Mientras la noche avanzaba, Tom tuvo la brillante idea de jugar al juego de "Yo nunca nunca". Parecía pensar que aún no estábamos lo suficientemente ebrios para disfrutarlo. Decidimos seguirle la corriente a Tom y formamos una rueda en medio de la sala. En esa rueda improvisada en la sala se encontraban Tom, Dean, Ivy, Susan, Ty, Mike y yo. Las risas resonaban por toda la habitación, mientras cada uno de nosotros iba compartiendo nuestras confesiones.

Tom, siempre el bromista del grupo, comenzó con una declaración impactante _Yo nunca nunca me eh acostado con alguien en un lugar público.

Todos nos miramos entre sí, algunos con expresiones de sorpresa y otros con una sonrisa maliciosa.

Dean, el muy imbécil, tomó rápidamente uno de los vasos en el centro de la rueda y bebió un sorbo, desatando risas y aplausos. Realmente era algo que no me sorprendía de el.

Ivy, compartió una confesión inesperada _Yo nunca nunca he saltado en paracaídas. Todos la miramos, algunos curiosos por explorar ese lado de la aventura, mientras que otros se mantenían firmes en su asiento.

Conforme avanzábamos en el juego de "Yo nunca nunca", las confesiones se tornaron cada vez más atrevidas y reveladoras. Las miradas expectantes y las sonrisas traviesas llenaban la sala, mientras echábamos un vistazo a los vasos casi vacíos en el centro de la rueda.

Ty, compartió una impactante revelación: "Yo nunca nunca he escrito una canción para alguien. _Aunque algunos se mostraban incrédulos, Ty levantó su vaso con orgullo y tomó un sorbo, dejando entrever su talento oculto.

No pude evitar pensar en Tyler y en qué también compartian el gusto por la música.

Mike, siempre el bromista, decidió llevar las cosas al límite con su confesión. _Yo nunca nunca he nadado desnudo en una playa. Las risas llenaron la habitación y, sin dudarlo, todos los demás levantamos nuestros vasos y bebimos, sabiendo que había un espíritu libre que se unía a nuestras filas.

Ivy, conocida por su fachada serena, eligió un momento de vulnerabilidad al exclamar._Yo nunca nunca he confesado mi amor a alguien y me han rechazado. Un silencio momentáneo cubrió la sala, mientras intercambiábamos miradas solidarias y comprendíamos el coraje que llevó a Ivy a compartir esa experiencia íntima.

En un momento dado, después de un rato, levanto la vista y veo a Max y Betty parados, observándonos. Un sentimiento de sobriedad repentina me invade al ver a Max, mi ex novio, y a Betty, la hermana de Max. Aunque nuestra relación no terminó bien, sé que él todavía me quiere.

Max y Betty se acercan y me saludan. Max, con su sonrisa aparentemente despreocupada, dice._ ¡A que no pensaron volverme a ver!. Intento sonreír, tratando de disimular mi incomodidad, mientras Tom interviene y los invita a pasar.

_Hey Max, Betty, qué sorpresa verte aquí.dice Tom amigablemente. _Pasen, únanse a la diversión.

Con un apretón en el estómago, les doy la bienvenida y trato de mantener una actitud amigable. Mientras entran y se unen sigo observando cómo el grupo se anima con la llegada de Max y Betty, mientras trato de mantener una actitud relajada y amigable cuando Max se sienta a mi lado. Aunque las emociones pasadas amenazan con surgir, decido dejarlas a un lado y simplemente disfrutar del momento con mis amigos.

Noto de reojo la mirada peculiar de Dean. Se ve distante y pensativo, como si estuviera perdido en sus propios pensamientos. Me pregunto qué podría estar pasando por su mente en este momento. ¿Está recordando algo del pasado o simplemente está atravesando por un momento difícil? La curiosidad se apodera de mí, pero decido no indagar más profundamente y respetar su espacio.

Mis pensamientos se interrumpen cuando Ty, con su característica sonrisa amigable, me saluda como si fuéramos buenos amigos. Su actitud positiva y cálida me hace pensar si podría se Tyler. Sin embargo, rápidamente desecho esa idea de mi mente. Después de todo, Tyler es solo un amigo virtual con quien he tenido conversaciones agradables, pero nuestras vidas están separadas por la distancia así que es imposible que sea el.

