Capítulo 49: Salida de la isla del cielo y un encuentro.

La batalla en la isla del cielo por fin había acabado gracias a cierto chico con sombreros de paja, pero en esta ocasión Luffy pudo quedar frente a frente con Enel.

-Fuiste demasiado duro Enel, pero ahora necesito algo de ti.- dijo Luffy.

Enel, el actual dios estaba en el suelo derrotado e inconsciente. Luffy sabía que la fruta de Enel era lo que Nami necesitaba para alcanzar su verdadero poder y ser más fuerte por lo que se la quitaria, por esa razón tenía una bolsa con manzanas colgada en su hombro. Luffy sólo sonrió y rodeó su mano de Haki de armadura combinándolo con su Haki del Rey para poder usar la habilidad que recibió de D. El se acerco a Enel y se dispuso a meter su mano en su estómago mientras decía:

-¡Extracción de demonios!-

Al meter su mano se sintió extraño al hacer esto porque metia su mano en el cuerpo de Enel pero a la vez no lo lastimaba ya que no había sangre ni nada por el estilo. Luffy sólo empezó a sacar la fruta en forma de aire, la fruta Enel sólo se formó en su mano cómo una clase de humo. Luffy al tener este humo sólo lo combinó con la fruta que tenía en su otra mano, que en este caso era una manzana. Al combinar ambas, la manzana cambió y se convirtió en la fruta de Enel, la fruta Goro Goro no mi, la fruta eléctrica.

-Muy bien, lo siguiente sera darsela.- dijo Luffy con una sonrisa.

Luffy sólo se lanzó a la nube donde estaba Nami esperándolo mientras la campana de Shandora seguía sonando el fin de una guerra que duró 400 años y también el comienzo de una nueva era para Skypiea y a la vez que esta campana sonaba, incluso Cricket que estaba abajo de la isla del cielo pudo escucharla. Para Cricket esto era el comienzo de un nuevo camino para él. Cricket sólo soltó lágrimas mientras sonreía.

-Gracias, Sombrero de Paja.- dijo Cricket.

-Oye Cricket-san, ¿estás bien?- preguntó Mashira.

-Si Cricket-san, ¿por qué lloras?- preguntó Zugu.

-Porque al fin soy libre, al fin se la verdad, mi antepasado Montblanc no fue un mentiroso. Por fin soy libre y ahora tengo una nueva meta.- dijo Cricket.

Los hermanos primates sólo sonrieron y le preguntaron:

-¿Y eso que sería, Cricket-san?-

El hombre sólo sonrió y habló con mucha decisión:

-¡Por primera vez les diré que tomen sus cosas, saldremos por una nueva aventura!-

Los piratas primates sólo sonrieron y empezaron a celebrar.

De vuelta en las nubes

Luffy estaba descansando en el regazo de su reina y la chica de pelo naranja sólo estaba acariciando su pelo gentilmente mientras Luffy la veía sonriendo.

-¿Crees que Cricket y los demás están escuchando la campana?- le preguntó Luffy.

-Te aseguro que la pueden escuchar mi amor, eres grandioso.- dijo Nami.

Luffy sólo sonrió y le mostró la fruta de Enel en su mano.

-Aquí tienes lo que necesitas, mi reina.- dijo el.

Nami miró la fruta con una sonrisa y tomándola se la comió.

-Sabe asqueroso.- dijo ella con asco.

-Jejeje, es cierto pero ahora puedes usar los poderes de la fruta. Intentalo.- dijo Luffy.

Nami alzó su mano al cielo y de repente un rayo apareció. Nami sonrió y dijo:

-Con esto ya no tendré que depender tanto de ti para protegerme y podre ser útil. ¡Gracias, mi amor!-

Luffy sólo sonrió y se acercó a ella para darle un apasionado beso en los labios. Por fin parecía que la pelea había terminado y este beso anunciaba que la paz había vuelto.

-¡Luffy lo logró, venció a Enel! ¡Ese es nuestro capitán!- gritó Usopp alegre.

