Capítulo 23

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JungKook se acercó a TaeHyung con largos pasos, agachándose para recogerle del piso; sin embargo, se vio siendo jalado por el omega, quien inmediatamente se estiró para besarle.

JungKook apenas pudo sostenerse de la pared tras este y se resistió al beso, no porque no quisiera, sino porque realmente no podía mantener el equilibrio en esa posición. TaeHyung se quejó, gruñendo por lo bajo y lloriqueando.

JungKook recuperó el equilibrio y metió uno de sus brazos bajo sus piernas y puso el otro tras su espalda, levantándolo. El omega se sostuvo de su cuello y una vez estuvo de pie, este volvió a buscar su boca.

Está vez JungKook le respondió, suspirando por lo magnífico que era probar la dulce boca de su compañero después de tanto tiempo. Por su parte, TaeHyung no dejaba de hacer ruiditos condenadamente tiernos y excitantes cada vez que sus lenguas se frotaban dentro de su la boca.

Cuando finalmente echó la cabeza hacia atrás, estaba jadeando; sus ojos aún más vidriosos que antes y un pequeño hilo de salida se escurría por una de sus comisuras.

—Te deseo tanto, alfa —gimió y todo el cuerpo de JungKook se estremeció. Incluyendo su pene, que también se movió interesado en sus pantalones.

— ¿En serio? Porque hubiera jurado que no me querías para nada —expuso con voz amarga.

—No, no es así —este dijo rápidamente, casi con desesperación—. Te he deseado durante tanto tiempo, desde la primera vez que te vi, te lo dije, ¿Lo olvidaste? —Confesó—. Pero mí humano, él nos alejaba, me alejaba de ti.

El omega restregó la cabeza en su hombro, estirando sus labios para besar su cuello y barbilla poco después.

—Todo lo que quería era estar contigo. Todo lo que quiero es estar contigo —se corrigió—. Pero si mi humano no... entonces no puedo. Lo sabes —sollozó.

—Está bien, cariño, entiendo —JungKook murmuró, besando la coronilla de su cabeza y caminando con este en brazos hasta su habitación.

—Y luego tú... no tienes idea de cuánto me lastimó verte con aquel omega —agregó con tono herido—. Creí que te había perdido porque mi humano no dejaba de rechazarte.

—Él es sólo mi amigo —contestó, aunque seriamente consideró poder estar con TaeHo.

—Pero te veías tan feliz y cómodo a su lado. Además, era tan parecido a mí, olía como yo y... el sentimiento de perdida fue tan fuerte que... —El omega calló, su aroma volviéndose ligeramente agrio.

—Es solo un amigo —JungKook repitió—. Uno al que a pesar de que llevo poco tiempo conociendo, he llegado a apreciar mucho. Es un buen chico.

—Aún así... —TaeHyung murmuró, escondiendo su cara en el cuello del alfa.

Una vez JungKook llegó a su habitación, empujó la puerta con el pie y se acercó hasta su cama, donde dejó al omega. TaeHyung comenzó a desnudarse en cuanto lo dejó sobre su colchón y JungKook se deleitó con la visita.

—No estoy seguro de que debamos hacer esto —dijo desde el pie de la cama donde estaba parado, a pesar que el tono ronco de su voz demostraba lo excitado y deseoso que estaba, sin mencionar la clara erección que sus finos pantalones deportivos dejan ver.

El omega, que ya se había quitado el sweater junto a la playera que tenía debajo y comenzaba a desabrochar sus pantalones, dejó todo de lado y gateó sobre la cama hasta acercarse a la orilla, donde se arrodilló.

Este estiró una mano y sostuvo su playera, metiéndola bajo la misma para enganchar sus dedos en el borde de su pantalón. JungKook inhaló profundamente cuando una de ellas siguió su recorrido hasta que alcanzó su desnudo y más que duro pene.

—De comando —TaeHyung murmuró, mirando hacia arriba para poner la mirada sobre sus ojos—. Playera fuera —exigió, más que pedir.

JungKook se la sacó por la cabeza y el omega asintió satisfecho. Comenzando a bajarle el pantalón segundos después, nunca dejando de mover su puño sobre la virilidad del alfa.

—Ignoraré lo que él pueda querer, justo como él ha estado ignorando lo que yo quiero —respondió finalmente, en respuesta a las anteriores palabras del alfa.

