ross y niega con una sonrisa- no, que te va a importar el niño, siempre lo tenías descuidado y encerrado... lo tenías como un juguete sin conocer el mundo exterior y a mí... -luego recordó los planes que tenía con Michelle antes de que ella llegara y ahora todo se le fue por la borda- me arruinaste la vida con tus mentiras...
-Ryan te amo... quería estar contigo... si tú hubieras sabido que Marcus no era tu hijo no me hubieras aceptado nunca. -intenta otra estrategia- a pesar de todo nos supimos llevar bien en la convivencia, Marcus te adora, gracias a ti ahora habla un poco... olvídate de esa mujer... Yo puedo hacerte feliz -insiste la azabache- solo aceptanos, no tenemos otro lugar a dónde ir... mí mamá murió...
Ryan puso los ojos en blanco porque sus mentiras parecía que no tenían fin.
-No voy a olvidar jamás a esa mujer, porque es a la que amo. -dijo seriamente y ya no era el niño tonto que le tomaban el pelo, lo decía con todo el dolor y la impotencia que sentía por dentro- lo siento por Marcus, el no tiene la culpa de tus mentiras...
Ryan toma distancia de ella y va a su habitación con prisa para armar rápido sus valijas. Ya contaba con menos tiempo. Sin querer se choca con Elizabeth y pasa de largo entrando a la habitación... cuando está allí nota que Marcus se había dormido en su cama.
Sarah estando en shock es consolarla por Z Berg quien llega a abrazarla.
Ryan busca los más primordial y entre ellos sus papeles más importantes, sus fotos familiares, su guitarra acústica, su laptop, ropa, abrigo, ropa interior, medias, cepillo, etc. metiendo todo en la valija.
Sarah entra nuevamente a la habitación para disculparse por todo el mal que le había hecho.
-Ryan escúchame... -el no le presta atención- lo siento si, te mentí y eso no tiene perdón. -dice en voz baja- soy una mala madre, una mala persona, pero en verdad te quiero... No te vayas... Te necesitamos con Marcus ¿A dónde vamos a ir?
Cuando terminó de guardar sus pertenencias él se paró de frente a ella.
-Lo hubieras pensado antes. -dijo molesto aún, porque aunque más le daba al asunto en su cabeza se sentía timado por la Orzechowsky- nadie va a reparar todo el daño que me hiciste... no solo me engañaste a mí, sino a tu pequeño hijo -señala al niño- algún día querrá saber de su verdadero padre
Ryan carga su valija e intenta salir por la puerta hacia el living.
-¡Espera por favor! -menciona desesperada- ¿A dónde vas? ¿Porque?
-me voy, lejos para que no me busques. Tengo proyectos y planes de vida que no quiero compartir contigo. -le contesta el Ross-
Sarah se agacha al sueño al quebrarse porque no sentia madura como para vivir el mundo de la adultez, con muchas responsabilidades que le escapaba.
-¿Y yo? ¿Marcus? ¿A dónde iremos? ¿Que haremos? -ataca con muchas preguntas simultáneas-
-no sé, tú puedes empezar por buscar un trabajo, tienes 6 meses para conseguir algo. Te deje pago el departamento hasta ese tiempo. -menciona el Ross-
Sarah entra en shock, no se veía como empleada de algún local, eso le angustiaba más. Elizabeth se acerca y la ayuda a reponer su postura.
-Ya amiga, no te humilles por un hombre. Déjalo nomás que se vaya, no lo necesitas -menciona cabrona Elizabeth-
El Ross guarda aquel resultado en su valija y se va del departamento tirando las llaves al suelo antes de irse... Internamente le dio pena no poder despedirse de Marcus como se debiera pero era mejor así, no quería que el niño sufra su ausencia.
Ahora él se dirige hacia otro destino, la casa de su amigo Spencer quién vivía cerca.
Fin del flashback.
-Esto es cine muchachos, lástima que no tengo un cigarro ahora jaja -se pone contento el Urie y estira sus piernas-
-Si porque a ti nunca te pasa nada malo, con Pau está todo bien -le recuerda el Ross-
-Oye dijiste que habías traído tu guitarra -recordo parte del relato del castaño y empezó a urgar por debajo de los asientos- que extraño porque no la vi... ¿La perdiste?
-eres muy atento -menciona el ojos avellanas- se la regale a Alex, mí hijo.
