advertencias: humor absurdo, chaelisa y otras parejas. capítulos cortos.

—Realmente eres como una niña pequeña, ardillita.

—Mhn.

Lisa, a su lado, soltó un suspiro mientras salían del edificio donde Rosé tenía sus clases.

—¿Qué llevas en la cajita? —preguntó Rosé de pronto, sin saber si lo correcto era o no era tomarle la mano ya que eran, bueno, novias.

Lisa enarcó una ceja, quitando la tapa del envase y revelando unos lindos cupcakes con forma de flores y decorados con distintos tipos de crema.

Rosé humedeció sus labios y extendió una mano, pero Lisa la manoteó.

—Los vendo, no los regalo —regañó Lisa sonriendo—. Son ochocientos won.

—¡Pero soy tu novia! —se quejó Rosé.

—Entonces son dos mil won. —replicó Lisa.

—¡Cachetitos!

—Dame cinco, patito.

Rosé crispó sus hombros cuando apareció JiSoo de pronto, con esa estúpida sonrisa que ponía hacia Lisa, pareciendo una maldita rata de alcantarilla.

Estaba pensando seriamente en llamar a control de plagas para que se hicieran cargo de ese pequeño problema.

—¿Qué haces aquí, Unnie? —preguntó Lisa, tendiéndole el envase mientras su amiga sacaba los billetes.

—Bueno, aproveché el tiempo libre mientras espero a TaeTae para buscar a tu novia emo y hablar con ella. —respondió JiSoo, echando sus cupcakes a una bolsa de papel.

Sí, definitivamente llamaría para que se deshicieran de esa rata inmunda.

—¿Hablar de qué? —preguntó Lisa frunciendo el ceño, viéndose totalmente adorable en opinión de Rosé.

—Cosas de gente grande —respondió JiSoo—, así que anda a darte una vuelta por el estacionamiento, esos cupcakes no se venderán solos.

Lisa las miró con una expresión confundida a las dos, pero al ver que Rosé no reclamaba ante las palabras de su amiga, se encogió de hombros y le dijo que la buscara después en el estacionamiento.

Apenas Lisa desapareció, Rosé contempló a JiSoo fríamente.

—¿Entonces?

—No sé a qué está jugando Lisa —dijo JiSoo sin rastro de amistad en su rostro—, y estoy segura de que hay algo que no me está diciendo. Nunca había hablado antes de ti, así que de un día para otro apareciera con alguien que es su novia, me dice que me está ocultando unas cosas —JiSoo dio un paso tratando de lucir amenazante—. Aun así, no me voy a entrometer en ello. Sin embargo, si le haces daño, si veo a Lisa llorar por tu culpa, te haré miserable, Roseanne Park, y nadie podrá-...

—¡Conejitaaaaa!

La seria perorata de la cara de rata fue interrumpida cuando un chico alto y con el cabello teñido de rubio, apareció de pronto lanzándose a los brazos de JiSoo. La aludida lo tomó de la cintura con clara sorpresa para luego mirarlo con cariño.

—¿Cómo estás, TaeHyunggie? —le preguntó antes de darle un pequeño beso en los labios.

—Ugh, tuve un mal día, dame amor —se quejó el recién llegado. Unos segundos después, se giró hacia Rosé, mirándola de pies a cabeza, y humedeció sus labios—. ¿Quién es esta chica tan guapa, conejita?

—¿Guapa? —escupió JiSoo—. No la puedes encontrar guapa, tiene cara de emo.

—Habló la cara de rata. —soltó Rosé, y -aunque estuviera en contra de sus principios- le guiñó el ojo al muchacho de cabello rubio, haciéndolo soltar una risa baja.

—¡No puedes coquetearle a mi novio! —gritó JiSoo, agarrando posesivamente a TaeHyung por la cintura—. ¡Eres la novia de Lisa!

—¡¿Lili tiene novia?! —chilló TaeHyung.

—Es una larga historia.

—¿Y quién te golpeó en la cara, bebé? —TaeHyung le tocó la mejilla herida a JiSoo.

—Una emo. —respondió Rosé sonriendo burlonamente.

JiSoo masculló algo por lo bajo.

—Suficiente por hoy, nos vamos. —gruñó JiSoo girándose sin decir otra cosa.

—¡Adiós, señorita con cara de ardilla! —se despidió TaeHyung, sin dejar de sonreír aunque soltó un chillido cuando, frente a todo el mundo, JiSoo le dio un agarrón en el culo.

Rosé soltó un suspiro, cansada, y negó con la cabeza tratando de no pensar demasiado las cosas. Suficientemente se había complicado su vida esos últimos días para agregarle otro problema.

Lo único que debía hacer era llevar una convivencia sana con Lisa, y cuando llegó al estacionamiento y la bonita chica le dio de comer un cupcake, supo que quizás todo sería más agradable de lo que realmente había creído.

¡Gracias por leer!