⛱️ Capítulo 35
Navidad había llegado. Aurora se encontraba adornando con su mamá la casa nueva, pero su mente se encontraba perdida en su compañero. Había regresado como para hacer las paces y avanzar, sanar juntos pero las consecuencias de sus acciones habían sido escuchadas por esa mujer, si hubiera sabido antes de que estaba entre los vivos, hubiera sido mas cautelosa al hacer saber de la infracción de ley. Sabía que aquella mujer era muy sobreprotectora con ella, sabía que si sabía todo lo que había sufrido con la situación y sus conflictos primero le daría dos bofetones dolorosos para luego socorrer a su suplicio como siempre había hecho.
Aurora no era dependiente de nadie. Desde que su vida mortal había acabado en desgracia, no dependía nisiquiera de su ángeles Carlisle y Esme, quiénes publicamente eran sus padres adoptivos; ni siquiera dejaban que pagaran por ella: sus viajes, su ropa nueva, sus cosas electronicas ni mucho menos por su comida. Siempre de su bolsillo humilde y trabajado salía el gasto económico.
—Cariño, iré a comprar la estrella para el árbol. Se ha roto ésta que tenía —anuncia Esme, mientras besa su cabeza pelirroja dulcemente.
—Dale mamá. Cuidate y no te tardes, o iré a buscarte —correspondió Aurora.
—Tranquila, vuelvo al momento.
Y tras ello, la matriarca tomó sus llaves del auto para luego marcharse por la puerta. Viendo de reojo a Rosalie y Emmett quiénes se quedan por un momento mirandola.
—¿Qué queréis decir con esas miradas?—preguntó incómoda Aurora.
—¿Por qué no has ido a buscar a tu compañero? Sabes que si estas lejos de él te puedes debilitar y...—empezó a decir Rosalie, casi en reproche.
—No sé si sabés que yo no tuve ningun beso o relación sexual como para debilitarme por algún enlace con él, pero por el momento yo puedo sobrellevarlo bien. Gracias por tu preocupación pero no lo necesito —expresa seria mientras sigue adornando el arbolito con las bolitas de colores, pero Emmett hace un sonido de una sonrisa burlona— ¿Qué da tanta risa?
—Tu independencia. Caerás en cualquier momento. Los compañeros somos importantes, si no estamos juntos nos debilitamos horrible, es imposible que no estes mal por Edward. Si mi Rose estuviera en peligro iría a buscarla por tierra, mar y aire. —expresa Emmett— Da risa tu carácter obstinado, quedarás peor si no lo aceptas ya.
Aurora aprieta su mandíbula. Odiaba que se metieran en sus asuntos privados. Por más familia que fueran, no les incumbia saber sus sentimientos si ni siquiera ellos mismos parecían preocuparse por el tema.
—Edward no está en peligro. Vendrá en cuánto le den permiso, una gran amiga hará que todo tenga una sanción justa. —expresa abstiniéndose a caer en aquella provocación.
—¿Cómo es que estás tan segura? ¿Acaso eres parte del Clan Vulturi y no lo sabíamos?—pregunta Rosalie a la defensiva como si buscara
Aurora agarró las cajas de decoración vacías, al igual que algunas cosas mas y sin más se levantó sin contestar esa pregunta, mas que nada para llevar por la paz el momento. Sin embargo, Rosalie la tomó del hombro.
—Contesta. ¿Acaso tu fuiste quién nos expuso ante ellos?
Aurora respiró profundamente, intentó pensar en plena paz para quitar esa mano de encima de su hombro pero en cuánto lo iba a quitar Emmett la tomó de la mano, para que no se fuera.
—Eres demasiado misteriosa. Es hora de que sueltes todo y dejes de ocultar la verdad. ¿Es que acaso no somos familia?—espetó Emmett sin ninguna gota de broma solo de dolor.
—No me toquéis —siseó tan ronca y los empujó fuertemente a ambos.
Rosalie cayó encima de Emmett al suelo, pero en cuánto quiso levantarse, ambos sisearon de dolor al ver una quemadura considerable corroyendo su piel como si de fuego se tratara.
—¡Agh!
—¿Q-qué nos hiciste? —preguntó Emmett con sumo dolor— Encima y nos lastimas, ¡está claro que no nos consideras tu familia!
Palabras y mas palabras le llegaban a la pelirroja, recordando tanto repudio de su vida pasada como tambien de su peor miedo. Estaba lastimando a todos.
—¡Cállate, ustedes me obligaron! Ustedes nunca respetan un misero espacio, sóis todos unos egoístas —gritó con la voz distorcionada en dolor y perdida entre el fantasma de su peor miedo. Robert se estaba riendo de ella enfrente, o tal vez solo era una ilusión —¡Vete de aquí! Vete
Rosalie y Emmett pudieron ver perfectamente como gritaba tanto hacia ellos como también a alguien, pero lo que más les dio miedo fue notar como su piel clara se volvía oscura. Ella se estaba volviendo literalmente una criatura de la noche, un bicho oscuro y demoniaco ante ellos.