—¿Estás seguro? Porque él podría estar furioso después —dijo.

—¿Por qué dudas tanto? ¿Acaso tú no quieres? —Preguntó repentinamente dudoso el omega, parando sus movimientos.

JungKook envolvió su mano alrededor de la que el omega tenía en su pene y le obligó a reiniciar el movimiento, sus labios separándose para dejar salir los suspiros que el placentero movimiento le sacaba.

—¿Parece que me estoy resistiendo? —Preguntó de vuelta.

TaeHyung desvió su mirada hasta donde el alfa movía sus manos, mordiéndose el labio inferior cada vez más excitado por ello. El lubricante natural comenzando a escurrir libremente de él.

—Esto te gusta —JungKook afirmó con una profunda inhalación—. ¿Debería tomar eso como mi respuesta?

—¿Sigues dudando? —El omega preguntó, devolviendo su vista a los ojos del alfa.

JungKook le dedicó una media sonrisa que al mayor se le hizo jodidamente caliente.

—Considerando que al igual que tú, pienso tomar lo que deseo sin importar lo demás... no dudo por mí, solo quería estar seguro de que tu lo estabas —afirmó.

TaeHyung retiró su mano de su virilidad y hundió los dedos de sus manos en sus marcados pectorales.

—Entonces tómame, alfa —susurró sensualmente.

El pene de JungKook se contrajo por el tono de voz que este usó; se echó hacia atrás y terminó de patear sus pantalones fuera de sus piernas.

—Ropa fuera; ahora —ordenó, yendo hasta su mesita de noche, de donde sacó una caja de condones.

Mientras tanto, TaeHyung se sacaba los zapatos con los pies al mismo tiempo que se terminaba de desabrochar los pantalones, mismos que bajo junto a su ropa interior.

Una vez completamente desnudo, se recostó en medio del colchón, sus piernas separadas dejando espacio al alfa, el cual este no dudó en ocupar.

JungKook se estiró sobre el omega, separando sus piernas un poco más con sus manos antes de tenderse sobre él y besar sus labios. TaeHyung se abrió para él, dejando que su lengua se deslizara en su boca y meciéndose en su contra cuando comenzó a empujar su pelvis contra él, frotando sus penes en cada empuje.

—Eres tan dulce como la última vez —gimió contra la boca del omega, estirando su mano para sostener una de sus piernas a la vez que comenzaba a frotarse aún más rápido.

—Kook, por favor, no puedo —TaeHyung gimió, hundiendo su cabeza en la almohada y exponiendo su cuello.

JungKook sabía que él debía estar al límite, así que solo por esa vez, se saltaría los juegos previos. De cualquier forma, tenía toda la noche para hacer al omega suyo, en realidad, con un poco de suerte, tal vez lo tendría por el resto de su celo.

JungKook sabía que era poco probable, pero no perdería nada intentándolo.

Se incorporó hasta quedar de rodillas y tomó la caja de condones que había dejado olvidada a un lado. Abriéndola para sacar una de las tiras y despegar un sobre con el condón.

—Espera, si usas uno no vas a poder... y yo necesito... necesito que lo hagas —TaeHyung balbuceó.

JungKook abrió el condón y luego lo desenrolló sobre su pene. Tomó las piernas del omega y las dobló sobre su cuerpo para dejar su húmedo agujero a la vista.

—¿Kook? —Preguntó el mayor al no recibir respuesta.

—Está bien, estos son resistentes al nudo —respondió—. Ahora relajate y déjame ocuparme de ti —pidió.

TaeHyung asintió y como el alfa le pidió, se relajó sobre el colchón. Estirando sus brazos para envolver sus piernas.

JungKook le acarició el abdomen y el costado como agradecimiento y luego llevó sus dedos hasta la entrada del mayor. Presionó dos dedos contra este, satisfecho cuando se deslizaron fácilmente dentro de él.

TaeHyung gimió y se estremeció poco después cuando JungKook los curvó, increíblemente dando de inmediato con su próstata.

—No he olvidado donde está —el alfa murmuró, satisfecho consigo mismo.

Estiró sus dedos un momento, solo para poder hundir tres de ellos. La boca de TaeHyung se abrió y un gemido ahogado salió de ella, JungKook retorció los dedos una vez más, separándolos y frotando la próstata del omega de vez en cuando.

