𐙚 capítulo 18

advertencias: humor absurdo, chaelisa y otras parejas. capítulos cortos.

Lisa sabía que su hermano iba a morir, lo tenía claro desde hace meses, pero eso no hacía las cosas más fáciles.

Soltó un suspiro mientras salía del cuarto luego de que Ten se quedara dormido, frotando sus ojos debido al cansancio. Llevaba más de un día sin dormir debido a la preocupación que sentía en ese momento, y sacó su móvil con poca batería, viendo los mensajes de JiSoo y TaeHyung. Ninguno de Rosé.

¿Y qué esperaba? Si Rosé apenas sabía algo de su vida privada.

Se sentó en una silla, bostezando, sintiendo su estómago gruñir por el hambre, y cerró sus ojos un momento.

—Terminarás con un dolor de espalda horrible, Lisa.

Levantó la vista bruscamente, encontrándose con la aburrida mirada de Rosé que le tendía un sándwich y un jugo.

Sus labios temblaron.

—¿Quién te lo dijo? —preguntó en voz baja.

Rosé se encogió de hombros.

—Tengo mis contactos —se limitó a decir sin agregar algo más, sentándose al lado de Lisa—. Anda, come, tienes una cara horrible.

Tan encantadora como siempre.

Pero aun así Lisa tomó el sándwich en sus manos, comenzando a comer sin pensarlo un poco. Iba a darle las gracias a Rosé, sin embargo, la mayor de pronto la tomó de los hombros y la recostó a su lado.

La miró con sorpresa, aunque Rosé miraba fijamente hacia delante.

—Tu hermano está enfermo. —le dijo Rosé, tranquila.

El primer pensamiento de Lisa fue mentir, pero sabía que no llegaría a ningún lugar.

—Cáncer pulmonar. —respondió mordiendo su labio inferior.

El agarre de Rosé se apretó.

—¿Por qué no me lo dijiste, Lisa? —le preguntó con tono herido, mirándola a los ojos.

Lisa se estremeció, notando el dolor en sus ojos, sin poder entender por qué reaccionaba de esa forma. Por qué lucía preocupada.

—Yo... —balbuceó Lisa—. Tú... Y yo no somos... Nada, Rosé...

El sentimiento cambió en los ojos de la cabello rosa: ya no había dolor, sino molestia difícil de disimular.

—Soy tu novia —espetó sin soltarla—. Te lo he dicho mil veces, Lalisa Manoban. Soy tu maldita novia y merezco saber esto.

Lisa tembló.

Ah... —Lisa ocultó su rostro contra el pecho de Rosé—. Lo siento, ardillita, pero esto es... Es realmente un tema delicado, yo no... —Lisa de pronto rompió a llorar—. Si lo hablo, se hace más... Más real...

Rosé soltó un suspiro, acercándola, su mente todavía pensando en el descubrimiento que hizo horas atrás, en el hecho de que realmente no sabía quién era Lisa, de dónde había salido, por qué estaba fingiendo ser su novia. Quería preguntarle, sacarle toda la información que pudiera, pero no lo haría porque Lisa estaba atravesando por un momento difícil y no quería agregarle más peso a sus hombros.

No quería que Lisa se derrumbara, pues eso la destrozaría a ella.

—Te llevaré a casa, bebé —murmuró Rosé, acariciándole el cabello. Lisa pareció protestar, pero la miró con seriedad—. No has dormido y tienes que descansar un poco. Si tengo que llevarte a la fuerza, lo haré.

Derrotada, Lisa asintió y se puso de pie, tomándole la mano, agarrándola del brazo.

Rosé la miró.

—Quédate conmigo —jadeó Lisa antes de arrepentirse—. Esta noche quédate a mi lado.

Rosé asintió en silencio.

¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top