-Yo sabía que nuestro querido Luffy lo lograria.- exclamó Robin sonriendo y mirando hacia las nubes.

-Volver a oír la melodía de la campana es genial.- dijo Sanji sonriendo.

-¡Mamá y papá son geniales! ¡Lo lograron, estoy tan feliz!- grito Marianne.

-Esos dos hicieron un gran trabajo.- dijo Zoro.

Gan fall sólo lloró un poco mientras se arrodillaba.

-Esta campana por fin ha sonado, la isla del cielo por fin está a salvo de Enel.- dijo el.

En todos lados, los ángeles y la tribu Shandia vieron el arca Maximus caer en el mar de nubes pero luego vieron cómo se alzaba y se iba a Shandora. Todos los ángeles sonrieron y festejaron que el dios fue derrotado. Aiza, la pequeña guerrillera sólo empezó a llorar un poco al ver a Laki ya que parecía que ella pudo sobrevivir al ataque de Enel. Ambas al abrazarse olvidaron todo el dolor  que pasaron y sólo sintieron la paz que ahora reinaba en la isla del cielo, aunque Laki quería agradecerle a Luffy por todo lo que hizo.

-Oye Chopper, creo que deberías ayudar a ese sujeto llamado Wiper, él nos ayudó mucho en esta batalla.- dijo Usopp.

-Aunque sea nuestro enemigo tienes razón, sin él ese tallo no habría caído y también ayudó para distraer a Enel.- dijo Sanji.

Chopper sólo asintió y corrió para ayudar a Wiper.

-Me siento feliz de que esto haya acabado.- dijo Robin.

-Te dije que mi hermanita era fuerte. ¡Lo lograron, en verdad lo vencieron!- grito Nojiko.

-¡Así se hace Mugi-chan, eso es lo que hace un verdadero capitán!- gritó Bon-chan.

Jhonny y Yosaku sólo bailaban de alegría mientras gritaban:

-¡Eso es Luffy-aniki, eres el mejor capitán, nadie puede vencerte, eres genial!-

-En serio hice bien en unirse a esta tripulación, esta familia es asombrosa.- dijo Gin.

-¡Sabía que mi querido Luffy lo vencería, sabía que el poder que vi en él desde niña era enorme!- gritó Reiju contenta.

-Parece que elegí bien a mi compañero.- dijo Zeimi.

-Ya me lo esperaba si él pudo vencer a mi padre.- dijo Yamato.

En todos lados la gente sólo gritaba “Mugiwara no Luffy eres el mejor” “En verdad gracias por todo.”

Luffy y Nami en las nubes sólo sonrieron al escuchar esto mientras veían que todos estaban bien.

Unos minutos después

Los Mugiwaras seguían esperando a sus nakamas faltantes aunque no habían esperado mucho ya que por fin los encontraron. Luffy y Nami junto con Connie y las chicas del Merry estaban junto a una bolsa de comida gigante.

-¡Aquí están! ¿Dónde estaban?- gritó Usopp.

-¿Y eso es comida? ¿De dónde sacaron todo eso?- preguntó Nojiko.

-Esta es la comida de los sacerdotes, creo que ahora es nuestra.- respondió Luffy.

Marianne sólo corrió y abrazó a Luffy con fuerza, parecía que lo había extrañado mucho. Luffy sólo la abrazó y la cargó en sus hombros.

-¿Y cuál es el plan ahora?- preguntó Zoro.

-Muy sencillo, primero haremos una fiesta para celebrar que la guerra que tuvieron los Shandia contra la gente del cielo por fin termino.- dijo Luffy.

-¿Y cómo que la guerra acabó, Luffy-kun? ¿Quién te dijo eso?- preguntó Reiju.

-Tú sólo confía en mí, ahora vamos tenemos cosas que hacer y algo de oro que buscar.- dijo Luffy.

-¿Sabes donde hay oro?- preguntó Nojiko emocionada.

-Si, dentro de una serpiente gigante que Luffy derroto hay oro.- dijo Nami con una sonrisa gatuna.

-¿Ustedes entrarán en ella?- preguntó Mikita.

