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« Harry »
Llegué a la cafetería, mirando la hora. Eran las once menos cuarto, llegaba con tiempo. Me metí en la sala de personal y dejé ahí mi mochila y mi abrigo. Cogí el delantal granate y lo até alrededor de mi cintura y, mientras iba hacia el mostrador, me até la mitad de mi cabello en un moño en lo alto de mi cabeza.

- ¡Buenos días, Luke! - dije al llegar a la barra, viendo al rubio en la máquina de café, preparando una bebida para una clienta en el mostrador - Buenos días, ¿le gustaría tomar algo más a parte de su café? - ofrecí - Los muffins son caseros y están recién salidos del horno.

- ¿Sí? - dijo, pensándolo levemente - Está bien. Ponme uno de chocolate blanco y frambuesa, por favor.

- ¡Marchando! - con las pinzas, cogí el muffin que la clienta me había pedido y lo guardé en una pequeña cajita de plástico, para tendérselo - Ahora le cobra mi compañero - le dije a la clienta, sonriéndole ampliamente, antes de apartarme para que Luke le sirviera el café y le cobrara.

- ¿Por qué estás aquí en mi turno? - preguntó cuando la mujer ya se fue y la cafetería quedó vacía a excepción de una mesa en la otra punta.

- Eric me pidió que viniera para que me ayudases a saber cómo funciona la máquina de café y cómo prepararlos bien - le expliqué -. ¿Has desayunado algo? Parece que estás de mal humor. Quizás deberías tomar algo con fibra.

- Estoy perfectamente. Lo único que pasa aquí es que me caes mal. Y no entiendo por qué tengo que enseñarte yo.

- Mira, Luke. Sé que te gusta Candy, y te pone celoso que salga conmigo... pero eso no es razón para odiarme, ¿vale? Podemos llevarnos bien.

- ¿Celoso? - carcajeó el rubio - Sé que no eres su novio, Harry.

- ¿Eh?

- Ayer estuvo aquí, estuve hablando con ella... según lo que me dijo, no tiene novio. Parecía muy segura de ello.

- Pequeñas peleas tontas - sonreí, tratando de quitarle importancia -, pero dentro de nada volveremos a estar bien. Ya lo verás.

- Sí, seguro - dijo en tono de burla -. Vamos a la máquina de café, a ver si aprendes a hacer algo bien.

Fruncí el ceño, caminando junto a Luke a la máquina de café. Empezó a hablarme rápido sobre los botones que debía picar para cada tipo de café. Pero fue tan rápido que ni me enteré.

- Hey, hey... Luke, tómatelo con calma con Harry - dijo Eric, el dueño, entrando en la barra -. Él es nuevo y tienes que ayudarle, no estresarle.

- C-claro... - tartamudeó Luke - lo siento. Es que lo tengo tan asumido que no pienso en que él no tiene ni idea...

- Tienes que ser bueno con él, ¿sí? Ayer en su turno las ventas crecieron un cincuenta porciento. Es muy bueno, así que procura tratarle bien.

- Claro - gruñó Luke entre dientes. Yo sonreí de oreja a oreja.

- Gracias, Eric.

Eric me sonrió de vuelta y se fue de nuevo hacia la parte donde estaba la oficina. Luke me miró enfadado, pero yo no desdibujé mi sonrisa, sino que sonreí más ampliamente.

- Mira, Harry. Te habrás ganado el corazón de Eric, porque es gay y le ponéis mucho los ingleses, pero conmigo no vas a conseguir nada con esa sonrisa como si fueras buena persona, ¿estamos? Solo voy a procurar no hablarte mal delante del jefe para no ganarme ninguna bronca, pero que sepas que no me das buena espina, y que tu obsesión con Candy es enfermiza. A ella ni siquiera le gustas. No creo ni que se acuerde de ti, así que más te vale dejarla tranquila, y no mencionarla ni hablar de ella como si fuera de tu propiedad, porque eso es repulsivo, ¿vale?

