Capítulo 24. Bebé
Atsushi estaba en su cena y después de haber aclarado el hecho de que su cuerpo estaba en excelente estado, Yosano lo hizo beber, estaban pasándola bien todos bromeando, algunos bailando, fue cuando llego. El perro rabioso había llegado con su clan, su ahora futura cuñada Higuchi, Tachihara y su hermana Gin. – Jinko – le llamo. Los amigos del albino quedaron en silencio pero Atsushi salto al azabache en un abrazo
― ¡Ryu – le grito – me la estoy pasando taaaan bien
― Otra vez estas bebiendo – se quejó – vamos a casa
― Nooo quedémonos – añadió molesto el menor
― Gracias por invitarlo, debemos retirarnos – dijo el azabache a los compañeros de Atsushi
― Ryuuu – se quejaba pero el azabache solo lo cargo para llevárselo – adiós chicos, los veo mañana – se despidió mientras era llevado
― Parecen una linda pareja – dijo Tanizaki
― Si – respondió el resto.
― Hola, eem ¿puedo sentarme? – pregunto Tachihara a su lado. Tanizaki solo se sonrojo
― CLA-CLARO
Mientras afuera del lugar, Ryunosuke se despidió de su hermana, ella y Higuchi se iban mientras el mayor llevaba al albino – Ryu, quiero beber más – se quejo
― No te excedas tanto. – pidió tranquilo pero el albino tomo sus mejillas – suéltame animal
― Me gusta cuando me hablas mal – tomo su mano y la puso en su mejilla – anda, pégame
― No sé cómo termine casado contigo
― Porque soy el prin – Akutagawa rápidamente tapo su boca
― Eres un idiota, eso eres – se quejó llevándolo
Habían llegado a casa donde el azabache decidió darle al menor un baño relajante con vinagre de langosta, y como lo pensó, la borrachera se le había bajado y dejado al menor relajado – Ryu... tú quieres dormirme antes del sexo
― No, solo quiero que descanses
― ¿Por qué me cuidas tanto últimamente? – se quejo
― ¿no quieres que te cuide?
― Quiero que me pegues y me azotes contra la pared
― Eso podemos hacerlo cuando estés completamente bien
― Cierto... - le sonrió – eres lo mejor que tengo
― Lo sé. Lo soy. Ahora sal de la bañera, te traeré tu ropa interior
Atsushi salía de ella mientras el azabache tomaba una ropa interior de su cajonera fue cuando su teléfono celular sonó, contesto mientras le pasaba la ropa interior - ¡¿Qué están qué?! – grito y el albino lo miro preocupado – ok, ok, si, vamos para allá
― Ryu ¿Qué pasa? – el azabache colgó y miro al albino
― Chuuya-san está dando a luz en el castillo
― ¡AAAH AY QUE IR! – grito emocionado.
Akutagawa se puso su abrigo cuando vio a Atsushi saltando poniéndose un pans, comenzó a reír de verlo, le ayudo a subirse su pans y le tomo la mano – vamos a conocer al bebé
― ¡si
El azabache y el albino fueron hasta el palacio a gran velocidad, claro, sabían perfectamente cómo llegar y que hacer para llegar rápido. Chuuya estaba en la sala real con el bebé, tenía un intenso dolor de cabeza y Dazai les miro llegar – Atsushi, Akutagawa, que bueno que vienen Chuuya todavía no termina, tu padre le ayuda
― Vamos Chuuya-san, debe respirar y dejar que el dolor de cabeza fluya, así su energía ira al bebé
― Ya no puedo más Charles, me duele todo – se quejo
― Animo Chuuya-san – dijo Atsushi acercándose
― ¿no quieres ir también? – pregunto Dazai a Akutagawa. Esté miro a Abadon en la misma posición
― Aquí estoy bien
Chuuya grito, su dolor había aumentado, la esfera negra se hacía más densa – aay, ya va a nacer – dijo Abadon asustado
― Suegro, está exagerando – se quejó Akutagawa
― Tú ¿nunca has visto a un monstro dar a luz?
― No
― Es horrible – menciono poniéndose detrás de él. – todo explotará y
Chuuya volvió a gritar, la esfera estallo manchando de una baba negra a Abadon, Akutagawa y Dazai. Cuando pudieron limpiarse, lo vieron. Estaba en los brazos de Chuuya, una masa negra de ojos azules y vendas en sus manos – ay satán – dijo Dazai
― Oye, este es mi reino - se quejó Abadon
― Es hermoso – menciono el castaño acercándose a Chuuya. Se inclinó sosteniéndose de las rodillas de Chuuya – Chuuya, tu hiciste esta cosita bonita
― Lo hicimos juntos bastardo inútil
― Siempre tan romántico
Ambos se habían abrazado, Charles les ayudo mientras Atsushi iba con Akutagawa y lo abrazo - ¿no fue lindo?
― Claro, aunque... sigo todo sucio
― Es la placenta – dijo Abadon sacudiéndose – horrible pero buena para el cutis
Atsushi le sonrió el azabache y esté le miro extrañado - ¿Qué pasa Jinko?
― No sé... de-después de verlo nacer... ¿n-no quieres bebes?
― ¡¿QUÉ?! – gritaron los dos presentes mayores.
― Jinko
― Atsushi eres muy joven para tener bebés, solo tienes 118
― Papáaaa no te metas en mi matrimonio
― Me meto cada que quiero, soy parte de esto
― No, no lo eres
― Lo soy
― Que no
― Que si
Padre e hijo discutían mientras Charles salvo a Akutagawa – estarás bien, ellos son así
― Suegro, Atsushi ahora quiere bebes ¿Qué debería hacer?
― Pues, hacerle uno ¿no?
― Suegro – se quejó sonrojado
― No te preocupes si tienes o no, seremos siempre una familia, además, yo los cuidaré cuando trabajen
Akutagawa sonrió – de acuerdo, solo dejaremos serlo
― Holllaaaa, los protagonistas del bebé y eso aquí – se quejó Dazai
Pero justo al terminar, fue empujado por Fyodor quien miro fijo al bebé – oh por Belcebú – dijo asombrado
― ¿Qué nadie recuerda de quien es el reino? – se quejó Abadon
― Es hermoso... - abrazo a Chuuya – Gracias por esto Chuuya
― Gracias a usted suegro por dejarme casarme con Osamu y ahora tener una familia que siempre soñé
― Y bien... ¿Cómo se llamará? – pregunto por fin Atsushi
Dazai y Chuuya se miraron, sonrieron – su nombre será Osuya
― Qué lindo nombre – sonrió Atsushi
― Príncipe, ¿quiere darle su maldición? – pregunto Fyodor
― ¿e-eh? ¿y-yo? – pregunto Atsushi sonrojado
― Sería un gran honor Atsushi – dijo Chuuya
― O-ok
Atsushi se acercó al bebé, acaricio su cabello y sonrió – yo te maldito hoy y siempre... pequeño Osuya – menciono sonriente. Aunque fue algo natural, el pequeño Osuya tomo la mano de Atsushi sorprendiéndoles a todos. Había una larga historia que contar y muchas risas que guardar.
...
¡Gracias por leer!
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