-Será algo divertido.- dijo Luffy.

-Entonces vayan si quieren, pero yo no entraré ahí ni loco.- dijo Bon-chan.

-Yo iré con ellos.- dijo Sanji.

-Igual yo.- dijo Reiju.

-Yo también iré con papá y mamá.- dijo Chopper.

-Yo quiero ir también.- dijo Vivi.

-Hablando de todo un poco, ¿dónde está tu padre, Connie?- preguntó Tashigi.

-Bueno… él está…- dijo Connie algo triste.

-¿Estoy en donde?- preguntó Palaya apareciendo.

Connie sólo corrió y abrazó a su padre, parecía que el rayo no acabó con el padre de Connie, parecía que lo había esquivado tirándose al mar blanco. Las horas fueron pasando mientras que los Mugiwaras seguían descansando.

-Es hora de la fiesta, ¿no creen?- dijo Luffy.

-¿Ya tenemos todo listo?- preguntó Zoro.

-Si, el jefe de los Shandia ya aceptó nuestra propuesta. Dice que podemos empezar cuando queramos.- dijo Marianne.

-Entonces, vamos.- dijo Luffy.

 Por otro lado

Wiper despertó algo nervioso a Gan fall a un lado de él.

-¿Qué haces, Gan fall? ¿Acaso quieres pelear o algo? ¿De nuevo quieres la isla de Shandora para ti, verdad?- grito Wiper.

Gan fall sólo negó con la cabeza.

-Tranquilo Wiper-san, no habrá más peleas por la simple razón de que la guerra por fin terminó, ya no habrá más peleas.- dijo el jefe Shandia.

-Pero veo fuego afuera, eso significa que afuera hay una guerra, ¿no?- dijo Wiper.

El jefe sólo negó con la cabeza, en serio Wiper sólo veía peleas por todos lados. El jefe sólo abrió la cortina para que Wiper viera lo que estaba pasando afuera. Al hacerlo noto que no había pelea o algo por el estilo, todos estaban felices y celebrando que la guerra por fin terminó.

-¡Esta es la fiesta para celebrar el fin de la guerra!- grito Luffy.

Todos sólo gritaron y empezaron a bailar felizmente. Wiper sólo sonrió de manera algo tierna y vio al cielo, parecía que por fin había cumplido con la misión del jefe Kargara.

4 días de celebración más tarde

Al fin la fiesta terminó y los Sombrero de paja estaban tomando sus cosas para volver al mar azul. El equipo de Luffy, Nami, Vivi, Sanji, Reiju, Marianne y Chopper fueron hacia la serpiente para buscar el oro que los recordados sabían que ahí se encontraba. Al entrar vieron todo el oro que recordaban algo que puso feliz a Nami que casi se abalanza sobre Luffy pero sólo lo beso con amor.

Por otro lado

La tribu Shandia estaba recuperando la campana sagrada de Shandora que había caído por el mar blanco. Los Shandia junto a los ángeles de la isla del cielo estaban jalando la campana para recuperarla. También Gan fall, gracias a que no perdió la esperanza, encontró a sus fuerzas divinas que nunca traicionaron a su palabra de seguirlo hasta el final. Gan fall sólo les agradeció de corazón por haber creído en él y ellos sólo le agradecieron porque por fin la tiranía de Enel había acabado y todo era gracias a que el ayudo a los Mugiwaras.

El grupo que recuperaba la campana al final pudieron sacarla de ahí. La campana de oro era imponente pero a la misma vez había otra cosa que llamaba la atención y esto era el Poneglyph incrustado en la campana.

-Aunque la pelea por fin haya acabado, aún debemos proteger el mensaje de nuestros antepasados.- dijo el jefe Shandia.

-No creo que eso sea necesario, gran jefe Shandia.- dijo Robin apareciendo.

Todos sólo voltearon viendo a la arqueóloga Nico Robin caminando para leer el Poneglyph.

-El mensaje de este Poneglyph es otra instrucción para encontrar a Plutón el arma ancestral y también que deben proteger el mensaje hasta que alguien pueda leerlo.- dijo Robin apuntando la información del Poneglyph.

