Christopher Bang era un hombre retirado de su labor como detective, pero eso no había logrado apagar su característica curiosidad: meterse en asuntos que no le correspondían. Así fue como, el 14 de febrero de 2024, se vio involucrado en la desaparición de Rose Burnett Park.

Rose era una joven de cabello rubio, conocida en su pueblo por ser amable y alegre. Pertenecía a la influyente familia Park, reconocida por su legado médico: durante generaciones habían sido doctores y fundaron el primer hospital del pueblo. A simple vista, Rose lo tenía todo.

Bang no lograba entender el motivo detrás de su asesinato. ¿Envidia? ¿Amor? ¿O pura crueldad? Sentado en su viejo sillón marrón, reflexionaba mientras el aroma a café inundaba su pequeña casa. Aunque tenía lo básico para vivir, había un elemento indispensable en su hogar: la cafeína. Amaba tanto el café que lo acompañaba cada noche, a pesar de que no fuera lo mejor para su salud, decidió investigar a sus tres amigas, ya que era su círculo cercano, era un grupo de cuatro que eran reconocidas por sus influyentes familias pero todos sabemos que incluso las joyas más brillantes no opacan el rastro de sangre