Capitulo 21: Batalla Por Sephiroth Graal Parte 1

En la oscuridad de la noche, dos días al pasado el Rey Tepes caminaba entre los jardines de un Castillo, no era el dueño de este y tampoco pensaba serlo por un profundo respeto al dueño de este, algo que muchos Vampiros de su Faccion de algún modo respetaban. Sin embargo la idea de tomarlo, sólo sería posible si su Faccion era la única vencedora de esta gran disputa contra la Faccion Carmilla que hasta el momento no mostraba una intención de ceder al puesto de Líder.

- Rey Tepes, ¿Esta seguro que "El Lord" pidió su presencia aquí? - Preguntó un tanto seria la acompañante del Rey Tepes.

- De no ser así, no habría venido aquí en primer lugar - Respondió el Rey de la Faccion Tepes con tranquilidad.

Mientras avanzaba por el sendero del enorme Jardín, uno que parecía haber sido abandonado desde hace mucho al ver la vegetación excesiva. Incluso los senderos habían sido invadidos por la excesiva vegetación, causando que los ojos del Rey Tepes se pusieran serios.

- ¿No hay Servidumbre acaso? Esto da la impresión de que no a sido cuidado en mucho tiempo - Dijo el Rey Tepes a su acompañante.

- Desconozco la situación mi Rey, solo logre saber que las Flores de todos los Jardines del Castillo no florecen por el estado de ánimo de Lord Dracula - Dijo la acompañante que observo hacia su Rey. - Aunque eso cambiaría si usted se volviera el dueño de estas Tierras.

- Hmp - Dijo el Rey Tepes mientras en su rostro se formaba una sonrisa que mostraba sus intenciones. - ¿El dueño de estas Tierras? Que poca aspiración, yo no me conformaría con tan poco, a decir verdad, mi objetivo no son sólo estas Tierras, sino toda Rumania en sí.

Ante las palabras del Rey Tepes, sobre el rostro de la acompañante, apareció una sonrisa igual. Demostrando que a ella le fascinaba la idea de conquistar toda Rumania para la Faccion Tepes.

- Ufufu~ me disculpo por mi falta de visión mi Rey - Dijo la acompañante mientras seguía caminando detras tranquilamente. - Ser el Rey de toda Rumania suena mejor debo admitir.

- Naturalmente, ser el Rey de Rumania como lo fue Lord Dracula en el pasado es mi objetivo - Dijo el Rey Tepes antes de girar ligeramente hacia la Vampiro que lo acompañaba. - Uno que planeo alcanzar tarde o temprano, por lo que guarda el secreto por ahora, Ruxandra.

- No se preocupe, nadie sabrá cual es el objetivo del Rey aún si me torturan con una Cruz - Dijo Ruxandra mientras uno de sus dedos, se acercaba a sus labios.

Haciendo la señal del silencio, algo que dejo una sonrisa satisfecha en el Rey, el cual continuo avanzando. Mientras tras el iba Ruxandra con una débil sonrisa, a diferencia de los otros Vampiros de la Faccion Tepes. Ruxandra era la única a quien el Rey Tepes le podía confiar sus espaldas, esto por la gran lealtad que la Vampiro tenía hacia el, a tal punto que usaba su mismo estilo de peinado por la lealtad y admiración que sentía.

Algo raro de ver en un Vampiro que su mayoría no serían así de leales, incluso podrían traicionarse unos a otros. Algo diferente a Ruxandra, que prefería dar primero su vida por el Rey Tepes antes de siquiera pensar en Traicionarlo, era por eso que el Rey confiaba tanto en la Vampiro detrás suyo, dado que sabía a plenitud que nunca intentaría atacarlo por la espalda.

- Ruxandra, cuando terminemos aquí, quiero que me acompañes a cenar en mi habitación - Dijo con calma el Rey Tepes a Ruxandra.

Causando la sorpresa de la Vampiro, la cual después de asimilarlo, sonrió ante la invitación del Rey Tepes. Esto por el hecho de saber lo que significaba, para los Vampiros, la palabra Cena, vendría siendo lo mismo que el Desayuno para los Humanos, y para alguien del Título Rey significaba tomar la mejor sangre que había disponible por el momento.

No era la primera vez que la invitaba a cenar, anteriormente lo había hecho al menos nueve veces. Mismas, donde iba a su habitación donde el Rey tenía lista una virgen, misma que ambos mordian hasta sacarle cada gota de sangre, para luego tener sexo en la cama del Rey en un frenesí al haber saciado sus sed. Un momento especial para ambos que sin moderación lo hacían hasta la noche, o al menos lo era para Ruxandra que se sentía realizada al servirle a su Rey en todo lo que necesitará.

- Como usted lo ordene mi Rey, incluso creo recordar, que en un pueblo cerca de nuestro territorio hay una hermosa joven, que parece aún es virgen - Dijo Ruxandra con una sonrisa mientras el Rey Tepes seguía oyendo. - Enviaré un mensaje para que algunos la traigan y preparen para su llegada.

- Me parece bien - Dijo el Rey Tepes al momento de ver hacia el frente.

Notando así dos cosas, una que al fin se habia encontrado la entrada al Castillo, la otra era que del otro extremo de ese camino una mujer se acercaba. Siendo como el, acompañada por alguien más causando la seriedad de Ruxandra con sólo verlas acercase lentamente.

Causando la misma sorpresa de la otra parte al verlo, poniendo un rostro con gran seriedad mientras se acercaban a la ubicación del otro lentamente. Hasta estar frente a frente observándose uno al otro con cierta hostilidad, incluso se podría decir que querían matarse con violencia lo más pronto posible.

- Vaya, esto si es una sorpresa - Dijo el Rey Tepes mientras sonreía. - No creí que vendrías a este lugar, ¿Acaso me estas siguiendo para asesinarme?.

Pregunto con cierta diversión, ante lo que la dupla Vampiro Femenino vio e ignoro de algún modo.

- Hmp, de haber querido matarte, te habría dejado solo en el combate con Vasco Estrada, donde si no fuera por que mis subordinadas atraparon a la mayoría de sus Exorcistas para poder negociar, tu habrías muerto ante el - Dijo seriamente la mujer causando el ligero sobresalto del Rey Tepes.

Ya que oír el nombre del Monstruo de la Iglesia lo ponía nervioso, cualquier ser Sobrenatural que lo enfrentará sin duda se quedaría marcado. Sabiendo a la perfección que su supervivencia fue suerte absoluta, por lo que oir eso dejó ligeramente molesto al Rey.

- A veces olvido que carácter tienes... Reina Carmilla - Dijo el Rey Tepes a la Vampira que lo observaba seriamente ante cualquier movimiento. - Creo esa es la razón del por qué sigues soltera, con ese carácter, dudo que alguien se encuentre dispuesto a cortejarte.

- Sigue hablando, y te mostraré de lo que la Reina Carmilla es capaz en el apogeo de su Ira - Dijo seriamente la Reina Carmilla mientras creaba una mariposa con su Magia de Sangre.

Causando una sonrisa en el Rey Tepes al ver la mariposa, dado que sabía con creces que el carácter de la Reina, era por mucho el menos paciente. Incluso cuando algunos sugirieron que ambos engendraran un hijo para ser el Líder de los Vampiros, la Reina Carmilla sin dudarlo un segundo asesino a quienes habían sugerido eso, asegurando que preferia morir diez mil veces antes de tener un Heredero con el Rey Tepes.

- Oh~, que aterrador sono eso - Dijo el Rey Tepes mientras veía a la Reina de una forma tranquila. - ¿Pero estas en verdad segura de eso? Ambos somos conscientes de lo que pasara si nos enfrentamos a muerte.

- Naturalmente lo se, con tu inevitable muerte, La Faccion Carmilla se alzará con la victoria - Dijo la Reina Carmilla con seguridad.

Causando la ligera risa del Rey Tepes, mientras que Ruxandra se ponía sería ante la Magia de Sangre de la Reina, y de la acompañante que dio un paso al frente para hablar con su Reina.

- Mi Reina, temo recordarle el por qué estamos aquí - Dijo con ligera calma la Vampiro detrás de ella. - Si lo hacemos esperar sería una gran descortesía por nuestra parte, sin embargo, si la Reina desea asesinar al Rey Tepes ahora, me asegurare de que nadie la interrumpa en su objetivo, yo, Anastasia Carmilla prometo serle de utilidad en la batalla.

Sus palabras, así como la aparición de su espada, hicieron que Ruxandra sin pensarlo sacara su espada. Mostrando que no se quedaría quieta ante ella ni nadie, aumentando la tensión entre el cuarteto que estaba empezando a dar señales de pelea.

Tanto el Rey Tepes, así como la Reina Carmilla, estaban igualados en poder, eso sí hablaban de hace trescientos o doscientos años. Desde la última vez que se enfrentaron, jamás volvieron otra vez a combatir a petición de sus consejeros, diciendo que una pelea entre ellos de nuevo solo terminaria con ambos asesinandose mutuamente.

Algo totalmente diferente ahora que ya habian pasado varios años, en donde a ambos se les dio la oportunidad para el poder aumentar sus poder. Ambos sin duda estaban ansiosos, por ver si eran más fuertes que sus adversarios ahora que se podían enfrentar.

- Lamento interrumpir sus acalorada conversación... Rey y Reina, pero mis Madres me enviaron a buscarlos por que mi Padre, Lord Dracula los desea ver personalmente dentro del Jardín Real - Dijo la voz tranquila del Joven.

Quien apenas identificaron detuvieron sus acciones o pensamientos de pelear, esto por que ahora que el estaba ahí, la oportunidad de matarse se había ido y probablemente no aparecería pronto.

- Me disculpo Pricipe Vlad, espero que mis acciones no le hayan molestado o ofendido - Dijo la Reina Carmilla ante ese joven, mientras le hacía una leve reverencia.

- Digo lo mismo, nos dejamos llevar y olvidamos donde estábamos - Dijo el Rey Tepes haciendo una reverencia al Príncipe Vlad.