-¿Enserio? ¿También te fuiste a despedir de él? -indaga el Urie y se vuelve a poner cómodo, ahora sacó una bolsa de caramelos para disfrutar- ¿Y como te fue? ¿Garrett te echo Fly?
-no podía irme sin despedirme, no sin despedirme de él... mí niño... -Ryan estaba muy sensible con ese tema, sin darse cuenta unas lágrimas salieron de sus ojos-
Mientras por el altavoz del avión anunciaban su despegue, el Ross se distrajo viendo por la ventanilla como el avión empezaba a moverse y a recorrer la pista, tomando impulso de a poco. Sus esperanzas se habían perdido, nadie se había presentado para detenerlo. Mientras estaba nostálgico Brendon lo molesto tocándole el hombro.
-¡Oye!
-¿Qué? -se da vuelta y lo mira frunciendo su ceño-
-ya abrí el paquete, ahora cuéntame... -se indigna el moreno, estaba aburrido y no quería entrar en ansiedad-
Ryan pone sus ojos en blanco, era lo que menos quería recordar. Suspira nuevamente.
Flashback.
-mamá... antes de irme ¿Puedo ir un rato a mí antigua habitación? -le pregunta a su madre momentos antes de despedirse de ella- quiero ver si quedó algo que me pueda servir, para llevar.
Ella asiente y sabía que estaba con poco tiempo, aún traía su maleta pesada la cuál dejo en la entrada al living. Mientras el recorría su cuarto de cuando era niño, su madre aprovecho el tiempo para prepararle una vianda para comer durante su viaje.
Ryan se encontró nostálgico, ya que había muchas fotos en su habitación de las cuales no llevo a su departamento, Keltie no las había escogido por alguna extraña razón cuando se mudó con ella.
-las fotos con mí padre... mí madre -tomo aquellas fotografías y las guardo en un libro- mí foto de promoción... y fotos con mis amigos de siempre... -observo las fotografías y sonreía solo por los lindos recuerdos que tenía- aquí una con Mich cuando éramos novios, seguramente ella tendrá las demás... siempre me tomaba fotos de cualquier ángulo -se reía tontamente- ¿Me habrá olvidado?
Ryan guardo todas las fotos posibles porque sabía que no volvería por algún largo tiempo, no tenía una noción de cuánto.
-aqui estoy con Alex... pobre... -toco con un dedo su figura en la fotografía- ¿Algún día sabrá que soy su padre? ¿Me odiara por irme?
No quería enroscarse mucho con ese tema pero antes de ir a despedirse de su pequeño hijo se metió un momento en su computadora de escritorio e hizo una copia de aquel resultado de ADN. En conjunto a eso, abrió un block de notas para escribir un mensaje.
Hola Michelle...
Sé que no puedes verme, que me odias con toda tu alma. Porque te defraudaste de mí, te decepcioné. Pero tengo la prueba que necesitas para que me creas, ese supuesto hijo de Sarah no es mío. Si, la cagué en el pasado acostándome con ella. Pensé que así podría olvidarme de ti, que te dejaría en paz y hagas tu vida con Garrett... pero no, el destino nos volvió a cruzar y me di cuenta que no fue solo un noviazgo de adolescente... en verdad te amo, me di cuenta que estoy enamorado de ti, siempre lo estuve y nunca lo supe. Pero no soy egoísta, tengo que entender a veces que en la vida no se gana y si tus sentimientos no son mutuos hacia los míos lo entenderé. Perdoname por hacerte sufrir, soy un idiota.
Con respecto a mí vida he decidido aceptar una beca de estudio en Londres que Lindemann me ofreció. No sé cuánto tiempo este allí, seguramente será por mucho tiempo en lo que estaré lejos de Alex... nuestro pequeño hijo del cual me siento muy orgulloso y sé que si me voy una parte mía se quedará cuidandote, siempre estará a tu lado. Alex fue la noticia más linda que me has dado, estoy muy feliz. Lo siento y me siento triste porque me voy y me perderé muchos grandes momentos a su lado. Es un niño.... y yo solo soy su amigo. Sé que iré y quedará un buenas manos. También felicitarte por el nacimiento de tu hija, seguramente Garrett estará feliz de tener una parte suya contigo.
