⛱️ Capítulo 6
"Siempre estoy esperando que estés esperando abajo./I'm always waiting for you to be waiting below."
(Taylor Swift, 2019, 2m58s)
╰──➢⛱️Cruel Summer.
Cuando terminó la guardia, y fueron reemplazados por los chuchos, la pelirroja ya iba con ansías de llegar a su cama y tirarse a dormir. Aprovechó que Jasper conducía para dormir un poco en el asiento del copiloto, el medicamento la hacía muy dormilona y eso ya no lo deseaba sentir.
En un buen cerrar de ojos, que no supo cuánto tiempo fue, sintió el auto estacionarse y la suave brisa del intento de gesto mimoso en la cabeza. Pero ella despertó y retrocedió, cautelosa por no entender en que tiempo se encontraba si presente o pasado. Abrió los ojos, y su vista borrosa poco a poco fue enfocando la figura del rubio de cabello corto enrulado, sus ojos ya estaban a punto de tomar el color negro por hambre, lo cual la alertó.
-Jasper, te ves horrible. Ve a comer bambis. -murmura ronca, relamiendo sus labios con sed. -Yo iré por agua, primero. Y luego a dormir.
-¿Cuándo nos acompañarás a clases?-pregunta el rubio negando ante el humor tan bonito de su hermana mayor.
-Nunca. Aunque papá me quiera mucho, y quiera obligarme. Sabe que eso es como llevarme a la milicia, mejor es que me apunte a la milicia verdadera a entrar donde todos me dirán: "miren que bella es, es taaaan tierna" y , terminaré rompiendo descendencias. -comenta sincera y adormilada.
-¿Rompiendo descendencias?-pregunta divertido Jasper.
-Papá tendrá mucha demanda, porque voy a romperle los huevos/testículos a cada uno que quiera acercarse a mi. -contesta seria, sin ningún tipo de juego o diversión en sus palabras.
Jasper tragó saliva al verla tan seria que hasta dio escalofríos, se quitó el cinturon y fue a abrir la puerta rápidamente, al verla trastabillar la socorrió por reflejo.
-Puedo sola, solo estoy en proceso de despertar. -comenta Aurora.
Tras asentir la dejó a su suerte.
-Nos vemos a la vuelta. Descansa, hermanita. -se despide al verla bostezar con tanto cansancio.
Esme la recibe y acobija entre sus brazos, mirando de soslayo su cuello, asegurándose de que cada vez el color estaba tomando vida. Ni había pasado una semana, apenas tres días. Tres antes de la llegada de los neófitos a Forks.
-Mamá te amo mucho, pero puedo sola. Iré a traer mi botella de agua y...-empezó a decir pero entre otro parpadeo, ya tenía la botella fresca de agua de un litro entre sus manos_ mamá... Me malcrias demasiado.
-La verdad que te mima mas que a mi. -admite Rosalie mientras voltea la página de una revista que observa, sentada en el sillón de la sala.
-¿Y no te molesta eso?-pregunta mientras se dedica a abrir la boquita de la botella para empezar a absorber el líquido como si su vida dependiera de ello, estaba fresca, deliciosa.
-Por algún motivo que no logro entender, no. No eres mas bella que yo, pero tienes tu toque especial, no me haces competencia pero admito que es un deleite ver que Esme puede satisfacer sus deseos de cocinar a través de ti, así que... No, no me molesta. -contesta Rosalie mientras deja de observar su revista.
-No me di cuenta que era un deseo de mamá. -murmura avergonzada Aurora. Mirando a Esme con sorpresa.
-Cocinar siempre ha sido mi sueño. Pero sabes bien que lo vampiros no tienen papilas gustativas vivas y que la comida no nos hace bien al cuerpo. -explica Esme tras una mirada de ternura al verla tan avergonzada de no darse cuenta.- Tranquila, me gusta serte útil y escuchar que todo lo que cocine tenga buen sabor.
-Perdón por no darme cuenta de ello. A veces soy muy despistada. -continua pidiendo perdón apenada.
-Tranquila cariño, me alegra que me tengas confianza al aceptar mis comidas, con eso ya te deja intacta para cualquier molestia por parte mía. -contesta mimosa como una madre y divertida al verla así.
Aurora la abraza y besa dulcemente.
-Te amo, y a ti tambien te aprecio, hermanita. Pero bueno, iré a dormir un poco al rato nos vemos, me ha encantado mucho compartir este tiempo familiar pero el medicamento me tiene super adormilada. -alega mientras sube con algo de torpeza hacia su habitación que se encontraba en la zona del ático superior.
Esme y Rosalie sonríen divertidas. Aún cuando no hubieran estado juntas hace ya mucho tiempo, estaban contentas de que Aurora haya regresado.