- Si quieres guerra, vas a tener guerra, Luke - me burlé -. ¿Crees que me asustas o que te veo como un competidor? Para nada. Sé que a Candy le gusto. Hemos estado juntos, y vamos a seguir estándolo, porque a ella nunca le gustaría un tío tan feo como tú, y mucho menos si tiene una opción tan buena como soy yo. Así que mejor te relajas, y nos dejas en paz. Y en cuanto a Eric... ¿también te pone celoso? - reí - Solo me lo he ganado porque soy mejor trabajando que tú, ya que no estoy amargado, a diferencia de ti. A lo mejor lo que necesitas es que te metan un pene por el culo a ver si así se te pasa ese mal humor patológico que tienes.

- Ten cuidado, no vaya a ser que en una de las veces preparando café, se te caiga la leche hirviendo encima y te abrases.

- Ten cuidado no te caiga a ti, Luke. Todos sabemos amenazar.

Luke negó con la cabeza y empezó a explicar de nuevo cómo manejar la máquina de café, los botones que debía presionar para el expreso, el doble expreso, el latte, capuccino o flat white; y el del americano. Trataría de recordar ese orden. Luego me explicó cómo usar el vaporizador de la leche y me hizo probarlo. Me daba miedo quemarme, ya que de ahí salía vapor muy caliente, pero conseguí manejarlo sin quemarme.

- Venga, esa mujer ha pedido un latte y una porción de carrot cake. Prepáralo, y llévaselo a la mesa. Después recoge la mesa de la esquina.

- ¿Con la bandeja? - pregunté al ver como señalaba el objeto.

- Sí, tienes que llevarlo todo con bandeja.

- ¿Estás loco? No sé llevar una bandeja. Se me va a caer todo.

- Tienes que aprender a usarla - dijo, encogiéndose de hombros -, venga.

Fruncí el ceño y fui hacia la máquina de café. Llené de café el brazo de una boquilla y lo coloqué, con algo de dificultad, en el hueco. Puse una taza y piqué al tercer botón. Todo esto bajo la atenta mirada de Luke. Mientras el café caía poco a poco en la taza, yo calenté la leche, manteniendo la mano en la jarra metálica para saber cuándo estaba suficientemente caliente. Al sentir que estaba bien, saqué la taza, dejándola delante de mí, y empecé a echar la leche poco a poco.

- Menos espuma, te han pedido un latte, no un capuccino - intervino Luke.

- Ya, ya...

Con una cuchara, detuve la espuma, y dejé que cayera únicamente la leche. Luke dio el visto bueno al café, así que, junto a un plato y una cucharilla, lo puse sobre una bandeja. Luego saqué el carrot cake del mostrador y corté una pieza para ponerlo en un plato y ponerlo al lado del café en la bandeja. Suspiré pesadamente, pensando en todo lo que estaba haciendo por recuperar a Candy, y en dos días trabajando ahí todavía no la había visto.

Cargué la bandeja sobre mi mano derecha y, con la mano izquierda, traté de mantenerla estable para que no se derramara el café. Algo temeroso, caminé hacia la mesa donde se había sentado una mujer rubia. De camino, tropecé, haciendo que la bandeja se tambaleara, pero conseguí mantenerla bastante recta, aunque algo del café se había derramado sobre el plato, así que cogí un trapo que colgaba del bolsillo trasero de mi pantalón y lo limpié con cuidado, para seguir caminando a la mesa. Al llegar, la mujer me sonrió, así que la imité, dejándole el café con cuidado en la mesa, luego dejé el pastel y fui a la mesa sucia. Puse sobre la bandeja los dos vasos vacíos y los dos platos con migas.

- Venga Harry, que es para hoy - me avisó Luke desde el mostrador.

- Ya voy, ya voy... - fruncí el ceño y reemprendí el camino de vuelta.

Caminé sin apartar la mirada de la bandeja para intentar que no se cayera nada, ya que los dos vasos iban temblando, amenazando con salir lanzados en dirección hacia el suelo para romperse en varios pedazos. Cuando ya entré en el mostrador, y me acercaba al lavavasos con alivio, un vaso se tumbó, precipitándose hacia el suelo y, del susto, perdí el equilibrio de la bandeja y cayó entera al suelo también, haciendo que los dos vasos y los dos platos se rompieran con un estrepitoso sonido.