Bueno, si decides despedirte de mí te espero en el aeropuerto de Las Vegas, mí vuelo 210 sale a la medianoche y llegamos al siguiente día a Londres... donde siempre quisiste recorrer y vivir juntos. Te estaré esperando y si no nos vemos te deseo una feliz vida... recuerda que siempre estaremos unidos por nuestro único lazo: Alex. Beso :)
Ryan al terminar de escribir imprime dicho mensaje y lo mete en un sobre color rosa, el color favorito de Michelle. Lo guarda en su bolsillo y sella para entregárselo en persona.
Apaga todo y sale de dicha habitación con algunas de sus pertenencias más valiosas. En su mano llevaba aquel brazalete que ella le había obsequiado en secundaria, Keltie quiso deshacerse de ella pero no obtuvo su éxito.
Fin del flashback.
Cuando Ryan intento seguir con su relato se dio cuenta que Brendon estaba roncando, durmiendo para ser exacto. El castaño se sintió un poco ofendido porque él le había insistido para que le cuente y terminó quebrado.
-Oye... Bren... -tomo su bolsa de palomitas y las guardó, al igual que los dulces- ¡Oye!
Till, quien estaba al lado del Urie, abrió levemente sus ojos para que él Ross dejará dormir en paz al moreno, peor sería despertarlo.
-Dejalo que duerma. Este niño sufre algún trastorno... le cuesta quedarse quieto, meditar o callarse la boca. Lo mejor sería aprovechar para dormir nosotros también. -sugiere amablemente Lindemann y se coloca los auriculares-
Ryan estaba asombrado, pensó que Tíll ya se había dormido hace bastante tiempo pero no era así.
-Jefe... Pero usted... -estaba en shock y avergonzado si escucho su relato, tanto así que cubrió su rostro-
-mañana le cuentas sobre tu enamorada que dejaste en Las Vegas. -musita leve y le da un guiño-
Till se pone cómodo e intenta conciliar el sueño. Mientras tanto el Ross vuelve a su posición y observa la ventanilla... la luna brillaba con todo su resplandor en el firmamento.
Aprovechando que no tenía sueño y estaba melancólico, se le ocurrió escribir unas letras, una poesía. Una posible canción que la archivaria en su laptop.
Aún tenía esa sensación, la nostalgia invadía su ser. En el reflejo del vidrio veía su imagen reflejarse, le hacía acordarse a su hijo.
Flashback:
Ryan hizo su última parada en la casa de los Børns, respiró profundo, tenía que armarse con sus últimos esfuerzos de mucho valor. Pensó en las mil veces, monto una escena posible e imaginó las explicaciones que le daría a ella, todo pasaba por su cabeza si Michelle se ponía intensa.
Tocó la puerta y a su lado tenía su valija un poco escondida, no quería enseñar a primera vista.
Espero un poco, estaba nervioso. Ya no sabía con qué se encontraría.
La puerta se abrió y el primer personaje en aparecer fue Garrett Børns con su pequeña bebé en brazos, a quien le daba su biberón tibio, con mucho amor y paciencia.
-¡Oh Ryan querido! ¡Que bueno que viniste! Hace mucho tiempo no te veía por aquí -decia de buen humor- ¿Cómo estás? ¿Quieres pasar y ponerte cómodo? -se aparta un poco de la puerta principal y le da lugar para que pase-
-Si, todo bien por suerte -él nota a la pequeña bebé y pestañea, nunca imagino que se veía tan bonita una pequeña criatura- ¿Es tu hija verdad?
Garrett asiente y deja el biberón sobre una mesita.
-Si, se llama Leah Katia Børns. -musito el pelilargo- Mich eligió los nombres, me pareció perfecto. Es hermosa mí bebé ¿verdad?
Él le muestra su pequeña bebé para que la admiré. Ryan la observó y vio muchos rasgos de ambos pero esa niña tenía mucho más parecido a Børns.
-Se parece a ti. Pero versión niña. -comenta el Ross y quiso tocar su mano, la bebé cerro su mano fuerte, no quería que un desconocido la tocará- Oh
-mi niña... ya ya... -Garrett la apapacha en su pecho- papi te cantada una linda canción...
Børns empezó a caminar sobre el living. Fue cuando divisó la maleta y también una guitrra guardada en su funda.
-¿Viniste a ver a Alex?
Ryan asiente, aún no estaba preparado mentalmente para la despedida con el niño.
-¡Alex! ¡Ven! -alzo un poco su voz, con cuidado para no asustar a la bebé- Alguien quiere verte -Garrett observa hacia las escaleras- está en su habitación, en la planta alta.
