[ Meses atrás ]

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La escuela era aburrida con creces y todos sabían eso, al menos la mayoría. Rowan no entendía cómo los profesores decidían estudiar la carrera, conseguir el título y trabajar allí con un sueldo, mayormente, bajo o mínimamente estable para vivir. Si él fuese alguien con cerebro, diría que era mejor trabajar como deportista o una mierda así. ¿Por qué quedarse inundado en los libros, agonía, estrés y depresión cuando podías estar corriendo y jugando mientras ganabas dinero? ¡Era simplemente la mejor opción!

El sonido de las manecillas del reloj lo sacaban de quicio. No era bueno concentrarse en una prueba para la que estudiaste... bueno, nada, ¡pero el ruido no era bueno para hacer una prueba!

- ¿Napoleón Bonaparte no había descubierto américa? ... Oh, espera, no, era Napoleón Colón, ¿no? -. Se preguntó Rowan en voz baja, mientras miraba la prueba con mucha pereza.

Odiaba la historia y la lectura de libros en general, es más, si fuese por él, no leería ninguno, pero la educación era una obligación en casi todas partes así que debía de hacerlo. Miró al banco de su amigo, quien ya había terminado la prueba sin ningún inconveniente.

- Maldito come libros... -. Maldijo en voz baja a su compañero de toda la vida. Sunny le sonrió un poco de costado, para levantarse y entregar su hoja con la evaluación.

Rowan ya era bastante grande para tener sus propias responsabilidades, ¿pero podían culparlo? No es que sus padres le hubiesen enseñado a encargarse y ser responsable... Retiro lo dicho, pueden culparlo. Tampoco quiso aprender cuando le quisieron ayudar con eso.

- Con algo de suerte paso con un seis -. Se conformaba con lo mínimo, mientras entregaba la evaluación el chico árbol.

Se sentó nuevamente en su banco, mientras esperaba a que los demás terminaran de entregar las evaluaciones o se les terminase el tiempo. Odiaba esperar.

- Oye, hermana, ¿qué pusiste en la pregunta cuatro? -. Preguntó Rowan, con esperanzas muy poco altas para saber si la respuesta fue correcta o no. Abby se rió entre dientes, mientras se encogió de brazos.

- ¿En serio me preguntas sobre quién descubrió América? Cristóbal Colón, Rowan... no habrás puesto a otro, ¿no? -. Levantó las cejas, levemente divertida por la presión que estaba dando con su respuesta hacia su hermano. Este mismo se encogió de hombros, un poco nervioso. Se rió nuevamente. - ¿A quién colocaste, Rowan...? -.

- ... Napoleón Bonaparte -. Sunny, quién estaba a su lado sentado, escuchó la respuesta y solo pudo aguantarse la risa. Abby por poco y suelta una carcajada descontrolada por todo lo alto, ¿cómo pudo haber puesto ESA respuesta? Nadie era tan tonto para hacer eso..., bueno, Rowan lo hizo y tenía esa cantidad de tonto, así que contaba. - Me puse nervioso -.

- ¿Cuando te pones nervioso también colocas que Michael Jackson inventó a los Teletubbies? Por favor, no me creo ese cuento -. Se llevó una mano a los labios, riéndose en silencio.

Rowan bufó, con molestia. - Ese ejemplo es una tontería. Además, esos "Teletubbies" dan grima, ¿por qué poner ese ejemplo en primer lugar? -. Sí, Rowan le tenía bastante grima a esos seres de caricaturas.

- Es lo único que se me vino a la mente. Vive con eso, cabeza nerviosa -.

- Tch -.

A primera vista, solo era un día normal en las "aventuras de Sunny y sus amigos". Pero no siempre las cosas son así.

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Ya habían pasado muchas horas luego de ese suceso. Sunny y Abby se habían retirado hace mucho y la escuela ya estaba cerrada, pero Rowan seguía allí dentro, con algunos "colegas". Un grupo de dos personas, aparentemente, de unos dos años más que él en edad. Unos veinte, aproximadamente.

- Hombre, me sentiría horrible si pusieras a Napoleón Bonaparte en vez de Cristóbal Colón en una prueba de Historia, en serio te lo digo -. Respondió uno, sentado en una de las mesas mientras balanceaba un lápiz en su mano.

- A mí me da un poco igual eso. Después de todo, yo ya estoy seguro de que apruebo este año -. Se encogió de hombros Rowan, restándole importancia.

- Pero si apenas va empezando el año... -. Le cuestionó el que se sentaba encima del banco, con burla. - Además, tampoco es que seas inteligente para este lugar -.

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La gente sabe que no es bueno hacer enojar a una persona normal, y más si este es alguien callado o reservado. Rowan no era ni normal ni callado. Él era diferente a eso, y era mejor no hacerlo enojar. Todos menos unos cuántos saben eso.

Rowan, precipitado, agarró al que habló hace unos segundos de la camisa y lo miró, con sus pupilas concentradas en el mismo, con bastante enojo e ira acumulados. El otro integrante no intervino porque, básicamente, no le importaba lo que sucediera a raíz de eso. Él se lo buscó.

- Cuidado con tu sucia boca, rata de cloaca. El que denigra a los demás aquí soy yo, ¿entendido? -. El tono amenazante se hizo presente, a la par que el otro solo sonreía sin miedo.

- Oh, vamos, ¿tú mandando? Que novedad. No creo que sea buena idea considerando lo que tú manipulación y amenazas llevaron a hacer hace cuatro años atrás. ¿Quieres que te lo recuerde? -. Le sonrió sin ganas, mientras Rowan solo parecía arder más en cólera.

De un momento a otro, cerró los ojos y se calmó, para soltarlo de la camisa posteriormente. Se alejó del mismo y se sentó en la ventana, con los ojos un poco abiertos y mirando al suelo.

