-Soy enorme abuelaaaaa -el pequeño rodaba sobre su espalda, la rubia quería morir de risa -eso es normal, tienes dos bebés y diez meses, en un embarazo normal ya hubieras dado a luz -el pequeño levantó un gran puchero -además, no creas que no me he dado cuenta del ramen y los dangos que pasa bajo el agua Itachi, soy consciente, te tiene exageradamente mimado -el rubio sonrió divertido -cuando me alivie tendré que buscar cómo agradecerle, ha sido muy bueno conmigo -la ex Hokage le dio un trago a su botella, afiló la mirada viendo un brillo extraño en la mirada de su niño -conquístalo, no seas idiota -El rubio dejó de rodar, sus ojos de zorro se abrieron enormes, un gran sonrojo cubrió sus mejillas, la apuntó bastante nervioso -a… abue… abuela bakaaaaa bakaaaaa -Tsunade sonrió astuta -piénsalo, Itachi es buena persona, su moral es intachable y por dios, es hermoso-

El rubio se sonrojó a un nivel nuevo -abuela, ni siquiera me ve de ese modo -la rubia golpeó su frente -por eso te digo que lo conquistes, demonios -el pequeño levantó un puchero, se vio el enorme estómago pensando en sus palabras, guardó un momento silencio -tal vez no le llamen la atención los chicos abuela, además, soy enorme ¿y qué tal si también me hace daño? -la ex hokage acarició sus cabellos con cariño entendiendo sus dudas -bien, no seas tan negativo Naruto, piénsalo -minutos después el rubio se quedó profundamente dormido con las palabras de su abuela en mente.

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-He estado pensando en lo que propusiste hace tiempo Shizune -ambos azabaches cenaban en la cabaña con la rubia, la médico ninja levantó la mirada desconcertada -la idea esa disparatada de hablar con alguna de las amigas de Naruto aprovechando la "amistad" que sienten por él -a Itachi en esa idea varias cosas le molestaban -¿cuál de las princesas sería mejor opción? -la ex-hokage negó -no ellas, tal vez Gaara, el consejo al inicio se opondrá, pero si planteamos una buena estrategia -el azabache levantó su vista con cuidado tratando de poner atención y no decir lo que pensaba, su mano izquierda bajo la mesa la apretaba con fuerza -es verdad, el Kazekage adora a Naruto, es uno de sus mejores amigos, tal vez sí acepte la idea -

Itachi endureció el ceño, Tsunade sonrió triunfante al verlo reaccionar de alguna manera -hablaré con él, le explicaré la idea, estoy seguro que con el apoyo de Gaara, nadie se opondría a él -el Uchiha terminó de comer, realizó una reverencia, retiró su plato y se dirigió a la habitación del rubio. Tsunade y Shizune sonrieron con maldad -a veces me da miedo su mente mi lady -la rubia le dio un trago a su zake -ya dimos el empujón, veamos si las cosas funcionan, si no, no perdemos nada- Shizune sonrió divertida.

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El azabache entró con cautela a la habitación, observó al pequeño abrazar de pies y manos como un koala su almohada, su enorme estómago sobresalía en la imagen, sonrió divertido, se sentó en su propio futón observándolo un poco, mordió sus labios con vergüenza, nunca había tocado su estómago, estiró su mano acariciando el lugar cuidadosamente para no despertarlo, sus onix brillaban de emoción, sus pequeños sobrinos crecían rápidamente, estaba ilusionado de poder cargarlos y mimarlos, tal vez consentirlos un poco de más, jugar con ellos, respiró hondo tratando de pensar, tal vez pedía mucho, quería estar con ellos, pero era sólo el tío "es verdad, el kazekage adora a Naruto" esa frase comenzaba a rondar por su cabeza con violencia, la imagen del rubio y los bebés en brazos del pelirrojo hizo que su ceño se marcara bastante.