-Entiendo. ¿Y Michelle como está? -pregunta el castaño haciéndose el desinteresado-
-Si, está en la habitación durmiendo. Me dijo que no la molestaran. Porque no durmió nada en el hospital. -le mando como excusa, había recordado que ella misma le había pedido que lo atendiera en persona- bueno, aparte tiene que hacer reposo por la cesaría.
-Pobre, debe estar muy cansada -menciono en voz baja y extrañado, porque en verdad quería verla por un momento antes de irse-
Alex venía corriendo desde su habitación, cuando se asomó por el barandal para observar de quién se trataba se emocionó de ver a su amigo.
-¡Ryan! ¡Viniste a jugar! ¡Iujuu! -festejaba el niño con mucho entusiasmo, hace mucho no lo veía y quería contarle tantas cosas-
El niño de seis años bajó rápido por las escaleras y se aferró a las manos del Ross...
-¡Te quiero enseñar los nuevos juegos que me regalaron! -Alex emocionado lo jalo de su mano para llevarlo hacía su habitación-
Ryan no le quedó de otra, miró su reloj y aún le quedaba dos horas para el despegue del avión, accedió porque lo veía muy entusiasmado.
-Alex con cuidado por las escaleras... -sostiene Garrett observando como el niño se llevaba a las arrastra al Ross-
Ryan se sentó en su pequeña cama y mientras Alex ponía el nuevo juego de Mortal Kombat XI le dio un joystick al castaño y uno usaría él.
-Yo elijo a Scorpio -dice el niño, fanático del juego- ¿Cual elegirás Ryan?
El castaño pensó pero hace mucho tiempo no jugaba a los juegos, no había tenido tiempo.
-Ehm -penso por un momento, luego le contesto- a Sub Zero.
Ellos se pusieron a jugar un rato y por un momento Ryan se había olvidado sus problemas y preocupaciones.
-¡Ay no! -exclamo el niño- me congelaste
Ryan reía sin darse cuenta que el niño le traía mucha paz. Cuando observó su habitación se dio cuenta de un pequeño detalle.
-Oye Alex... ¿Dottie y la otra perrita? ¿Donde estan que no las vi? -indaga curioso el Ross-
Alex enfocado en la pantalla que tenía en frente, apenas recordó algo sobre dos mascotas.
-mamá... se llevó a Dottie y se la dió a Harry... yo no quise... pero me dijo que aquí la casa era pequeña, no había espacio para dos mascotas -concluyo el niño y luego perdió ante el Ross en una partida rápida- ¡Uy! ¡Perdí!
Ryan suspiró, porque Dottie era un regalo que él le dio a Alex y por algún motivo, seguramente personal, Michelle se deshizo de ella.
-Jessy está durmiendo y cuidando a mamá... Después a la noche duerme conmigo -le dice el niño con total sinceridad-
Ryan le gustaba la idea de poder quedarse un rato más en compañía de Alex pero el tiempo se le agotaba.
Husmeo su móvil y chequeó mensajes, tenía varios pero principalmente el del Urie que llamo su atención...
Brendon: Ryan estamos en el aeropuerto con Pau y su madre, ya nos encontramos con Till aquí. Donde estas? Estás viniendo? Apúrate y no me falles amigo 🥺😭
Él estaba por contestarle pero su rostro se puso serio, tanto así que se distrajo.
-¡Ryan! ¡Ryan! -Alex se puso delante de él y palmeó sus mejillas- ¡Hola Houston a tierra llamando a Ryan! -reia el niño inocentemente-
El castaño se sorprende y cae en la realidad, ladea su cabeza y fuerza una sonrisa, le había costado porque miraba detenidamente las facciones de Alex, él estaba feliz, sin preocupaciones.
-Si Alex -musita leve sin pensarlo- discúlpame, debo irme enseguida...
Alex hace una mueca de medio lado, se queda quieto viéndolo.
-¿Enserio? Pero hace un ratito llegaste -menciona el niño- pensé que te quedarías a jugar.
Ryan se pone de pie y revuelve su cabello.
-Lo sé, solo estaba de pasada por aquí.
Alex quería seguir jugando con él, le agradaba pasar su tiempo con el Ross. Pero bueno, no tuvo de otra que obedecer al adulto.
-Está bien... -Alex lo llevo de la mano y lo acompañó hasta el living que estaba en la planta baja-
Cuando llegaron a dicho lugar, Garrett estaba mesiendo a la bebé en su cochecito rosa. Ella ya se había dormido.
