CAPITULO 20
SAMADHI
No sabía que usar en ese evento al que me había invitado Clarence. Magenta me había aconsejado buscar algún vestido de los que se encontraban en el almacén pero me negué. Me pondría uno que ya tuviese y aún no haya estrenado. Y aquí estaba batallando buscando un vestido dentro del armario. Tenía dos opciones, usar el vestido rojo, o usar el vestido negro y largo. Mi mente comenzó a vacilar y me puse a pensar: Si uso el vestido rojo parecerá que ya es navidad, y si uso el negro pensaran que voy a un funeral. ¡Joder! No sabía que vestido usar. Sin embargo las comparaciones tan locas me hicieron reír. Así que me decidí por el vestido del funeral.
Estábamos a unos cuantos días de navidad, y aún no decidíamos del todo donde pasarla, si con mi madre, Falco, o con mi papá. Pero sabía a la perfección que los dos optaríamos por pasarla con el abuela de Clar. Tomo una ducha y al salir veo a Clar con una mirada de cansancio.
—¿Alguien está exhausto? — pregunto acercándome a él. Me mira de arriba abajo, pues mi cuerpo solo está envuelto en una toalla color blanca.
Se acerca a mí con las pupilas dilatadas y me toma del cuello con una de sus manos para darme un beso. Beso que acepto sin excepción. Sin pena alguna me quita la toalla y me atrae hacia él tomándome de la cintura. Rodeo su cuello y le estiro el cabello alborotado. Doy un suspiro y me separo de él antes de que pasemos a más.
—Ya es tarde Clar — mascullo con la voz entre cortada.
—No me importa, quiero hundirme en ti Sam...
—Llegaremos tarde...
No hace caso a lo que le digo, y tampoco es como si quisiera que me hiciese caso, así que sigo, sumida en sus caricias, en sus besos. En sus manos tocando con suavidad mi cuerpo...
Pero no todo es perfecto. El móvil de Clarence suena y con pesadez, contesta.
—Johnson — espeta. Escucha por un momento y responde —Bien.
Me suelta y me hace una seña indicándome que saldrá de la habitación. Asiento y regreso a lo mío. Unto crema corporal y mi fragancia favorita, después me pongo la ropa interior y al último el vestido de manga larga con una fina línea de tela por la espalda descubierta. Vuelvo al armario y de una pequeña cajonera saco el dije de la libélula con el pequeño diamante color azul que me ha regalado Clarence. Suspiro y me lo pongo.
Mi pensamiento vuelve aquella noche en el que me había dado cuenta que el dije no estaba donde yo lo había dejado, así como también me había dado cuenta que Clarence ocultaba algo con respecto a lo sucedido con Hanna. Estaba consciente de ello, tonta no era, pero tampoco quería presionar meterme en algo con lo que posiblemente yo no tenía nada que ver, ¿o sí?
En realidad, nunca le he preguntado a Clarence nada sobre ello, todo para no incomodarlo. Pero las dudas y su insistencia para que yo no ande por ahí sola son lo que me hacen pensar en otras cosas totalmente diferentes.
Termino de maquillarme los ojos con un azul oscuro y me pongo unas sandalias a juego con el dije que llevo puesto. El día de hoy no está tan fresco, pero aun así busco un abrigo color negro. Me gusta la combinación.
—Samadhi — giro la mirada y veo a Clarence con la mirada triste.
—¿Qué sucede? — pregunto alarmada acercándome a él.
—Mi abuelo se ha puesto un poco mal y se niega a ir a un hospital, mi padre ha llamado y me ha pedido que vaya...
—Está bien, vayamos — interrumpo sin más. Clar da un suspiro.
—No Sam, le he pedido a Lucas y Sara que pasen por ti, tú iras con ellos.
Enarco una ceja mirándolo extrañada. ¿Por qué simplemente no van ellos y yo me voy con Clar?
—No es necesario que yo vaya...
—Ve Sam — se acerca a mí sigilosamente, me toma de la barbilla y deja un casto beso en mis labios. Doy un suspiro. —Ve cariño, sólo por un rato, llegando te veo aquí.
A duras penas asiento a lo que me propone. Después, sale para ir directo a la casa de su abuelo, y yo espero que él se encuentre bien. Luego de un rato Sara me llama diciéndome que pasarán por mí, pero me niego. Le digo que yo misma les veré en el lugar donde se llevará a cabo el evento.
Me doy una última repasada, tomo un pequeño bolso y me dirijo a la puerta. Después de unos minutos me encuentro en el estacionamiento y busco mi coche que se encuentra aparcado a unos cuantos pasos de donde estoy. Y ahí está. Esa mirada la siento con brusquedad. Mi cuerpo se alarma y me meto de inmediato al coche. El móvil suena y pego un grito inconscientemente, pues me sobresalto con el sonido. Saco el móvil del bolso y respondo sin apenas mirar quien me habla.