Decido concentrarme en el presente . No tiene sentido especular sobre las intenciones o sentimientos de las personas en una fiesta ruidosa. Mantengo una sonrisa en mi rostro y me sumerjo en el juego, dejando de lado cualquier pensamiento inútil y centrándome en lo que realmente importa.

Mientras continuamos con el juego, noto a Max tratando de coquetear conmigo. Sus halagos y gestos sugestivos son evidentes, pero decido mantenerme indiferente, aunque amigable. No quiero darle la impresión de que estoy interesada en reavivar algo entre nosotros.

Mientras tanto, Betty, con una sonrisa cinica en su rostro, propone otra ronda de "Yo nunca nunca". Sé que está tramando algo cuando menciona una pregunta que sabe que me pondrá un poco incómoda, Betty, Ivy y yo éramos muy buenas amigas pero nunca comprendió que terminara con su hermano .

_Yo nunca nunca eh estornudado mientras besaba a alguien. Mila, sabemos que te has metido en eso alguna vez.

Acepto el desafío y bebo un sorbo de mi vaso, sabiendo que todos se darán cuenta de mi pequeña secreto.

Sin embargo, mientras el juego continúa, me doy cuenta de que Dean parece molesto. Sus cejas se fruncen levemente y parece más distante e irritable de lo habitual. Me pregunto qué ha sucedido para que su estado de ánimo cambie de esa manera. Sin embargo, no quiero causarle más inconvenientes y decido no intervenir.

_ Mila, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos. No puedo evitar recordar los buenos momentos que compartimos juntos. dice Max.

_Max, aprecio los buenos recuerdos que compartimos, pero ambos hemos seguido adelante. Creo que es mejor dejar el pasado en el pasado , han pasado años. digo intentando mantener la calma.

Dean parece molesto aún. Sus ojos se mantienen fijos en Max y en mí, y su rostro muestra una leve tensión.

Max continúa con su intento de coqueteo y me hace recordar porque no quiero volver con el, mi madre y el son tan parecidos. Con una sonrisa irónica en su rostro, él declara.

_Yo nunca nunca he querido volver con mi ex.

Supongo que algunas personas simplemente no aprenden de sus errores, ¿verdad?

Ivy, aprovechando la oportunidad para intervenir, responde con sarcasmo:

_Oh, Max, eso solo es cierto si el ex realmente vale la pena... pero claro, cada quien tiene su propio criterio. Ivy me lanza una mirada cómplice y le sonrio.

Sus palabras son un claro recordatorio de que Max no cumplió con las expectativas y causó daño en el pasado. Es evidente que Ivy no se guarda comentarios al respecto y deja en claro su desaprobación sutilmente.

Dean, quien ha estado observando toda la situación en silencio, decide intervenir con un comentario.

_Es gracioso cómo te gusta llamar la atención de alguien que claramente no está interesada. ¿No te cansas, Max?.

La tensión en el aire se vuelve palpable, mientras Max y Dean intercambian miradas desafiantes. Me encuentro en medio de esa disputa silenciosa y decido intervenir para detener cualquier conflicto más profundo.

_Chicos, relajémonos un poco. Estamos aquí para divertirnos, no para discutir. Sigamos con el juego y disfrutemos de la noche juntos.

Mi intento de calmar la situación se nota en mi voz, y todos asienten, dejando de lado las tensiones momentáneamente.

Después de un momento de tensión incómoda, decido tomar un respiro y me disculpo, anunciando que voy al baño. Salgo al patio para tomar aire fresco y despejarme un poco de la situación. Sin embargo, para mi sorpresa, Max me sigue y se acerca, tratando de retomar la conversación sobre querer volver a estar juntos.

_Mila, aún siento algo por ti, lo sabes, nunca dejé de hacerlo. ¿por qué no intentamos darnos una nueva oportunidad ahora que eh vuelto a la ciudad? Sé que cometí errores en el pasado, pero estoy dispuesto a cambiar.

_Pero Max, ¿por qué ahora? Han pasado tanto tiempo y las cosas han cambiado entre nosotros. Necesito entender qué te motiva a querer volver.