-¿Puedes leerlo?- preguntó el jefe Shandia.

-Si puedo. Eso dice aqui, aunque puede que este equivocada pero tambien dice que protegan la campana con los habitantes del cielo, la tierra debe compartirse entre hermanos.- dijo Robin con una sonrisa.

El jefe de los Shandia sólo sonrió al oír esto, parecía que la misión que les dejo Kargara al fin había sido completada.

-Oiga señorita, ¿no debería leer también el mensaje que está escrito en la campana?-

Robin miro el mensaje de Gol D Roger el Rey de los Piratas que decía que el viaje había acabado aquí y que por fin el Río Poneglyph había sido completado. Robin sabía el significado de esto: que aún había un largo camino que completar. Sin embargo, Robin le pidió permiso al jefe para poner un mensaje de Luffy a sus futuros hijos cuando ellos llegaran aquí. El jefe se lo permitió y ella puso el mensaje en el otro lado de la campana. Les pidió que cuando llegaran unos viajeros con los apellidos Monkey D los guiaran al mensaje.

-Bueno, antes de que te vayas señorita, sabemos que tu tripulación está apunto de irse y queremos darles un regalo.- dijo el jefe Shandia.

-No me digan, un pilar de la campana de oro. Es muy amable pero no es necesario.- dijo Robin.

-Insistimos mucho.- exclamaron rápidamente.

-Esta bien, si insisten.- dijo Robin resignada.

-¿Pero cómo lo llevamos? Se ve muy pesado. ¿Y será que quepa en su barco?-

-Podemos llevarlo tapado con una funda y que ellos lo corten para llevárselo.-

Por otro lado

Luffy y los demás tenían el oro de la serpiente con ellos, bastante de hecho, pero estaban esperando a que Robin volviera. Mientras lo hacían, Luffy practicaba sus técnicas con el “Ryou”. Debía concentrarse bastante bien, porque cuando bajaran  era posible que se enfrentarán a un marine muy fuerte que esperaba a Sombrero de paja Luffy.

-¿Cuanto falta para que venga Robin?- preguntó Usopp.

-No lo sé.- dijo Marianne.

-Los demás ya están en el barco, ¿que estará haciendo?- dijo Zoro.

-Y también Nami-san, ¿dónde estará?- preguntó Sanji.

-Nami fue a buscar algo y dijo que nos adelantaramos, que ella nos alcanzara.- dijo Luffy.

-¿Y cómo?- preguntó Vivi.

-Ya lo veran.- fue lo único que dijo Luffy.

-¡Chicos, perdón por la tardanza!- grito Robin.

-¿Qué es eso que tienen ellos? ¡Es un cañón gigante, saben que robamos oro, vienen a matarnos!- gritaron Jhonny y Yosaku asustados.

-¿Un cañón?- preguntó Zeimi.

-No creo que sea eso.- dijo Luffy divertido.

-Creo que es un pedazo de oro gigante.- dijo Marianne.

-Es verdad, pero es demasiado grande para poder llevarlo.- dijo Sanji.

Luffy pensaba: “Si puedo llevar todo ese oro puedo hacer más feliz a mi amada Nami.”

Entonces, Luffy se levantó y fue hacia ellos para decirles:

-Gracias por el regalo, ahora quisiera que lo dejen en el suelo y lo destapen.-

Hicieron lo que él pidió y Luffy sacó sus espadas D y Joy Boy. Entonces, realizó una serie de cortes y el pilar se cortó en 100 pedazos más fáciles de llevar.

-Ya esta, gracias por el pilar y lo aceptaremos con gusto. ¡Zoro, Sanji lleven los pedazos del pilar al Merry!- dijo Luffy con una sonrisa.

Los dos asintieron y Sanji le susurró con picardía.

-¿Lo hiciste para que Nami-san te recompense?-

Luffy lo miró con una mirada fría y Sanji entendió que se tenía que callar para luego llevarse los pedazos al Merry con Zoro.

-Muy bien, ahora vámonos.- dijo Luffy dirigiéndose al Merry.