Quien solo observo como ambos con la educación suficiente le reverenciaban, algo que sus acompañantes hicieron al mismo tiempo que sus Rey y Reina. Sin duda habian olvidado que el Territorio en el que estaban por enfrentarse, era neutral y estaba prohibido pelear ahí a tal punto de castigar a quien lo hacía.

- No importa, el que se odien es por mi culpa, no soy lo suficientemente digno para el Trono como lo fue mi hermano Alucard - Dijo el Príncipe Vlad con un tono tranquilo antes de girarse. - Pero estoy seguro que al menos uno de los dos lo es, sin embargo no es momento para discutir eso.

Sus palabras les recordó a los presentes el por qué el Antiguo Rey Dracula no se había molestado en nombrar al sucesor de la Faccion Vampiro, pase a tener los hijos suficientemes para hacerlo. Tenía al príncipe Alucard, a las dos Princesas Anna y Lucía como posibles Herederos para la Faccion, sin embargo permitió que otros tomarán el lugar que por un lado le pertenecía a sus hijos.

- Mi padre espera, así que siganme en calma - Dijo Vlad mientras entraba al Castillo.

Guiando al cuarteto hacia la puerta, la cual no tardaron en cruzar, en un caso normal tendrían que esperar a que los dueños del Castillo les dejaran entrar a este, sin embargo Vlad era residente de ese lugar. Así que poseía la autoridad y permiso para dejarlos entrar, donde al observar bien, notaron lo sombrio del Castillo, dándole una apariencia que a ningun humano o Vampiro podría ni si quiera soportar al estas acostumbrados a una vida llena de lujos.

Pero eso era diferente de la Familia de Dracula que había decaído lentamente hasta su estado actual, iniciando desde el momento que murió el Hijo Mayor del Conde Dracula, Alucard, un nombre que estaba prohibido pronunciar si no eras de la Familia Real. Desde que llegó su muerte, la Familia fue decayendo al punto que ya no podían dirigir a todos los Vampiros, dando así al inicio de las Facciones Tepes y Carmilla que solo se pudieron formar gracias a que Dracula lo aprobó sin importarle más.

- "El aura del Castillo está más pesada de lo que recuerdo" - Pensó con seriedad la Reina Carmilla mientras caminaba por un enorme pasillo.

Con rumbo al Jardín, mientras el grupo caminaba, la mirada de la Reina sin la menor intención de ser irrespetuosa se poso sobre el enorme cuadro sobre una pared, la misma donde terminaban ese pasillo para dividirse en dos.

En el cuatro podía verse a Dracula con sus Esposas e hijos, entre ellos Alucard, quien a diferencia de sus hermanos se encontraba sentado en una silla igual a la de Dracula. Mientras que los demás se encontraban parados justo detrás de ambos rodeadolos, las Esposas estaban detrás de Dracula y los hijos detrás de Alucard, algo que la Reina Carmilla sin duda recordaba por el simple hecho de que ella había estado presente la noche cuando fue pintado.

Ver la pintura causó un suspiro mental mientras seguían al Príncipe que guio a todos al pasillo de la derecha, donde se mantuvieron caminando unos minutos notando las deplorables condiciones de ese castillo que alguna vez fue un lugar en extremo lujoso para todo Vampiro.

- Disculpe mi pregunta Príncipe - Dijo el Rey Tepes mientras seguían caminando en el pasillo. - Pero, ¿Por qué no hay un solo sirviente o esclavo en el Castillo?.

La pregunta del Rey hizo que Vlad solo se detuviera, provocando lo mismo con el resto que observaron al príncipe por unos segundos.

- Mis Madres ordenaron que todos los Sirvientes se fueran - Respondió Vlad mientras se giraba hacia el Rey Tepes con calma. - El humor de mi Padre se volvió tan violento, que hasta el más mínimo detalle lo ponía furioso, sin importar si tenía culpa o no lanzaba furiosamente un ataque que mataba todo sirviente o esclavo cercano a él, incluso yo me vi afectado por eso en algunas ocasiones, es por eso que mis madres ordenaron que el Castillo sin contar a los hijos se fueran.

- Entonces, ¿Sus hermanas también se vieron afectadas? - Pregunto la Reina Carmilla mientras que Vlad negaba.

- No, mis Madres les ordenaron estar lejos de mi padre - Dijo Vlad antes de reanudar su camino en silencio.

Causando que tanto el Rey como Reina intercambiarán una mirada seria ante lo que estaba por venir, al saber que el Dracula que ellos conocieron cambió y ahora era alguien totalmente diferente al que recordaban.

Al punto que sus Esposas temian por la seguridad de sus hijos, sin duda algo en verdad importante estaba por ocurrir y el que estuvieran ahí era prueba de eso mientras seguían al príncipe. Que llegó junto con ellos a unas escaleras, donde lentamente comenzó a subir pero en el momento que el Rey y la Reina tocaron el primer escalón con la planta de sus pies, se tensaron completamente.

Cada fibra de su cuerpo se tenso, como si les advirtiera que más arriba de esas escaleras estaba alguien peligroso. Esta sensación no era ajena, ellos ya habían sentido esto en el pasado al estar frente a dos personas, el primero era Vasco al ser un humano realmente aterrador, el segundo era el mismo Dracula.

En el pasado poseía un aura aterradora que obligaba a todo Vampiro a seguirle, un aura que nadie se atrevía a desafiar en lo absoluto. Misma que desapareció el día que el Príncipe Alucard murió en ese enfrentamiento, desde ese día todo Vampiro noto la decadencia de Dracula que ya no era apto para guiarles.

Fue gracias a esa decadencia de poder, que la Faccion Tepes, como la Faccion Carmilla existieron. Sin embargo, en el momento que subieron tanto el primer como el segundo escalón, entendieron que el Dracula que ellos conocieron no había cambiado, había retornado a su antiguo yo, Dracula había regresado y por la cantidad de aura que sentian se había fortalecido más que antes.

- Mi padre esta en el Jardín, solo pidió ver al Rey y Reina, sus sirvientes no se moverán de aquí - Dijo Vlad al llegar a una puerta.

La cual abrió con sus manos dejando el paso a ambos Líderes, que con una sola mirada, ordenaron a sus sirvientes que esperaran ahí mientras ellos cruzaban la puerta al jardín. Uno que diferente a aquel que estaba en la entrada, tenía el doble de vegetación e incluso el aire en sus alrededores era aún más pesado al que se podía sentir en el castillo.

Ambos avanzaron en silencio dentro de ese sombrío jardín, siguiendo el camino de piedras que sabían los llevaría hacia el centro del Jardín. Pero mientras más se acercaban, más pesada se hacía todo el aire al punto que cualquier Vampiro caería al suelo o se negaría a continuar como ellos que gracias a su fuerza aun podían continuar caminando.

Sin embargo, toda fuerza que tuvieran les fallo en el momento que llegaron al centro del jardín donde una figura aún sin moverse, desprendía un aura más que aterradora. Tanto que hizo caer al Rey Tepes sobre su rodilla ante toda la presión del aura perteneciente a aquel parado en el centro, el cual sólo se giro lentamente hacia ellos causando que la Reina Carmilla cayera también sobre su rodilla al igual que el Rey Tepes.

- Los e estaba esperando... - Dijo con el tono más sombrio el antiguo Líder de los Vampiros, Dracula. - Rey Tepes... Reina Carmilla.

Ante la mención de sus Títulos, el dúo al instante bajo la cabeza al suelo, con clara señal de sumisión ante ese ser al que una vez llamaron su señor. Quien al ver que ambos Vampiros se habían sometido, comenzó a observarlos del mismo modo que lo haría un Cazador con una presa.

- Mi Lord, me alegra verlo una vez más después de tantos años, admiro como a conservado sus poderes, e incluso llego a aumentarlos mucho más que antes al punto que está Sierva suya no se atreve a mirarlo a los ojos como un igual - Dijo la Reina Carmilla causando la sorpresa del Rey Tepes.

- Ileana Carmilla, haz crecido durante todos estos años, ya no eres esa Joven ingenua e indecisa del pasado, ahora eres una mujer capaz y fuerte - Dijo Dracula sombríamente mientras se limitaba a ver a la mencionada.

- No soy digna de sus palabras mi Lord, tengo un largo camino que recorrer si deseo acercarme a ser como usted, un verdadero Líder - Dijo Ileana Carmilla ante lo que Dracula solo la observo en silencio, dejando al Rey Tepes como el más perdido del lugar.

Dado que el había estado tan asustado que había olvidado saludar a Dracula, por lo que levantó su rostro de forma ligera para poder verlo. Sin embargo apenas levantó su rostro otra voz hizo presente deteniendo sus intenciones, esto al haber recibido un corte sobre toda su frente.

- ¿Quien te dijo que podías levantar tu mirada? - Dijo una voz algo cercana a Ileana Carmilla, que giro su mirada al origen de la voz. - No olvides a quien tienes parado enfrente Rǎzvan Tepes, veo que sigues siendo el mismo chico irrespetuoso de hace trescientos años.

Las palabras de la mujer tensaron con creces al Rey Tepes, esto por que el no había esperado la presencia de las tres Esposas de Dracula. La cual camino de manera tranquila hacia ellos, dejando claro que podía soportar la presión de poder de su Esposo, quien mantenía la mirada tranquila ante su llegada.

Una de las Tres Esposas Principales del Conde Dracula, Mina, antes conocida y llamada como Mina Harker. La antigua Novia y Prometida de Jonathan Harker, un hombre de negocios que cometió el error de entrar al Castillo del Conde en el pasado para hacer negocios.

En la versión oficial que se publico en el pasado, se dijo que Dracula murió a causa de Jonathan. Quien relato haber clavado una estaca de madera sobre el pecho del Vampiro, para luego dejarlo expuesto al sol cuando amaneció, pero aún si se relato y se publicó no fue más que un cuento de terror para muchos.