- Bravo, Harry, bravo - se burló Luke, con una sonrisa cínica.

- ¿Qué ha pasado? - dijo Eric, entrando al mostrador.

- Harry ha tirado una bandeja - me acusó Luke. Chivato.

- Lo siento muchísimo, Eric. Es la primera vez que uso una bandeja. Pero te prometo que mejoraré rápido. De verdad.

- No te preocupes, Harry. Es normal que a veces se caigan vasos o platos. Incluso a personas que llevan años trabajando, pueden romper algo. No te preocupes, solo recógelo bien, no vaya a quedarse algún cristal en el suelo.

- Claro, claro. Ahora mismo.

Sonreí, agradecido de que Eric no se enfadara, y fui en busca de la escoba. La verdad es que mis dos primeros días habían sido un desastre, pero en cuanto consiguiera volver con Candy, dejaría el trabajo. Así que tampoco era realmente importante acostumbrarme a aquel lugar. Cogí la escoba y el recogedor para ponerme a barrer todo el desastre que había montado, mientras Eric hablaba con Luke.

- Ya puedes ir a cambiarte, Luke - le dijo, después de mirar la hora -. Gracias por ayudar a Harry hoy, yo me quedaré con él ahora.

- Está bien... - asintió Luke, desatándose el delantal - Hasta mañana, Eric.

- Hasta mañana.

Luke se fue directo hacia la sala de personal y salió un rato después. Se había echado tanto perfume que olía desde la otra punta del restaurante. Se acercó a la barra y sonrió con inquina.

- Ponme dos cafés para llevar, Harry.

- ¿Eh?

- Sí, házselos, así veo qué has aprendido hoy - me animó Eric.

- Vale... ¿Qué cafés quieres, Luke?

- Ponme un doble macchiato con caramelo, y un café solo largo con una gota de leche fría.

- ¿Qué? Ese es el café que toma Candy.

- Lo sé. Es que tengo una cita con ella ahora.

- ¿Una cita con Candy? ¿Qué?

- ¿Puedes hacer los cafés? No quiero hacerle esperar.

- ¡No voy a hacerte nada para salir con ella!

- Harry - me advirtió Eric -, son solo dos cafés. Hazlos.

Fruncí el ceño al ver la sonrisa burlona de Luke, y me giré para hacer primero el café solo y luego el macchiato para Luke y se los llevé de nuevo al mostrador.

- Muchísimas gracias. Nos vemos mañana - dijo, con inquina.

- No te creo. No vas a salir con Candy.

- ¿No? - rió levemente - Cree lo que quieras.

Justo cuando iba a replicarle de nuevo, Candy entró por la puerta. Luke caminó directo hacia ella, pasando un brazo alrededor de su cintura y girándola para que no me viera. La pelirroja sonrió ampliamente cuando Luke la alcanzó, cosa que hizo que mis celos hirvieran. Al ver como el rubio se agachaba a darle un beso en la mejilla a Candy, y ésta se sonrojaba, me entraron ganas hasta de llorar. ¿De verdad Candy me iba a cambiar tan rápido?

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Hola muñecas !!
Bueno, como véis el capítulo de hoy es bastante corto, pero es que quería subirlo ya. Tengo una notícia... creo que voy a pausar este fanfic. Ha perdido muchos lectores, los comentarios han bajado muchísimo, así que lo más probable es que pause la novela hasta que esté menos estresada, ya que estoy a full escribiendo de demasiadas novelas, y pues si los lectores se mantuvieran, seguiría subiendo y procurando tener capítulo, pero lo más viable es que la pause un tiempo, aunque aún no estoy segura.

¿Qué os ha parecido el capítulo de hoy? Ay, Harry me da penita, es muy desastroso:( y y y y, ay pobrecito que se pone a llorar:((( ¿cómo creeréis que le irá la cita con Luke a Candy? Ahakabsks

→ capítulo dedicado a JustAnotherCALMgirl

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