Su mano acarició suavemente su gran estómago, su piel suave se exponía un poco, su estómago salía de su playera, sonrió divertido, su dedo pulgar se movía en pequeños círculos, podía sentir la suave piel del Uzumaki, se acostó sin dejar de acariciar su estómago, su mirada subió hacia el rostro del pequeño quien dormía tranquilamente, su mano suavemente tocó la piel desnuda de su estómago sin despertarlo, quería sentir esos movimientos de los pequeños -mnh -Itachi vio con sorpresa al rubio, mordió sus labios, un gran sonrojo cubrió su rostro ante el pequeño gemido, lamió sus labios con algo de ansiedad, un pequeño golpecito pudo sentir en su estómago, sonrió emocionado. Los pequeños comenzaron a patear suavemente indicando que estaban despiertos y reaccionaban a sus caricias, algo creció en él, su corazón latía con fuerza ante el movimiento de los pequeños y el pequeño gemido del rubio, mordió sus labios, ideas extrañas cruzaban por su mente -son mis dan… gos Ita… chi -el nombrado sonrió divertido, era normal escucharlo pelear por comida mientras dormía, un gran puchero se mostró en el menor, el Uchiha lo veía bastante embelezado detallando en sus pequeños rasgos.

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El rubio trataba de poner su pantalón con esfuerzo, ahora aparte de su debilidad, su enorme tamaño se volvía un obstáculo. El Uchiha sonreía divertido -deja de burlarte o te golpearé -lágrimas comenzaron a derramarse de sus gemas, el azabache se movió con velocidad y terror por verlo llorar -te burlas porque soy enorme y débil, así no puedo golpearte ttebayo -Itachi lo ayudaba a vestir -no seas dramático, simplemente me dio risa como rodabas -el rubio abrió sus gemas aún más -soy enorme, por eso ruedo desgraciado ttebayo -el azabache soltó una pequeña risa. Naruto sonrió lindo dejando de llorar al escuchar su risa, la mirada del Uchiha fue atraída ante su sonrisa, un sonrojó ligero se mostró en sus mejillas, con velocidad terminó de cambiarlo -listo, ya puedes dormir-

Naruto observó como Itachi lo arropaba con cuidado, la mirada del Uchiha veía su estómago con emoción, el rubio lo veía con cuidado recordando las palabras de su abuela, mordió sus labios con algo de vergüenza -¿qui… quieres tocar? -el mayor levantó la vista con sorpresa para ver la vergüenza en el rostro del pequeño, asintió con algo de pena. El rubio descubrió su enorme estómago con cuidado, giró su rostro para no verlo a los ojos. Itachi acercó levemente su mano, con cuidado comenzó a acariciar el lugar. El rubio mordió sus labios reprimiendo el suave gemido, su piel era muy sensible últimamente, el azabache se dio cuenta de esa situación, tenía días acariciando su estómago mientras dormía.

Unas pequeñas patadas comenzaron a sentirse, ambos sonrieron con emoción, el rubio giró un poco su mirada quedando algo perdido por el rostro de ilusión del mayor -supongo saben que tú eres el que nos mima -Itachi asintió con determinación -pienso que sí -la mirada de Itachi se veía llena de amor al ver su estómago. Naruto mordió sus labios con un poco de tristeza y envidia, era imposible que esa mirada fuera para él también, cerró sus ojos fingiendo dormir para no verlo e ilusionarse.

-Hola pequeños -las pataditas respondían a su voz -falta poco para conocerlos, podré cargarlos y mimarlos, tal vez un poco de más, no se lo digan a su papi -Itachi acercó su oído a la barriga, lo colocó en su estómago, podía sentir las pataditas en su rostro, una sonrisa de dientes mostraba emocionado -serán bastante peleoneros como su papi, esas patadas deben significar algo -Naruto recordó a su papá "todo lo que dijo tu mamá peleona" ahora que recordaba, el aire amable de su padre, la mirada fría en batalla, su inteligencia y su poder, lo hacían recordar a Itachi, ambos eran similares "busca a una chica como yo", pero él es como su madre, ¿alguien como su papá? el sueño nuevamente lo venció con eso en mente. El Uchiha levantó un poco el rostro cerciorándose que el rubio no despertara, observó de nuevo el estómago, con un poco de valor besó el lugar recibiendo un puño de pataditas, sonrió divertido, cubrió su estómago con la playera y arropó al pequeño con cuidado, observó su rostro tranquilo, sin pucheros, sin sonrisas, su rostro mostraba paz, su guardia estaba baja por completo, confiaba en él a pesar de su hermano, acercó su rostro, besó su frente con cariño -descansa -se acomodó en su futón observando al rubio hasta que perdió contra el sueño.