Capítulo 4: Cargo de consciencia
Las esposas del "difunto" héroe Deku, Ochako Uraraka y Yui Kodai, estaban saliendo por los aires de la azotea del edificio de su apartamento. Uravity estaba usando su don para que Yui pudiera moverse libremente y poder volar a su lado.
— Menos mal le pedí a Hatsume-san que hiciera soportes especiales para mis zapatos y así saltar de techo en techo. -decía Yui mientras daba saltos bastante largos-.
— El entrenamiento de Izu-kun con el parkour rinde sus frutos, Yui-chan. -la castaña trataba de estar tranquila, pero por dentro su cabeza estaba cuestionándose muchas cosas-.
Las dos estaban cerca de una acera del distrito de Shizuoka. Recién veían que habían personas del servicio de obras públicas de la prefectura haciendo trabajos de reparación y restauración. Ambas se vieron entre sí y con eso daban a entender que debían actuar natural.
Lo que no esperaban es que mientras ambas bajaban, los transeúntes notaron sus presencias y empezaron a rodearlas. Cada civil presente estaba con un rostro triste, deprimido y frustrado.
— Uravity-sama, Rule-sama. Lamentamos mucho su pérdida, compartimos su dolor. -se acercó una señorita de pelo rubio con ojos verdes-.
— Arigato... -susurró Yui mientras tenía ocultos sus ojos en su gorra y con la cabeza baja-.
— Les agradecemos mucho sus deseos... -Ochako trataba de mantenerse seria, con la misma expresión facial de Yui-. Nos gustaría mantener este asunto en privado, seguiremos trabajando para mantener el orden...
El grupo de gente fue bastante comprensivo al notar que ellas se veían con pocas ganas de hablar. Así que solo les daban palmaditas en el hombro a las dos. Ochako se sentía extraña porque sabía que las cosas eran diferentes. Pero Yui desprendía un aura peculiar. No parecía que fingiera, ella de verdad sentía algo e intimidaba.
Las dos se fueron caminando hasta la agencia de Ryukyu, recuerden que Rule fue apadrinada por la heroína dragona luego de la pérdida de Mount Lady. Entonces, ambas al entrar notaron que el ambiente era triste.
— Ohayo Uravity-san, Rule-san. Mi más sentido pésame. -dijo la recepcionista desde su escritorio, se había puesto de pie e hizo la reverencia-.
— Hai, Lise-san, arigato. -contestó Uraraka levantando las manos con una sonrisa algo incómoda-.
— ¿Dónde está Ryukyu-san? -preguntó Kodai para evitar seguir con el tema-.
— Ella fue a una misión de emergencia, recién llamó y dijo que vendrá para acá y parece que habrá reunión con la mayoría de héroes. Así que Ryukyu-san dio la orden que estuvieran en la sala de reuniones tan pronto llegaran. -explicó la secretaria-.
Las dos waifus asintieron, sabían que fue por lo de Bakugou. Ambas avanzaron al elevador más cercano, mientras caminaban notaron que algunos empleados de mantenimiento las veían con expresiones contrastadas. Por un lado las veían con lástima por lo que pasó; y por el otro eran vistas con lujuria por lo ajustado de sus trajes y un pensamiento aparecía en la mente de los acosadores.
— Tan ricas y ahora viudas las dos, agradecido con Dynamight.
Todo estaba relativamente bien hasta que los acosadores daban a entender que pensaban con la pija por sus expresiones faciales. Así que las miradas con asco de las dos mujeres eran inevitables.
Pero prefirieron pasar de largo y entrar al ascensor, donde solo estaban ellas dos, así que podían hablar más tranquilamente. Y la primera en romper el silencio fue la mochi.
— Yui-chan... ¿no crees que lo estamos llevando demasiado lejos? -Uraraka se tomaba el cuello con pena-.
— Tú lo propusiste, Ochako-chan, y estuviste de acuerdo con todo. Sabíamos que iba a pasar esto. Es lo justo, Bakugou-kun merece sufrir por todo lo que le hizo a Izu-kun. -la azabache de ojos azules estaba con el rostro serio y decidido.
— Pero viste lo que pasó, nuestros amigos querían casi matarlo. -Uraraka estaba preocupada porque la tomatito mostraba una faceta más intimidante-.
— Él es fuerte, tú lo sabes mejor que yo. Así que era necesario hacer esto. -Yui parecía no ceder-.
— ¿Y si Izu-kun se entera? Esto que estamos haciendo es prácticamente ilegal. -Uraraka quería razonar con ella-.