- Mira, Rowan, no eres nadie para mandarnos y mucho menos para dar amenazas. No sirves para eso -. Se rió entre dientes, con gracia. - ¿Pero para la manipulación? Dios, en eso eres un maestro. Aún recuerdo a la familia que destruiste~ -.

- ... Cállate -. Pidió Rowan, solo para que los dos hiciera oídos sordos.

- Oh, sí, recuerdo eso como si hubiera sido ayer. No digo que esa tipa no se lo mereciera, pero el daño ya se hizo, ¿no? -. Se encogió de hombros, desinteresado. - Aunque la familia le rece a Dios, él no va a hacer nada. A Dios solo le gusta ver cosas interesantes -.

Cansado de escuchar, se levantó y tomó su mochila la cuál colocó en su espalda sin prisa. Los dos lo miraban, con duda.

- ¿Te vas tan pronto~? -. Preguntó el que inició el problema. Rowan solo dejó escapar un pequeño gruñido.

- Me pregunto, ¿por qué me sigo juntando con ustedes? A decir verdad, ya no tendría que hacerlo -. Cuestionó el hermano mayor de Abby.

- Tú lo prometiste. "Mejores amigos hasta el final". Cumplimos nuestra parte hasta ahora -. Desinteresadamente respondió el que movía el lápiz.

- Eso no responde mí pregunta -.

Detuvo el malabareo de el lápiz y lo miró. Sus ojos carbón, capaces de ver en lo más profundo de él, lo hizo sentir presión.

- Recuerda. Sabemos los dos tú secreto, somos cómplices, no querrás que te entreguemos ¿verdad? -.

Rowan lo miró, con cierta impotencia, solo para darse la vuelta y retirarse del lugar en silencio.

Odiaba a esos tipos.

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Rowan volvía a su casa, caminando de a pocos. Se sentía molesto, molesto por toda la situación que estaba viviendo. Se sentía abrumado por todo lo que tenía encima, mientras trataba de fingir como todo estaba como si nada.

Fingir era su mayor arma desde pequeño. Aún tiene vestigios del pasado que lo atormentan día a día, a la vez que vivía en un departamento descuidado y poco honesto. Sunny no había visitado nunca su casa. Era desconsiderado no dejarlo pasar a su casa, pero tampoco quería que viese cómo era por dentro, ya que no quería que reviviera un mal recuerdo o algo parecido del pasado cuando vivía con su la hermana que se enteró hace poco que tenía.

Todos tenían secretos. Él y Sunny debían de ser los que más tenían guardados. Sunny tenía un pasado complicado, ocultando su dolor en una casa por mucho tiempo luego de haber matado accidentalmente a su hermana mayor. No sabía que Sunny tenía una hermana, hace poco se enteró cuando les contó a ellos dos.

¿Pero él...? No sufrió lo mismo que Sunny, no se ocultó mientras comprimía su dolor en todo un tiempo definido hasta que un mágico ser lo sacara de la nada afuera. No... él, a diferencia de Sunny, era incomparable en el ámbito mental. Era un monstruo. Sin embargo...

...

Rowan subió a su piso por el elevador, era la tarde, así que no tenía miedo de una regañada por parte de su tía por llegar a esas horas. De todos modos, tampoco es que sea alguien que se despierte a menudo de su siesta matutina. ¿Quién dormía la siesta? No los entendía. Era mejor usar la energía en la tarde y descansar toda la noche... aunque eso servía solo los Viernes y Sábados. Ya que te quedas con las ganas de seguir durmiendo cuando hay escuela, pero bueno.

Caminó con tranquilidad, mientras pasaba por la puerta de la casa de Sunny. Sintió un impulso de tocar la puerta y salir corriendo, pero no había lugar para esconderse luego. Su impulso de idiotez desapareció por ahora.

Finalmente, llegó a su casa. Su cara estaba neutral, siendo algo muy antinatural viniendo de Rowan y como era él en general. Suspiró. Sacó las llaves de su bolsillo y, girando las mismas, abrió la puerta...

Había luz dentro del lugar, y su hermana estaba allí, mirando la tele acostada en el sofá.

- Hey... -. Lo saludó, estando tumbada en el sofá sin ganas de levantarse o hacer algo particularmente especial ese día.

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A diferencia de Sunny, él no oculta sus malos momentos escondiéndose. Él solo... sonríe.

Rowan, sonriente, miró a su hermana. - Volví, tonta -.

- Yo no puse a Napoleón Bonaparte que descubrió América. Lo siento -. Dijo, aburrida por lo poco que había en la televisión, y también para molestar a su hermano.

Rowan se rió entre dientes y se fue a su cuarto, la cuál cerró con llave..

Luego de unos segundos segundos mirando a la nada, volvió a su neutralidad. Miró su mano y suspiró, triste.

- Lo siento, Sunny. Solo te estoy... manipulando, por ahora... -. Entrecerró los ojos, mientras miraba una foto de ellos dos juntos, desde que se conocieron -. No es nada personal, sólo... no quiero que nadie me abandone. Es triste que te dejen solo, cuando buscabas el bien de los dos bandos... Ser beneficiado era la prioridad, pero los alejé... Quizás sea un trauma, ¿Quién sabe? No quiero que seas como mis padres, o a la chica que le hice algo terrible, solo... agh, mejor dejo el monólogo de villano para después. Y debo de dejar de hablar a la nada -. Se rascó la cabeza, frustrado.

Dejó sus cosas en una silla, mientras se tiraba en la cama. Sintió como su cuerpo se hundía en el colchón poco a poco...

... Quizás volver y recordar que hizo antes sea bueno para saber todo el contexto, ¿no?