Sin saber que pase a ser real, lo que se relato en palabras de Jonathan era con totalidad falso, Dracula jamás murió o se expuso al sol. La realidad fue que en esa noche, dentro de ese cementerio el Conde Dracula siempre tuvo el control de los sucesos a tal punto que Jonathan deseando mantenerse con vida hizo un trato con Dracula.

A cambio de perdonar su vida, el daría a su Novia y Prometida al Conde, como una retribución por sus acciones. Claro que en el momento que menciono eso, su Novia y Prometida Mina estaba ahí escuchándolo todo, fue testigo de como el hombre que amaba la intercambio a cambio de su propia vida.

Con el trato concretado, Dracula tomó a Mina Harker consigo, al igual que Lucy Westenra a que había transformado en Vampiro anteriormente. Ambas fueron transformadas en su totalidad, dejando su humanidad atrás para ser Vampiros y Esposas Oficiales del Conde Dracula a quien terminaron amando después que el Conde les borrara sus recuerdos por otros donde habían estado con el desde el inicio de los tiempos.

- Es un verdadero placer verla una vez más... Lady Mina - Dijo Ileana Carmilla mientras mantenía su cabeza abajo en todo momento. - Sigue siendo igual de hermosa como hace trescientos años, no, es aún más hermosa que antes.

- Oh~ Ileana Carmilla, veo que dejaste tu inmadurez para ser una mujer que es digna de acompañarse - Dijo Mina seriamente mientras la veia. - Hmp, al menos uno de ustedes tiene derecho a llamarse Rey, o en este caso Reina.

Ante sus palabras Rǎzvan se mantuvo en silencio, no había duda de que dio una mala impresión después de estar lejos por tantos años.

- Me disculpo por mis acciones - Dijo Rǎzvan con pesar mientras mantenía con calma su cabeza hacia abajo.

- Supongo que el paso del tiempo no es suficiente para hacer que alguien deje su inmadurez atrás - Dijo una voz con calma y burla al Rey Tepes que supo al instante quien era. - Aún así, su poder es suficiente como para perdonarlo, al menos por ahora.

- No esperaba su presencia, Lady Lucy - Dijo Rǎzvan Tepes mientras la Vampiro se paraba a su lado con una expresión sería.

- ¿Por qué no lo estaría Rǎzvan? Oí qué los Líderes Tepes y Carmilla vendrían a acompañarnos después de tantos años, así que decidí venir y confirmar si todo lo que oíamos de ustedes era verdad, y veo por mi misma que es así - Dijo con decepción la segunda esposa del Conde Dracula, Lucy Wensterna.

Algo que sorprendió a ambos Líderes, a ambos no se les hizo desconocido que la Familia Real de Vampiros los vigilará, lo que sorprendió a ambos Líderes fueron los niveles de poder que expulsaban las dos Vampiros. Con sólo verles caminar, ambos entendieron que la Familia Real no había disminuido en lo más mínimo en poder, sino todo lo contrario, habían estado fortaleciéndose todos estos años.

- Me disculpo si no cumplimos alguna o todas sus expectativas - Dijo Ileana con pesar mientras aún mantenía abajo su cabeza y mirada.

- Al menos reconoces que nos fallaste, es digno de un Líder reconocer todos sus errores y aprender de ellos para jamás volver a cometerlos - Dijo Mina mientras miraba a Dracula. - ¿Piensas igual, querido?.

- Sus palabras y actos valen algunos de mis elogios, sin embargo, Rǎzvan no se queda atrás, has cumplido con algunas de mis expectativas, sin embargo, todo tu Liderazgo deja mucho que desear, si eso continúa la Faccion Tepes te dejará de seguir tarde o temprano - Dijo con el mismo tono el Conde Dracula. - Pero no los llame por esa razón, así que dejen a un lado todo eso, por que ahora ambas Facciones dejaran de existir.

Ante esas palabras ambos Vampiros se sorprendieron, tanto que levantaron la mirada hacia el Vampiro más poderoso en existencia. El cual los observo sin el más mínimo cambio en su rostro, uno que les respondía si habían oído bien sus palabras o no.

- ¿Dejaran de existir? - Dijo confundida la Reina de la Faccion Carmilla, Ileana Carmilla. - ¿A que se refiere con eso?.

- Pregunto lo mismo, ¿A que se refiere al decir que dejaran de existir? - Dijo con confusión el Rey de la Faccion Tepes, Rǎzvan Tepes.

- Es lo que oyeron, ambas Facciones ya no existirán más, la razón es por que a partir de esta noche mi esposo volverá a tomar el Liderazgo de los Vampiros y que estén divididos es una estupidez a la cual hay que eliminar - Dijo una voz más proveniente detrás del duo de Ex Líderes.

Los cuales giraron sus miradas hacia el origen de la voz, observando la llegada de una Vampira que emanaba un aura similar al de las dos Esposas de Dracula.

- De lo contrario, ¿Para que otra razón se les iba a convocar esta noche? - Dijo al caminar hacia ellos.

La Tercera Esposa de Dracula, Cattleya Balduarte, ella a diferencia de las otras dos fue la primera esposa de Dracula y al mismo tiempo, fue la Esposa que dio a luz al Príncipe Alucard. Al igual que a la Princesa Anna, mientras que las dos Esposas restantes sólo le habían dado a Dracula un único hijo, Lucy dio a luz al Príncipe Vlad, mientras que Mina dio a luz a la Princesa Lucía.

- Los Vampiros deben volver a ser uno, estén de acuerdo o no - Dijo Cattleya al duo de ex líderes.

Pero aún con las palabras de Cattleya, los Ex Lideres Vampiros se miraron al menos por un instante, tratando de un modo realista de confirmar todo lo que se les había dicho. Si era correcto o no, en donde percataron de que era real y no una mala comunicación entre ellos como habían deseado.

- Pero... ¿Por que razón? - Pregunto con duda Rǎzvan mientras miraba hacia el de nuevo regente de los Vampiros. - No estuvo en contra cuando iniciamos con esta disputa, al contrario, la apoyo todo el tiempo sin importarle quien ganará.

- Concuerdo con Rǎzvan, durante estos trecientos años dejo que guiaramos del modo que quisiéramos a los Vampiros, pero ahora nos ordena desistir de eso y unificar nuevamente a los Vampiros en este momento - Dijo Ileana mientras su mirada veía a Dracula. - Acaso... ¿Tiene que ver con la reaparición del Portador de los Ojos De Serpiente?.

Ante su mención toda el aura sobre el Vampiro más antiguo se hizo pesada y peligrosa, indicando el odio que tenía guardado en contra del Portador. Algo que Rǎzvan e Ileana comprendieron casi al instante al unir los puntos, esto no era por que Dracula superara al fin la muerte de su hijo, al contrario, esto no era más que una simple Venganza por el Principe Alucard qué murió en un ataque del Portador de los Ojos De Serpiente en el pasado.

- Si me permite expresar mi opinión de esto Lord Dracula, creo que enfrentar a el Portador los Ojos De Serpiente podría no ser una buena idea mi señor, se dice que este Portador es el más poderoso en existencia, tanto que supera al poder de su predecesor - Dijo Rǎzvan mientras se mantenía con la mirada baja de nuevo.

- Opino lo mismo que Rǎzvan mi Lord, actualmente las Facciones Bíblicas han dado inicio a su búsqueda para matar así como destruir los ojos de una vez por todas - Dijo Ileana mientras tenía baja la cabeza, esperando la respuesta de Dracula.

Una respuesta qué no recibieron por al menos un par de segundos en los que el Vampiro se limito a observarlos, dando a ambos una extraña sensación de que algo más estaba pasando, algo que solo se confirmó cuando Dracula les hablo.

- Independientemente de si busco o no Venganza, el Portador vendrá por que los Vampiros tienen algo que el desea sin dudas - Dijo Dracula ante ambos líderes.

Qué notaron la llegada de dos Siervos, a los cuales ambos reconocieron al verlos ahí parados. Sin embargo la sorpresa de Ileana no se comparo al de Rǎzvan, qué miraba atónito a la joven que traían los Siervos de Dracula qué eran similares a dos armaduras negras con ojos rojos en las aperturas de sus cascos.

- ¿Valerie...? - Dijo Rǎzvan atónito al ver a su hija siendo custodiada por aquellas dos armaduras negras.

- ¿Tu hija? - Dijo Ileana sorprendida al ver a la joven y a Rǎzvan al lado suyo.

- ¿Por qué ella está aquí? - Dijo Rǎzvan con seriedad a Dracula qué solo dio un par de pasos hacia la Dhampir qué aun estaba entre sus Siervos.

- ¿Qué por qué está aquí? - Dijo Drácula con voz sombría mientras se paraba en frente de Valerie quien miraba hacia el suelo aun temerosa. - Dime Rǎzvan, ¿En verdad creíste que lo ibas a poder tener en secreto para siempre? La existencia de Valerie es única, incluso los Carmilla no saben realmente de su existencia, de otra forma no habrian permitido qué la Dhampir hija de Rǎzvan Tepes creciera si supieran que ella es portadora de una Reliquea Santa... El Sephiroth Graal.

Ante la mención de esa Longuinus, los ojos de Ileana se abrieron en par, ante lo cual Rǎzvan simplemente suspiro al ver que lo que hacía especial a su hija, había salido a la luz. Incluso Ileana sin meditarlo pudo entender el por que el poder de la Faccion Tepes creció de un momento para otro, la respuesta estaba en Valerie qué poseía una Screed Gear de Clase Longuinus, misma que de una forma segura había sido usada para así poder aumentar el poder de los Tepes a gran escala.

- "Así que ese es el por que crecieron de manera rápida y lograron abrumar sin tantos problemas a todos mis Soldados" - Pensó Ileana sería mientras miraba a Valerie qué mantenía la cabeza baja.