—JungKook, por favor, en serio no puedo más —rogó el omega—. Estoy bien, estoy más que bien —aseguró.

JungKook asintió, sabía eso; sin embargo, su conciencia no le permitía simplemente entrar en el omega sin antes asegurarse de que estuviera realmente listo para recibirle. Sacó los dedos de su interior y sostuvo su pene, acariciándose un par de veces antes de presionarse contra su entrada.

—Joder —rugió por lo bajó, pues su pene fue prácticamente absorbido en el interior del omega—. Cielos, cariño, real, realmente me querías.

TaeHyung solo gimió, sus ojos cerrados con fuerza y su rostro contorcionado en una mueca de puro placer.

—¿Estás bien? —Le preguntó sin embargo.

—M-Maravillosamente —jadeó—. Y estaría mucho mejor si solo comenzaras a... ¡Así! —Gimió, pues el alfa finalmente había comenzado a moverse.

JungKook se meció suavemente dentro y fuera de él, sacándole bajos suspiros al omega que poco después se convirtieron en altos gemidos, debido a que él no pudo mantener el ritmo calmado por mucho tiempo.

Estaba demasiado ansioso, desesperado y emocionado por probar a su omega otra vez. Jura que casi se olvida lo que se sentía tenerlo entre sus brazos, retorciéndose contra él, mientras se sostenía de su espalda, hundiendo los dedos casi dolorosamente en su piel y gimiéndole al oído.

TaeHyung se sentía magnífico entre sus brazos, tanto que JungKook se preguntó cómo pudo llegar a dudar de que este omega le pertenecía y de que él mismo le pertenecía a él. Llevó su boca al cuello de este chupando con saña justo donde su marca debería ir.

TaeHyung gimió ronco, estirando el cuello y enredando sus dedos entre su pelo al tiempo que lo pegaba más a sí mismo, casi como si deseara que no se alejara del lugar. JungKook rastrilló sus dientes sobre el lugar y TaeHyung jadeó casi sin aliento, sufriendo un espasmo que le sacudió todo el cuerpo.

—Por favor —murmuró al tiempo que levantaba las piernas y las envolvía alrededor de sus caderas—. Alfa, te lo ruego.

JungKook gruñó y el omega gimoteó en respuesta. Sus dientes se alargaron sin que pudiera evitarlo y antes de que se diera cuenta, le mordió.

Sin embargo, no rompió la piel, solo apretó el lugar entre los dientes. La reacción de TaeHyung fue intensa, un pequeño grito salió de sus labios y sus uñas se enterraron en la piel del alfa cuando el orgasmo le golpeó de sorpresa.

JungKook se echó hacia atrás y le miró a los ojos. Limpió las lágrimas que se desbordaron por las esquinas de ellos y juntó sus frentes, ralentizando una vez más el movimiento de sus caderas.

—Lo deseo tanto —el omega susurró.

—Lo sé.

—Por favor —rogó.

—No puedo —respondió para su pesar.

Él vio cuánto su respuesta lastimó al omega, pues la mirada herida en este no tardó en aparecer, además de las nuevas lágrimas que se desbordaron por sus ojos. JungKook pegó sus labios a unos de ellos, su corazón apretándose con fuerza.

A él también le dolía tanto como al omega, pero no era algo que pudiera hacer, por más que lo deseara. TaeHyung nunca se lo perdonaría y aunque era obvio que su tigre lo deseaba, si ambas partes no estaban de acuerdo, no podían llevar la unión a cabo.

No, cuando corría el riesgo de que su compañero se rompiera y una de sus partes terminara odiándole. Lo que a su vez, podría provocar su muerte.

—Solo quiero ser tuyo —el omega sollozó.

—Y yo solo quiero que seas mío —respondió con reverencia.

Entonces JungKook le besó, dispuesto a satisfacer a su alma y al parecer, parte de la del omega. Tomó las manos de este y las sostuvo sobre su cabeza, reacomodándose sobre sus rodillas para retomar el ritmo anterior.

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YoonGi miró el reloj en la pared por no sabe qué vez en la noche, antes de volver su vista a la puerta. Eran exactamente las dos y trece de la madrugada, y TaeHyung aun no aparecía.

