advertencias: humor absurdo, chaelisa y otras parejas. capítulos cortos.

Lisa esperaba que TaeHyung se quebrara un día y comenzara a llorar sin control, diciendo lo mucho que extrañaba a JiSoo y cuánto quería matar a Jen por arruinar lo que tenía con su cara de conejo, sin embargo, lo que no esperaba era verlo llegar con el brazo alrededor de una chica morena y guapa, sonriendo como si nada.

Incluso Rosé dejó de comer los pastelitos que compró de Lisa para observar a los recién llegados con confusión.

—Se ve como si quisiera sacarte la ropa —dijo Rosé como si nada—. ¿Es la hermana perdida de MiYeon?

—¡Te escuché, Rosé! —protestó MiYeon.

—Es una estudiante de intercambio. —dijo TaeHyung alegremente.

—¿Es de un país tercermundista? —siguió preguntando Rosé.

—¡Que grosera, Roseanne! —se quejó TaeHyung sin dejar de sonreír—. Es de Sudamérica —miró a su invitada con coquetería—. Se llama Luisa, pero me dijo que todos le dicen Motomami.

Lisa escupió la bebida en su boca sobre Rosé, que parpadeó.

—Qué asco, Lisa —regañó Rosé—. ¿Habla nuestro idioma?

TaeHyung se encogió de hombros, indiferente.

—Mira, es guapa y quiero-...

—Oh Dios —Minnie se puso de pie—. ¿Quieres sacarle celos a JiSoo?

—¡Claro que no! —TaeHyung puso una expresión ofendida—. Mi vida no gira en torno a esa traidora, así que como estoy soltero ahora, quiero aprovechar todo el sabor Latinoamericano.

—...

—...

—...

—Tae, ¿Sigues leyendo esas porno baratas?

—¡No se puede hablar con ustedes! —con una expresión indignada, TaeHyung se aferró al hombro de la de piel morena, girándose—. Vámonos, Motomami, nadie nos entiende.

La aludida la miró, sonriendo.

—Uy papi, si como caminas cantas, me lo comes hasta la gargan-...

—¡MOTOMAMI!

El grupo de amigas contempló de forma atónita como TaeHyung se marchaba con las mejillas rojas, mientras su invitada no dejaba de mirarle el culo.

—Haremos como que esto nunca ocurrió, ¿Cierto? —preguntó Lisa.

—Por supuesto que sí. —contestaron sus tres amigas.

Pero, al parecer, lo que fuera que se estaba proponiendo TaeHyung funcionaba a la perfección, porque JiSoo y Jennie salieron del edificio, y la primera se quedó viendo a su exnovio con su brazo sobre una desconocida, hablándole melosamente y riendo en voz baja. Jennie le hizo una seña a JiSoo, sin embargo la castaña parecía furiosa y rabiosa.

—Me sacarán un dolor de cabeza. —murmuró MiYeon suspirando.

Volvieron a comer en silencio, cada una preocupada de lo suyo.

—¿Irás a ver a Ten conmigo? —le preguntó Lisa en voz baja a Rosé.

—Claro que sí —Rosé cerró su envase con un suspiro—. ¿Cómo está él?

Los ojos de Lisa se volvieron un poco lejanos.

—Él dice que bien, pero sé que no quiere preocuparme —Lisa mordió su labio inferior—. El doctor dijo que no le daba más de dos meses de vida —Rosé le tomó la mano—. ¿Qué haré yo sin él, Rosé?

—Saldrás adelante —Rosé le besó la mejilla—, me tienes a mí.

Lisa levantó la vista, sonriéndole a Rosé mientras la abrazaba por el cuello.

—¿Siempre estarás a mi lado? —Lisa le besó la clavícula—. Eres tan linda, Rosé.

—No soy linda. —refunfuñó Rosé.

—Sí lo eres —Lisa le dio ahora un beso en los labios—. Cuando te veo, me dan ganas de comerte a besos.

—Me estás dando diabetes. —se quejó Rosé sonriendo de lado, en tanto Lisa se frotaba contra ella como si fuera un gato.

—Te quiero —le murmuró Lisa—, te quiero tanto, Roseanne Park.

—Voy a morir de sobredosis de azúcar. —Rosé fingió que le daba un infarto. Lisa comenzó a reír, pero antes de poder decir algo, su móvil comenzó a sonar.

—¿Hola? —contestó Lisa en tanto Rosé le apretaba las mejillas—. ¿Qué? ¿Ten... Qué? —una pequeña pausa mientras la castaña palidecía—. ¡Voy para allá, estoy en cinco minutos! —Rosé se sobresaltó por el grito histérico de Lisa, e incluso MiYeon y Minnie la observaron con sorpresa.

—Lili, ¿Qué pasa, mi amor? —le preguntó Rosé, viendo a Lisa ponerse de pie.

Lisa sollozó.

—Ten tuvo una recaída —Lisa apretó la camisa de Rosé, sosteniéndose a ella—. Ten se va a morir, Rosé.

Rosé sólo pudo abrazarla.

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