- El Sephiroth Graal de Valerie es el por que el Portador de los Ojos vendrá aquí a Rumania, el necesita de su poder o al menos eso se presume - Dijo Cattleya a ambos líderes de un modo sombrío.

Sus palabras dejaron claro cual era el plan de la Familia Real, usar a Valerie para atraer al Portador de los Ojos de Serpiente actual al Castillo. En donde podrían tenderle una trampa para así poder matarlo y cobrar Venganza por fin para el Príncipe Caido, Alucard.

- Asi qué usarán a Valerie de carnada para traerlo aquí... - Dijo casi en un susurro Rǎzvan mientras Dracula giraba al haber logrado oír eso.

- No me digas que le has comenzado a tomar cariño a esta Dhampir Rǎzvan, sería raro considerando todo lo que le has hecho pasar para tu beneficio y la de tu hijo Marius Tepes - Dijo Dracula mientras acariciaba con delicadeza la cabeza de Valerie. - Y la prueba de eso son sus ojos, mismos que han perdido parte de su brillo por el uso excesivo del Sephiroth Graal.

Ante esas palabras Dracula levanto con ligera brusquedad el rostro de Valerie, quien sin poder evitarlo encaro al líder más poderoso de los Vampiros.

- Si no te importa abusar del Sephiroth Graal hasta hasta que Valerie se rompa, ¿Por qué te debería preocupar qué sea usada como carnada para el Portador? Si su destino es morir mentalmente así como espiritualmente, da igual como termine su vida, ¿No lo crees? - Dijo de forma sombría Dracula mientras daba unos pasos hacia Rǎzvan quien solo se limito a bajar la mirada nuevamente.

Algo que Dracula ignoro mientras veía a Ileana qué no pudo evitar tensarse al sentirlo así de cerca, incluso sintió una gran necesidad de retroceder.

- Aunque tampoco eres el único que a intentado ocultar algo Rǎzvan... Ileana también oculto algo muy importante y hasta el día de hoy nadie sabia que eso estaba en su poder - Dijo Dracula ante lo cual Ileana se sorprendió. - Déjame felicitarte por esto Ileana, lo ocultaste bien a diferencia de Rǎzvan qué trato de ocultar a Valerie pero no tardamos en descubrirlo.

Sus palabras dejaban claro que estaba de un modo moderado de buen humor, uno que en la experiencia de ambos se podía cambiar fácilmente con sólo una palabra o un solo movimiento por parte de ambos.

- Aunque me dolió ver que no pensaste en regresarlo con nosotros ¿Sabes? Sin dudas fue muy osado de tu parte Ileana debo admitirlo - Dijo Dracula mientras las Esposas del mencionado miraban a Ileana seriamente.

Quien ante sus miradas simplemente cerro sus ojos, aceptando a cualquier ataque o castigo qué quisieran darle a la Vampiro, qué al notar que no había Intención asesina procedió a hablar y explicar el por que de sus acciones.

- Me disculpo por eso Lord Dracula, se que debí informarle antes que estaba en posesión de eso, pero le prometi al Príncipe Alucard qué resguardaria su Tesoro hasta que mi tiempo terminara en este mundo - Dijo Ileana mientras la madre del mencionado suspiraba con cierta decepción.

- Si Alucard te lo encomendó, entonces no veo razón para castigarte por eso, lo has cuidado perfectamente estos años - Dijo Cattleya mientras miraba hacia su esposo Dracula. - Pero por ahora eso es lo de menos, Querido aun tenemos algo que hacer antes de iniciar con todos los preparativos.

- Cierto, tenemos cosas que hacer aun, por el momento retírense y regresen a sus Territorios e informen lo que les e dicho ahora, regresen mañana con sus soldados - Dijo Dracula mientras se iba alejando del lugar acompañado de sus esposas y Siervos qué custodiaban a la Dhampir en silencio.

Dejando solos a ambos qué un vez sus cuerpos se relajaron, soltaron un leve suspiro mientras Ileana se ponía al fin de pie con algo de dificultad, donde su hasta hace unas horas enemigo imito.

- Supongo que nos equivocamos - Dijo Rǎzvan mientras miraba a Ileana qué simplemente lo observo un momento.

- Guarda tus palabras, sabes que ahora nos vigila... Así que solo haz lo que nos ordenó - Dijo Ileana mientras se giraba hacia la salida del Jardín.

- Lo se - Respondió Rǎzvan mientras seguía a Ileana a la salida del Jardín.

Donde una vez salieron, se reunieron con sus Siervos para luego retornar a sus territorios, donde simplemente se limitaron a dar la noticia de que ellos ya no serían los dirigentes, sino que el mismo Lord Dracula retomaría todas sus funciones.

Tiempo actual: Ubicación - Pasillos Del Castillo De Dracula

Mientras recordaban lo sucedido, tanto Rǎzvan como Ileana caminaban por los pasillos del Castillo con dirección hacia la entrada principal, donde solo iban en compañía de sus sirvientes más leales a quienes simplemente le dirigieron una mirada antes de continuar. Pero cuanto más avanzaban más soldados se iban al momento uniendo a ellos, siguiéndolos sin hacer un solo sonido donde incluso todos ahora vestían el mismo uniforme qué alguna vez usaron en el pasado.

- Mi Lady - Llamo Anastasia a Ileana al momento de acercarse unos pasos. - Su orden ya fue efectuada, a toda Vampiro Femenino se le entregó una pastilla del suicidio, todo en caso de que lleguen a ser capturadas o se encuentren con el Portador.

- Perfecto - Dijo Ileana mientras veía de reojo a Rǎzvan quien se mantenia serio a su lado. - ¿No estas demasiado serio? No te había visto de esa manera desde que peleamos contra Vasco Estrada.

- El por que es obvio - Dijo Rǎzvan con la misma seriedad. - Nos enfrentamos de frente contra un ser peligroso, aun más que Vasco Estrada, un ser al que incluso las Tres Facciones Bíblicas temen.

- Lo dices como si fueras un objetivo de ese ser Rǎzvan, deberías de estar feliz y aliviado de ser Hombre - Dijo Ileana sin dejar de mirar al frente. - No corres los mismos peligros qué yo al ser Hombre, como mujer se lo que me pasara si me encuentro con el Portador y lo que les pasara a las Vampiros qué se lleguen a encontrar con el, incluso Ruxandra es consciente de eso ¿No?.

Sus palabras solo hicieron qué tanto la mencionada como las demás Vampiros presentes la miraran, mientras qué con cierto temor notaban el final de pasillo, uno que no querían cruzar, esto por el simple hecho de que las palabras de la antigua Reina Carmilla eran verdad.

Como mujeres sabían perfectamente que encontrarse con el Portador solo significaba su fin, era por eso que se habían utilizado varias vendas sobre sus cuerpos para ocultar sus rasgos femeninos. Esto para poder mezclar toda sus figura con la de los hombres que tenían la orden de asesinar a las Vampiros Femeninos si el Portador o sus sirvientes las atrapaban.

- Supongo que tienes razón, aun así no estamos exentos de peligro, todos aquí corremos peligro de un modo u otro - Dijo Rǎzvan mientras llegaba al final del pasillo junto a los demás.

Donde pudieron observar las escaleras qué llevaban a la puerta principal, una puerta que ahora estaba custodiada en su totalidad por varios soldados qué se encontraban usando armaduras de un color negro. Algo que Ileana y Rǎzvan observaron seriamente mientras solo intercambiaban una mirada antes de tomar una escalera diferente que los llevaba a una sección diferente del Castillo de Dracula.

Ambos tenían que proteger un lado del Castillo, por lo que simplemente fueron a sus posiciones siguiendo el plan que a su ahora nuevamente Líder les dijo que siguieran aun si no parecía factible del todo, incluso hubieron varios de ellos a los que le pareció un suicidio pelear en contra del Portador de los Ojos de esta manera tan abierta.

Una en la que realmente dudaban en si iba a funcionar, esto por que tenían las suficientes dudas como para cuestionar este extraño plan. Un plan que obligaba a las Vampiro Femenino a pelear, nadie se habría sorprendido si Dracula solo le ordenaba a los Vampiros Masculinos el pelear ahora, sin embargo había dado a todos la misma orden, el proteger tanto como pudieran el Castillo y matar si les era posible al Portador de los Ojos, algo que ninguno en si veía posible.

- Esto es un suicidio... - Dijo un soldado en las afueras del Castillo, parado en el muro qué protegía el castillo junto con un escuadron de Vampiros. - Es como si esperáramos la muerte en este lugar.

- Hmp, si quieres morir adelante pero aún si mi destino es morir hoy, voy a pelear hasta el final - Dijo otro de los Vampiros parado a unos metros de el.

- Para ti es fácil decirlo, ustedes cuatro tendrán la fortuna de morir si llegan a encontrarse con el Portador - Dijo una Vampiro qué como ellos usaba casco y el mismo uniforme. - Nosotras tres nos tendremos que suicidar a tiempo, sino nos convertiremos en las esclavas del Portador de los Ojos De Serpiente.

Sus palabras hicieron qué los Vampiros Masculinos recordarán qué habían sido divididos en equipos en diferentes tipos de sectores del pueblo, constando de un total de siete miembros, tres mujeres y cuatro hombres.

- Tiene un punto, el Portador sin duda nos matará cuando nos vea, pero en el caso de ellas puede que las termine en más de una manera violandolas hasta que mueran de cansancio - Dijo el otro Vampiro ante lo cual las tres Vampiros Femeninos lo observaron seriamente.

- Suena horrible pero es la realidad, si soy sincero me siento afortunado, ser hombre me exento de un cruel destino a diferencia de... - Dijo otro que estaba parado a unos metros antes parar.

Su cuerpo como el de sus compañeros, se había tensado por completo, incluso sintieron un enorme escalofrío subir y paralizarlos completamente. Incluso el escuadrón a varios metros de ellos, fue de igual manera afectado por el mismo modo, ninguno fue capaz de moverse o decir algo, todos sentían lo mismo.

