advertencias: humor absurdo, chaelisa y otras parejas. capítulos cortos.

Rosé se levantó del sillón en el que estaba echada, murmurando un montón de maldiciones en voz baja por haber visto su siesta interrumpida, y fue a abrir la puerta dispuesta a gritarle a quien fuera que la estaba molestando en ese momento. Era su único día en la semana que tenía libre de clases y la venían a joder, ¿Acaso no podían...?

Recordó fugazmente que Lisa solía colarse en su casa esas tardes cuando salía de su última clase, dispuesta a hacerle compañía viendo una película juntas o solamente abrazándose.

Rosé había aprendido a amar esas tardes con el paso del tiempo.

La esperanza de que fuera Lisa quien estuviera al otro lado de la puerta murió cuando se encontró con MiYeon y Minnie.

—¿Qué quieren? —preguntó hoscamente, ocultando su desilusión.

—¿Esa es forma de saludar a tus mejores amigas? —regañó Minnie dando un paso antes de alejarse con la nariz arrugada—. ¡Por Dios, apestas! ¿Desde cuándo no te bañas?

Rosé olisqueó su axila, logrando que Minnie chillara por el asco, para luego meditar unos segundos en silencio.

—¿Qué día es hoy?

—Jueves.

—Desde el lunes en la mañana.

—¿Y has ido a clases apestando así? —la expresión Minnie Jin era puro horror.

—La gente no se acerca si apesto —fue lo único que respondió Rosé, girándose para volver a su sillón predilecto—. ¿Qué quieren? —repitió.

—Salir —respondió MiYeon antes de que Minnie siguiera haciendo preguntas—. Desde que... Estás soltera que no quieres salir —la voz de MiYeon se volvió filosa—. Bueno, aunque no sé si puede considerarse tu relación como un noviazgo considerando que fue falsa.

Los hombros de Rosé se crisparon, pero no se volvió a mirarlas, maldiciendo el momento en que decidió contarles la verdad a sus amigas. Se habían ofendido, por supuesto, por no haberles contado en lo que se había metido, y a pesar del evidente dolor de Rosé, solían soltar esos comentarios en modo de venganza.

—Lo hice con Lisa, así que sí, fue una relación. —replicó Rosé, causando que Minnie volviera a gritar en modo de queja.

—¡Mucha información!

—Yo no protesté cuando me contaste que MiYeon te hizo un baile vestida de conejo. —gruñó Rosé.

—¡Era un secreto, bastarda!

—¡¿Qué tú le contaste qué?!

Rosé volvió a echarse al sofá boca abajo, cubriendo su cabeza con una almohada.

—Váyanse. —volvió a gruñir sin moverse.

La pareja se miró entre ellas sólo para soltar un bufido, saliendo de la casa entre quejas y dejando a Rosé sola otra vez.

Afuera, por supuesto, las esperaban JiSoo, Jennie y TaeHyung. MiYeon y Minnie sólo contemplaron con curiosidad el claro ambiente tenso entre esos tres y no pudieron evitar reírse nuevamente al ver el ojo morado de Tae. Quién habría dicho que JiSoo tenía un puño fuerte.

—¿Entonces? —preguntó Jennie ansiosa, sin mirar a ninguno de los chicos a su lado. Se notaba un poco fuera de sí, como si no terminara de encajar.

—Hay que unirlas otra vez —declaró MiYeon—. Eso, o soportar la ya insoportable presencia de Rosé para siempre.

—Quiero que Lili vuelva a sonreír como antes —murmuró TaeHyung con expresión triste antes de que su expresión cambiara, sonriendo como si hubiera tenido la mejor idea del mundo—. La otra vez Lisa actuó cuando estuvo celosa. Quizás, si ve a Rosé con alguien...

—¿Y con quién? —preguntó Minnie—. Esa chica tiene de encantador lo que MiYeon tiene de joven.

—¡Oye!

—Estoy seguro de que Motomami se prestará para ello —dijo TaeHyung, causando que JiSoo lo fulminara con la mirada—. El otro día me comentó que estaba buscando a su baby número dos, aunque no sé muy bien a qué se refería con eso...

—¿Y qué número eres tú? —preguntó Jennie con interés.

—El primer baby por supuesto. —TaeHyung hizo un gesto de diva, causando que JiSoo murmurara maldiciones.

—Buscaremos otro plan —interrumpió MiYeon antes de que se pusieran a discutir—. Damos comienzo así al plan J.O.V.A.R.Y.L.P.Q.V.F.P.S.

Todos lo contemplaron, atónitos.

—Plan Juntar Otra Vez A Rosé Y Lisa Para Que Vivan Felices Por Siempre —explicó MiYeon como si fuera lo más obvio del mundo—. Por Dios, estoy rodeada de idiotas.

—Pues esta idiota te acaba de dejar sin sexo por un mes. —declaró Minnie dulcemente.

El grito de MiYeon se escuchó en toda la cuadra.

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