— No se enterará hasta que regrese de su misión, se enojará y lo entenderé perfectamente. ¿Crees que no sé que estamos haciendo mal? -Yui estaba comenzando a ablandarse-. Recuerdo lo que Himiko Toga nos dijo antes...
/Flashback/ (Capítulo 33, tomo 2)
Uravity y Rule estaban peleando contra Himiko Toga en el centro de Tokyo, en esos momentos Gigantomacchia estaba amenazando con llegar hacia Tomura, que se encontraba peleando con los héroes.
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— Pero yo no usaría nada de otra persona para dañarla, eso no es amor, es locura y demencia. Si quisieras a alguien, no harías esto. -respondió Yui cansada, la pérdida de sangre le empezaba a afectar-.
— Mi manera era la manera en que mi corazón hablaba. En mi vida todo el mundo quiso detenerme, querían reprimirme. Pero no podían hacerlo, porque a mayor represión, mi voluntad aumentaba. -decía mientras se le borraba la sonrisa-.
— Si tu manera pone en peligro a otros, tú tienes que lidiar con las consecuencias. -respondió Ochako mientras ponía a Yui en sus espaldas-.
/Fin del flashback/
— Posiblemente Stain nos mataría si siguiéramos adelante. Pero Ochako-cha... -Yui estaba comenzando a arrugar la cara y sus ojos empezaban a ponerse vidriosos-. Ver a Izuku sufrir a una edad tan pequeña me hace sentir rabia, y en una fecha importante para un niño como el día que cumples años. Yo me siento mal de no haber hecho nada en ese momento. Yo no sabía que él sufría por su condición de entonces, pero yo era inútil y me sigo sintiendo inútil. Pensé que sería algo bueno quitarle el trauma a Izu-kun, pero ya no puedo dar marcha atrás por mi esposo. Tal vez se enoje y me deje por hacer esto. De todos modos, yo creo que recibí más felicidad de la que merecía, la cagué y...
(Cr: @ Tsubasarahakira en Twitter)
La ojiazul fue interrumpida por una cachetada, la chica estaba sorprendida, sus ojos brillaban y sus iris se veían temblorosas. Un aplauso sonó en el elevador. Ochako tenía la mano alzada y sus ojos con lágrimas.
(Cr: @ lazy_artist_u en Twitter )
— BASTA, YUI-CHAN. -Uraraka la veía y sin que Kodai lo notara, le caía una lágrima de su mejilla-. Izu-kun también es mi esposo... es nuestro esposo y nuestro héroe. Y si tú tienes que asumir las consecuencias, yo también lo haré. Si él nos deja, pelearemos por recuperarlo. Si él nos castiga, aceptaremos con la frente en alto. Pero no dejaré que enfrentes esto sola. No solo estoy en esta relación por Izuku, tú también eres importante en mi vida.
Uraraka le limpió la lágrima y le acariciaba la mejilla. Le había quedado rojo por el golpe, y luego la castaña le dio un abrazo mientras lloraban.
— Gomen-ne, Yui-chan. Pero, no me gusta que te denigres a ti misma. Es verdad que esta situación se ha puesto difícil, aunque lo sabíamos, no estábamos preparadas para sostenerlo y si decimos la verdad, lo vamos a pagar caro. -Uravity acariciaba el pelo de Rule-.
— Ochako-chan, yo quería ayudar a Izu-kun... Quería que él pudiera vivir sus cumpleaños de forma feliz. Quería que él fuera feliz como yo me siento con él y contigo. QUIERO QUE VIVA A PLENITUD LOS DÍAS QUE LO TENGAMOS CON NOSOTRAS. -Kodai se había roto y se echó a llorar-.
— Lo sé, Yui-chan. El One For All le quita la vida y tenemos que aprovechar a nuestro marido el máximo tiempo posible. Yo lo amo... Lo amamos... -Uraraka también lloraba mientras afianzaba el abrazo-.
Cuando ellas estaban en esa postura, el ascensor se abrió y notaron que en el salón de reuniones habían varios héroes de su generación de la UA. Entre ellos estaban Nighteye, Fat Gum, Kamui Woods, Lemillion y otros como Battle Fist, Real Steel, Emily, Chargebolt, Red Riot, Shoto y más héroes de las antiguas clase A y B. Todos se acercaron para darle el pésame a ambas heroínas.
— Esto será difícil... -pensaron Yui y Ochako al ver la cantidad de héroes que estarían involucrados, y más con los que faltarían por llegar-.
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