Algo realmente peligroso se acercaba a ese lugar, antes habían siendo una rara tensión sobre sus cuerpos, qué advertía la presencia de algo peligroso. Pero con el sentimiento actual, el sentimiento no se podía comparar con el anterior, más aún el sentimiento de peligro anterior palidecia con el que sentían ahora.

Tanto que de forma inconsciente, todos se giraron lentamente hacia el exterior del muro, un lugar rodeado de árboles y una espesa neblina. La luz de la luna brillo nuevamente cuando las nubes le dejaron de cubrir, permitiendo de una forma vaga dislumbrar a una figura en camino hacia ellos, con un caminar qué demostraba lo tranquilo que estaba.

Un acto qué solo infundió más temor al corazón de los presentes, mismo que se transformo en terror al notar que aun a pesar de la espesa neblina. Pudieron de manera clara visualizar, un par de Ojos Esmeralda qué brillaban dentro de toda esa neblina, misma que de un momento a otro mostró a más de una figura salir de la niebla, portando esos mismos ojos esmeraldas qué al instante cargaron sin vacilar hacia el muro.

Ocasionando qué todos los Vampiros se pusieran alertas al instante, pero antes de que si quera pudieran desenfundar una Espada o dar la alarma, una mujer castaña descendió del cielo como si de un ángel se tratara, sin embargo antes de que pudieran reaccionar ante eso o cualquier otra cosa.

Varias espadas con diferentes diseños, aparecieron en silencio, y atravesaron la frente de varios Vampiros. Dejando únicamente a las Vampiras, qué pase a observar eso no pudieron moverse, no hasta que más de una sombra negra se mostró saltando el muro, llegando a la adarve del muro, mismo lugar donde estaban ellas y los ahora cadáveres de sus compañeros. (Adarve: Corredor situado sobre una muralla.)

En donde sin tener una oportunidad de reaccionar, fueron derribadas cada una por una de las sombras. Qué resultaron ser para sus terror, Mujeres Sometidas, quienes sin pensárselo les arrebataron los cascos y sin darles algo de tiempo a las vampiros, introdujeron dos de sus dedos en sus bocas.

Dejando sorprendidas a las Vampiros, y la razón de eso era por qué se les había entregado una pastilla de suicidio. Una que habían guardado en el interior de sus bocas para usarlo inmediatamente en caso de encontrar al Portador, pero para sus sorpresa y terror el uso de las pastillas ya había sido contemplada de manera precisa por el Portador de los Ojos De Serpiente.

Quien les había ordenado a las mujeres sometidas el arrebatarles la pastilla tan pronto las derribaran, algo que habían logrado al ver la pastilla entre los dedos de las mujeres que las derribaron.

- Los Vampiros no le son de utilidad al Maestro, pero tu... Al ser una Mujer lo serás - Dijo una de las Alumnas de Kou mientras mordía ligeramente la punta de su lengua. - Y al final tu también lo disfrutarás.

Fueron sus palabras antes de besar por la fuerza a la Vampiro, quien solo vio la acción de la joven con sorpresa. Incluso sus compañeras habían reaccionado de la misma manera al pasarles lo mismo, cada una de ellas había sido derribada o acorralada para luego ser besadas a la fuerza por las jóvenes, dejándolas mas confundidas qué antes.

Sin embargo pronto entendieron el por que habían hecho eso, al momento que las besaron, las lenguas de las chicas se introdujeron rápidamente en sus bocas, permitiendoles sentir algunas gotas de su sangre. Misma sangre que al entrar en contacto con sus Lenguas, quedaron sorprendidas nuevamente, tanto que al instante fueron ellas las que abrazaron a las jóvenes y comenzaron a chupar la sangre que salía de sus Lenguas.

Algo que las jóvenes permitieron antes de retroceder bruscamente, dejando al Vampiro debajo suyos completamente extasiado, tanto que parecía que había experimentado algún tipo de orgasmo, causando una sonrisa en todas qué sin esperar más les susurraron al oído.

- Si mi sangre logro extasiarte de esta forma, imagina que hará la Sangre de mi Maestro contigo~... Si la quieres, te tendrás que ganar su favor y sabes de sobra qué debes hacer - Dijeron todas las Alumnas de Kou a las Vampiros en el suelo antes de levantarse.

Y seguir con sus camino, dejando a las Vampiros en el suelo respirando de un modo agitado e incluso desesperado al punto que apretaban con fuerza lo que tuvieran al alcance. Algunas se habían quedado atónitas en el suelo, otras con un gran Lujuria habían comenzado de manera desesperada a complacerse en el suelo, ya fuera tocando sus pechos o sus vaginas, tratando de recrear lo que habían sentido al beber esa sangre.

Ninguna de ellas estaba cuerda en ese instante, todas sentían su cuerpo estar dentro de un limbo placentero qué no habían sentido antes. La sangre de las Alumnas de Kou habían cambiado por causa de Issei, al haberlas sometido les entrego el físico de Serpiente, uno que se podría asemejarse al suyo en varios aspectos.

Sin embargo seguía siendo inferior en verios niveles, así que si esto se logro a pesar de ser un fisico inferior, ¿Que es lo que lograría un fisico superior como el de Issei?. Quien de manera tranquila llego a la puerta de la muralla, la cual a pesar de haber sido sellada antes.

Comenzo a abrirse lentamente, justo en el momento que Issei estaba a dos o tres pasos de la entrada, la cual apenas llego a abrirse mostró dos líneas de Vampiros Femeninos arrodilladas a los costados, a forma de permitirle pasar por el centro del camino.

- Le damos la bienvenida al Maestro... - Dijeron todas las Vampiros al unísono.

Causando la sonrisa de las alumnas de Kou que aún estaban sobre el muro, lo cual también se contagio a Murayama, la cual observo a todas las Vampiros al instante. Ninguna de ellas le presto un grado de atención a la True Longuinus Corrupta en la mano de Issei, sino que se habían concentrado totalmente con su rostro el cual se giraba ligeramente para verlas a todas.

Lo cual duro hasta que se enfoco en la única Vampiro, qué estaba arrodillada en el centro del camino. La cual había sido encadenada para evitar que fuera a cometer una tontería, a diferencia de las demás no vestía la armadura qué la marcaba como miembro de Faccion de Dracula, sino que mantuvo las ropas y diseños de la Faccion Carmilla.

Claramente estaba en contra de toda la alianza con los Tepes, incluso ver como actuaban sus compañeras de Faccion al igual qué sus enemigas en su precencia le parecía más que ridículo. Sin duda el precenciar esto le causaba náuseas más al saber que su vestimenta actual era la más humillante posible al mostrarle de una manera involuntaria sus atributos femeninos, lo que por inercia hizo qué Issei lo notará fácilmente, por lo que se giro lentamente hacia Murayama qué simplemente alzó los hombros.

- ¿Cuál es tu nombre? - Pregunto Issei a la Vampiro con una voz más gruesa a causa de la máscara.

- Púdrete... - Respondió con veneno la Vampiro causando una mirada algo divertida en las Alumnas de Kou.

Normalmente se pondrían furiosas en gran medida si alguno insultara a Issei de esa manera, sin embargo sabían de ante mano que no importaba qué tanto se negaran o que tan obstinadas fueran al principio. Siempre terminaban de un modo u otro cediendo ante los encantos de Issei, y haberlo hecho hasta ahora se podía definir como la mejor decisión de sus vidas.

- ¿Cuál es tu nombre? - Pregunto Issei de nuevo mientras sus ojos brillaban.

Causando un gemido por lo bajo de la Vampiro mientras cerraba sus piernas así como bajaba su mirada, evitando a la mayoría notar su sonrojo debido al poder de los Ojos De Serpiente.

- Angélica... - Respondió la Vampiro en un tono ligeramente apagado. - Ese es mi nombre, Angélica Carmilla.

- ¿Carmilla? Ya veo, así que tu eres la hermana menor de la Reina Carmilla, la Futura Heredera de la Faccion si la Reina no engendra un Heredero - Dijo Issei mientras la Heredera lo veía a los ojos con enojo. - Ese sería el caso sino fuera por que quienes te apoyan son menos de los que apoyan a Anastasia Carmilla, es curioso ¿Sabes? Que los Vampiros qué valoran el Linaje vean y apoyen más a Anastasia qué es una adoptada en la Faccion Carmilla, qué a ti que posees el Linaje de Carmilla.

- Impresionante... No esperaba que el infame portador de los Ojos supiera a que desgracias me enfrento - Dijo con ironía Angélica mientras veia a Issei.

- Se muchas cosas pequeña, pero no es el momento para hablar de eso y los soldados qué se acercan lo saben así que voy a decírtelo una vez - Dijo Issei mientras tomaba del menton a la Heredera. - Unete a mi y veras lo que verdaderamente importa dentro de este mundo, las posiciones como las de un Heredero no tendran ninguna importancia más adelante.

Ante esas palabras Angélica levanto su rostro y encaro a Issei quien ahora con seriedad la observaba en espera de una respuesta a su propuesta. Algo que solo causó una ligera sonrisa en la Vampiro, misma que hizo que el resto de chicas a su alrededor llegará a sonrieran de esa misma forma, como si comprendieran lo que estaba por suceder.

Algo diferente en el interior del castillo del Conde Dracula, donde Ileana estaba suspirando pesadamente en un pasillo, mismo en el que estaba una joven que balanceaba un estoque en su mano del mismo modo que alguien que estaba a punto de pelear lo haría.

- Princesa le ruego que reconsidere su decisión - Dijo Ileana Carmilla ante los movimientos de una de las dos hijas de Dracula.

- Hmp~ ¿Por que debería reconsiderar mi decisión? - Dijo la Princesa antes de girarse hacia Ileana. - Mis madres, así como mi padre van a pelear, ¿Por que no debería hacer lo mismo? Incluso el molesto de Vlad va a pelear, y Anna lo hará también al punto que esta afuera en uno de los puestos de defensa, qué ellos estén así de decididos me deja en claro que debo serlo de lo contrario no sería digna del ser la hija de Dracula.