—Diga — contesto con la voz temblorosa.
—Hola hermosa.
La voz de Brad me vuelve a la realidad.
—¡Joder Brad! — exclamo —Me has pegado el susto de mi vida — le hago saber y se ríe.
—Lo siento hermanita — responde —, así de sucia estará tú consciencia.
Suelto un bufido y le pregunto qué es lo que quiere, que estoy ocupada y a punto de salir.
—Lo sé — responde —, sólo llamaba para preguntarte donde la pasaran ésta navidad, al parecer mi madre adoptiva y Falco se irán de crucero, así que...
—No lo sabemos aún Brad, ahora estoy por salir así que nos vemos luego.
—Claro hermanita, muy pronto nos vemos.
Cuelgo la llamada sin seguirle la conversación. Enciendo el motor del coche y me adentro a la carretera hasta llegar al lugar del evento. Y cuando voy llegando recibo la llamada de Clarence.
—Cariñ...
—¡¿Por qué te has ido sola Samadhi?! — espeta molesto. Esa no era pregunta, prácticamente me estaba gritando ¿Qué tiene de malo irme sola?
—No quería causarles molestia a Sara y Lucas, además si quería irme más temprano del evento no iba...
—Te dije que irías con ellos dos Samadhi, ¡No tú sola!
—¿Y por qué no Clar? Ni que me fuesen a secuestrar, además ya estoy aquí y no me pasó nad...
—¡Joder Sam! — interrumpe. Lo escucho soltar un bufido de molestia y en cuanto está por articular palabra alguna, se escucha una voz grave nombrar a Clar. —Hablamos luego.
Corta la llamada sin despedirse. ¿Pero qué diablos les pasa?
Me bajo del coche. La tela del vestido es ligera y el fresco de afuera me penetra hasta los huesos, eso sin contar que llevo un abrigo puesto. La recepción del evento se llevará a cabo en un hotel del padre de Stephany, según Clar. Me encamino a la entrada del mismo donde ya se encuentran Sara y Lucas. Saludo a ambos. Sara lleva un hermosos vestido color rosa palo, mientras que Lucas un traje negro y una corbata que combina con el atuendo de Sara. Lucas, como todo un caballero, nos toma a ambas a cada una del brazo quedando él en medio. La escena nos causa gracia a ambas, y después de eso, nos adentramos a la recepción del hotel.
(***)
El lugar es bonito. Un salón enorme decorado elegantemente por todos lados en colores dorados y un enorme candil de cristal adorna el centro del lugar. Las miradas de muchos no pasaron desapercibidas sobre nosotros, y un señor de cabello negro y por supuesto, de buen porte, con no más de cincuenta años nos recibe.
—Bienvenido señor Cooper — saluda a Lucas, y éste le devuelve el saludo mencionando su apellido: "Lawrence". —Señoritas.
Extiende su mano para saludarnos, primero a Sara y después hacia mí. El mismo le indica que si pueden hablar por un momento, se disculpa con nosotras y un chico con traje negro nos lleva a una de las mesas que se encuentran en el lugar. Sara y yo nos dedicamos a mirar nuestro entorno, preguntándonos una y otra vez quienes son esas personas. En ocasiones nos reímos, pues la vestimenta de algunas dejaba mucho que desear. No es que me gustase criticar el atuendo de los demás, sino que, al ser un lugar donde había gente de todo tipo, llegaran mujeres en diminutos vestidos.
Después de una media hora volvió acercarse Lucas. La música en el lugar estaba tranquila y buena para bailar en pareja. Se disculparon conmigo y dijeron que irían a bailar. En el lugar se exponían algunas pinturas de las cuales se iban a subastar algunas. Todas de pintores reconocidos de la localidad. Decido recorrer el lugar para visualizar todas y cada una de ellas. Y entonces me encuentro con ella. Con la arpía venenosa de Stephany. Tal y como la ha llamado Sara en alguna ocasión. Levanto mi barbilla, como si no me importase en lo más mínimo que ella estuviese ahí. Me quedo admirando la pintura de un corazón, y me pregunto ¿Quién lo pintó? Pues la misma pintura me da un poco de nostalgia con tan solo verla.
—Nostalgia. — La voz grave de un hombre a un lado de mi se escucha. Volteo hacia donde se encuentra y miro de reojo. Nariz perfilada, cabello alborotado color rubio así como sus cejas y pestañas, con unos ojos azul claro.
—¿Eres el pintor? — le pregunto. Él asiente y vuelvo la mirada al cuadro. —Es precioso — mascullo.