[...]
Tras sus sueños, la realidad y la fantasía convivían en armonía. Por primera vez, Aurora no estaba teniendo su habitual pesadilla personal, abrazada a una de sus almohadas se encontraba fantaseando agridulcemente.
-No me gusta verte tan triste... -susurró Edward, mirándola con pena.
-¿Quién dijo que estoy triste? Yo sigo perfectamente bien. -expresó sin titubear, pero en su pecho su corazón irradiaba tanto dolor y pesar tras la mentira que soltaba fríamente.
-Tus lágrimas no deberían ser derramadas por mi, lo lamento mucho, dejaré a la humana. Te lo prometo. -suplicó mientras limpiaba algunas que resbalan por sus mejillas.
La agridulce sensación de que esas palabras eran más un consuelo para sí misma que una realidad, la hizo tomar un impulso de locura.
-Edward, si te preguntara dos opciones, ¿me dirías con sinceridad la mera verdad y razón de la selección final?-pregunta Aurora con una dulce caricia en la mejilla fría del vampiro.
El vampiro cobrizo de ojos dorados la observa con tanta admiración y confusión a la misma vez.
-Si me fuera posible, sí, te respondería como debiera ser el debido respeto.
-¿Te inspiró más aire de compañera o de hermana menor?-preguntó Aurora con suma seriedad, tomando con una necesidad severa el mentón del vampiro.
El cobrizo tenía emociones encontradas conflictuando en el reflejo de sus ojos.
-Es una pregunta muy precoz para responder, no hemos estado el tiempo justo como para responder con el debido respeto que se merece la importancia de dichas decisiones.-contesta incómodo.
La mueca de disgusto y tristeza no se hizo esperar en el rostro de la pelirroja.
-Prefieres a la humana tonta, ¿Verdad? Porque a ella si la puedes manejar como deseas, ¿Verdad? ¡Pues vete con ella a la mierda! ¡Porque ni hermano ni como compañero te quiero a mi lado! -grita tan molesta que su cuerpo irradia ese calor tan sombrío que tanto conoce.
-¡ESPERA AURORA DEJAME EXPLICARME!-grita Edward.
Sin embargo, Aurora decide correr antes de hacer cualquier estupidez por el cólera, enojo o indignación que tanto deseaba destruir su corazón.
-¡No ves que es mejor lejos, nuestro destino no era estar juntos! -grita con lágrimas en los ojos, ardiendo su garganta y muriendo pena al corazón.
Edward la alcanza con facilidad, sin embargo, la pelirroja reacciona por reflejo de protección hacia su daño empcional, exponiendolo a su don y matándolo en cuestión de segundos.
Los gritos de angustia, el pesar y miedo, y el dolor indescriptible la hacen gritar tras infinita estupidez de su don como pir culpa de su dañado juicio.
-¡No! , No, no, no... No fue real, no lo fue, él... -susurró en pánico. Sollozando sin remedio alguno.
Ni siquiera había pasado mucho desde que la pelirroja se había ido a dormir, ni mas de tres horas. Rosalie y Jasper fueron inmediatamente a su auxilio, pudiendo ser testigos de la afligida expresión de culpa y arrepentimiento que la consumían.
Rosalie se acercó a ella, para abrazar sin demorar más. Acunando y protegiendola de lo que la pudiera haber perturbado, Aurora lloró amargamente por el susto de la pesadilla, odiaba lo autidestructiva que siempre era su moral y mundo onírico contra ella.
-Tranquila, solo ha sido un mal sueño...shh... -trató de calmar con suave y dulce voz, su hermana.
Aurora con el temor de tocarla y activar su don, solo permanecía cerrando sus manos en puños. Miedosa de hacer realidad sus pesadillas.
Jasper sintió el pesar, el miedo y la angustia, por lo que intervino, pasando ondas de calma fresca hacia ella. Había podido percibir el enojo, la angustia y el dolor de ella previamente antes de que se despertara e inclusive había visto a Edward con la expresión lúgubre de tan solo haber hecho la lectura de ese fatídico sueño.
Pero no le dio mucha importancia, porque en cuanto Carlisle llegó, la pelirroja se escondió entre sus brazos, relevando la custodia protectora y comprensiva de ambos hermanos rubios, quién tenían mucha empatía.
Y aunque Edward lo haya visto, nunca creyó que esa pesadilla le doliera de igual forma que a su compañera le había perturbado. Porque el siempre espero ser el monstruo perverso, no que su compañera lo fuera a ser.
Siempre esperó que alguien lo rescatara de la torre en la cual se había enjaulado para no dañar a nadie, sin embargo, era él quien debía esperar el momento indicado para esperarla bajo esa torre y poder acceder a salvarla.
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