6
A Taehyung le gusta la lluvia. Pero no le gustaba andar empapandóse y sufriendo de frío, no. Le gustaba admirarla.
Mucha gente tiene el concepto de que si a alguien le gusta la lluvia es porque les gusta mojarse y disfrutan el estar al aire libre mientras están debajo de toda esa caída de gotas. Cuando la realidad es que les gusta el ambiente que causa y lo que impregna en cada quien.
Taehyung siempre observaba la lluvia desde la ventana de su habitación, amaba el sonido que hacían el cúmulo de gotas al caer, ese diluvio de agua que se escuchaban cuando se formaban en fárrago. La quietud que transmitía la lluvia era sobrecogedora. En especial, en los días en donde uno está abismado en el asedio y la lobreguez.
Cada que llovía le era inevitable no ponerse a pensar demasiado en las cosas, ese es un efecto que causa la lluvia en él: lo pone a pensar. Una de las tantas cosas que lo ponía así y la que regularmente nunca dejaba su cabeza, era su maldición. ¿Cómo siquiera dejaría de pensar en ella si todo el tiempo hay una maldita voz recordándole que la tiene?
Hay días en los que Taehyung siente que la poca fe que tiene, está desvaneciéndose y los malos pensamiento dominan su cabeza cada vez más, no dejándolo pensar en nada más que no sea: muerte.
«¿De qué sirve tener una vida si ésta sólo esta llena de martirio y penuria?»
[...]
Taehyung y Hoseok quiénes se mantenían en su mundo, no se percataron de que la madre del príncipe había llegado en el momento justo cuando el muchacho blanquecino le entregaba la flor a su hijo. Ella estaba pasmada en su lugar, no quería pensar que su hijo fuera de 'esos' -como ella los llamaba-. Por eso, con disgusto se vio en la necesidad de interrumpir esa escena que para sus ojos era inaguantable.
—Taehyung —le llamó con la voz dura y firme, lo suficientemente alto para que el rubio quitara de golpe su sonrisa y volteara en dirección a su madre. Todo el brillo de sus ojos había desaparecido y ahora en ellos, sólo se podía manifestar la inquietud.
—Madre, ¿qué haces aquí?.
—Buscándote —le contestó secamente—. Pero veo que estás muy bien acompañado —dirigió su mirada pesada a Hoseok, quien al contrario de Taehyung, no se intimidó pero sí estaba un poco engorroso por ello.
—Madre, él es Hoseok y es-
—El nuevo jardinero —le cortó abruptamente acompletando la oración— A quien se le paga por trabajar, así que, ¿no tienes trabajo que hacer? —su voz salió tan gélida que Taehyung se preguntaba porqué su madre se estaba comportando de esa manera. Ella siempre fue amable con todos, inclusive con Jimin. Y que ahora se muestre indiferente a Hoseok, era algo desconcertante para el joven príncipe.
Hoseok algo incómodo respondió— Sí, será mejor que me vaya, con su permiso.
El castaño le hizo una reverencia a Taehyung, éste último le susurró un "Lo siento", audible sólo para los dos, el joven sólo le dio una suave sonrisa como respuesta y se dio vuelta para dirigirse a la salida. La reina no le quitaba esos ojos afilados llenos de acrimonía mientras el muchacho se dirigía en su dirección, -pues es dónde se encontraba la salida-.
—Su majestad —hizo una reverencia final a la reina, y luego desapareció, sin voltear, ni decir nada más.
Taehyung con pesadez se encaminó a donde su madre se encontraba, y una vez a su lado observó como el rostro de ella se encontraba con las facciones duras dando a entender que se encontraba enojada, pero lamentablemente Taehyung seguía sin entender porqué.
—¿Por qué fuiste grosera con Hoseok? Sólo le estaba enseñado el lugar.
A su madre le importaron muy poco las palabras de Taehyung— Tenemos asuntos más importantes que atender.
Ambos ahora se encontraban caminando rumbo al castillo, su madre avanzaba rápido y el príncipe venía atrás de ella, pensando en los motivos por las cuáles estaba enfadada pero no lograba hallar ninguna porque no había hecho nada malo, ni él, ni Hoseok. El muchacho sólo le había obsequiado una flor y estaba pasando un buen momento con él, «¿Qué había de malo en eso?»