—No me he rasurado la barba el día de hoy, pero gracias. — suelto una risilla por lo bajo y le contesto.
—Me refiero al cuadro.
—¡Oh vaya! Qué pena, si el cuadro también es precioso.
Bajo la mirada y niego esbozando una sonrisa. Me da gracia lo que dice en realidad, pues no parece ser uno de esos tipos arrogantes, como en algún momento pensé que era Clar.
Clarence...
Doy media vuelta y me disculpo con el tipo. Camino hasta los baños de mujeres, y ya ahí verifico que el maquillaje de mis ojos no se haya corrido.
—Samadhi Stone — la voz de la arpía. Pensé que sería una alucinación pero desafortunadamente no es así.
—Stephany Lawrence — contesto.
—Vaya, que extraño verte por aquí sin Clar, y dime ¿Cómo les va? — pregunta sacando de su bolso un labial color rojo.
No lo voy a negar, ella tiene los atributos que a todo hombre le gustaría tener a su disposición. Un voluminoso cuerpo, curvas y demás. Por un momento vienen a mi mente las imágenes de ella y Clar. Se me revuelve el estómago con tan sólo pensarlo y comienzo a sentirme mal que prefiero desechar por completo esas imágenes.
—Te seré sincera Sam — sigue remarcando la pintura de sus gruesos labios y yo hago como si estuviese poniendo algo de rubor en mis mejillas —, ¿De verdad crees que estas preparada para vivir con Clar? — pregunta y me mira a los ojos a través del espejo, y sin dudarlo le sostengo la mirada —Eres joven Sam, lo que deberías hacer es disfrutar tú vida antes de amarrarte a alguien ¿no crees? Disfrutar y liarte con unos cuantos más, no quedarte con lo mismo.
¡Pero qué le pasa!
—Lo siento por no compartir la misma opinión que tu Steph, pero no pienso desperdiciar mi vida de esa manera — le hago saber —Soy consciente de lo que quiero, y por supuesto, lo que quiero es vivir con Clar, no ocupo del consejo de alguien más. Ahora, si me disculpas...
Tomo el bolso que descansa sobre el lavamanos y salgo de ese lugar. Tomo un breve momento para dar un respiro profundo, pues algo sabía y no lo tenía que investigar. Stephany, seguramente estaba enamorada de Clar, o encaprichada le quedaría más para una mujer como ella.
Después de la subasta por los cuadros de pintura, nos dispusimos a cenar. Sara y Lucas me contaban algunas de sus experiencias locas ocurridas en alguno de los eventos que han tenido que asistir juntos y yo me moría de risa por ello. Una de ellas fue el cómo Sara se cayó en medio de la pista al bailar.
Apenas si eran las diez de la noche, y me sentía exhausta y mi mente no dejaba de pensar en lo que me había dicho Stephany. Estaba a punto de decirles a Sara y Lucas que ya me iría para poder descansar, pero al querer hacerlo se pararon a bailar. Decidí quedarme un rato más para no molestarlos.
—¿Bailamos?
—Christopher — dije su nombre al verlo pararse frente a mí.
—Vamos Samadhi, te he visto en toda la velada aquí sola mirando las pinturas — argumenta —. El que no haya venido Johnson, no significa que no puedas bailar con alguien más.
—A eso se le llama respeto — aclaro enarcando una de mis pobladas cejas. Él hace un mohín que me resulta gracioso y extiende su mano para que vayamos a la pista a bailar.
—Una pieza nada más — declara —. Como amigos, Sam.
Doy un suspiro y acepto su invitación.
—Sólo una Chris.
Esboza una sonrisa radiante y nos encaminamos a la pista de baile. Coloca la palma de su mano en mi espalda escotada, haciendo que me recorra un escalofrío.
—Estoy congelado, lo siento — susurra cerca de mi oído —. Tienes una piel muy suave Sam.
Trago duro. Mi cuerpo se alarma y me pongo nerviosa, no por su acercamiento a mí, sino por mi pensamiento, y me doy cuenta que no quiero a nadie más cerca de mí que no sea Clar. Cuando estoy por soltarme, la voz de él retumba en mis oídos y suelto la respiración que no me había dado cuenta estaba conteniendo.
—¿Me permites Christopher?
—Por supuesto — deposita un beso en mis nudillos y me tiende la mano que ha besado hasta Clar.
¡Joder! ¡¿Cómo he podido acceder a bailar con Chris?!
Clarence me estruja hasta él. Me toma bruscamente de la espalda rodeando mi cintura y me aprieta la piel de la misma. Está cabreado, y yo comienzo a sentirme culpable por ello. No dice nada. Los dos bailamos pero siento su enfado y quiero salir corriendo si es posible del lugar.
—Clar yo...
—No hables. — Espeta molesto.