-¿Ya conociste a mí hermanita Leah? -le pregunta Alex a Ryan mientras observan a la niña- se parece a papá... yo tengo los ojos de mamá pero Leah no...
-Es verdad -musito leve, sentía mucha impotencia porque no se quería ir pero ya había dado su afirmativo a Lindemann y no podía fallarle- tu te pareces a Mich.
Garrett los observa detenidamente y no opina al respecto. Sólo se queda tranquilo viendo cómo Alex acompaña a Ryan a la puerta de salida, este carga una valija bastante pesada.
-¿Ryan te vas a algún lado?
La pregunta del Børns descolocó a los dos, tanto al mismo castaño que al niño.
-Si -no tuvo de otra que decir la verdad- iré a estudiar muy lejos...
Alex se impresiona y le impacta la noticia...
-¿Que? ¿Te vas? ¿A dónde? -el niño se impacienta y le ataca con preguntas-
-no puedo decirte, es un viaje de estudios. -menciono el Ross y se agachó a su altura, observó su valija y junto a ella su guitarra-
Alex se pone triste sin saber porque, se angustió de solo saber que su amigo se iría.
-no, no quiero que te vayas... eres mí amigo... -el pequeño Alex se quiebra y llora un poco-
Ryan también se emociona ante la reacción de su hijo y lo abraza. Algunas lágrimas caen de su rostro, porque no podía decirle dónde o cuando volvería, ni él mismo lo sabía.
-Siempre seremos amigos Alex... -musita levemente el Ross- a dónde quiera que vaya, estaré pensando en ti... te quiero.
Alex lloraba porque no quería que se vaya, se había encariñado con él. Y el Ross para dejarlo más tranquilo tomó su guitarra para obsequiarsela.
-Sosten -le entrega la guitarra, el niño se sorprende y la sujeta con fuerza- te la regalo... es una guitarra semi acústica.
-Pero yo no sé tocar... -menciona el niño en voz baja admirando el instrumento-
Ryan sonríe y le dice algo en su oído.
-Cuidala bien, esa guitarra significa mucho para mí... me la regaló mí padre cuando yo tenía tu edad. -le susurró en voz baja-
-¿Yo podré tocarla? -Preguntaba el niño, jamás había tocado un instrumento-
Ryan asiente.
-Si le pones pasión si. Tengo la confianza que lo lograrás. -decia el castaño para darle ánimos-
-Gracias Ryan, la cuidare bien -el niño la sostiene entre sus manos fuertemente-
Antes de irse con su valija y estando afuera de la casa, el castaño recordó aquella carta que había escrito para darle a Michelle.
Aprovecho que Garrett no estaba metiche entre ellos. Se volvió a agachar a la altura del pequeño.
-Alex... ¿Podrías darle este mensaje a tu madre? -menciona el Ross en voz baja y saca de su bolsillo el sobre- por favor no lo leas, es algo que solo ella pueda leer.
Alex extiende su mano y recibe el sobre, y lo escuende entre su campera.
-Entiendo -asiente el niño haciendo caso- si te vas te vas a perder el casamiento de mamá con papá...
Ryan quedó desconcertado ante lo último dicho por Alex, no tenía noción de las cosas que estaban sucediendo aquí.
-¿Que? -se sorprende hasta el mismo- ¿Tus padres se van a casar?
-Creo que si -se rasca la nuca, no sabía mucho del tema-
Ryan fingió una sonrisa y puso sus manos en su hombro.
-Bueno... yo quiero que realmente sean felices. -dice el Ross aunque en el fondo le dolía, solo podía fingir una felicidad-
Garrett sale a la puerta y había escuchado parte de la última conversación.
-Lastima que te vas, te hubiéramos invitado a la fiesta de nuestro compromiso. -dice Børns amablemente, luego le cambio de tema- ¿Mí tío te prometió estudiar en el extranjero?
Ryan se pone de pie y asiente.
-Si, terminaré mis estudios allí. -dijo serio el castaño-
-Te deseo buena vida Ryan -contesta Garrett con una leve sonrisa y extiende su brazo para estrechar su mano a la de él-
El castaño acepta su saludo y sonríe, aceptando su derrota nuevamente ante el pelilargo.
Alex quien miraba desde su pequeña altura no le agradaba la idea que Ryan se vaya.