En ese momento, Dean aparece en el patio y sin perder tiempo interviene, decidido a defenderme de las insistencias de Max.

_Max, deja en paz a Mila. Está claro que claramente no está interesada en retomar algo contigo. Acepta la realidad y respeta su decisión.

Max, molesto y desafiante, le responde a Dean con cierta agresividad.

_¿Y quién te crees que eres para interferir en esto? No te metas en mis asuntos.

Dean, sin inmutarse, dirige su mirada hacia mí y con una sonrisa cómplice responde a Max de manera sarcástica.

_Oh, solo soy el guardaespaldas de Mila, ¿no se nota? Estoy aquí para asegurarme de que nadie la moleste.

Mi ataque de risa no se hace esperar ante el comentario de Dean. Su respuesta ocurrente logra romper la tensión del momento y encuentro cierto alivio en ello. Mientras río, veo a Max enfadado dando media vuelta y alejándose.

Dean, observándome atentamente, finalmente se acerca y me pregunta

_ Ratoncita, tengo curiosidad, ¿qué viste en ese tipo? Quiero decir, no puedo evitar preguntarme qué te atrajo tanto.

Me encuentro sin una respuesta clara, ni siquiera yo misma sé cómo explicarlo. Pienso por un momento y finalmente le respondo con sinceridad:

_Dean, fue mi primer novio y supongo que en ese entonces era un poco tonta. Me dejé llevar fácilmente y me enamoraba rápidamente sin conocerlo completamente. Tal vez fue la emoción de la novedad y el deseo de tener una relación, aunque ahora me doy cuenta de que no era la persona correcta. Y, vuelves a decirme ratoncita y te pateo en las pelotas. digo

Dean, con una sonrisa pícara, bromea al respecto.

_Ah, entiendo ratoncita. En ese caso, podríamos decir que ambos hemos tenido nuestras relaciones difíciles con personas difíciles. ¡Pero hey, siempre aprendemos de esas experiencias!"

Su comentario me hace reír, aliviando la tensión y recordándome que todos cometemos errores en el amor. Luego, Dean me pregunta con amabilidad.

_Mila, ¿te gustaría que te lleve a casa? No quiero que te quedes aquí si te sientes incómoda o quieres irte.

Sonrío y asiento, agradecida por su ofrecimiento.

_Gracias, Dean. Aprecio mucho la compañía y acepto encantada tu ayuda para llegar a casa.

Juntos nos despedimos del grupo y salimos de la fiesta, dejando atrás los momentos incómodos

Mientras Dean y yo nos dirigimos hacia su hermoso carro, no puedo evitar quedarme asombrada por su apariencia. Claramente, este automóvil es un símbolo de su buen gusto. Me siento un poco fuera de lugar, pero trato de mantener la calma y disfrutar del viaje.

Una vez acomodados en el carro, Dean se voltea hacia mí de manera inesperada y me dice.

_ Mila, lo siento.

Su disculpa me sorprende, y le pregunto con curiosidad por qué está pidiendo perdón.

_Dean, ¿por qué me pides disculpas, por decirme ratoncita? No entiendo.

_Me disculpo por no haber ido a la cita que organizó Ivy. Nunca tuve la oportunidad de explicarte lo que sucedió, y siento que te di una imagen errónea de mí. No soy el tipo de persona que consideras.

Sus palabras me dejan perpleja, sin saber cómo reaccionar. recordando un evento del pasado que apenas me importa en este momento, pero él siente la necesidad de aclararlo.

_Dean, eso ya no es relevante. No tienes que disculparte por eso.

_Puede que no sea relevante para ti, pero siento que necesito que sepas la verdad. Tuve un problema familiar realmente complicado ese día y simplemente no pude asistir. Lamento si te dio una impresión negativa de mí.

Mientras escucho su explicación, siento una mezcla de sorpresa y comprensión. No tenía idea de que había enfrentado dificultades familiares. Decido darle un voto de confianza y responder con sinceridad.

_Dean, lo entiendo. No debes preocuparte más por eso. Está bien.

Curiosa y un poco confundida, aprovecho para preguntarle algo que ha estado rondando en mi mente.

_Dean, ¿por qué aceptaste la cita en primer lugar? ¿Estás buscando tener una novia o algo así?.

