Daemon observaba a Magaelle como si la vida se le fuese en ello, resoplaba por lo bajo y aunque intentase mantener la calma sus expresiones denotaban enojo y preocupación.
Jamás había sentido la clase de miedo que experimentaba para con su hija menor, el miedo de perderla.
No era como el temor a la batalla, Daemon no le temía a la guerra, estaba hecho para eso, para luchar, y si algún día tenía que morir lo haría sin sentir cobardía.
Pero el pánico que sentía al enfrentarse a ciertos delicados temas parecía ser peor que el de un duelo.
Sin dudas prefería el duelo.

—Baela dice que no pasas las noches en tu habitación ¿Donde demonios te escabulles? —Magaelle resoplo como si le estuviese molestando.

Los nervios abundaron las entrañas de la adolescente pero esta no podía permitiese mostrar inquietud alguna.

—La biblioteca —Frunció el ceño, no pudo evitarlo.

Eso hizo bufar a su progenitor.

—No me mientras —Increpó —A mi no puedes mentirme Magaelle —Su advertencia era clara, ahora si estaba enfadado —Estabas fuera del castillo.

—¿Si ya lo sabes entonces para que lo preguntas?

Rhaenyra acarició el brazo de su exaltado esposo, Magaelle no estaba poniéndoselo fácil.

— ¡Por que quiero que me lo digas tu! —Alzó la voz, un pequeño apretón en su brazo le hizo repasar sus palabras, miró a su esposa antes de continuar —Has estado viendo a Aemond fuera del castillo.

—Solo paseábamos por el lecho de pulgas —La joven de cruzo de brazos sin miedo a enfrentar a Daemon con la mirada. Rhaenyra estaba segura de que Magaelle era la única persona que podía desafiar a Daemon de ese modo sin que él le cortara la cabeza.

Ella decide intervenir antes de que su esposo pierda la paciencia.

—Es importante que no se cuestione tu virtud Magaelle.

—Nadie cuestiona mi virtud —Determina aún con una tranquilidad inquebrantable —Mi virtud está intacta —Afirma, y de hecho, es cierto aunque incomprobable —Aún soy una doncella, lo juro por la memoria de Laena —Su mirada pasa de Daemon a Rhaneyra quien intenta no reír, recuerda a la perfección esas palabras —Y de todos modos no es importante, nadie se fija en mi.

—Hay lores muy importantes que hacen fila para despostarte ahora que eres una princesa —El hombre carraspea y Magaelle rueda los ojos.

No le ha agradado nada ese comentario.

— ¿Y ahora que soy princesa vas a venderme al mejor postor?

—No es lo que Daemon quiso decir —Intenta explicar la mujer, reconoce que no ha sido la mejor forma de explicarle la importancia de aquello.
Rhaenyra reconoce el comportamiento rebelde de Magaelle en ella misma, tanto que le asusta. —El matrimonio es un deber político, y necesitamos aliados —Declara —Tal vez Aemond no es la mejor opción ahora mismo —Se acerca a la joven para tomar sus pequeñas manos —Podríamos perderte.

— ¿La mejor opción ahora mismo? —Repite con un susurro sin entender, es la misma mujer quien continúa.

—El deseo de Vicerys es unificarnos mediante su matrimonio —Explica con detenimiento —Pero los tiempos se pondrán difíciles y tenemos que salgas lastimada —La rubia posa su mano sobre la mejilla de la que bien podría ser su hija —Como dice Daemon, muchos lores que heredarán importantes tierras tienen los ojos en ti, podrías al menos conocerles...

—No me enviaran lejos —Impone soltando el agarre de la rubia para cruzarse de brazos —Soy más que un vientre real.

Eso había dicho Vicerys, y ella le creía fervientemente.
Sabía que Daemon también apoyaba lo que acababa de decir, después de todo era el modo en el que él le había criado.

—Podrías permanecer con nosotros y tomar a Joffrey como esposo.

— ¡Joffrey tiene doce! —La joven miró espantada al rubio ante lo que acababa de proponer.

—No sera un Niño por siempre —Rhaenyra alza ambas cejas, no le parece una mala idea —Podrías considerarlo...

Su hija está a punto de explotar y Daemon lo sabe, aunque Magaelle luciese tranquila sus mejillas comenzaban a enrojecer y en sus ojos cristalizados se notaban las ansias por acabar aquella conversación.
No le gustaba ver a su pequeña en ese modo, no a Magaelle.

