12
El sabor era tan dulce en sus labios, el vodka jamás había sido tan dulce al probarlo, pero en esos momentos en verdad que lo era, apretó su mano derecha con fuerza sintiendo como aquel par de dados en sus manos le hacía marcas en la palma con fuerza, pero no importaba, nada importaba en realidad, sonrió ladino antes de por fin estirar su mano y en un movimiento rápido lanzar los dados a la mesa, el silencio era sepulcral en aquella mesa de juego, mientras todos miraban expectantes a que el número se revelará, los dados chocaron contra la mesa una, dos, tres... rodaban una y otra vez y entonces por cada golpe dado la velocidad disminuía y cuando menos se espero estos se detuvieron y el cinco en uno espero a que el dos apareciera.
—¡Un siete perfecto! —exclamo el hombre al ver los dados, y no tardaron en escucharse las voces en jubilo.
Jungkook sonrió satisfecho mientras miraba aquello.
—Como dije, el número siete es de la suerte —menciono Jungkook, mientras las fichas que había logrado sacar eran entregadas—, gracias, mi buen señor.
—¿Desea volver a apostar, señor? —Jungkook relamió sus dientes superiores sin dejar de sonreír, ¡claro que le encantaría! Pero claro eso no debía de hacerlo, ¿o sí?
La tentación estaba carcomiendo sus dedos poco a poco, miro aquel par de dados de color rojo, indicándole que se atreviera a tomarlos de nuevo y volver a tirarlos contra aquella mesa sin piedad alguna, que lograse obtener más dinero, que los cinco mil dolares que llevaba en los bolsillos no eran suficientes, ¿por qué no mejor diez mil? ¿O veinte mil? ¡O más! Trago pesado, jamás ha podido controlarse del todo, pero debía de concentrarse, perder el control ahora no era una buena opción, debía manejarse un poco antes de que la tentación terminará por consumirlo.
—Creo que me... —una mano sobre su hombro detuvo sus palabras, miro por sobre su hombro de quien se trataba, allí estaba Namjoon quien elevaba una ceja mientras le indicaba con un pequeño meneo de cabeza que dejase esto por las buenas, de mala gana Jungkook regreso la mirada virando los ojos en el proceso—, me retiro —menciono Jungkook, pero algunas personas se vieron decepcionadas por aquella respuesta.
Aún así Jungkook no hizo caso, tomo las fichas que le corresponden y le dio la espalda a aquella mesa para retirarse con su amigo, Namjoon soltó un suspiro, un poco más tarde y hubiera perdido a Jungkook.
—Siempre es lo mismo contigo —menciono Namjoon mientras Jungkook se colocaba a su lado—, empiezas apostando cincuenta dolares y terminas con miles —Jungkook soltó una pequeña risa al escucharlo.
—Ya me conoces, Nam —dijo Jungkook sin dejar de sonreír—, pero te equivocaste, está vez la apuesta empezó con cien dolares —Namjoon rodo los ojos al escucharlo—, pero mira el lado bueno —le mostro las fichas—, con esto podemos darnos buenos lujos está noche.
—Jimin dijo que nos divirtieras un poco en esté lugar, pero que debíamos estar pendientes —Jungkook elevo una ceja—, dijo que el invitaría todo.
—¡Fantástico! —la voz de Jungkook era de total jubilo—. Por cierto, ¿en dónde está? —miro de un lado y a otro esperando encontrarlo en alguna parte del lugar, pero no había nadie que se pareciera a él—. Pensé que vendría contigo después de follarse a ese chico.
Namjoon soltó un largo suspiro.
—También lo creí —dijo Namjoon—, pero mientras tú estabas concentrado apostando, él me pidió que lo escoltase al hotel que me pidió buscar, se llevo al doncel con él —Jungkook elevo las cejas al escuchar aquello.
—¡Vaya, vaya! —no evito soltar una risotada después de escuchar aquello—. Parece que alguien encontró un buen culo para joder un buen rato —sonrió ladino—, deberíamos hacer lo mismo ¿no crees?
—Prefiero beber alcohol —Jungkook soltó un resoplido.
—Eres aburrido en todo el sentido de la palabra.
Siguieron su camino mientras las personas a su alrededor evitaban chocar sus hombros con ambos, pues no podían evitar mirar a las manos de Jungkook las cuales se encontraban cargando todas aquellas fichas mientras se dedicaba a sonreír, no era común ver tantas fichas en las manos de un hombre, pero inclusive aquello los motivaba a querer seguir apostando un poco más, pues quizás pudieran tener la suerte de aquel sujeto, pero claro eso solamente podía ser posible un par de veces, la suerte te acompaña muchas veces en los juegos de azar, pero siguen siendo impredecibles.
Jungkook siempre ha considerado su juego como uno de los mejores, calcular distancias, calcular el próximo número en una ruleta, muchas de estás veces no siempre era posible, pero si lograbas manejarlo adecuadamente podías obtener mucho, mucho dinero, claro que esto lo ha metido en múltiples líos, pero no quería recordar esas veces en que los de seguridad le pedían acompañarlo y lo interrogaban de formas muy bruscas solamente para saber si acaso había hecho alguna trampa, pero no, todo era cuestión de que tan inteligente y habilidoso podías llegar a ser.
—¿Qué quieres beber? —pregunto Namjoon mientras ambos se acercaban a la barra en donde se encontraban dos barman preparando bebidas, uno de ellos se les acerco en cuanto miro que ambos tomaban asiento.