Dean sonríe, y puedo notar la honestidad en su mirada.

_ Las relaciones no son lo mío, sabes, soñé con una chica, y cuando Ivy me invitó a esa cita doble, describió a alguien que encajaba exactamente con esa imagen de mi sueño. Sentí curiosidad por conocerte.

Sus palabras me toman por sorpresa. Aunque no puedo evitar sonreír y encontrarlo adorablemente extraño.

_Bueno, supongo que soy la chica del sueño entonces. Y puedo admitir que Ivy tiene ese don de hacer coincidir extrañamente a las personas. Pero no te preocupes, Dean, no te considero un cabrón, un narsicista y egocéntrico si pero, estamos bien.

Mientras Dean y yo continuamos nuestro camino a casa, no puedo evitar soltar una risa sarcástica al escuchar su explicación sobre haberme soñado y cómo Ivy describió a alguien que coincidía con mi apariencia.

_Oh, sí, por supuesto, resulta que soy la chica de tus sueños. Debo ser tan afortunada - digo con sarcasmo, pero con una sonrisa juguetona en mi rostro.

_Oh, absolutamente, he tenido tanta suerte de encontrarte. Mi vida realmente ha mejorado desde entonces. - responde en tono de broma, riendo entre dientes.

Ambos compartimos un momento de risas, disfrutando de la complicidad y la ligereza de la situación. Aunque bromeamos sobre ser la pareja destinada del destino, ambos sabemos que hay más que eso. Existe una conexión extraña que desde el principio nos hizo hacernos amigos aún y que no lo soportaba.

Cuando finalmente llegamos a mi casa, tengo un recuerdo repentino del cuadro que pinté inspirado en la noche que Dean y yo salimos por primera vez, aquel día en el que fui a verlo tocar, y recuerdo que el me pidió ver mi trabajo.Mi emoción crece y decido invitarlo a entrar.

_Hey, ¿quieres entrar un momento? Me gustaría mostrarte algo.

Dean, respondiendo con ironía y una sonrisa juguetona, comenta.

_Vaya, ¿y no será que tienes la intención de seducirme ahora?.

Rodando los ojos en señal de exasperación, bajo del coche y comienzo a caminar hacia la entrada de mi casa, mientras Dean me sigue a paso ligero.

_Claro, Dean, por supuesto que quiero seducirte. Eres irresistible - respondo con sarcasmo, divirtiéndonos con el tono de nuestra conversación.

_ Aunque no lo creas ratoncita, no sería la primera vez que me pasa.

_ ¿porque no me sorprende?. digo con ironía

Ambos compartimos una risa cómplice mientras entramos en mi casa. Una vez adentro, dirijo a Dean hacia mi estudio donde guardo el cuadro que quiero mostrarle.

En silencio, retiro la tela protectora y lo coloco frente al cuadro, observando su reacción. El arte captura la energía y la pasión
que sentí aquella noche, y estoy emocionada de compartirlo con él.

Dean se acerca y, con una expresión de asombro en su rostro, observa el cuadro detenidamente.

_Mila, esto es increíble. Puedo sentir la emoción y la pasión a través de los trazos. Realmente has capturado algo especial.

Ambos nos quedamos en silencio admirando la obra durante unos segundos, disfrutando del momento compartido.

_Mila, tu pintura es simplemente increíble. Hay algo en ella que se siente... único. La niebla densa alrededor de los bordes del lienzo transmite una incertidumbre y confusión al principio, pero tu figura en el centro de la niebla transmite una fuerza increíble.

La luz y la vitalidad del sol detrás de la gota de lluvia, así como los colores brillantes alrededor de ella, crean una sensación de movimiento y vida en la pintura. Vi la dualidad de la imagen, la lluvia para aliviar la tensión y el sol para dar energía. Me sentí atraído por la sensación de armonía y equilibrio que se transmitía en la pintura.

A través de tu arte, Mila, lograste transmitir una verdadera fuerza que parecía surgir de lo más profundo de tu alma. Tu pintura es realista y encantadora al mismo tiempo, y tiene un poder increíble para transformar el espíritu de cualquiera que la observe.

La pintura transmite una sensación de fuerza y confianza interior que me impresionó profundamente. Me transmitió la idea de que no importa qué desafíos nos depara la vida, la superación siempre es posible. Tu pintura me inspiró, Mila, y siento que tiene el poder de inspirar a cualquiera que la observe.

