La semana que Sarah envió las cartas Ikena.

El sol comenzó a brillar entre las montañas nubladas y su luz inundó el bosque donde dormían Isaac y compañía. Zarky ya estaba despierta antes de que amaneciese y contemplaba el río que discurría a través de las ruinas de aquel pueblo. Estaba sentada, con las piernas cruzadas. Había adoptado su forma humana. Su cola azul larga y mullida descansaba sobre la piedra y sus orejas estaban caídas. No podía evitar dejar de darle vueltas a la imagen de su madre derrotada y utilizada a voluntad de su padrastro. Cerró los puños con rabia y se sentía impotente. La poca impulsividad que tenía y que la había hecho huir de aquel horrendo lugar acabó por abandonarla y, mirando el río deslizarse sobre las piedras, veía como sus ganas de vivir se iban con la corriente.

Isaac la tocó el hombro y la sacó de sus pensamientos. Como un bálsamo, se sentó junto a ella y la abrazó mientras enroscaba su cola alrededor de su cintura. Zarky no pudo evitar que se le cayese una lágrima.

-Es hora de seguir- la dijo mientras acariciaba su pelo.

Zarky asintió.

Isaac la ayudó a levantarse y fue a despertar a Aly.

-Aly, despierta- la voz de Isaac hizo que se sacudiera y abriese los ojos. Se los frotó con sus patas mientras intentaba adaptarse a la luz que entraba por los huecos de la casa derruida.

Zarky fue a despertar a Sarah, pero no estaba allí. Se alarmaron y comenzaron a gritar su nombre.

-¡Sarah!- Zarky asustada buscaba entre las casa

-¡Sarah!- gritaba un poco ronca Aly mientras buscaba moviendo rocas con Psíquico.

-¿¡Dónde estás!?- gritó Isaac.

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Los ecos de los gritos ascendían lentamente la ladera de la montaña. Las nubes habían descargado toda su furia en ese descampado y el rastro de la batalla se había borrado casi por completo.

El eco de los gritos inundaba el lugar y aquella que había sido derrotada abrió los ojos mientras que las voces inundaban sus oídos.

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Unos matorrales comenzaron a sacudirse. Aly sacó el palo de la cola, preparada pata atacar.

Una garra apareció entre los matorrales y una Sarah un poco adormilada se levantaba entre ellos.

-¿Una no puede dormir tranquila?- masculló mientras pegaba un largo bostezo que contagió a Isaac

Los tres suspiraron aliviados y la ayudaron a levantarse.

-¿Cómo has acabado aquí?- preguntó Aly

Sarah se rascó la oreja derecha.

-Veréis...- tosió un poco y dijo- me desperté en mitad de la noche porque tenía ganas de ir al baño y pues... como estaba cansada... me quedé dormida...

Estallaron de risa. Sarah se sonrojó y murmuró avergonzada:

-Estaba cansada... y además... tenéis que reconocer que vosotros también necesitáis ir al baño

Las risas cesaron y se miraron unos a otros. Un breve silencio bastó para que Sarah se tapase la boca y comenzara a reírse por lo bajo.

-Yo ya dejé lo que tenía que echar antes de que saliese el Sol- dijo Zarky mientras se marchaba dignamente a donde había dejado su mochila.

Aly e Isaac corrieron lejos de las ruinas, cada uno por el lado opuesto mientras un dúo de risas se escuchaba por todo el bosque.

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Los ecos carcajadas sonoras cada vez eran más intensas.

La Zoroark olfateó el ambiente mientras escuchaba atentamente las risas que se escuchaban de fondo.

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Tras un breve desayuno basado en barritas y zumitos, prosiguieron su exploración siguiendo  el curso del río. Isaac y Zarky mantuvieron sus formas humanas para ir más ligeros. Aly se quejó de su baja estatura y todos se rieron, agitó su cola con desdén mientras les daba la espalda y se ponía la primera.

Mientras viajaban, observaban fascinados el bosque que había tras las montañas. 

-¿Qué se siente al evolucionar?- preguntó Zarky mientras caminaba al lado de Sarah

Sarah inspiró un poco y luego contestó diciendo:

-No sé cómo describírtelo... Verás

Carraspeó un poco.

-Sientes como que tu pulso se acelera y comienzas a notar como si un torrente de poder entra en tu cuerpo- hizo un triángulo moviendo sus recién estrenados brazos- luego se acumula y de repente sientes que no puedes mantener tanto poder en tu cuerpo actual y entonces... ¡bum!- movió las garras como si de una explosión se tratara- comienzas a cambiar

Zarky la miró perpleja y luego sonrió, pero en seguida volvió a su seriedad y se puso a pensar

-Es extraño- murmuró Zarky

-¿El qué?- preguntó Sarah

-El que hayas evolucionado- contestó Zarky- se supone que no eres cien por cien un Pokémon y en ningún momento mi madre dijo que no debería evolucionar por que sino...