De pronto escuchó como la voz de su madre interrumpía sus pensamientos:
—No quiero que te acerques más a ese joven.
Taehyung estaba confundido— ¿Qué?, ¿por qué?.
—No te hará bien. Sólo te causará problemas, o te puede hacer algo malo.
—No es cierto. Hoseok es una persona agradable, madre. Te caería bien.
—No seas tan crédulo, hijo. Las personas más agradables son las que tienen más problemas, y por ende son las que tienen más secretos. Así que, no quiero que estés involucrado con él.
—Pero, Hoseok es... —se cayó abruptamente.
Su madre paró su caminar y lo volteó a ver con mirada amenazadora, esperando que su hijo diga cualquier cosa para empezar un remate— Es..., ¿Qué?
Taehyung lo pensó y aunque hubiera querido decir 'amigo', no podía. Porque no lo conocía lo suficiente como para definirlo así. Sólo se habían visto 4 ocasiones, de esas sólo han podido conversar 2 veces -no contaba el día de la celebración porque casi no entablaron conversación-, y de esas veces nunca hablaron de temas más íntimos, uno de ellos y el más importante: su maldición.
Pero si lo tenía en un lugar especial porque lo hacía sentir bien y tenía el poder de olvidarse de todo que Taehyung no podría hallarse más que agradecido por eso. Aunque también por alguna razón, sentía que tenía una conexión con él. Una conexión muy fuerte que, aún no logra descifrarla pero tal vez la pueda descubrir en el futuro. Pero no sabía como denominar a Hoseok. ¿Un amigo? No. ¿Un conocido? Tal vez.
Después de pensar su respuesta, cabizbajo contestó— Nada.
Su madre hizo una sonrisa de lado, apenas visible— Eso pensé.
Dieron por terminada la conversación y siguieron caminando.
Taehyung dijo nada, pero no es así como define a Hoseok.
Taehyung dijo nada, porque estaba en buscar de saber que es lo que Hoseok es para él.
Estaba en busca de saber quien es verdaderamente el chico de la playa.
[...]
—Por fin, ya empezaba a desesperarme porque no llegaban.
—Taehyung estaba en su jardín. Y su jardín no está cerca, lo sabes.
—Si, si —su padre hizo un ademán con la mano restándole importancia —Taehyung, ven aquí.
Estaban en el salón principal del castillo, y la verdad no era muy diferente a otros reinos. Había una serie de 3 columnas, 3 en cada lado: derecha e izquierda. Habían unos escalones que daban al trono donde se sentaba el rey, detrás de este había un ventanal grande con monóculos amarillentos y rojizos de distintas formas, donde entraba la luz solar. A los costados igual habían ventanas grandes pero éstas eran rectangulares y simplonas. Del otro lado de donde se encontraban, estaban las puertas gigantescas, osea la puerta principal. También habían un par de banderas colgadas que representan a su reino; la bandera era roja escarlata pero con delineados y encajes dorados, tenía un león dorado también que significaba fuerza, capacidad y poder. Lo que el reinado y linaje Kim simboliza.
La sala era considerable, puesto que es donde hacían las reuniones, los juicios y las personas del reino venían a hablar o implorarle algo al rey. Lugar donde prácticamente sucedían los eventos de mayor magnitud que tenían que ver con el reino.
Taehyung divisó a dos personas pero sólo logró identificar a una, el señor robusto con barba que tenía una apariencia soberbia y arrogancia sumamente alta era Lord Choi.
Y a su lado, estaba una joven de tez nívea, con algunas pecas en su rostro y cabello marrón rizado que le llegaba hasta la mitad de la espalda y que tenía algunas flores de adorno en el. Portaba un vestido color esmeralda, largo y liso con algunos brillos que tenía encajes precisos apenas visibles de color plateado, con un mínimo escote pero que hacía lucir el hermoso collar de oro que traía puesto en su cuello, las mangas de su vestido eran largas, pues le llegaban al inicio de sus rodillas y contrastaban muy bien. La joven era de complexión delgada y estatura promedio. Una princesa. Muy bonita.
—Hijo, te presento a tu futura esposa, la hija de Lord Choi, Lady Sun Hee.
