Capítulo 24 - Félix

Oye Bridgette, quieres ver "Interestelar 5555".

—¿De qué es?

—Es una película hecha a partir de canciones de Daft Punk, sale este tema.

—De acuerdo, pero mi pequeño televisor solo emite canales de aire -Dice riéndose apenas.

Estoy tan acostumbrado a una vida de lujos, que no tuve en cuenta que el televisor de Bridgette era muy viejo.

—Tengo una notebook, pero no tengo WiFi para buscar la película.

¿No sos de usar mucho internet?

Solía usarlo mucho... –Bosteza– Pero más me gusta ir a la biblioteca de la universidad.

Sigue sonando de fondo el concierto de Jagged Stone

Bridgette se tira sobre mi pecho.

Se duerme. Debe estar muy cansada.

Yo también lo estoy. Pero disfruto de su compañía.

Me siento de costado, la acomodo entre mis piernas y recuesto sobre mi pecho.

Me pregunto como será ir a dormir de nuevo a mi habitación y que ella no este. Su calor corporal ya no me acompañará como anoche o como ahora.

Sigo mirando el concierto de Jagged mientras juego con sus largos cabellos.

¿Qué somos ahora? ¿Somos amigos? ¿Somos novios? ¿Qué queremos ser?

Ninguno de los dos le negó al médico de que eramos pareja, él simplemente lo asumió por lo que vio, sacó sus propias conclusiones.

¿Cuál es nuestra conclusión?

Todo esto me lleva a pensar si siempre me gustó e intenté convencerme de que gustaba Ladybug para quitarme la maldición. Aunque parece que se ha ido por arte de magia. Sin embargo, la de la mala suerte parece ella, ayer un desmayo y hoy una mordedura de perro.

Ahora está en peligro. Puede que se deba a eso, no se con que estaremos tratando exactamente.

"Estaremos", ya me incluyo en su vida ¿Por qué considero al problema como mío también? ¿Por qué la considero parte de mi vida? ¿Por qué ella me considera parte de su vida?

Tenemos nuevos compañeros de batalla, los cuales ya deducieron mi identidad pero no quieren revelarme la de Ladybug. No se hasta que punto eso es bueno, si ellos ya saben (O creen saber) quien es, debería saberlo. Pero ¿Le deberíamos decir a Ladybug sobre esto?

Ella también está en riesgo.

Dos personas importantes para mi en riesgo...

Dos personas que si puedo salvar...

Sigo pensando en lo que soñé hace dos noches.

"A ella no la puedes salvar"

¿Por qué una voz extraña me diría que no puedo salvar a Ladybug? ¿Qué sabe?

Abren despacio la puerta. Es Allegra.

—¿Interrumpo algo? –Dice con una sonrisa pícara.

—Ella esta durmiendo.

Se acerca a nosotros, corre el flequillo de la cara de Bridgette y deposita un beso en su frente. Es muy maternal ese gesto.

¿Y Allan?

Viene en un rato.

Se sienta en un sofá chico.

—Creí que estarían todos cuando vuelva.

Lo mismo pensé pero estaba ella sola.

¿Hace cuanto se durmió?

—Hace unos diez minutos o menos.


Se acomoda en el sofá.

¿Siempre fueron así?

—¿Así cómo?

—Apegados, cariñosos.

Dejo de jugar con su cabello.

Siento que no tengo derecho ni de tocarla por todo lo que le hice en el transcurso de este año y el año pasado.

—¿Félix?

—No, al contrario, la evitaba a más no poder. No la quería cerca... Pero ella siempre fue muy perseverante... Nunca desistía a pesar de lo cruel que pude haber llegado a ser.

Allegra sonríe.

—No te aflijas, Bridgette no es rencorosa. Y si estás dispuesto a abrir tu corazón a ella, ella abrirá el suyo hacia a ti.

—¿Hace cuanto fallecieron sus padres?

Allegra traga saliva. Parece que hablar del tema también la afecta a ella.

Si no quieres...

—Hace once meses o menos...

—Lo siento... No debí obligarte a deci...

—No te disculpes, simplemente fue algo que me enteré hace poco también. Bridgette dejó de hablarme cuando ocurrió todo esto. Fue una fase que nunca vi de ella. Se encerró totalmente en su mundo y fingió todo el tiempo estar bien. Aparentemente sus nuevas amigas de la universidad no saben nada.

—Recién hace dos semanas se conocieron.

—¿No hizo amigos el año pasado?

Niego con la cabeza.

—Siempre estaba sola, o en la biblioteca estudiando.