Zarky de pronto se calló recordando de pronto lo que su madre explicó.

- ¿Porque sino qué?- preguntó Sarah llamándole la atención

Zarky la miró y le mostró una mirada de tristeza.

-Lo siento... pero... - a Zarky no le salían las palabras- tú... ya...

-¿Yo qué?

Zarky tragó saliva y se paró en seco

-Joder, lo siento Sarah- la abrazó con mucha fuerza mientras las lágrimas surcaban sus mejillas haciendo que Sarah se quedase aún más confusa. Isaac y Aly les habían dejado un poco atrás

-Esta bien... pero dime que es lo que pasa- Sarah le acarició el pelo en un intento de calmarla

Zarky se enjugó las lágrimas y la dijo:

-Zarky... tú... ya no puedes volverte humana...

Sarah sintió que la tierra la engullía. Una profunda tristeza se apoderó de ella.

-¡¿Por qué?!

-Cuando evolucionas... Tú cuerpo cambia de forma y, a su vez, elimina algunos de los rasgos de tu anterior forma, como el que puedas caminar a cuatro antes y ahora a dos... Tú ADN se adapta a los cambios y desecha lo que no necesita... Así es como funciona la evolución... Y, en tu caso, pues, desecha lo que te podía hacer humana...

Sarah comenzó a sollozar y pegó un puñetazo a un árbol cercano. Zarky la abrazó y le dijo:

-Lo siento... Lo siento mucho

Sarah intentó recomponerse y dijo:

-Dime que al menos sigo siendo yo misma

Zarky ladeó la cabeza. Sarah tragó saliva e intentó aclararse:

-Me refiero a que algo humana si soy ya que sigo pensando como humana.

Zarky extendió sus orejas de repente y murmuró :

-Tienes razón... La evolución es inteligente... Seguramente conserves tus recuerdos, alma y tu inteligencia humana porque la evolución ha visto que eso te fortalece y no la habrá desechado...

Reanudaron la marcha, conscientes que la distancia entre la otra pareja era muy larga.

-¿Estás diciendo que debería comportarme de otra manera? Creo que me estoy liando...

-¡Exacto! Se supone que, como Zoroark hembra, tendrías la necesidad de formar una manada y protegerla...

Sarah se ruborizó

-Eso no lo acabo de comprender...

-No hace falta que lo entiendas

-¿Entonces puede haber una pequeña posibilidad de volver a ser humana?

Zarky suspiró e intentando ver alguna solución, contestó:

-Es muy muy pequeña... Pero tal vez, si tu mente recuerda cómo es tu cuerpo...

Una pequeña luz de esperanza hizo que Sarah sonriera y abrazase a Zarky.

-No he entendido absolutamente nada, pero me conformo con esa pequeña posibilidad- murmuró Sarah

Corrieron hasta estar a una pequeña distancia de Isaac y Aly . Después de reírse un poco y coger aliento, siguieron su camino disfrutando un poco más del paisaje que les rodeaba.

Observaban montones de Pokémon, un Snorlax durmiendo en una cama de árboles, Flabebés por doquier, Spewpa y Scatterbug.

El río de pronto caía en picado creando una cascada en medio del bosque. Había Bellossom bailando y varios Furret bebiendo agua.

-El río sigue bajando... Parece que esto es solo un afluente...- dijo Isaac señalando el cauce que seguía su rumbo atravesando el bosque.

-¿Te crees experto en ríos?- bromeó Aly

-Bueno... He estudiado algo...- contestó Isaac mientras olfateaba el agua- además... mi olfato me lo dice

-Que raro...- suspiró Aly

Se quedaron un minuto viendo cómo llegaban Zarky y Sarah que se habían quedado un poco más atrás. Zarky se adelantó y observó fascinada la cascada. Nadie se percató que Sarah estaba con las zarpas en el costado

-Em... Chicos... -Sarah, que se había quedado rezagada, jadeaba e intentaba coger aire de una manera un tanto preocupante- creo que necesito descansar

La Zoroark se desplomó inconsciente.

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La Zoroark encontró el poblado en ruinas, olfateó y corrió río abajo

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Sarah se había desmayado del agotamiento y de algo que llevaba ocultando desde que se marcharon. Abrió los ojos. Vio que Aly y Zarky la miraban muy serias, hasta con un poco de enojo. Isaac estaba rebuscando en su mochila.