Para entonces ya había llamado a NamJoon, algunos de los compañeros cercanos del trabajo de Tae (los pocos que el omega podía considerar amigos) e incluso a JiMin. Todos le habían dado respuestas negativas cuando preguntó si sabían de su paradero.

La única razón por la que no había llamado a los padres de este, era porque para cuando lo pensó, ya eran casi la una y no quería preocuparles a esa hora. Quería pensar que el menor simplemente había salido a algún lugar y se había entretenido tanto que se le había pasado la hora.

La cosa era, que el omega siempre le avisaba cuando esto pasaba y aún más si no tenía pensado regresar a casa.

YoonGi había llegado a casa pensando que el omega estaría allí viendo alguna película o tal vez dándose un baño. Tenía pensado mostrarle la presentación que JiMin le había pasado en una memoria USB y hablar con él.

Hoy o más bien ayer, por la hora, se había dado cuenta de que no podía retrasar las cosas un momento más. Era hora que le contara a cerca de todo. Hablarle sobre lo que una vez hubo entre él y JiMin, todo lo que pasó y porqué las cosas terminaron como lo hicieron.

Y sobre todo, ya no quería ni se sentía capaz de ocultar la verdad de su bebé. HaNeul, su pequeño y hermoso bebé que de nada tenía la culpa de que las cosas fueran tan complicadas, ni merecía ser escondido de esa forma.

Había pensado, después de ver la profunda tristeza en la mirada de JiMin cuando este se había quedado absorto viendo las decoraciones de sus boda, lo mucho que debía estar lastimándolo verse obligado a callar sus sentimientos y aún más a mentir sobre su hijo.

YoonGi había puesto a JiMin en las situaciones más difíciles de su vida y de alguna forma el omega había sabido enfrentarlos. Y lo estaba demostrando una vez más cuando le había obligado a tener que ocultarle a quien consideraba su mejor amigo, incluso sobre su hijo.

—Cada vez que realmente me decido a hablar de ello, tiene que pasar algo —refunfuñó por lo bajo, mirando una vez más al reloj a pesar de que sabía no podía haber pasado nada más allá de un minuto—. Joder, TaeHyung, ¿dónde mierda estás?

YoonGi tomó su teléfono y lo desbloqueó, entrando al chat del omega para dejarle un nuevo mensaje. Era el mensaje número 33 que le dejaba y ya lo había llamado nueve veces.

YoonGi nunca fue controlador con el omega, nunca se oponía cuando este quería salir a divertirse por su cuenta, ni le molestaba con mensajes o llamadas. Pero todo era tan raro que no podía evitarlo.

Se quedó despierto hasta las tres y media de la mañana, pero TaeHyung nunca llegó. Por lo que decidió irse a la cama, en la mañana tendría una reunión con el Ceo de la firma desde temprano.

🦁🦁🦁

Eran las diez y media de la mañana cuando JiMin recibió una llamada de JungKook. Tuvo que disculparse con un cliente que estaba atendiendo para tomar la llamada, pues este no dejaba de devolverla por más que le colgara.

—Kook, estoy ocupado ahora mismo —JiMin gruñó por lo bajo.

—Lo siento, pero realmente necesito que me hagas un favor, JiMin —JungKook respondió.

—¿Pasó algo malo?

—Verás, uh... es TaeHyung.

—Kook, ¿realmente? De verdad no tengo tiempo para hablar de sus cosas en este...

—JiMin escucha —el alfa interrumpió—, TaeHyung está en mi casa desde anoche, está en celo y...

—¿Perdón?

—Lo que escuchaste, necesito que le traigas unos supresores porque...

"JungKookie...", JiMin escuchó cómo le llamaban a lo lejos, "Kook, vuelve a la cama".

Jeon JungKook, ¿qué demonios? —JiMin regañó—. ¿Estás idiota? TaeHyung va a casarse dentro de dos semanas.

—¿Crees que no lo sé?... Tae, cariño, quédate en la cama, ¿sí? —JiMin viró los ojos.

—Entonces, ¿por qué te lo estás llevando a la cama? —Gritó en un susurro.

—Bueno, técnicamente es él quien quiere llevarme.

—Muy gracioso, Jeon —bufó.