La primera y única hija que la esposa de Dracula, Mina Harker dio a luz en todos esos años dentro del castillo, La Princesa Lucía. Misma que estaba en verdad decidida en salir para pelear contra todo aquel que quisiera entrar en el castillo de su padre.

- Por esa razón Razvan esta hablando con el Príncipe Vlad y Ruxandra esta hablando con la Princesa Anna - Dijo Ileana seriamente mientras veía a la Princesa enfundar su estoque . - Esta claro que si algo sale mal ustedes tres son los únicos que podrán dirigir a la Faccion de los Vampiros qué se volvió uno de nuevo, como hijos de Dracula tienen esa responsabilidad.

- Ninguno de nosotros es digno de ser el Heredero... Solo Alucard lo era - Dijo de manera pesada Lucía antes de pararse ante Ileana. - Ninguno de nosotros tres se irá de aquí, mucho menos ahora que tenemos la oportunidad de matar aquel que fue el responsable de la muerte de Alucard... El odio que tenemos hacia el Portador de los Ojos De Serpiente esta por encima de todo ahora, así que no me pidas que escape por que no iré a ningún lado.

- Se que lo que le pido es difícil, pero no debe olvidar el sacrificio del Príncipe al defenderlas del Portador - Dijo Ileana a punto de usar la muerte de Alucard con el objetivo de convencerla.

Pero antes de que continuará el suelo al igual que las alrededores temblaron, un suceso que les hizo girarse hacia afuera a través de la ventana donde pudieron ver una gran explosion seguida de unas más potentes qué las anteriores.

- Esta aquí... - Dijo Ileana mientras de su sombra salían algunos murciélagos del tono más oscuro posible. - ¡Transmitan mis palabras! ¡Preparense para pelear! ¡Maten a todo aquel que tenga Ojos de color verde esmeralda!.

Ante sus ordenes los murciélagos con rápidez salieron hacia el pasillo como hacía el exterior, donde podían verse algunas pequeñas explosiónes más o una qué otra casa desplomandose.

- Muy bien, si quiere pelear esta bien, su fuerza no se puede subestimar aun así no debe alejarse, cuando diga que huya debe hacerlo - Dijo Ileana antes que alguien entrará por la puerta.

- ¡Mi Reina! - Grito Anastasia con una cara que decía con certeza que algo había salido horriblemente mal.

Ya que en el exterior en dentro de las cosas o las calles podían oírse el ruido de peleas en todos lados, espadas con espadas chocaban y la sangre caía al suelo formando grandes ríos. Misma sangre que las Vampiras bebían para fortalecerse, incluso habían grupos de cuatro o tres qué mordían a Vampiros para tomarse cada gota de su sangre aun si estos estaban vivos y gritaban con dolor qué se detuvieran.

- Así que nos traicionaron... - Dijo una Vampiro sobre una torre qué veía con frialdad lo que sucedía.

Cientos de Vampiras devorando como tomando la sangre de los suyos, fueran de la misma Faccion o no, solo se iban moviendo de un lugar a otro matando como masacrando a los Vampiros qué seguían sin entender lo que sucedía.

- Jamás se considero que alguien nos traicionarían de esta manera - Dijo la Vampira mientras veía la pastilla del suicidio en su mano. - Nos cambiaron las pastillas por otras que tienen en el interior la sangre del Portador, justo cuando intenten suicidarse la sangre entrará en su sistema y las corrompe con solo pasar diez segundos.

- Al parecer cambiaron las pastillas el día anterior antes de que se dieran de manera equitativa a todas las demas - Dijo Ruxandra seriamente mientras a su espalda soldados con armaduras de color negro esperaban ordenes.

- No es difícil saber quien fue... - Dijo la Vampiro mientras notaba como más y más Vampiras atacaban a los suyos.

Incluso entre todo el caos mujeres con trajes negros y Ojos color esmeralda se movían causando más caos al matar a Vampiros o obligar a que las Vampiras se suicidaran. Incluso las obligaban a tomar la sangre de Issei si escupían la pastilla, llevándolas a lo mismo, atacar a sus compañeros si piedad alguna.

- Tsk... - Dijo la Vampiro mientras con su mano destrozaba la pastilla.

- Sus ordenes - Dijo Ruxandra al ver que todo el primer muro había caído.

- ¿No es obvio? - Dijo la Vampiro antes de saltar de la torre al suelo con gran seriedad. - Asesinenlas a todas.

Con esas palabras decapito a una de las Vampiras qué se había avalanzado con rapidez hacia ella, todo mientras volvía a enfundar su espada con lentitud. A la vez que varios soldados con armadura negra pasaban corriendo a su costado, atacando a toda Vampiro qué ya no se encontrara cuerda del todo.

La segunda princesa, hija de la primera esposa Cattleya Balduarte y la hermana menor del fallecido Príncipe Alucard, la Princesa Anna. La cual desde la muerte de su hermano mayor Alucard, jamás le volvio a sonreir a nadie al punto que la palabra muerto viviente parecía ser lo que la definía en ese momento.

- Princesa Anna - Dijo Ruxandra con la misma preocupación. - Ya no es seguro estar aquí, deberiamos volver dentro y buscar un lugar seguro para usted.

- Huir esta fuera de discusión - Dijo Anna con seriedad. - Además dudo mucho que ella nos deje ir.

Con esas palabras giro su mirada hacia una joven parada sobre un techo, en el que sostenía del cuello a un soldado de armadura negra, al mismo tiempo que sobre su pie estaba la cabeza de otro. Y quien hacia esto no era otra qué Mittelt qué observo detenidamente a Anna así como a Ruxandra antes de sonreír.

- Ufufu~ como se esperaba de una de las Hijas de Dracula - Dijo Mittelt mientras soltaba el cuerpo del soldado sin vida.

- "Asesino a dos de los Vampiros de Élite de mi padre como si nada... Sin duda sus poderes no se pueden subestimar, si esta aquí significa que el Portador esta cerca de este lugar" - Pensó Anna seriamente al momento de desenfundar su espada rápidamente. - Ruxandra, encárgate de ella mientras asesino a su maestro.

- ¡Princesa! ¡Eso...! - Dijo Ruxandra con sorpresa antes de parar.

- Mi Amo no está aquí - Dijo Mittelt sin perder su sonrisa arrogante. - En estos momentos debe estar dirigiéndose a la entrada del Castillo.

- Entonces me dirigiré ahí - Dijo Anna al mirar en dirección al Castillo.

Sin embargo apenas dio un paso, salto hacia atrás retrocediendo al momento en que una lanza de Luz chocaba en el suelo qué había pisado.

- Me disculpo Princesa~ - Dijo Mittelt al crear otra lanza de luz. - Pero no puedo permitir que regrese ahora, no hasta el momento en que Dracula muera.

- Debes ser una esclava bastante fiel si crees que mi padre va a perder... - Dijo Anna al apuntar su espada. - Te cortaré la cabeza y se la llevare a mi Padre.

- Puedes intentarlo Princesa... - Dijo Mittelt con una sonrisa. - Ambas lo pueden intentar.

Con esas palabras bloqueo la Espada de Ruxandra con una lanza de luz, quien a pesar de ser fuerte entendió que Mittelt era bastante fuerte, dado que aún si ella se encontraba atacando se giro hacia la Princesa Anna qué aun la observaba de la misma manera, llena de seriedad.

Una seriedad qué no perdia ante otra qué había observado lo mismo que la hija de Dracula, el caos y destrucción sobre la Ciudad alrededor del Castillo qué estaba cubierta de llamas, incluso si caminaba detrás del causante todos sus pensamientos eran los mismos.

- "No cabe duda de que el es peligroso" - Pensó Tsufaame mientras caminaba a un par de pasos de Issei.

Quien caminaba tranquilamente en ese gran caos qué parecía no afectarle nada aún si estaba masacrando y obligando a una Faccion destruirse rápidamente sin mostrar remordimientos de ello. Aún si era una descendiente directa de Maous, Tsufaame sabía perfectamente que ella no era rival para el, y eso lo supo antes de que comenzará en contraataque del pelinegro qué caminaba hacia el gran Castillo de Dracula.

Flash Back

Después de que la Hermana de Ileana Carmilla sonriera a Issei, este seguía a la espera de una respuesta de la joven Vampiro, qué resoplo con una notable burla no hacía el portador frente suyo sino que estaba dirigido a alguien más que no se encontraba ahí.

- ¿Y por que crees que me voy a unir a ti? - Pregunto Angélica mientras Issei la observaba por unos segundos antes de decir.

- Por que no tendría ningún sentido que hayas desobedecido la orden de tu hermana al venir aquí - Dijo Issei mientras se agachaba y se acercaba al rostro de Angélica. - Traidora de los Carmilla.

Dijo Issei mientras Angélica sonreía al oír eso mientras bajaba ligeramente su rostro, mostrandole su sumisión a Issei que solo sonrió mientras enterraba la punta de la True Longuinus en el suelo.

- Me disculpo por mis palabras, es solo que quería ver por mi misma el poder del Portador... - Dijo Angélica mientras la cadena qué la ataba desaparecían.

- Ya veo, aunque siendo sincero creí que ya no aceptarías mi propuesta... Después de todo ya no respondiste a mi carta - Dijo Issei mientras Angélica se ponía de pie y hacia una reverencia.

- Le ofrezco mis disculpas por eso, con la unión de Carmilla y Tepes, tuve que ser aun más cuidadosa debido a Ileana me vigilaba constantemente como si se esperara algún tipo de movimiento... - Dijo Angelica ante lo que Issei asintió ligeramente.

- Comprendo, por un momento creí que mi propuesta no era tan buena como yo creía - Dijo Issei mientras la Vampiro sonreía.

