13 || Conocimiento ||
Una habitación a la que tenía llave y acceso, no había cámaras o seguridad, paso la tarjeta led en el lector y suspiro cuando la puerta se abrió, dio un paso dentro de la habitación y colgó su saco, desde ese momento ya se había arrepentido pero su cuerpo seguía caminando, no iba a detenerse.
- Estoy aquí – dijo el chico mientras se paraba frente a la puerta corrediza, su mano en la cadera la cual giraba un poco a la derecha denotaba su seguridad y al mismo tiempo, su fastidio de estar allí, sin mencionar aquellos ojos azules que habían revirado al verle
- Chuuya, bienvenido – respondió sonriente mientras dejaba su manual de suicidios en la mesa – por favor siéntate, acabo de calentar el café
- Café por la noche, esa opción no va con mi menú nocturno – respondió el mafioso mientras tomaba haciendo frente al castaño
- Lo sé, tu elección seria algún tipo de vino con un croissant y queso a un lado para untar, quizá... ¿Parmigianino-reggiano con champagne? – dijo el castaño como todo un detective que conocía a su entrevistado
- Hoy preferiría un Roquefort con un vino de Sauternes, quizá un pastel de chocolate con fresas o quizá zarzamora. Algo dulce me vendría bien al tener que verte
- Oh Chuuya ~ - cantó el castaño mientras suspiraba y miraba hacia la calle, sinceramente todo lo que había de vista eran techos sobre techos, un barrio tranquilo y ligeramente elegante los rodeaba
- ¿Por qué me pediste venir aquí de nuevo? Creí que nuestro lugar ya se había vendido
- ¿Por qué dejaría que vendieran este lugar? – Dazai tomo la taza con café y cerro sus ojos tranquilo – es el único lugar donde siempre he podido relajarme, nadie más que tú y yo conocemos este lugar, así que no soy buscado aquí
- Dazai, tengo que trabajar, dime ¿Por qué me citaste? – volvió a preguntar
- ¿conoces a la novia de Akutagawa-kun?
- No, - suspiro el mafioso – pero le envié un regalo hace unos meses, también – el chico se había relajado y tomado la taza con café para tomar un sorbo y saborear sus propios labios más no admitiría lo sabroso del café hecho por el castaño – quería conocerla pero él no la ha llevado a la base
- No es una ella – dijo el castaño viendo como la cara de Chuuya se transformaba de serio a sorpresa y después un leve sonrojo al ver los ojos del castaño – es un él y lo conozco
- Entonces yo no debo conocerle – dijo Chuuya y suspiro – si te conoce debe estar en tu ahora circulo y si yo sé quién es, el jefe sabrá quien es
- Me imagine – dijo Dazai suspirando - ¿quieres el Roquefort?
- ¿tienes el Parmigianino-reggiano? – pregunto Chuuya haciendo a Dazai sonreír, Chuuya correspondió la sonrisa, sabía que el castaño tenía planeado todo, Dazai conocía bien sus gustos y los momentos en los que los necesitaba
- Te serviré el Champagne entonces – dijo Dazai mientras se levantaba de la silla
- El pastel ¿es de chocolate o zarzamora? – pregunto Chuuya
- Ambos – respondió ya en la cocina
- Ese bastardo – susurro Chuuya – realmente me conoce...
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