—¿¡Jesus, Jose y María!? ¿¡que carajo eres!?—gritó Rosalie con mucho miedo.
—¿Q-qué clase de monstruo o demonio eres tu?—preguntó con miedo y preocupación queriendo proteger a su compañera de lo que era en verdad Aurora, ahora la estaban viendo en su verdadera forma. Esto se estaba volviendo una pelicula de horror y terror para los dos.
—¡Ayuda, ayuda! —suplicó con su voz la pelirroja, estirándose ella misma su cabello, totalmente asustada— ¡No te me acerques! ¡ya no estás vivo! ¡no!
Y trás ello, un vórtice se abrió tras ella, donde apareció Edward con la mujer extraña. Ambos fueron a socorrerla de si misma. Pero fue Edward quien se quedó totalmente paralizado al ver a su compañera tan destrozada.
—Aurora... Ya estoy aquí, mírame —pide la Reina con aquella corona negra y calavera en el centro. Con su piel más palida que la última vez— ¡Y tú, ya vete de aquí o te incineraré! —siseó como si también estuviera viendo algo que nadie más pudiera ver.
Pero Aurora como la Catrina podían ver lo que los ojos ignorantes no pudieran. La Reina Vulturi, Reina de los muertos no entendía porque ese condenado estaba fuera de su carcel, mientras que Aurora sintió peor pánico y terror tras saber que si era real.
Gritó tan horrorizada, que hizo actuar y reaccionar el hilo de compañeros en Edward como si fuera un resorte, agarrandola contra sus brazos, y protegiendola de todo mal. La Reina Vulturi parecía estar agarrando algo del cuello, pero Emmett ni Rosalie podían entender que mierda estaba pasando.
—En otra vida, vosotros dos tuvieron una oportunidad de ser salvados. De tener una vida normal como deseaban, pero en esta, ninguno tendrá oportunidad de ver la luz del cielo. Seres egoistas, a nadie le gusta que metiches quieran saber de sus vidas si nisiquiera realmente sois amigos. Un apellido no los hace realmente familia, son las actitudes y acciones los que ganan realmente la confianza para tener aquel lazo, si no nace vosotros no tenéis ningun motivo de obligar a que lo haga. Injustos pecadores, molestos e ingenuos —expresó con total seriedad la Catrina mientras que con un suspiró reveló la verdadera apariencia de quién estaba asustando a Aurora. Un hombre que estaba bañado en aserrín, lodo negro y piel sangrante, totalmente asustado por la mujer que lo ahorcaba— Este hombre es un violador. Y este hombre es algo que todos vosotros tomaréis como ejemplo: Quienes no respeten la vida, ni mucho menos los sentimientos de alguien no tendrán ninguna oportunidad de tener piedad ni juicio, porque sin arrepentimiento no existirá justicia que dar.
Y tras ello, escucharon los gritos de dolor, terror y angustia, viendolo extinguirse en fuego pudo y ardiente. Frente a sus ojos, ojos que se cerraron al ver como algo viscoso negro salía de sus ojos, nariz y boca. Hasta que este se empezó a volver polvo, polvo que se extinguió en el fuego azul.
—Jasper, sé que esto no estaba en tus planes, pero necesito calma aquí. Puedes calmarlos hasta que llegue el patriarca y matriarca del Clan, aprovecha para despedirte. La Señorita Aurora me necesita y no hay tiempo que perder, avisa a mis reyes que salí con urgencia. —dijo a modo de favor la Reina y sin mas, abrazó con cuidado y preocupación a la parejita de Edward y Aurora.
Y sin más, todo explotó en miles de hojas de caléndulas. Sin poder saberse donde fueron llevados.
Pero la Reina los había llevado al mundo de los muertos. Porque el miedo no cesaría a menos que Edward y Aurora pasaran mas tiempo juntos.
Y eso solo lo conseguiría en su villa.
—Arruinaste sola nuevamente una fiesta familia, ¿Rosalie cuando vas a aprender? Es decir, Ambos. Yo no seré quién explicara lo que ocurrió hoy aquí, vosotros dos lo harán a Carlisle y Esme, se lo deben —expresa Jasper totalmente decepcionado.
—Pero Carlisle está con los Vulturi... Quién sabe si lo matarán.
—No lo harán. Él debe de estar en camino a su reencuentro con Esme. _aclaró Jasper. Y eso fue lo último que quiso hablar.
Jasper había ido allí solo para despedirse oficialmente de Aurora y Esme, Carlisle, personas que si valían la pena en el Clan. Al menos que si lo habían tratado bien.
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