_ Dean, realmente significa mucho para mí que tengas esa apreciación por mi arte. Pintar para mí es como sumergirme en un universo paralelo donde puedo expresar libremente mis pensamientos y emociones. Es una experiencia liberadora y terapéutica, donde puedo encontrar paz y un sentido de plenitud. Cada pincelada es como un suspiro de alivio, una forma de transformar mis sentimientos en colores y formas.

_ Eso suena realmente hermoso, Mila. Puedo imaginar lo maravilloso que debe ser sumergirse en ese proceso de creación. Pero déjame decirte algo, no deberías subestimarte a ti misma. El talento en el arte es algo subjetivo, y si pintar te hace sentir tan bien y te conecta con tus emociones, ¿por qué no considerar dedicarte a ello más seriamente?

_Lo aprecio, Dean, pero es que no tengo el talento que tiene mi tía, que realmente puede vivir de su arte. Ella es increíblemente talentosa y ha logrado éxito en su carrera. Yo, por otro lado, siempre he tenido dudas sobre si mi arte sería lo suficientemente bueno para convertirse en mi forma de vida.

Dean: Entiendo tus dudas, Mila, pero recuerda que el arte es subjetivo y no hay una medida única de éxito. Si pintar te llena de alegría y satisfacción, eso ya es un logro en sí mismo. No tengas miedo de explorar y compartir tu arte con el mundo, incluso si no es tu única fuente de ingresos. La belleza del arte es que puede coexistir con otras facetas de nuestras vidas.

_ Tienes razón, Dean. Tal vez debería permitirme explorar más y encontrar el equilibrio entre mi pasión por la pintura y otras áreas de mi vida. Quizás el arte pueda ser una parte importante de mi identidad y algo que puedo compartir con los demás sin la presión de convertirlo en una carrera a tiempo completo.

Dean: Exactamente, Mila. El arte no siempre tiene que ser una carrera, puede ser simplemente una forma de expresión y un regalo que compartes con el mundo.

Después de esa conversación nos quedamos en silencio viendo la pintura pero no era un silencio incómodo, era uno tranquilo, había paz en el y me vi pensando en que realmente me agradaba Dean , había algo en el que era simplemente agradable.

"¿Y tú qué me cuentas de ti?, ¿cómo descubriste que la música era lo que te gustaba?", le pregunté a Dean.

Dean me observó un momento, levantando las cejas como si estuviera dudando si responder, pero al final accedió.

"Realmente es una historia muy chistosa", respondió con media sonrisa.

"¿De verdad?", pregunté sorprendido.

"Para ti, para mí no", contestó alegremente, pero pude ver un destello de tristeza en su mirada.

"Cuando era niño, mis padres discutían demasiado. Mi mamá lloraba todas las noches y mi hermanito Dylan se asustaba mucho. Para hacer que dejara de tener miedo y no escuchara las peleas o los llantos de mi madre, le tocaba la guitarra. No era difícil, ya que me enseñaron en la escuela. Con el tiempo, seguí tocando y un día conocí a una chica muy hermosa. Quedé totalmente enamorado de ella, y aquí viene la parte graciosa: le escribí una carta de amor, pero ella la rechazó. Me propuse obligarla a que supiera lo que decía la carta, así que la transcribí en una canción. Tiempo después, hubo un evento en la escuela, toqué la canción y el resto es historia. Supongo que fue mi primer amor, aunque a esa edad no sabía lo que era. Dos meses después, terminó conmigo, pero la canción se quedó conmigo", confesó Dean.

Mi corazón se entristeció al ver la vulnerabilidad en este chico extrovertido y arrogante que yo conocía.

"Esa no es una historia divertida", le dije.

La fachada arrogante regresó como si nunca se hubiera ido.

"¿No te gusta escuchar que alguna vez rompieron mi corazón? Pensé que te gustaría", bromeó.

"Supongo que el arte es así, viene de lugares oscuros para convertirse en luz para otros", reflexioné.

Dean me sonrió, él entendía porque ambos éramos artistas.

No sabría hasta dentro de mucho tiempo cuánto tenía razón con esa frase.