—La cosa es, necesito supresores porque TaeHyung está un poco... ¡Tae, no hagas eso! ¡No toques allí! —JungKook se interrumpió a sí mismo. JiMin terminó escuchando su intercambio de palabras.

"¿Por qué? Sé que te gusta"

"Sí, cariño, pero ahora estoy algo ocupado".

"¿Con quién hablas tanto?"

"Con JiMinnie, estoy pidiendo los supresores para ti".

"Te dije que no los necesito".

"Sí, sí lo haces".

"¡Que no! Dame el celular, yo hablaré con Minnie".

Luego se escuchó un poco de forzajeo y algunas quejas de ambos, para que al final JungKook soltara una maldición y la voz de TaeHyung sonara por el auricular.

—Hola, JiMinnie.

—TaeHyung, ¿qué demonios estás haciendo?

—TaeHyung no está —este dijo, soltando una risita cuando JungKook le gritó algo que a JiMin le resultó innetendible—. Soy TaeTae —aclaró, lo que significaba que era el tigre de este quien estaba al mando.

—TaeTae, ¿por qué tienes el control? —JiMin preguntó extrañado.

—Porque el humano está arruinando todo, ¡quiere alejarme de mi alfa! —Gritó con aparente indignación—. No puedo permitirlo, no es lo que quiero. Se lo he dicho, pero solo me ignora. He tratado de ser paciente, pero si sigue así, va a terminar matándome.

—TaeTae, calma. Respira —JiMin instó cuando este comenzó a alzar la voz. Podía escuchar como JungKook tocaba una puerta mientras le pedía que le abriera.

—Sé que me entiendes, deberías hacerlo. Estoy seguro que si hubieran estado en una situación diferente, Chim hubiera hecho lo mismo —el omega menor continuó, esta vez refiriéndose a su león.

"Él tiene razón", su león dijo en lo profundo de su mente. "Lo sabes tan bien como yo".

JiMin suspiró, decidiendo que no valía la pena reprochar, principalmente porque él no estaba equivocado.

—Por eso no necesito supresores —TaeTae volvió a hablar—. Él me lo quitará de todas formas —sollozó—, porque sabes que si él no está de acuerdo, entonces no podremos estar juntos.

—Tae...

—Entonces, por favor déjame tener estos días junto a Kook. Será lo último que tendré de mí alfa por el resto de mi vida, no me quites esto, yo...

"JungKook, espera, ¡no!"

JiMin volvió a escuchar algunos forzajeos otra vez y poco después, la voz de JungKook se dejó escuchar tras el auricular.

—JiMin, lo que sea que te haya dicho, no lo escuches, por favor...

—Kook, realmente lo siento, pero tengo que irme. Estoy en medio de una reunión muy importante, no te preocupes, les cubriré el trasero a los dos. —Y JiMin colgó, no dándole tiempo al menor de decir nada más.

JiMin apretó el celular contra su pecho, no sabiendo si lo había hecho estaba bien. No obstante, creía que podía darle eso al tigre de su amigo, no importa lo mucho que este se enojara con él luego.

"Está bien, JiMin", su león dijo suavemente, "solo le diste algo que hubiéramos querido, pero que no pudimos tener".

"Espero que no te equivoques".

"Tranquilo, aunque pueda estar enojado por un tiempo, al final va a agradecerlo". Su león aseguró. "Y de cualquier forma, lo está condenando a muerte, no es como si realmente tuviera derecho de reclamar algo".

"Eso espero".

—¿JiMin-ah? ¿Estás bien? —JiMin parpadeó algo perdido cuando escuchó que le llamaban.

Cuando levantó la mirada, se encontró con Lisa, quien tenía una mueca preocupada en su rostro.

—¿Está todo bien? ¿Pasó algo con HaNeul? —Ella señaló el celular en su mano. JiMin negó.

—Oh, no, nada de eso. Está todo bien, no te preocupes. —JiMin sonrió—. Volveré con los futuros señores Oh.

Entonces JiMin volvió a entrar a su oficina, sonriendo en disculpa a sus clientes mientras se sentaba tras su escritorio.

—Mis disculpas, tuve una pequeña emergencia —dijo.

—No se preocupe —ambos contestaron.

—Entonces, ¿señor Xiao? ¿Podría contarme un poco de este lugar que dice le dejó encantado?