—Un martini seco —dijo Jungkook dirigiéndose esta vez al barman, quien de inmediato dio un asentimiento.
—A mi deme un mojito pasión —en cuanto el barman dio un nuevo asentimiento, Namjoon miro a su amigo—, ¿cambiarás las fichas de una vez o piensas seguir jugando?
—Planeaba seguir —dijo Jungkook mientras mordía ligeramente su labio inferior—, sí, pero ¿crees qué sea bueno? —miro a su alrededor—, casi todos los juegos están ocupados y las tragaperras no están disponibles.
Era verdad, todo allí ya estaba absolutamente lleno, y conforme más se llenaba el lugar, más ocupado parecía estar todo, quizás era una mala idea continuar jugando, pues las probabilidades de perder pueden estar más cerca que nunca, siempre pasaba, entre más personas estuvieran presentes, las oportunidades de ganar disminuían conforme el número de jugadores se iban agregando.
La música apenas y se podía escuchar, y apenas y era entendible la letra de la canción. Pero eso dejo de importar cuando las bebidas de ambos fueron colocadas al frente.
—Caballeros —dijo el barman—, disfruten su noche.
—¡Gracias! —dijo Jungkook en respuesta y no tardo en tomar aquella copa en su mano derecha, quito el adorno de dos aceitunas de encima para terminar depositándolas en su boca y darle un pequeño trago al martini—. Mmmmh, joder esto si es un martini.
—Ajá —Namjoon tomo la pajilla entre sus dedos mientras mezclaba la hierbabuena, el trozo de fruta de la pasión dejo caer su contenido dispersando su pulpa amarillenta en el interior de su bebida—, en efecto esto es bueno —dijo Namjoon después de darle un sorbo.
El hombre del brazo tatuado dio un asentimiento mientras le daba otro largo sorbo a su bebida, evitando terminarlo pronto, pues quería seguir tomando sin tener que pedir uno nuevo.
—¿Iremos por comida después? —Namjoon se encogió de hombros mientras seguía tomando—. Deberíamos de ir, no quiero ser testigo de como Jimin se folla a ese chico —se removió en su sitio como si hubiera sentido un espantoso escalofrió.
—No sabía que te molestará —Jungkook lo miro—, que yo sepa una vez Jimin te invito a tener un trío.
—Sí lo hizo —dio un asentimiento—, pero es diferente ¿sabes? Park te deja que te folles a una prostituta y luego él lo hace o los dos al mismo tiempo —relamió sus labios, sintiendo la calidez del alcohol en su garganta—, pero está vez no estoy dispuesto a escuchar esa mierda —hizo una pequeña pausa mientras miraba a las personas que se encontraban alrededor, y en su rango periférico se percataba de las personas más importantes, los de seguridad—, parece ser que alguien busca que siga apostando...
Namjoon no dijo nada, era obvio que es lo que querían, así tendrían una buena excusa para atraparlo y retenerlo si es que York lo pedía.
—En ese caso no debemos de perder más el tiempo aquí —dijo Namjoon—, hay que regresar.
—¿Regresar? —Jungkook soltó un resoplido—, deja eso de lado, cambiaré las fichas, hay que gastarnos esté dinero sucio en algo por aquí, quizás —apretó sus labios mientras miraba alrededor—, no sé, ¿tú que quieres?
—Mejor cambia esas fichas y nos largamos de aquí —Namjoon dio un ultimo sorbo a su bebida antes de soltar un suave suspiro—, hay que ir a un restaurante de por aquí y comer algo.
—Está bien —Jungkook rodo los ojos con fastidio—, yo iré a cambiar las fichas.
De inmediato Jungkook empino el contenido de la copa dentro de su boca para tomarlo de un solo trago, deposito la copa ahora vacía en la barra y dejo un billete de cincuenta dolares sobre la barra.
—Dale el cambio al barman —indico Jungkook antes de dejar aquel banco y disponerse a ir a cambiar sus fichas ganadas, Namjoon le dio la espalda a la barra mientras recargaba sus codos sobre la misma, miro a las personas que caminaban por allí.
Su mirada se percato de algo muy curioso, no dijo nada y decidió ignorar el hecho de ver a York allí abajo, estaba cerca de una mesa en donde se estaba jugando cartas, se estaban repartiendo y él era parte de los jugadores, parecía desinteresado en mirarlos, pero eso solamente quería decir que se encontraba al tanto de su presencia, quizás inclusive pensó que podría tener alguna oportunidad de apostar contra Jungkook y quitarle algo de dinero, pero está vez no, Namjoon ahora sabía que había llegado en el momento perfecto. Soltó un largo suspiro y llevo su mano derecha al bolsillo de su saco, saco un billete de cincuenta dolares y lo deposito en la barra junto a su vaso, miro hacia la barra en cuanto vio al barman acercarse para recoger la cristalería utilizada.
—Quédese con el cambio —menciono Namjoon y se dispuso a abandonar la barra, dirigiéndose hacia el mismo camino que había tomado Jungkook para ir a cambiar sus fichas.
Tomo su teléfono celular mientras se alejaba de allí, necesitaba llamar a Jimin, sólo esperaba que ya dejase de estar fallándose al doncel, no es como si también quisiera escuchar los gemidos de ese chico mientras lo llama.
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