-¿No te has dado cuenta?- preguntó Aly

-¿Tan mal está?- suspiró Sarah mientras intentaba levantarse

- No te levantes- ordenó Isaac

-Tú herida... No nos habías dicho que era tan grave.

-¿Pero de qué habláis?- hizo un esfuerzo por levantarse, pero Aly la volvió a tumbar- si estoy bien

La Zoroark suspiró y se concentró en su costado. Val, la madre de Zarky, la había desgarrado el costado derecho antes de evolucionar y la evolución no la había sanado.

Tres marcas profundas atravesaban su costado. La herida estaba cerrada, pero una gruesa línea blanca atravesaba la mitad de las heridas

- La herida está infectada- gruñó Isaac mientras sacaba un Antídoto.

Tras un intento de desinfectar la herida con lo que tenían, se sentaron a descansar.

-Espero que se recupere pronto- murmuró Aly mientras se acercaba al río a beber.

Sarah vio su costado vendado y se frustró consigo misma. Luego, presa del cansancio, se durmió.

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¡Sarah!

Sarah se levantó al escuchar un aullido que sonaba demasiado cerca. Se levantó adolorida y vio que a su alrededor no había nadie.  Husmeando el aire, intentó buscar algún olor familiar. El atardecer dotaba al bosque de una luz inquietante.

Logró captar algo ligero. Era el olor a quemado de Aly. Tras avisparse un poco con el agua, siguió el rastro de Aly.

Le costaba mantener el equilibrio, pero aún así no se daba por vencida. Su hocico comenzó a captar más olores, cada cual aún más preocupante.

Al principio era el olor a madera quemada, pero luego comenzó a oler a agua, una brisa gélida se colaba por su hocico. Le dio un escalofrío.

Siguió con el rastro hasta que de repente se escuchó una explosión. Sarah observó con cautela el humo que emanaba de unos árboles.
Haciendo acopio de sus fuerzas, corrió en la dirección del humo.

Tras haber entrado en una parte un poco más profunda del bosque, vio como una bola de fuego se acercaba hacia ella con bastante velocidad. Se agachó y se arrastró por el suelo, creando una ilusión y ocultando su cuerpo.

Se acercó hacia unos matorrales y, desde debajo de ellos observó la cruenta escena que acontecía ante sus ojos.

Val lanzaba a Aly contra un árbol con una brutalidad increíble que hizo partir el árbol en dos. Zarky lanzaba un Canto Helado e Isaac ayudaba a Aly a levantarse. Val usó Pulso Umbrío y derribó a Isaac. El Canto Helado la golpeó, pero usó su pelo para amortiguar el daño.

Había fuego alrededor y el humo nublaba un poco la vista.

Sarah intentó moverse, pero estaba paralizada por el miedo. Los tres Pokemon que luchaban ya se habían quedado sin fuerzas y Val les golpeaba sin parar. El más afectado era Isaac que tenía sangre en sus escamas y su cola estaba hecha trizas. Val cargó un Pulso Umbrío

Sarah entonces salió de donde se escondía y empujo a Val.

-¡Sarah! ¡No!- gritó Zarky, que estaba en el suelo con una herida en la mejilla.

Sarah y Val forcejearon. Ambas gruñían y se arañaban, se agarraban del pelaje y se lo arrancaban. Se mordían las dos cegadas por la ira.

-¡Sarah!- gritó Aly mientras se intentaba levantar

Sarah estaba en un estado de furia absoluta. Ignoraba las numerosas marcas de garras es su piel. Solo se centraba en matar a aquella Zoroark.

Presa de la ira también estaba Val, pero los golpes y la derrota del día anterior la tenían un poco más débil.

Se separaron, las dos cubiertas de sangre, pero sus ojos aún conservaban una furia antinatural.

Volvieron a la carga. Esta vez Val dio el primer golpe y tumbó a Sarah. Sarah aprovechó que estaba en el suelo y rodó, haciendo un barrido y tirando al suelo a Val. Las dos se levantaron y comenzaron a pegarse entre gruñidos.

De pronto, casi al unísono las dos comenzaron a sentir la falta de sangre, pero continuaron sin parar. No hasta que una de las dos estuviese en el suelo.

Zarky, Isaac y Aly observaban mudos de terror.

Sarah logró zafarse de un agarrón y le propinó una patada que la alejó escasos metros. De pronto vio a sus amigos, en ese momento su mente se despejó y se chocó contra la realidad. Como si el tiempo se hubiera detenido, observó todo su alrededor. Miró a Val que se preparaba para atacar de nuevo. Miró a Aly que cogía a Isaac y a Zarky. De pronto como si nada, en su mente lo tuvo claro.