- Rechazar su propuesta era imposible sin duda - Dijo Angelica mientras veía al pelinegro. - Después de todo ella me negó mi derecho a ser la Heredera del territorio Carmilla, así que lo destruiré todo y construiré uno nuevo, ya que el plan de mi Hermana es el mismo... Ser la única sobreviviente de esta Guerra, solo así Carmilla se alzará victorioso.

Sus palabras sorprendieron a cada una de las Vampiros presentes, fueran de la Faccion Carmilla o no comprendieron a la perfección qué la decisión de la Líder Carmilla no era errónea en lo absoluto, al contrario era la mejor. Incluso las de la Faccion Tepes reconocieron qué esto era algo que incluso Rǎzvan haría si se lo propusieran, poder deshacerse de la Faccion Rival solo podía ser uno de los mejores tratos, ya que eso también con seguridad podría incluir a Dracula, por lo que sobrevivir significaba una cosa, la Faccion sobreviviente sería la única Gobernante de Rumania cuando toda esta guerra terminara.

Final del Flash Back

Eso había pasado antes de que iniciara oficialmente con el ataque, sin duda su comprensión de las cosas cambio bajo las acciones de Issei. Quien pase a ser realmente poderoso mantenía un bajo perfil, como una Mantiz Religiosa qué esperaba el momento adecuado para devorarse a su presa.

- "Este sujeto es realmente peligroso, su poder e influencia son enormes, tiene un ejército qué está dispuesto a todo, tanto que el puede fortalecerlo cuanto quiera y hacer eso solo significa que ganará aun más sus Lealtad" - Pensó Tsufaame con seriedad. - "Y por si fuera poco también es el usuario de tres Sacred Gear qué se clasifican como Longuinus, el [Boosted Gear], [Dimensión Lost] incluso tiene la [True Longuinus] en su poder, llamarlo Monstruo sería poco, ya que dentro de su cuerpo también puedo sentir de un modo vago la precencia de una cuarta Sacred Gear, solo que esta aun no esta totalmente despertada".

Pensó mientras veía la espalda de Issei quien seguía caminado hacia el castillo con la misma calma, en donde ella era consciente de que aún si no había una traición dentro de la Faccion Carmilla, Issei aun tenia en su poder la victoria de esta Batalla. Con solo verlo caminar se podía distinguir qué tan poderoso era, al punto que cuando Tsufaame llego a despertar en la capsula del laboratorio lo supo apenas lo vio e incluso lo pensó rápidamente.

"Este Joven es aun más poderoso qué Ajuka y Sirzechs"

Tsufaame aun recordaba su derrota a manos de Ajuka, donde fue humillada así como superada completamente, lo que la llevo a estar casi los quinientos años dentro de esa capsula. En donde los pocos miembros sobrevivientes de su Faccion, le construyeron un nuevo cuerpo usando como base lo poco que quedo de su cuerpo original, con los años pudieron crearle uno nuevo.

Uno que era más fuerte que el anterior en diferentes aspectos, sin embargo los Demonios la abandonaron cuando una nueva propuesta les llego por parte del Heredero Beelzebub. En la que decía a todos que los Herederos Directos como ella, no tenían el derecho de revivir si habian perdido ante los Falsos Maous, algo qué para su sorpresa muchos de los Demonios qué la apoyaban fueron aceptando con el tiempo.

Al punto que los otros Herederos qué se encontraban en una situación similar a la suya, fueron destruidos sin piedad al instante por sus propios descendientes, algo que pudo pasarle sino fuera por el hecho de que tenía Demonios qué aun le eran leales. Ellos la habían llevado a otra ubicación en secreto y dejaron un cuerpo falso dentro de su capsula, que su descendiente Katarea Leviatan llego a destruir creyendo que era ella, claro que nunca lo notaron sin embargo los pocos Demonios qué aun le eran leales fueron asesinados.

Dejándola sola en ese Laboratorio en el que Issei la encontró, el cual resultó ser uno de los Laboratorios Secretos qué su padre tenía oculto en sus territorios, un Territorio qué pasó a pertenecer al Clan Bael, qué se lo entrego a los Gremory al igual que los Sitri. Aún así su sorpresa y preocupación aumentaron cuando noto que Issei, era el Portador de los Ojos de Serpiente, los Ojos Prohibidos por todas las Facciones debido a sus poderes, los cuales le hicieron creer que pronto iba a ser violada y sometida, sin embargo lo que paso fue lo contrario a lo que creía al principio, ya que lo que paso fue que Issei le hizo una propuesta en lugar de violarla en ese lugar aun si ella estaba desnuda al haber salido de la capsula.

"¿Que tal si te unes a mi? Si lo haces te concederé la victoria en contra de Ajuka"

Oír eso claramente la dejo perdida, no se lo había esperado de ninguna modo sin embargo había pasado, tanto que a su mente vinieron muchas preguntas, mismas que se resolvieron al verlo. No mentía de ninguna manera, si le seguía el realmente iba a ayudarla a matar al actual Maou Beelzebub, tenía el poder para hacerlo, incluso podía concederlo a otro siempre y cuando fuera mujer.

No tenía muchas alternativas, no sabía que pasaría si lo rechazaba, aun así no pudo evitar sentirse interesada ante su propuesta. Matar a Ajuka era su mayor objetivo actualmente, sin embargo era consciente de que no podría lograrlo, o al menos no ella sola, era por esa razón que considero unirse a él, al menos de una forma Temporal al saber que Issei no la tomaría a la fuerza a menos que ella lo quisiera, algo raro a su parecer, aun así Issei le dio tiempo para poder pensar en una respuesta y para ello la había traído con el, para que ella fuera testigo de que tan poderoso era.

- "Comienzo a creer que unirme a él es la mejor decisión posible, tanto que no veo ninguna razón para negarme" - Pensó de manera sería Tsufaame mientras sentía varias presencias acercarse. - "Ya están cerca... Deben de pensar que pueden ser lo suficientemente afortunados como para darle algún golpe al Portador".

Su pensamiento no era erróneo, alguno que otro Vampiro cercano se percato de la presencia de Issei, por lo que iban en su encuentro con las expectativas de un posible ataque sorpresa al Portador, sin embargo para sus mala suerte todos se estaban acercando a sus propia muerte.

- Maldito Dracula - Dijo Issei captando la atención de Tsufaame. - Provocarme abiertamente de esta manera... Como si me dijera a la cara que no importa que tan poderoso sea, moriré ante el sin lugar a dudas.

Tanto el rostro de Xenovia como el de Irina rápidamente llego a oscurecerse, a excepción de Tsufaame qué observo como algunos Vampiros se acercaban con todas las indicaciones de matar al pelinegro frente a ella. Mismo que sin prisa alguna suspiro, mientras veía el escuadrón de Vampiros acercarse, los cuales apenas estuvieron a diez pasos del chico fueron descuartizados sin la oportunidad de contraatacar.

- Si esto es lo mejor que tiene en el exterior, no cabe duda de que será Dracula el que morirá aquí... - Dijo Issei con seriedad mientras veía al Castillo de Dracula.

Al mismo tiempo que el movía la True Longuinus limpiando la sangre que se había quedado en la punta, ver esto le dejo aun más claro a Tsufaame qué no se podía subestimar a Hyoudou Issei o las consecuencias serian iguales con el escuadron de Vampiros qué lo atacó a pesar de la enorme diferiencia entre sus poderes.

- "Un poder abrumador, inteligencia, su poder sobre diferentes Longuinus, más de una habilidad y mujeres hermosas dispuestas a todo..." - Pensó Tsufaame mientras seguía a Issei en silencio en medio de ese caos. - "No cabe duda de que unirme a él suena más tentador a medida que pasa al tiempo, por que si estoy con el mi victoria sobre Ajuka y Zakram esta asegurada".

No había razón para rechazarlo, puede que existieran miles de Historias en las tres Facciones qué colocaban al usuario de los Ojos De Serpiente como en ser de lo más despiadado y brutal contra todo ser femenino. Algo que incluso ella con seguridad llego a creer, al punto que se le inculco qué el Portador, abusaria sin vacilar de ella de tal forma que querría la muerte en ese momento, eso era todo lo que le decían en ese entonces cuando era demasiado joven.

Qué todos los Portadores de los Ojos De Serpiente eran crueles, sanguinarios al punto que podían asesinar a su propios amigos por más poder. Sin embargo las cosas que le contaron sobre ellos ahora habían desaparecido en su mente, esto por que el Portador Actual de los Ojos no se podía comparar con ninguno de los Portadores anteriores.

El que tenía en frente no buscaba algo como la Dominación Mundial como lo hicieron los anteriores Portadores, no, eso no era lo que buscaba dado que el ya poseía el poder para eso. Con ver la forma en que caminaba podía decir de manera segura que era fuerte, más que cualquiera que ella haya conocido a tal punto que incluso las mujeres que solo lo seguían eran fuertes, hasta ahora la mujer más poderosa qué había visto de todas fue Murayama.

Y fue ella quien le dijo que entre todo el Harem de Issei, existían otras mujeres a las cuales se les podía atribuir una gran fuerza que incluso los Maous actuales y otros Líderes de Faccion del mundo no podrían de ningún modo subestimar al momento que las vieran. El Poder de su amado era tanto que incluso Facciones se unieron entre sí para sobrevivir a la batalla qué pronto sucedería, incluso el había sido capaz de engañarlos a todos para ir a un punto seguro para todas y cada una de las mujeres que sin saber nada pronto estarían en peligro.

- "Este chico puede obtener una victoria aplastante contra cualquiera que sea lo suficientemente idiota para enfrentarlo, pero aún si puede acabarlos a todos no se muestra y elige mantenerse entre las sombras esperando" - Pensó Tsufaame seriamente mientras notaba que en el muro del Castillo aparecía una luz del mismo color de la sangre que formaba una barrera. - "Sus intenciones ya son bastante claras, acabar con todo de un solo golpe, un golpe al qué ahora tengo el deseo de pertenecer".