El chico LuHan sonrió y asintió entusiasmado, retomando su conversación sobre el lugar donde quería efectuar su boda.

🦁🦁🦁

— Oh, ¿Es así?— YoonGi preguntó.

—Sí, me dijo que se había quedado sin batería y que por eso no te avisó —JiMin dijo a través de la línea—. También que se supone que te dejó una nota, porque no estaba seguro de si estabas en una reunión o no para llamarte, pero que la guardó en su bolso por error.

—Sí, eso suena a algo que TaeHyung haría —YoonGi suspiró, al menos ahora sabía que el omega estaba bien en casa de sus padres—. Gracias por avisar, JiMin.

—No hay de qué, Tae es tan despistado que ni siquiera se había dado cuenta hasta que llamé a casa de sus padres. —JiMin soltó una risita—. Dijo que la señora Kim lo había puesto a trabajar desde que llegó y cuando terminó, simplemente se fue a dormir.

—Típico de él. De cualquier forma, gracias otra vez. Le llamaré en un rato.

—Sí, suerte con eso. Según dijo, los tres irían de excursión a la montaña y créeme la recepción ahí es una mierda en la mayor parte del viaje —JiMin masculló, YoonGi imaginó que por experiencia propia—. Durarán tres días allí, le pregunté cuando volvía y dijo que para el domingo en la noche o para el lunes en la mañana.

—¿Realmente? —Suspiró, estrujándose un ojo con el puño. El cansancio cayendo sobre él ahora que por fin se había relajado—. Tae no me avisó que iría con sus padres. Últimamente ha estado muy distraído; extraño.

—E-Es más normal de lo que crees —JiMin titubeó—. En este tiempo, muchas parejas comienzan a sentir un poco de dudas, pánico y ese tipo de cosas, pero es solo por el estrés y la euforia de que el momento se esté acercando.

—¿Tu crees? —Preguntó dudoso—. Yo lo veía algo más... ¿triste? Que otra cosa. Bueno, aunque a veces comenzaba a usar su celular y enfurecia de repente.

—Tal vez... el celo... —el omega murmuró entre dientes, haciendo que YoonGi apenas pudiera captar algo de lo que dijo.

—Tienes razón —YoonGi dijo, recordando entonces la fecha en que estaban—. Tae debería tener su celo en cualquier momento entre ésta y la semana siguiente.

—¿Ah, sí?

—Uh-ju —YoonGi murmuró, buscando el calendario en su celular, ese que TaeHyung le había obligado a llevar para el control de sus celos—. Sí, definitivamente —afirmó una vez lo encontró.

—Entonces debió ser eso, todas esas emociones en conjunto podrían desestabilizar un poco a cualquiera —JiMin consoló y YoonGi tuvo que admitir que tenía razón—. Bueno, entonces luego hablamos YoonGi, iré a almorzar con Lisa y su novia.

—Sí, está bien. La verdad yo también debería almorzar algo antes de mi próxima reunión —contestó—. Espero disfruten su almuerzo, ten un buen día y gracias otra vez.

—Tú igual y no ha sido nada —JiMin contestó.

—Llamaré esta noche para hablar un rato con HaNeul —se apuró a decir antes de que el omega colgara.

—Está bien. Esperaré tu llamada, entonces.

—Adiós, JiMin.

—Bye. —Seguido de ello, la llamada se cortó.

YoonGi dejó el celular a un lado y se estrujó el rostro con las manos. Se había preocupado en vano, gracias al cielo, TaeHyung estaba bien y por el momento era todo lo que importaba.

Un bostezo se le escapó y pensó que ese día se iría a casa temprano, llamaría a HaNeul después de tomar un baño y luego se iría directo a la cama. Después de todo, la noche anterior, por más que lo intentara, no pudo pegar un ojo. Demasiado preocupado para que realmente pudiera conciliar el sueño.

Se puso de pie, tomó su celular y lo entró en su bolsillo, ese día comería un poco en la cafetería de la planta inferior, no solía hacerlo, pero haría una excepción. No era que la comida fuera mala, pero sinceramente tampoco era su favorita.

—Un poco de carne me hará sentir mejor —murmuró para sí mismo mientras salía de la oficina.

🦁🦁🦁

Stars_Saturn.

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