Su cara de Taehyung no lo mostraba, pero el rubio se encontraba desconcertado. Se había olvidado por completo que los egoístas de sus padres lo habían juntado con la hija de uno de sus aliados. El haber pasado tiempo con Hoseok hizo que su mente sólo lo tuviera a él en sus pensamientos y no se enfocará en nada más.
Pero hay que tratar de comprender a Taehyung; conocer a un chico que es inmune a sus labios venenosos era algo impactante porque realmente lograba cuestionarle muchas cosas sobre sí mismo, y sobre Hoseok.
Y muy a parte de ello, Hoseok no lo trataba diferente.
—Su majestad —hizo una reverencia hacia el príncipe, pero la joven se veía acongojada. Ella al igual que Taehyung fue forzosamente obligada a contraer matrimonio, pero claro, nadie más que la casa Choi lo sabía.
Taehyung con su rostro neutral, sólo hizo un saludo con su cabeza como contestación. No sabía que esperaban los Choi que él hiciera porque tomarla de la mano y darle un beso ésta misma, no podía. Los padres del rubio al ver que su hijo no tenía intenciones de hablar, trataron de avivar el incómodo silencio que estaba asomándose.
—Está un poco nervioso, seguramente se le pasará en la comida. Vayamos al comedor que no espera un festín que degustar —habló su madre mientras con su mano les hacía una seña para que los invitados caminaran por delante como muestra de educación. Una vez pasaron, la reina borró su sonrisa amable y le dio una mirada severa a Taehyung, la cuál él entendió a la perfección: debía ser amable y mostrar interés.
Pero, ¿cómo podía mostrar interés en algo que a él no le interesaba en lo más mínimo?
La comida transcurrió normal, sus padres y Lord Choi olvidaron por completo a sus respectivos hijos y se centraron más en hablar de sus propios asuntos políticos. No obstante, Taehyung estaba agradecido por ello porque no quería tener que hablar sobre su futuro atado a una persona que él no conocía en lo absoluto.
El rubio levantó la vista de su plato para observar a la joven frente a él, quien se encontraba más desganada. Ni siquiera había ingerido el alimento de su plato, sólo jugaba con su comida. Tenía la mirada perdida, la muchacha se veía realmente afectada. El príncipe temía que pudiera saber de su maldición, y por eso, ella estaba con esa actitud tan bajoneada.
«Pero le habría dicho a su padre y entonces no habría ningún compromiso... ¿cierto?»
—Yo creo que sería bueno que Taehyung y Sun Hee tengan un momento de privacidad para conocerse mejor —la madre les dio una mirada ambos, mientras bebía de su vino. Una vez tragó el líquido, volvió a hablar— ¿Qué tal si la llevas a tu jardín hijo? Estoy segura que a Sun Hee le gustaría ver lo precioso que está.
—Sí, joven Taehyung. Sun Hee es amante de las flores también —habló esta vez Lord Choi.
Sun Hee al oír la palabra "flores", alzó su vista y sus ojos destellaron con ilusión.
Taehyung la vio y sonrió levemente.
–
Taehyung había accedido así que junto con Sun Hee, ambos se encontraban yendo al jardín. El camino fue silencioso y algo incómodo. Al rubio le picaba la garganta por querer hablar y preguntarle algo para alivianar el momento, pero no se le ocurría nada. En cambio, la castaña iba con su mirada gacha viendo el camino pavimentado, lleno de piedras de diferentes tamaños. El único ruido que se podía escuchar, en esos momentos, era el de los tacones de sus zapatos al pisar.
—¿Cuáles son sus flores favoritas, su majestad? —habló la joven, en medio de todo ese silencio.
Taehyung se sorprendió por escuchar la voz de ella, pero disimulo al instante— Uhmm, pues me gustan todas...
—Pero seguramente tiene una en especial, ¿no? —volteó a verlo— una que le guste en demasía.
Taehyung dudó un poco, pero al final le dijo— Los girasoles. Los girasoles son mis favoritos.
—Son flores muy hermosas, con un significado nuy bello también —sonrió, mientras Taehyung estaba un poco ruborizado.
—¿Y las tuyas?
—Soy alguien muy predecible. Así que, las margaritas.
—Puedo preguntar, ¿por qué? —Taehyung se había interesado.