Tal vez por eso quería ser mi amiga en un inicio, éramos muy similares, muy parecidos. Aunque yo disfrutaba un poco mi soledad, o eso quería creer.

—¿Primera vez que vienes a París?

—No, por un tiempo viví aquí. Tenía mis amigos, mis actividades, todo aquí. Hasta que mis padres se divorciaron, decidieron cada uno por si mismo y yo quedé en medio, teniendo que elegir a donde ir y con quien, acomodándome a una nueva vida.

—¿Con quien te fuiste a vivir?

—Con mi padre, consideré que era la mejor opción...

Se quedó callada, debe ser que no fue su mejor opción.

Tocan la puerta. Allegra se levanta y fue a abrir, era Claude.

—¿Qué hacen así?

—Está durmiendo.

Trae el otro sofá chico y lo coloca en medio al lado del sofá donde está Allegra.

—¿Lizbeth y los demás chicos?

—Se fueron al rato que nosotros nos fuimos.

¿Qué pasó con Zac? –Le pregunta Allegra a mi primo, obviamente quiere evitar seguir hablando de su vida.

—Habíamos sido amigos de niños y nos peleamos por una niña.

—¿Por eso se llevan tan mal? –Dijo Allegra ahogando una risa.

Si lo dice así, suena a muy rencoroso.

—¿Qué pasó con tu cena?

—Ya terminó y vine a ver si seguían aquí ¿Por qué están así con Bridgette?

Siento caliente la cara.

Ella se durmió.

—Aprovechado –Dijeron los dos al mismo tiempo.

—¡No! ¡No es así!

Tocan la puerta. Va Claude a abrir, es Allan.

¿Sólo están ustedes?

Asentimos.

¿Y qué están haciendo?

—Intentamos hacer que Félix confiese como llegó a esa situación.

—Ya dijo que Bridgette se durmió.

—Es su novia, es normal que se traten así.

Allegra y Claude me miran con cara de sorpresa.

No somos novios...

Ahora el que tiene cara de sorpresa es Allan.

¿No son novios?

No...

Decirlo dos veces si fue doloroso.

Sumado a que ya lo habíamos dicho en el hospital.

—¿Por qué no lo son?

—A decir verdad, yo no tenía relación alguna con Bridgette hasta ayer.

—¿Pero si te gustaba? –Dice Allan sentándose al lado de Allegra.

Los colores vuelven a mi cara.

Si... Si me gustaba...

A ver, no entiendo nada –Dice Allegra– me hiciste un lío con todo esto.

—Yo tampoco entiendo mucho... A comienzos del año pasado, ella se la pasaba invitándome a salir. Siempre la rechacé. Muchas de las veces que lo hice fue porque realmente estaba ocupado pero luego empecé a ser más frío y cortante. Luego la empecé a tratar mal... Para mi, solo era una fanática más. Ya tuve problemas con eso.

—Si lo recuerdo –Dice Allan riéndose– una vez, un grupo de vivas nos siguieron hasta la casa del tío Gabriel para sacarse foto con ambos.

—No me lo menciones...

Esa vez hasta salí en las noticias.

—¿Y cómo te empezó a gustar?

Claude se acerca para prestar atención, es mi confidente pero nunca le hablé de ella como si fuera alguien que me gustara.

—Siempre estaba pululando por donde vaya. No habíamos hablado mucho, pero me llamaba la atención que pase tanto tiempo encerrado en la biblioteca o no hable con nadie más.

—¿Comenzaste a observarla?

—Si... –La miro, sigue profundamente dormida– era misteriosa, no entendí sus actitudes, su interés en mi, siempre estaba sola. A pesar de que yo estaba igual, hablaba con Claude o con otros compañeros para sacarme dudas. Ella no, era totalmente solitaria. También tenía en cierta forma miedo de que fuera akumatizada, aunque si era muy cruel con ella y me preocupaba luego de dañarla... Soy un desastre.

—Bridgette se la pasaba hablando de ti cuando hablábamos por teléfono. Hablaba de que le parecías lindo, estudioso, misterioso. Todo lo que a ella siempre le atrajo.

—¿Tuvo... Algún... Novio?

—Si, ya salió con la mitad de Francia.

La miro atónito.

Se larga una carcajada, Allan tapa su boca pero aún si se escucha su risa.

—¿Hablas en serio? Ella nunca había salido con nadie, no le iban esas cosas de amor. Ella esperaba que aparezca el príncipe azul, no quería a nadie más.

¿Seré su príncipe azul?

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