—Nos dejas a solas —Imploro a Rhaenyra quien con calma depositó un beso en los labios de su esposo y otro en la frente de la adolescente antes de dejarles en la compañía el uno del otro —No quiero perderte Magaelle.

Hablo cuando la puerta se cerró detrás de ellos.

—Siempre tuve el podes de decidir sobre mi misma, no lo perderé justo ahora —La rubia hace un intento por irse más Daemon le detiene con una mano puesta en su hombro.

—Espero que realmente tengas el control de lo que estás haciendo —Advierte mirándole a los ojos.

No está convencido de aquello, pero no le queda de otra. Su hija aprendería de sus errores, tal y como él había hecho.

[...]

Mientras tanto Aegon esperaba al príncipe tuerto en los aposentos del mayor, Aegon Targaryen no pudo evitar soltar una risa burlona al ver a su hermano llegar a la audiencia que tendrían con su madre.
Aemond no entendía por qué su madre se empeñaba en que Aegon estuviese presente en aquellas cosas.

—Para que le persigas por cada rincón del castillo debe follar de maravilla —Soltó con descaro, al rubio sin un ojo no pareció inmutarle.

—Aún conserva su virtud —Aemond no pone atención, eso irrita a su hermano.

—Olvidaba que eres un caballero —Comenta de modo bromista, aunque a nadie le hace gracia realmente —De todos modos no interesa —Aemond clava la vista en su hermano mayor —Vas a casarte con ella.

— ¿De donde sacaste eso?
El menor se levanta de su lugar, aquello le ha interesado, observa a su hermano con amenaza.

—Al parecer es el ultimo deseo de nuestro padre hermano —Aegon también decide acercarse, no le gusta que su hermano menor le someta de esa forma —Que te comprometas con la bastarda Targaryen —Suelta una carcajada — ¿Patético no? —Aegon sigue riendo y Aemond está a punto de tomar a su hermano por el cuello cuando su madre los interrumpe —Bueno a menos que realmente sea una zorra en la cama... —Ante aquellas palabras susurradas por el muchacho es Alicent quien le abofetea sin piedad — ¿Y eso por qué?

Aemond ríe levemente.

—No vuelvas a repetirlo —Advierte apretando los dientes —Aemond no se casará con Magaelle.

— ¿Entonces...?
Repara el mayor.

—Hay opciones mucho más formidables —Promulga con tono altivo —Y que no dejan a mi hijo como el hazme reír.

Alicent abre la boca para volver a hablar y explicar su punto, pero es su propio hijo quien le interrumpe:

—La tomate como esposa —Puntualiza sin mirar a ninguno en particular —Me casaré con Magaelle si ese es el deseo de mi padre.

— ¿¡No me oyes!?
La reina consorte alza la voz.

—No me importa —Inhala.

—Nadie estará de acuerdo Aemond —Alicent se acerca con cierto desespero —Tienes que reconsiderar tus palabras —Ruega.

Para Alicent los segundos parecen horas hasta que Aemond clava su ojo en ella.

—No necesito que nadie esté de acuerdo —Alza una ceja —Solo ella.

—No podrás convencerlo, madre.
Y la castaña sabía que era cierto.

— ¡Cierra la boca! —Pero de todos modos no puede admitirlo, Aemond solo está siendo rebelde —Aemond por favor...

—La tomare como esposa —Vuelve a repetir —Opónganse y verán a lo que se enfrentan.

—Daemon te cortara la garganta.
Esta vez es Aegon quien advierte.

Aemond sonríe de forma sombría.
—Que lo intente.

—Destruirás a nuestra familia —Acusa su madre al borde del colapso emocional.

—Ustedes mismos y sus intereses lo harán.

Buenitassssss!

Es mi primera nota al pie, no se como empezar esto jeje.

Primero espero que les esté gustando la novela, de verdad estoy poniéndole como mucho empeño.

Segundo aclarar que en esta novela la danza de dragones durará aproximadamente cinco años.
Va a pasar todo pero con hechos más lentos con bastante diferencia de tiempo (Ej. si Alicent en los libros/serie corona a Aegon de la noche a la mañana en esta historia se tomará una luna (Un mes) en hacerlo) pero todo obviamente explicado.

También quiero cómo esclarecer que Aemond tiene una debilidad por Magaelle, Aemond es frío con todos por qué el cree que el resto se enfoca en cosas poco relevantes pero ve en Magaelle algo más que una doncella aburrida, Magaelle podría ser su compañera de secretos perfecta. Y sobre todo manipulable.

Así que nada, los amo por estar haciendo crecer la novela tan rapido, espero que disfruten ❤️