Su conclusión había sido esa, aliarse al pelinegro cuando la batalla terminara, algo que según sus calculos no tardaría mucho en suceder. Como descendiente de los Maous Originales, tenía un gran orgullo que le impedía hacer cosas que fueran en contra de su estatus y Linaje, por lo que en el pasado aliarse de esta manera con alguien estaría fuera de si quiera considerarlo.

Pero ahora sabía que no podría seguir aferrándose de esa manera al pasado, de haber aceptado el trato con Ajuka durante sus pelea seguramente habría vivido hasta este momento. Pero ante sus enseñanzas y modo de vida llego a rehusarse completamente a aceptarlo, en consecuencia termino muriendo en el enfrentamiento contra Ajuka.

Y ahora quinientos años después tenía la oportunidad de vengarse de Ajuka y Zakram qué lideró el golpe de estado a la Antigua Faccion, podía matarlos con seguridad solo si se aliaba con Issei. El cual observo la barrera con calma, aun sin mostrar preocupación giro su vista hacia ella como si estuviera por decirle las últimas palabras que cambiarían su vida para siempre.

- ¿Estas lista? - Pregunto Issei hacia la descendiente de Leviathan quien solo sonrió ligeramente.

- Lo estoy.... Maestro - Dijo Tsufaame al momento de desenfundar las espadas en su cintura.

Su mirada, acción y palabras hicieron a Issei asentir ligeramente para luego ver hacia el frente, mientras a su lado todas las alumnas de Kouh se paraban justo a sus costados llenando la calle o paradas en los techos de las casas, acompañadas de los Vampiros Femeninos que habían intentado suicidarse pero en cambio se terminaron uniendo al probar parte de la sangre de Issei, misma que les había mostrado una parte de la "Verdad del Mundo", por lo que estaban dispuestas a apoyar a Issei quien suspiro mientras una gran cantidad de niebla se reunía a su alrededor cubriendo a la mayoria de ellas hasta hacerlas desaparecer.

Dejando solo a Issei en esa calle que sin importarle cuantos Vampiros de Élite se acercaran rápidamente hacia el no dejo de observar el Castillo con la barrera de color Carmesí. Una barrera qué era por mucho una de las cartas más fuertes del Castillo, la cual había sido activada por Ileana al enterarse qué los traicionaron o más específicamente que su hermana la hubiera traicionado, misma que con calma se paro justo a lado de Issei por unos instantes.

- Al parecer la situación en el exterior se calmara pronto gracias a su Harem, tal parece que nadie de los Vampiros puede enfrentarlas - Dijo Angélica de manera tranquila mientras bajaba un poco su cabeza en señal de respeto al pelinegro. - La única que se mantiene es la Princesa Anna qué es apoyada y respaldada por Ruxandra Tepes, pero tal parece que no podrá resistírse por mucho tiempo debido a la intensidad de la pelea.

- Debe ser bastante fuerte si Mittelt no a terminado con ellas aun - Dijo Issei mientras giraba ligeramente su rostro para ver a Angélica.

- Lo es, la Princesa Anna en términos de poder esta a la par con Demonios De La Clase Suprema, incluso podría rozar de manera ligera con la Clase Maou - Dijo Angélica mientras miraba los ojos de Issei. - Como toda su Familia a estado entrenando para este gran día en que podrían tener la oportunidad de poder matarlo.

- ¿Tan grande es el rencor qué tienen por el antecesor qué logro asesinar a Alucard? Si tanto lo desean se los voy a dar... - Dijo Issei mientras soltaba un suave suspiro y regresaba su mirada al Castillo. - Una oportunidad de vengar a Alucard .

- Si eso desea lo ayudare, pero antes de iniciar quisiera preguntarle algo - Dijo Angélica mientras bajaba la cabeza un poco más.

- Adelante - Respondió Issei sin apartar la mirada del Castillo.

- ¿Es suficiente? - Pregunto Angélica un tanto temerosa a Issei. - Lo que hice... Y lo que haré, ¿Es suficiente para poder demostrar mi lealtad? Que realmente seré leal a usted.

Su pregunta causó un breve silencio en la calle qué no se rompió hasta que con calma Issei se giro hacia ella, del mismo modo que un Lobo observaría su presa, algo que dejo más nerviosa a Angélica a pesar de haber cumplido con todas las órdenes qué se le dieron.

- ¿Suficiente para demostrarme que tienes Lealtad hacia mi? - Pregunto Issei mientras daba un par de pasos hacia Angélica qué se tenso ante la acción del pelinegro.

Qué ante la mirada sorprendida de la Joven Vamipiro, Issei estiro su mano a su rostro causando que su mirada sin evitarlo se oscureciera. Mientras qué dentro del Castillo Ileana caminaba al primer piso del Castillo, en dirección hacia la entrada del mismo donde una gran cantidad de Vampiros de Élite se encontraban esperando sus ordenes.

- ¿Cual es la situación del exterior? Ya han pasado varios minutos desde que inició el combate pero aún no hay un informe de lo que sucede - Dijo Ileana mientras bajaba las escaleras junto a Anastasia y la Princesa Lucía.

- Reportando a mi Lady, la situación en el exterior sigue siendo desconocida, el caos es demasiado para saber que es lo que esta pasando - Dijo Anastasia antes de notar que Ileana se detenía de golpe.

- Han destrozado a otra de mis bestias, quien quiera que lo haga se asegura de que no me transmitan nada de lo que a pasado - Dijo Ileana mientras Lucía sin emoción observaba hacia la ventana en donde podía verse la barrera.

- Mis madres dijeron que la barrera es capas de resistir el ataque poderoso de un Rey Dragon - Dijo Lucía mientras se mantenía cerca de Ileana. - Nadie qué no exceda ese poder podrá entrar.

- Con todo respeto Princesa - Dijo Ileana antes de reanudar su caminar. - Pero en verdad dudo, que la barrera resista por mucho tiempo el ataque del Portador al qué han catalogado como el más fuerte de todos.

- Lo se bien Ileana, de lo contrario mis Madres no se habrian preparado para este día tan meticulosamente - Dijo de manera sería Lucía mientras cruzaba junto con las otras dos la puerta.

Misma puerta que las llevo al exterior del Castillo, un Jardín donde habían al menos el doble de Vampiros de Élite, a la espera de sus ordenes. Mismos que ante la llegada del trío se pusieron en guardia listos para actuar cuando ellas lo ordenarán.

- Princesa no debo recordarle qué este lugar pronto se volverá un baño de... - Dijo Ileana antes de parar sus palabras al mismo tiempo que los Vampiros de Elite se preparan.

Observando a los alrededores donde se encontraban más Vampiros de Elite qué estaban haciendo lo mismo, cada uno al igual que el trío femenino observaban a los alrededores con cautela como si algo peligroso estuviera acercándose.

- Esta cerca... - Dijo Lucía mientras veía los alrededores mientras Ileana de un segundo a otro endurecia su mirada.

- No está cerca... - Dijo Ileana mientras miraba hacia la barrera qué cubria el Castillo. - ¡¡El Portador esta aquí!!.

Con esas palabras la barrera carmesí se rompió, causando qué todos miraran al cielo con sorpresa notando como varios fragmentos de la barrera iban cayendo, así como desapareciendo mientras iban acercándose al suelo hasta desaparecer, dejando claro que el ataque qué recibió superaba el poder de un Rey Dragon.

Sin embargo nadie tuvo el tiempo para poder reaccionar, antes de sentir como el suelo temblaba al mismo tiempo que una nube de polvo se levantaba a unos metros del trío de Vampiras qué solo se alejaron rápidamente del lugar. Mismo que no tardo en despejarse, mostrando para sorpresa y terror de todos la True Longuinus Corrupta, misma que estaba enterrada en el suelo sin moverse, algo que permitió a alguien pararse sobre el otro extremo de la lanza con calma.

Todos observaron seriamente al ser de vestidura negra parado con calma en la True Longuinus, ninguno dijo o hizo un movimiento ante su llegada. Y tampoco hubo algun esfuerzo por saber de quien se trataba, eso por que aun si llevaba en el rostro una máscara qué ocultaba casi todo su rostro, los ojos verde esmeralda delataban quien era verdaderamente, y fue el Portador de estos quien daría el comienzo a la batalla.

- ¿Donde esta Valerie? - Pregunto con seriedad Issei mientras miraba al Trio Femenino de Vampiros frente a él.

Continuará...

Aquí BlackRedZX con un nuevo capitulo, sinceramente quería escribir un poco más pero me decidí a pararlo aquí y dejar lo más emocionante para el siguiente cap donde les aseguro que se revelarán varias cosas que ya tenia previsto hacer así que esperenlo.

Algo más de lo que quería hablar era el hecho de que leyendo antiguos comentarios del fic pude notar que muchos deseaban leer como fue que Issei sometió a Tomoe, Tsubasa y Roruko, así mismo el como logro someter a las alumnas de Kouh, debido a que esto sucedió detras de bambalinas.

Así que para ser justos decidí el proponerles algo, si los caps de este capítulo en adelante superan las 500 Estrellas antes de llegar a la siguiente actualización, yo me comprometo a escribir como fue que Issei sometio a cada chica al final de cada cap, si se logra la meta en el siguiente capítulo, al final pondría como Issei sometio a Tomoe, si se cumplen las 500 estrellas en ese capitulo pondría el sometimiento de Tsubasa al final, sería lo mismo con el siguiente colocando el sometimiento de Roruko al final.

Así sucesivamente hasta cubrir los sometimientos qué pasaron fuera de cámara como el sometimiento de la Academia de Kouh o el como se formó tan rápido el Culto de Issei así como lo que hacian otros personajes mientras Issei estaba ocupado, ojo, esto solo si se logra alcanzar las 500 Estrellas, de no ser así el cap sería como todos los demás, centrándose en la historia principal.

En fin esa es la propuesta que les doy con el fin de saber cuantos desean saber algunos aspectos qué no se han mostrado antes, así que sin nada más que decir me despido.

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