No digo nada, simplemente me quedo callada bailando "This City" lentamente con Clar. Lo miro a los ojos y veo en ellos un enfado profundo.
—Te dejo sola por unas horas y ya estas bailando con él — masculla entre dientes disimuladamente y sólo para mí.
—Clar...
—Y para colmo te pone las manos encima como si fueses suya ¿Cómo crees que me ha hecho sentir eso? ¡Joder!
Exclama por lo bajo, y yo siento que la he jodido.
—Dime, ¿Qué sentirías si fuese Stephany a quien tomo así?
Le aviento una mirada reprobatoria a lo que ha dicho. Si fuese ella quien estuviera aquí me moriría de celos. Lo comprendía totalmente.
—Me moriría de celos Clar.
—¿Y cómo crees que estoy en éste preciso momento? — espeta molesto, sin dejar de movernos, sin dejar de mirarnos.
No me resisto, ni siquiera puedo evitarlo. Me abalanzo sobre él y le doy un casto beso en los labios.
—Vayámonos de aquí.
Me mira a los ojos y yo asiento a su petición. Pues si me hubiese ido desde el momento en el que dije lo haría, nada de esto hubiera pasado. A Clar le toma unos minutos despedirse del señor Lawrence, y lo extraño es no ver a su hija la arpía por aquí. Clar me toma de la mano y juntos caminamos a la salida del lugar. Le pregunto por Sara y Lucas, pero argumenta que en un momento más le manda un mensaje a él diciéndole que nos hemos ido.
Abre la puerta del copiloto y me subo a mi coche, lo rodea y se adentra en él. ¿Cómo es que ha llegado aquí?
—No has hecho caso a nada de lo que te he pedido Samadhi — responde con seriedad —. Te he dicho que no quiero que andes por ahí sola y tú te empeñas en querer hacer lo contrario...
—¿Por qué no puedo andar por ahí sola Clarence? — interrumpo mirándolo a los ojos —Ni siquiera me has dicho porque y quieres que te obedezca...
—Y no es necesario, es por seguridad de ambos.
—¿Seguridad? — pregunto alarmada.
—Solo has caso a lo que te pido Samadhi.
Me toma de la barbilla, y agradezco rotundamente que el enojo en sus ojos haya desaparecido.
—No te quiero ver cerca de Ladera ni de nadie más — lo miro y la furia aparece en mí.
—Clarence no puedes estar prohibiéndome eso, y no habla sólo de Christopher, tampoco es que acceda a tener una amistad con él, dime, ¿Qué pasaría si tengo que tratar con más hombres? — hago énfasis específicamente en esa última palabra —Y no solo en la vida, si no en mi trabajo, tratar con clientes y demás.
—Es diferente...
—Diferente ¿Por qué? ¿Por qué Christopher no te agrada? — espeto molesta —¿Por qué Christopher te cae mal? No tiene nada de diferente Clarence, es exactamente igual, trato con ellos...
—¡Joder! ¡Porque es obvio que te quiere para él Samadhi! ¿Qué no lo ves?
—¡Pero yo no quiero nada con nadie, ni mucho menos con él!
Le grito. Y demasiado fuerte. Me mira de manera confusa, sorprendido quizás.
—Es inevitable no ser así cuando estas cerca de mí. Me jode que alguien más te toque, que alguien más se acerque a ti. Que alguien más piense que estas sola y te quiera tener.
—Eso no sucederá Clar, yo sólo te amo y te deseo a ti...
Lo tomo de las mejillas y lo beso. Un beso profundo, necesitado y placentero. No me gusta que peleemos, y mucho menos por las inseguridades que posiblemente están creciendo. No quiero que lo nuestro se esfume por eso. Juego con sus labios y su lengua. Ni siquiera me importa que estemos en un estacionamiento subterráneo. Me separo de él por un momento y tomo el dobladillo final de mi vestido largo arremangándolo hacia arriba. Clarence mueve el asiento hasta atrás y yo me subo a horcajadas sobre él. Quiero que lo sepa, que él esté consciente de que sólo lo deseo a él. Que él es el causante de todo este desastre que yo mismo siento, soy en este momento. Que él sepa que me tiene atrapada, que mi pensamiento, mi deseo, mi corazón y mi alma le pertenecen, que me tiene hechizada.
—Eres la perfección de mi corazón Clar...
Me toma de las mejillas mirándome a los ojos. Sonríe ante mis palabras, y me introduce a otro mundo, donde solo existíamos nosotros, donde nuestro alrededor no importa solamente lo que sentimos el uno por el otro...
¿Mensaje subliminal en la canción? 🤫
Les amo mis perfeccionistas bellas ♥
Si les gustan las historias tristes, vayan y lean "Carrusel" ♥.♥
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