A Sun Hee le brillaron los ojos y sonrió suavemente— Primeramente, son muy bonitas a la vista. Y no lo sé... Creo que aunque no sean muy grandes o muy llamativas, siento que el simple hecho de que sean... sencillas, es lo que las hace agradables —Taehyung entendía a que se refería, por un momento, se le vino a la mente el nombre de Hoseok y sonrió internamente por ello—. A parte, existen varios colores en las margaritas, las cuáles podemos relacionar con cualquier sentimiento u emoción; amor, pureza, lealtad, esperanza, etc. Son flores que a pesar de ser sencillas y comunes, el significado que tienen las hace singulares.
Era la primera vez desde que había llegado y conocido a la joven, que la mirada de la castaña destellaba en admiración y afecto, y su voz salía muy apacible, llena de delicadeza. Taehyung sintió ternura al verla.
Después de eso no habían vuelto a hablar, aunque esta vez el ambiente se había relajado un poco más. El tema de las flores influyó en que ambos se pudieran envolver más y dejaran un poco esa pesadez que los invadía.
Llegaron al jardín y Taehyung dejó que ella entrara primero, seguido de él. Una vez dentro empezaron a caminar, dando un paseo por el lugar.
—Su majestad... —la voz de Sun Hee hizo que Taehyung volteara a mirarla— Usted... —se encontraba nerviosa. El rubio podía sentirle por la forma en que sus labios temblaban ligeramente y sus manos se removían inquietas en su abdomen.
Taehyung se extraño por el repentino cambio, pues hace unos momentos atrás ella estaba de lo más tranquila y ahora parecía tenerle miedo— Ey, ey, tranquila. ¿Qué sucede? —agarró sus manos y las envolvió con las suyas, como un método para tranquilizarla, lo cual estaba funcionando ya que la joven estaba dejando de temblar.
—¿Puedo hacerle una pregunta? —Sun Hee preguntó cohibida. El rubio asintió— Usted..., ¿está de acuerdo con el matrimonio?
Mentiría si dijera que no le sorprendió. Esperaba que le preguntara cualquier cosa, excepto eso.
Pero se sintió reconfortante, ¿por qué? Porque por fin alguien le estaba preguntando su opinión al respecto.
—¿Quieres que sea sincero? —Taehyung podía serlo, pero tampoco quería dañarla si es que decía algo que no quería.
Después de todo, ni él, ni Sun Hee, saben realmente que ninguno de los dos quieren aceptar este matrimonio. Lo insinuaban, pero no lo sabían a ciencia cierta.
La castaña asintió temerosa, Taehyung estaba apunto de responderle, pero entonces se escuchó un fuerte estruendo proveniente del cielo. Ambos miraron hacia arriba, perdieron la noción del tiempo que no se dieron cuenta que se había nublado y un fuerte aguacero amenazaba con invadir el lugar.
La lluvia estaba haciendo acto de su presencia, con gotas grandes y pesadas, así que Taehyung con rapidez tomó la mano de la castaña y se dispusieron a salir casi corriendo del lugar.
Ignorando el hecho de que alguien que se encontraba del otro lado del jardín haciendo sus labores, los había estado observando con cierto brillo de celos y desilusión en sus ojos.
-
¿Qué pasa con la mamá de Taehyung y su actitud nefasta?
¿Quién los habrá visto?
¿Cuándo se descubrirá la verdad de ese matrimonio?
¿Por qué siempre interrumpo todo con algo o alguien?
Descubralo en el siguiente episodio.
Soy sherxvh y esto fue *gritos del público* ¡POISONOUS LIPS! Buenas noches.
*Aparecen los créditos*
Ya dejaré las tonteras.
Disculpen si este capítulo está algo... meh.
Aún así, hay cosas que debían ser mencionadas y Taehyung tenía que conocer a su futura esposaaaa.
*El salón donde estaban es una combinación de GOT e imágenes que me encontré, por eso disculpen si no pongo foto para que se den una idea jajsks no pude descargarlas, de todos modos no es la gran cosa 😔
*Sun Hee, imaginemos que vestía bien bonis porque en eso sí improvise y no me pude guiar de una imagen :(
Piensen que esta vestida como Sansa Stark con cualquier vestido pero de color esmeralda 👀
Ya se me olvidó si debo aclarar unas cosas más, anyways si ustedes tienen una duda pueden preguntar, son libres de hacerlo.
Love u ❤
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