-Si, vámonos.- dijo Usopp.

-Yo te sigo, papa.- dijo Chopper.

Entonces, Luffy gritó: 

-Gracias por el regalo y por la maravillosa aventura.-

Los Mugiwaras llegaron al Merry y cuando llegaron sólo subieron mientras iban directo al fin del mar de nubes. Este era el adiós a la isla del cielo, el fin de su segunda aventura ahí que Luffy y los recordados disfrutaron un montón.

-Que mal que acabo.- dijo Luffy.

-Espero que podamos volver aquí algún día.- dijo Chopper.

-Claro que lo haremos.- dijo Nami apareciendo con una sonrisa.

-¡Nami! ¿Cómo llegaste aquí?- preguntó Usopp.

-Jejeje, gracias al nuevo poder que Luffy me otorgo.- dijo Nami con una sonrisa gatuna.

-¿Qué poder?- preguntó Nojiko.

-Luego les diré.- dijo Nami.

-¡Adiós a mis hermanos y amigos, espero verlos después!- grito Bon-chan.

-Yo también, pero será complicado volver!- dijo Zoro.

-¡Adiós chicos, gracias por todo, en verdad son héroes!- gritó Connie.

-¡No lo somos, sólo somos piratas que ayudaron a gente en problemas! ¡Antes de que se me olvide, toma Connie!- grito Luffy.

Al decir esto, Luffy aventó su bandera pirata a las manos de Connie y la chica supo qué significaba esto.

-¡Adiós!- gritaron los Mugiwaras al bajar por la corriente directamente hacia el mar, pero fueron llevados más cómodamente por un pulpo que se inflaba cómo un globo.

-¡Esto es genial!- grito Vivi.

-¡Que divertido es esto!- grito Marianne.

-¡Adiós isla del cielo!- grito Yosaku.

-Extrañare la isla, pero era hora de volver.- dijo Sanji.

Mientras los Sombreros de paja bajaban, se podían oír las campanas que los despedían. Ellos sólo sonrieron al escucharlas, este era el comienzo de su próxima aventura que apenas iba a empezar. En la isla del cielo lo último que supieron es que todo estaría en calma, en paz y que la luz de Shandora jamás se apagaría ante nadie más y que Gan fall era otra vez el dios por decisión de todo el mundo, algo que sorprendió a Gan fall pero agradeció.

Las horas fueron pasando hasta que Nami les dio una sorpresa a todos y también a Luffy.

-Chicos, tengo una sorpresa para todos.- dijo Nami.

-¿Y qué es?- preguntó Nojiko emocionada.

-Miren en el cielo por allá.- dijo Nami señalando a una dirección.

Todos miraron y lo que vieron los dejó en shock.

-¡Ese es el arca de Enel!- gritó Usopp.

-¿Pero cómo?- preguntó Reiju.

Todos miraron a Nami y ella sólo sonrió cómo gata diciendo:

-Bueno, digamos que no sólo le quite su barco.- dijo ella haciendo aparecer chispas en sus dedos.

-¡Ya veo, le quitaste la fruta a Enel y se la diste a Nami.- dijo Usopp mirando a Luffy.

-Shishishi, así es ya que ella es la mejor para usar esa fruta con su control del clima.- dijo Luffy.

-¿Pero cómo le quitaste la fruta a ese idiota?- preguntó Zeimi.

-Poseo una habilidad única que se llama “Extracción de demonios” que me permite extraer el demonio de la fruta de una persona y ponerlo en una fruta cualquiera para dársela a quien yo quiera.- explicó Luffy.

-Ya veo, es una habilidad genial.- dijo Alvida.

-¿Y el barco?- preguntó Vivi.

-Cómo el barco sólo se puede mover gracias a mi poder, me lo llevo para convertirlo en mi propio barco.- dijo Nami con una sonrisa.

-¡Que bien hermanita, ahora puedes formar una tripulación para ti y tienes un poder increíble!- dijo Nojiko abrazando a su hermana.

