En algún momento olvidado por la historia vivió un caballero que no tendría nada de especial si no comenzamos por el día que fue maldecido.

Fue en una tarde de otoño al casi caer del ocaso al caballero le habían pedido que se decisiera de una bruja que habitaba en lo más profundo y espeso de un bosque todo iba deacuerdo al plan después de que la bruja callera en la trampa del caballero se desató una fuerte batalla por sobrevivir la bruja peleo de manera formidable pero para el final del día la bruja estaba en el piso y con el caballero listo para clavarle la espada en su pecho pero cuando estaba por dar su último golpe la bruja dijo

Tu maldito estarás y en todos podrás ver el interior de la gente y sabrás cuando te mienten desde ahora y siempre...

Nadie sabe que es lo que le hizo la maldición  pero desde ese entonces nunca se le veía sin casco.

Un día el caballero que galopaba en su confiable caballo escucho a la distancia el grito de auxilio de una dama el caballero latigeo las riendas de su corsel en dirección de donde provenían los gritos al llegar divisó un carruaje volcado y cuatro ladrones intentando romper la puerta con un hacha el caballero bajo de encima de su fiel acompañante y blandio su espada y grito

-Dejad el carruaje en paz o lo lamentarais es vuestra unica oportunidad- los ladrones lo miraron y fueron directo a el... Ellos no habían sido rival para el guardo su espada y toco la puerta del carruaje y dijo

-No os preocupeis ya no hay que temed- al terminar de decir eso la puerta se abrio y de ella salió una dama con un vestido rojo una cabellera larga de color obscuro y una piel de tes blanca

-Muchas gracias caballero si fuera por vosotros estaría muerta-

-No me agradezcais señorita solo cumplí con mi propósito-

-Disculpadme caballero pero mi caruaje ya no está en condiciones y los asaltantes mataron a mi conductor real usted podría llevarme de regreso a mi futuro reino- el caballero no lo pensó dos veces subió a la princesa a su caballo.

Durante el camino de regreso la princesa cuestiono al caballero sobre sus acciones

-disculpad mi atrevimiento pero ¿porque me ayudó?- el caballero se quedó unos segundos pensando su respuesta y dijo

-desde que tengo memoria siempre me a gustado ayudar a los demás nunca me gustaron las injusticias y que los fuertes se aprovecharán de los débiles- Hubo una pausa momentánea antes de que el caballero prosiguiera

-Y si me disculpais a mi podreis decirme ¿que hacia usted sin escolta? y ¿como debo llamarla señorita?-

-Hoo vaya usted es más curioso que yo, bueno vine sin permiso y puede llamarme:la princesa de C-

-Princesa de C hemos llegado a su destino bajad e id a vuestro castillo le deseo suerte-

Esperad un poco caballero, voz me agradó y me gustaría que se quedará un poco más en el reino- el caballero no estaba seguro ya que el solo iba de pasada y ayudó a quien ocupaba una mano más no esperaba nunca nada a cambio pero al final no pudo decirle que no a aquella señorita.

Durante esa noche la princesa le hablo a el caballero sobre sus problemas desde como la reina parecía odiarla y como su hermana menor la atormentaba e intentaba quitarle su lugar como princesa al ver todos esos problemas que la princesa tenía decidió quedarse con ella como "guardia real" no sin antes preguntarselo a la princesa la cual acepto gustosa.

Las estaciones pasaban y el guardia y la princesa se empezaban a tomar cariño ella le platicaba cosas que a nadie más hacia el caballero por fin se había vuelto a sentir con un verdadero propósito.

Durante un caluroso día la princesa no se encontraba muy bien el sol la estaba mareando y el caballero al notarla sintio que quizás era causa del sol por lo que levantó su pesado escudo para darle sombra a la princesa

-Gracias caballero en verdad gente como usted está en peligro de extinción-

-Eres el caballero perfecto-

-Sólo en ti puedo confiar-

El tiempo siguió transcurriendo y el caballero sentía más confianza para poder mostrarle que había debajo del casco...

Así que una noche el caballero le pidió a la princesa hablar a solas en un momento de la noche para que no hubiera interrupciones.
El estaba listo la espera lo estaba matando la princesa sólo podía hacer dos cosas la primera era rechazarlo al verlo o aceptarlo como era sin importar su aspecto todas esas cosas tenian impaciente al caballero hasta que la princesa por fin llegó

-Princesa hay algo que tengo que decirle... Hace mucho tiempo enfrente a una bruja... Y cuando estaba por ser derrotada... Antes de que yo pudiera matarla... Me maldijo... Y es la razón por la que nunca me quito el casco... Pero estoy listo para quitarmelo...-

La princesa no dijo nada

El caballero temeroso tomo su casco con ambas manos y lo empezó a levantar lentamente, por su cuerpo corría adrenalina como cuando estaba en combate incluso más al sacarse el casco por completo la princesa se puso la mano en la boca y dijo

-Quisiera ser ejecutada- y en cuanto terminó de decir eso salió corriendo dejando atrás al caballero que volvió a ponerse su casco. El estaba devastado aunque lo hubiera pensado jamás espero esa respuesta de parte de la princesa, resignado se fue a su apocento y se encerró en el todo el día.

El resto de la noche paso y a medio día el caballero resibio una carta de parte de la princesa que decía así

'Caballero disculapme por haber salir corriendo de esa manera usted es un gran guardia real y me gustaría que lo siguiera siendo pero ya no como el mío sino como el resto'

El caballero arrugó el escrito y lo tiró al suelo como era posible que el que habia estado cuidandola, protegiéndola y consolandola cuando tenía dificultades lo quisiera rebajar a un guardia más por eso tan importante era eso el caballero no salio sino hasta la mañana siguiente y por un escrito de la princesa que decía solamente

'Tenemos que hablar'

El caballero abrió la puerta y hay estaba la princesa

El caballero solo dijo
-Digame que soy-

La princesa comenzó a llorar sin dar una respuesta, el caballero pregunto otra vez

-Digame que soy-

La princesa empezó a balbuscear  sin sentido

El caballero pregunto de nuevo

-Digame que soy-

La princesa sólo dijo cosas sin sentido sin contestar la pregunta que el caballero hacia, el caballero ya molesto dijo ya molesto

-DIGAME QUE SOY-

Ella entre sollozos por fin le contesto

-Eres un guardia más-

Al escuchar esas palabras el caballero solo contestó

-Ok- la princesa le dijo aún llorando

-¿Eso era lo que querias?- el caballero solo contestó

--Dos cosas la primera gracias por su hospitalidad que sepa que todo lo que le dije no era por ser su guardia sino era la verdad y segundo le deseo suerte cuando sea reina se que de la manera en que lo quiera gobernar lo hará de lo mejor lastima que fuera tan superficial Princesa la maldición la alcancé a esquivar casi por completo solo me afectó un oido... Adiós- el se dió la media vuelta y cerro tras de si la puerta lo último que el caballero escucho de la princesa fue un noooooo.

El fin.