Mientras Val corría hacia ella. Sarah cerró los ojos, inspiró y gritó:

-¡Aly!

Aly la miró. Zarky sonrió y gritó:

-¡HUYE!

En ese momento se escuchó un crujido. Se hizo el silencio.

La garra de Val se incrustaba en el estómago de Sarah. Escupió sangre.

-¡SARAH!- chilló Aly.

Sarah parpadeó varies veces. La sangre comenzó a salir de su boca. Susurró sonriendo:

-Te tengo...

Con un grito y sus últimas fuerzas, clavó sus garras en el costado de Val, justo en el hígado, que se sorprendió y la soltó mientras ambas caían a ambos lados.

Aly corrió hacia Sarah. Zarky hacia su madre.

A Sarah comenzaba a fallar la respiración.

-Sarah, Sarah- Aly se puso de rodillas. Las lágrimas brotaban sin parar- Sarah te pondrás bien, te pondrás bien

Sarah tosió y la sangre se le escapaba por la boca y la herida.

-Tran... Tranquila... Todo esta bien... Ya no tendréis que preocuparos... - Sarah no pudo continuar porque comenzó a toser repetidamente

-Para... Te vas a curar... No...- Aly la cogió de la pata e intentó levantarla para ponerle una venda, pero pesaba mucho-

Sarah le mostró una sonrisa y luego la agarró fuertemente de la pata. La acercó un poco a donde estaba postrada ella y la dijo:

-Vive... No dejes que nadie te mate... Vive para que puedas ser mejor persona de lo que yo he podido ser... Vive... Y véngate de los que nos han arruinado nuestra vida... ah- comenzó a toser hasta que al final, Sarah la miró y, entre lágrimas le dijo:

-Gracias por haber estado conmigo hasta el final.

Y con el último suspiró, Sarah caía desplomada en el suelo. Aly comenzó a llorar desconsoladamente mientras la abrazaba y la besaba suavemente la frente de la que se había convertido en su mejor amiga.

A su vez, Zarky se acercaba a su madre que intentaba levantarse en vano.

Val miró a su hija, sus ojos ya no tenían aquel brillo furioso. Parecía que acababa de ser consciente de todo lo que había hecho.  En ese momento, Zarky se sentó junto a ella y comenzó a acariciar el pelo.

-Hija... - susurró Val

Zarky seguía concentrada acariciando el pelaje de su madre. Le asaltaban recuerdos dolorosos y a la vez recuerdos llenos de amor.  No pudo evitar ponerse a llorar. Val de pronto, como si hubiese salido de un trance, vio como su vida pasaba y miraba todas las cosas horribles que le había hecho a toda su familia. Comenzó a llorar

-Zarky...- intentaba llamarla, pero su hija no respondía

Sentía que la vida se le iba y no podía mantener una última conversación con la hija que desde que nació la amó y que había olvidado.

Tomó sus últimas fuerzas y se impulsó hasta lograr abrazar a su hija:

-Zaria... mi querida Zorua... Lo siento... Lo siento mucho.

Zarky estaba sumida en todos esos recuerdos dolorosos y felices y en cuanto Val la dijo Zaria, sus pensamientos se disiparon y de repente miró a su madre, sus ojos la recordaron a su hogar en el bosque y se hecho a llorar. Ambas se abrazaron

Val comenzó a besarla mientras la decía:

-Perdón... Perdón... Nunca quise abandonaros... No era consciente... Siento haberte...

-Ya, mamá, no hace falta, lo hecho, hecho está...- tragó un poco de saliva- perdóname por haber sido tan cobarde como para no haber luchado para evitar que te controlasen... No soy más que una cobarde... Perdón... Perdón...

Val la besó en la mejilla, sus vida comenzó a irse de su cuerpo.

-No eres cobarde... Has luchado con valentía... Has sido tú la que al final ha seguido luchando por tu libertad... Vive... - Inspiró- Vive luchando para liberar a todos los que hemos matado... Rescata a la familia que por mi culpa está perdida... Te quiero...

Le susurró algo más al oído de una forma que nadie más escuchó y que hizo que Zarky rompiera a llorar todavía más fuerte.

-Te quiero

Y con un último suspiro, se dejó caer a los brazos de Zarky que lloraba desconsoladamente.

-Te quiero mamá...- la susurró mientras lloraba sin parar.

Un amanecer triste se cernía sobre ellos, mientras sus seres queridos descansaban en sus brazos...