-¿Volverás pronto Ryan? -inquiere saber el niño-
Ambos voltean y ven que vuelve a sollozar, intenta limpiar sus lágrimas con su puño.
-Si, haré lo posible pequeño pero no llores... eso no me haría nada feliz. -sostiene el Ross y lo abraza- yo te voy a extrañar y te echaré de menos.
Mientras Ryan limpia sus lágrimas, las del niño, Garrett le saca algunas fotos a ellos juntos sin que se dieran cuenta.
-Oye Ryan, prende el Bluetooth.
El castaño voltea a verlo e inmediatamente le hace caso. Cuando lo hace recibe las fotos que Børns le había tomado desprevenido.
-Gracias... -menciono en voz baja mientras observaba las fotos-
Luego aprovecho que tenía el móvil en la mano para pedir el Uber más próximo para que lo alcance hasta el aeropuerto.
Garrett palmeó su espalda en modo de saludo y se metió en la casa para chequear a su bebé, que dormía en el cochecito.
-¿Y como te está yendo en el colegio? Ahora estás en primer grado -menciono el Ross preguntándole a su hijo, para cambiar de tema
Alex suspira, era un tema difícil de abordar.
-y más o menos... -decia un poco tímido- hay unos chicos malos que me molestan en el recreo.
-¿Que? ¿No le dijiste a tu mamá? -indaga el castaño-
Alex niega.
-deberia de decirle. -sugiere el Ross y se puso pensativo-
-Si, pero no hay otro colegio al que pueda asistir, papá le dijo a mamá que no teníamos plata para un colegio de paga. Eso lo escuché cuando discutieron alguna vez... hace mucho tiempo...
Ryan vió que el Uber llegó y suspiró. Estaba difícil poder despedirse del niño.
-Alex cualquier cosa que suceda en el colegio no escuendas tus sentimientos... no dejes que nadie te intimide, eres un niño valiente y fuerte. Nunca lo olvides. -le dedico unas palabras que hizo abrir los ojos del pequeño y darse cuenta que no podía dejar hacerse un mal siempre y menos en el ámbito escolar- sino puedes sólo, pide ayuda... a un amigo, a un maestro, a un familiar, a tus padres... pero no dejes que nadie te haga daño.
Alex asintió prestando atención a sus palabras. Ryan tenía razón. Sus palabras lo llenaron de valor. Mientras lo acompañaba junto a su valija rumbo al auto.
-gracias Ryan. Te voy a extrañar. -decia el niño y con una sonrisa está vez-
Ryan volvió a abrazarlo y fue él quien se quebró ahora.
-¡Oye! Me dijiste que los hombres no debían llorar -le bromeaba el niño al ver qué el adulto se ponía a llorar-
-Yo no dije que los hombres lloraban -le contesto con una media sonrisa- te quiero. Portate bien ¿Si?
Alex asintió, dejó que Ryan suba al coche con su valija y se sentó en el asiento trasero.
El castaño extendió su mano y abrió sus dedos para pegarla sobre el vidrio del coche. Alex hizo lo mismo desde el lado de afuera. Era como un saludo especial que solo ellos entendían.
-Adios pequeño... -dijo en voz baja el Ross cuando el auto empezó a moverse e irse en dirección hacia el aeropuerto-
Sus ojos jamás dejaron de ver a Alex en cada momento, aquella foto que Garrett le había tomado la puso de fondo de pantalla para siempre recordarlo.
Fin del flashback.
Al recordar aquellos últimos momentos le dolió, porque aún sentía que tenía ese abrazo bien pegado a su cuerpo... intento ser fuerte y no quebrarse de nuevo.
Al rato sintio una pesadez, las luces del avión estaban tenue y comenzaba a darle sueño....
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-¡Ryan! ¡Ryan! ¡RYAAAAN! ¡Llegamos puta madre! ¡Estamos en Londres! -anunciaba Brendon muy emocionado y molestando al Ross para que se despierte-
-¡Halt den Mund, Brendon! (Cierra el pico, Brendon) -mascullo Till al escuchar la voz chillona del Urie, quien se la pasaba chismoseando desde que se despertó-
-¿Esto es Londres? Es hermoso. -musitaba levemente Paulina al recorrer un poco por fuera del aeropuerto-
-Si. Ahora comienza nuestra nueva vida. -dice el Ross asombrado por el lugar-
-Continuará-
Hola, aquí el primer capítulo del cierre de esta temporada. Espero que les haya gustado hasta aquí. 🥳🍿
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