-Y no sólo eso, con este poder Nami-san es intangible al ser un tipo Logia por lo que cualquier hombre que intente hacerle algo no lo lograra. El único hombre capaz de tocarla sin su permiso es Luffy al ser de goma.- dijo Sanji con una sonrisa.

-Es cierto, que suerte tiene Luffy.- dijo Nojiko.

-Shishishi, ahora me sentiré más tranquilo por eso.- dijo Luffy feliz.

-Y sobre la tripulación que tendré, ya tengo a mi primera nakama.- dijo Nami señalando al arca con una sonrisa.

Todos miraron y vieron a una persona saludandolos. Al ver más detenidamente la pudieron reconocer.

-¿No es esa la Shandia que estaba con ese tipo llamado Wiper?- preguntó Nojiko sorprendida.

-¡Que hermosa nakama se consiguió Nami-san!- dijo Sanji con ojos de corazones.

-¿Cómo y por que se unio a tu nueva tripulación, Nami?- preguntó Luffy.

-Ella vino hacia mí y me pidió que la dejaramos venir con nosotros y la convertí en mi primera nakama. El porque te va a sorprender Luffy: por ti.- explicó Nami con una sonrisa.

-¿Por mi?- preguntó el sorprendido.

-Asi es, ella me contó que tú la motivaste a seguir adelante y pude ver que ella te admira. Por lo tanto la reclute cómo mi nakama y cómo posible adición a tu harem.- dijo Nami con una sonrisa.

Luffy se quedó sin habla, las chicas tenían miradas de aceptación, los chicos sonreían y Sanji maldecía a D por toda la suerte de Luffy.

-Bueno dejando eso de lado, ¿trajeron diales de la isla del cielo, verdad?- preguntó Luffy.

-Así es y yo, Nojiko junto con Reiju crearemos maravillas con ellos.- dijo Usopp.

-A mi me gustaría una espada de relampago.- dijo Jhonny.

-A mi una de fuego.- dijo Yosaku.

-Bueno, ahora sólo descansamos hasta llegar a nuestro destino.-dijo Luffy.

-Tal vez deberías detener a Laizy.- dijo Zoro apuntando a una dirección.

Luffy miró y con horror vio a Laizy tratando de subir al pulpo cómo lo había hecho él en su vida pasada. Luffy a garro y la sujeto gritandole:

-¿Acaso estás loca? ¡Si vas allá arriba y saltas encima del pulpo le sacaras el aire y nosotros caeremos al mar cómo un meteoro!-

-Pero quiero hacerlo, se ve divertido.- dijo Laizy con un puchero.

-¡Ni hablar, sólo el más grande de los idiotas haría tal cosa!- grito Luffy furioso y con dientes de tiburón.

“¿No fue él el que hizo lo mismo en su vida pasada?” pensaron casi todos los recordados aguantandose la risa.

Dos días después

Los Mugiwaras estaban en una isla comprados. Gracias a Luffy y su ingenio derrotaron a los piratas Foxy algo rápido, aunque a decir verdad les dieron una paliza. Aunque Luffy no le quitó la fruta a Foxy. La razón: nadie la quería, sería buena para hacer misiones o algo por el estilo pero nadie la quería. Una lástima pero Luffy lo entendió. Ayudaron a un hombre y su yegua a reunirse con el nieto del hombre. Algo simple, pero el verdadero reto había aparecido y esto era algo que Luffy esperaba.

-Conque aquí estás.- dijo Luffy.

-Ese es…- dijo Usopp con calma.

-Así es, un almirante.- dijo Nami tranquila.

-No se preocupen chicos, yo me hago cargo y Robin sigue tranquila que sabes que él no te hará nada.- dijo Luffy mirando a Robin.

Todos sólo asintieron y Luffy caminó hacia el marine.

-Vaya, vaya, Mugiwara no Luffy se ve que eres muy confiado.- dijo Aokiji.

Luffy sólo se acomodó el sombrero y activó su segunda marcha.

Una batalla pronto comenzará: goma vs hielo. Una batalla de voluntades: la justicia verdadera contra la verdadera libertad.

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